Análisis de la evolución de la satisfacción marital durante el periodo de la edad adulta y tercera edad MELÉNDEZ, J.C. ALEIXANDRE, M. SAEZ, N. 2nd International Conference of Psychological Intervention and Human Development: Educational and Community Intervention. Valencia, 11 a 14 de Julio de 1993. RESUMEN. El presente trabajo estudia la satisfacción marital y su evolución a través del período evolutivo de la edad adulta y tercera edad. Considerándose como variables de análisis: sexo, nivel de estudios y profesión. Las puntuaciones han sido obtenidas mediante la "Escala de Ajuste Marital" (E.A.M.) de Locke-Wallace adaptado por Carrobles. 1.- INTRODUCCIÓN. La población jubilada es vista como un segmento generacional con mayor número de problemas, en la mayoría de sus procesos, respecto del periodo adulto en general y del grupo de prejubilados en concreto. La vejez, considerada en general, como una época de declive mental y físico, es percibida bajo moldes creados, y considerada como sufriendo enfermedad, soledad, tristeza y abandono. Todas estas percepciones negativas quedan en muchos casos focalizadas en los sujetos más cercanos a uno. Es de este modo importante conocer entre otros aspectos cual es el grado de satisfacción marital en comparación con otros grupos sociales cercanos, para poder así determinas si existen tales diferencias o no, y si en realidad existe ese declive social y personal. 1
Existen ciertos estereotipos con los que se percibe a las personas ancianas, como el que están aisladas, y aunque esto lo podamos considerar cierto para algún sector, no lo es para la mayoría de individuos que viven dentro de una red de relaciones interpersonales amplia, sobre todo en lo referente a relaciones familiares y de amistad. Respecto a la crisis de la jubilación y sus correlatos de precipitación de la muerte o de alteración de las relaciones familiares, la bibliografía de las últimas décadas muestra que actualmente tal creencia no se sostiene; igualmente, según Shanas (1971), Lerh (1980), se ha roto el mito de la desvinculación social de la persona al jubilarse. A medida que los mecanismos de defensa de la persona van decreciendo, el entorno inmediato en que este se desarrolla va tomando mayor importancia, es así como el geronte cada vez concede una mayor importancia a las relaciones afectivas y al entorno social en que se desenvuelve. Entre estas, encontramos la satisfacción marital, la cual no solo expresa vivencias y percepciones a cerca del entorno de los sujetos, sino que también es un indicador de características, estructuras, etc. Debemos de tener en cuenta que la satisfacción es un concepto relativo ya que se fundamenta en la comparación de lo que el sujeto quiere que sea y lo que debe de ser, con lo que en realidad es. Es de este modo, que este concepto, depende de las diferentes expectativas y valencias que el sujeto aplique a las circunstancias y acciones, de tal manera que determinaran el grado de satisfacción. Según los estudios de Atchley y Miller (1983) y Stull (1988) lo que sufre variación son los predictores pero no la situación en sí, y esta variación de los predictores se da generalmente en los maridos, resultado de la jubilación y del cambio. Existe la idea de que el hombre al adoptar el rol de jubilado va adquiriendo un papel pasivo en la pareja, mientras que es la mujer la que va adoptando una actitud creciente a nivel marital, lo cual produce crisis maritales. Es así como en la presente comunicación pretendemos estudiar las diferencias evolutivas existentes en cuanto a ciertas variables de segmentación que determinan la satisfacción marital entre una muestra de prejubilados y otra de jubilados, tomando como variables independientes el sexo, el nivel de estudios y la profesión desarrollada entre otras. 2.- METODOLOGÍA. Descripción de la muestra. Para la realización del trabajo se obtuvo una muestra de 250 parejas, formada por sujetos que residiesen en la Comunidad Valenciana. Todos ellos con dentro de un intervalo de edad comprendido entre los 50 y los 84 años. De este total se eliminaron 9 parejas por no reunir 2
alguno de los miembros los niveles de fiabilidad que se requerían y se marcaron como oportunos. De este modo la muestra final fue de 482 individuos (241 parejas). Una de las condiciones exigidas a las parejas que componían la muestra total fue que ambos miembros pertenecieran o bien al grupo de prejubilados o al de jubilados, esta condición nos permitio dividir la muestra general en dos submuestras que serán las que utilicemos en el presente artículo. La primera submuestra, formada por sujetos prejubilados (sujetos con edades comprendidas entre 50 y 64 años) esta compuesta por un total de 140 parejas. De este total se eliminaron 7 parejas. La segunda submuestra, acotaba el espectro poblacional de los sujetos jubilados (mayores de 65 años) y la componían 110 parejas, de las cuales se eliminaron dos. Instrumento de medida. El instrumento de medida utilizado ha sido la Escala de Ajuste Marital (EAM) de Locke y Wallace adaptada por J.A.I. Carrobles. Esta, consta de un total de 15 ítems que nos dan una puntuación total del índice de satisfacción marital. A la que además se le añadieron un total de 8 ítems de protocolo. Obtención de los resultados. Para el análisis experimental de los datos se ha utilizado el paquete estadístico SPSS PC+. Mediante el cual hemos cruzado el índice final de satisfacción marital con determinadas variables de segmentación (sexo, nivel de estudios y profesión). Para determinar ese índice de satisfacción marital hemos averiguado que la media para el total de la muestra es de 112.917 con una desviación típica de 24.202, de esta manera, hemos concluido que la satisfacción marital media se corresponderá a unas puntuaciones de entre 112.917 y 137.119, la satisfacción marital alta corresponde a las puntuaciones superiores a 137.120, la satisfacción marital baja se corresponde a aquellas puntuaciones entre 112.916 y 88,714 y la satisfacción marital muy baja es aquella con puntuaciones inferiores a 88.713. 3.- ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS. Las primeras puntuaciones que hemos tenido en cuenta son los índices de satisfacción marital general para todo el grupo. Un 56% de la población encuestada dice tener una satisfacción marital igual o superior a la media mientras que el 54% está en un índice bajo o muy bajo. 3
Al diferenciar en grupos, nos encontramos con que los prejubilado tienen una media de 112.7319 y una deviación típica de 23.907, mientras que la media de satisfacción marital para los jubilados es de 113.165 y su desviación típica es de 24.647. A través del test de comparación de medias y del análisis de varianzas iguales (Pooled Variance Estimate), podemos afirmar que las dos muestras proceden de poblaciones de igual media en lo que al nivel de satisfacción marital se refiere. Al comparar los dos grupos a nivel porcentual (grupo prejubilados versus grupo jubilados) encontramos que las puntuaciones generales de satisfacción marital son levemente más altas en el segundo grupo (jubilados) que en el primero (prejubilados). Un 57.8% de los jubilados poseen una satisfacción marital igual o superior a la media mientras que los prejubilados son un 54.7%. Al cruzar los resultados de satisfacción marital obtenidos con la variable sexo determinamos que a tenor de los resultados no existe ninguna diferencia en las puntuaciones obtenidas a nivel general (chi square= 0.63875 con una significación de 0.8875). Ademas el análisis de varianza a determinado que no son significativas las posibles diferencias que se hayan encontrado. La satisfacción marital general para mujeres es de 112.50, con una desviación típica de 24.693 mientras que para los hombres es algo superior 113.33 con una desviación típica de 23,744. Al estudiar estos datos de forma comparativa encontramos que el grupo con una satisfacción marital más alta es el compuesto por varones jubilados con una media de 114.459 y el que tiene la media inferior es el compuesto por mujeres jubiladas (111.652). Mientras que ambos grupos de prejubilados se sitúan en las posiciones intermedias: varones 112.37 y mujeres 113.05. En el grupo de los prejubilados observamos que las puntuaciones de las mujeres son más elevadas en los niveles bajo y muy bajo de satisfacción, mientras que en el nivel alto de satisfacción los varones puntúan de forma superior: Por el contrario en el grupo de jubilados todas las puntuaciones (excepto en el nivel muy bajo) son superiores en el grupo de los varones: El siguiente factor a estudiar a sido el nivel de estudios, este, a quedado dividido en cinco niveles (no sabe leer ni escribir, menos de primarios, estudios primarios, bachiller y estudios universitarios). Con respecto a los prejubilados hemos encontrado que las diferencias son mínimas, dándose las medias de satisfacción marital más altas en el grupo de bachiller con 114.42 y de estudios primarios con 113.52. 4
En el grupo de los jubilados estas diferencias quedan más acentuadas ya que según aumenta el nivel de estudios también aumentan las puntuaciones de satisfacción marital. El nivel más bajo de satisfacción marital lo tiene el grupo de no sabe leer ni escribir con una media de 107.678 que se eleva hasta 127.09 en el grupo bachiller y 126.09 en el de los universitarios. El siguiente cruze realizado ha sido el del nivel de satisfacción marital con la profesión. Los grupos en los que hemos dividido la profesión han sido: agricultor, obrero no cualificado, obrero cualificado, profesional liberal, empleado/funcionario, empresario/alto funcionario, sus labores comerciante y en paro (desestimada esta categoría en el estudio por tener tan sólo un sujeto en esta situación). Al realizar el análisis de varianza hemos obtenido que el cruce de ambas variables es significativo en p=.023. En cuanto al grupo de prejubilados hemos encontrado que el grupo profesional con mayor satisfacción marital es el compuesto por empleados y funcionarios con una media de 118.81 después el grupo de obreros cualificados con una media 116.49 y en tercer lugar empresarios y altos funcionarios con una media de 115.60. La profesión que ha obtenido la media mas baja ha sido la compuesta por profesionales liberales con un índice medio de 103.52 y la de obreros no cualificados con una media 104.33. Con respecto al grupo jubilados destaca el grupo de empresarios y altos funcionarios con un índice de satisfacción marital de 136.50 y el de obreros cualificados con un 114.61 de media. 4.- CONCLUSIONES. Las diferencias encontradas han sido mínimas entre los grupos a nivel diferencial. El grupo con la media más elevada es el de los varones jubilados, mientras que el que posee una media más baja es el de las mujeres jubiladas. En cuanto al grupo de los prejubilados, este, se encuentra muy cercano en sus puntuaciones al de los jubilados. En cuanto a las demás variables de segmentación, en lo que se refiere a estudios, son los niveles superiores donde aparece la mayor satisfacción marital. Esto es valido para ambos grupos de referencia, aunque queda mas claro en el grupo de los jubilados. Esta misma situación se refleja en las puntuaciones de los grupos profesionales en los que las diferencias entre grupos también son mínimas. Finalmente diremos que en términos generales podemos constatar la presencia de mayores diferencias intragrupo que desde perspectivas intergrupales. Al comparar los grupos, se encuentra que siguen la misma pauta y tendencia en saturaciones porcentuales. 5
5.- BIBLIOGRAFÍA. Atchley R.C. (1982). The process of retirement comparing men and women. En M. Szinovacz (Ed.), Women s retirement, policy implications of recent research. Beverly Hills, CA: Sage. Atchley R.C. y Miller, S.J. (1983). Types of elderly cuples. En T.H. Brubaker (Ed.) Family relationships in later life. Beverly Hills, CA: Sage. Birren, J.E. y Schaie, K.W. (1977). Handbook of Psychology of Aging. Van Nostrand, New York. Calvo Aguirre, J.J. (1986). Jubilación y ocupación del tiempo libre en el geronte. Revista española de Geriatría y Gerontología, 21, 45-50. Collette, J. (1984). Sex differences in life satisfaction: Australian data. Journal of Gerontology 39, 234-245. Kalish, R.A. (1983). La Vejez: perspectivas sobre el desarrollo humano. Ediciones Pirámide. Madrid. Lehr, U. (1980). Psicología de la Senectud. Ed. Herder, Barcelona. Mancini, J.A. (1989). Family medicine and family gerontology. En C. N. Ramsey et al. (Eds.), Family systems in medicine, pp. 259-270. Guilford Press, New York. Mishara, B.L. y Riedel, R.G. (1984). Le vieillisement. Paris: P.U.F. Prat, L. The family and health promotion among the elderly. En C. N. Ramsey et al. (Eds.), Family systems in medicine. Guilford Press, New York. Sáez, N. (1985). La Tercera Edad. Un Acercamiento Teórico y Algunas Implicaciones. Promolibro. Valencia. Sáez, N. y Vega, J. L. (1989. Acción socioeducativa en la Tercera Edad. Ed. CEAC, Barcelona. Stull, D. (1988). A Dyadic Approach to predicting well-being in after life. Research of aging, 10, 81 101. 6