No todas las manifestaciones de heterofóbia tienen la misma gravedad, aunque sin duda, todas, sin excepción, pueden considerarse una enfermedad social. Aprendamos juntos, saludablemente, qué es y cómo se da la heterofóbia. Para la Real Academia de la Lengua Española el término heterofóbia no existe, sin embargo, es un término que en ciertos sectores sociales se ha venido utilizando en diversos sentidos, una forma de orientarnos es deconstruyendo la palabra, esto es: «hetero» que significa distinto y «fobia», miedo, luego entonces, miedo a lo distinto. Esto nos despeja algunas dudas, pues podemos darnos cuenta que es un término que abarca infinidad de conceptos como racismo, xenofobia (miedo a las personas desconocidas o del extranjero), homofobia (rechazo a las personas homosexuales), etc. es decir, disgusto, discriminación y exclusión a cualquier grupo o persona por su sexo, raza, religión, etcétera. Fernando Savater lo define como el sentimiento de temor y odio ante los otros, los distintos, los extraños, los forasteros, los que irrumpen desde el exterior en nuestro círculo de identificación.
Hay personas que han propuesto relacionar este término de manera más específica y simétrica al concepto de homofobia, en este contexto, podría entenderse como la actitud discriminadora especialmente (aunque no exclusivamente) de ciertos grupos homosexuales a personas o agrupaciones heterosexuales, por ejemplo, con algunos grupos religiosos o a personas que por circunstancias particulares no apoyan o comparten la perspectiva del llamado Colectivo LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual) o de la diversidad sexual. En términos de preferencia sexual conocemos la terrible discriminación que viven muchas personas homosexuales, y algunas veces perdemos de vista la que viven intersexuales, transexuales, transgénero, travestis y bisexuales porque no están, por decirlo así, socialmente visibles, ahora bien, solemos perder de vista o minimizar (justo por pensar que si existiera es de un grupo muy minoritario pues en apariencia pertenecen a la mayoría y en comparación con otros grupos, históricamente no tienen ni idea de lo que es la discriminación ) el rechazo que viven las personas de preferencia heterosexual, solo por el hecho de serlo.
En alguna ocasión, me toco participar en una reunión de un grupo de personas de preferencia homosexual que querían constituirse formalmente como Asociación Civil, lo que ahí escuche, entre otras cosas, fueron chistes y comentarios abiertos y explícitamente agresivos, ofensivos, de rechazo y obvia discriminación a personas de preferencia heterosexual; vaya sorpresa que se llevaron cuando exprese mi preferencia, acto seguido, comentarios culposos de obvio no nos referimos a ti o gente como tú, pues tú eres diferente. Así pues, los humanos somos seres relacionales, que vamos haciendo consciencia de nuestras características a partir de mirar las características de los/as demás, a veces nos identificamos, otras tantas no. Savater dice que convivir con lo diferente pluraliza las posibilidades De igual modo que las semejanzas en comportamientos y criterios; pacifica internamente el grupo a la par que ofrece tranquilidad moral a cada uno de sus miembros. La convivencia con lo distinto, introduce un factor de alarma y de inestabilidad tanto en el conjunto como en la estructura psíquica de cada cual. La mímesis
interpersonal ya no funciona de modo simple, el espejo del prójimo no me devuelve la imagen que tengo interiorizada como la única que corresponde al ser que compartimos sino algo inquietantemente diverso, una posibilidad distinta A veces, quienes piden no ser discriminados terminan discriminando, piden respeto y terminan por no darlo, piden un mundo abierto a la diversidad y libertad de expresión sin violencia y terminan rechazado a quienes no piensan o sienten igual, generando odio, rechazo, separación y discriminación, no solo en términos de sexualidad y preferencia genérica, sino de manera habitual, ejerciendo y perpetuando la heterofóbia. Sex. Alejandro Espinosa Díaz Alejandro Espinosa piensa que debemos reconocer que una de las características de nuestra sociedad es la pluralidad, por ende, deberíamos practicar la heterofilia (amor a la diferencia). PROXIMO BOLETIN: APRENDIENDO A DECIR NO Si deseas conocer más sobre nosotros o tienes alguna duda, puedes consultar nuestra página www.centroliber.com o escríbenos a centroliberhgo@centroliber.com El lector es el único responsable del uso de las ideas, conceptos y contenidos que este boletín semanal propone en su información. Si deseas darte de baja envía un correo con asunto baja boletín.