Actas del Quinto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Burgos, 7-9 junio 2007, eds. M. Arenillas, C. Segura, F. Bueno, S. Huerta, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, CICCP, CEHOPU, 2007. Frías: representación de la arquitectura y urbanismo medieval en los núcleos de población del norte de Castilla Juan Carlos García Moreno Rosa Herrero Cobo FACTORES QUE HAN CONDICIONADO LA ARQUITECTURA EN FRÍAS El objeto de esta ponencia es analizar los métodos constructivos durante la época medieval, poniendo como ejemplo la localidad de Frías, en la provincia de Burgos. Dicha localidad está situada en la comarca de la Merindades, en el noroeste de la provincia de Burgos, comarca limítrofe con Cantabria, Vizcaya y Álava. Frías es uno de los lugares más pintorescos e interesantes de la provincia de Burgos y uno de los mejores ejemplos de lo que fue un pueblo medieval. Surgida en la primera época de la república castellana, Frías fue a lo largo de la historia un importante lugar de señorío. La ciudad está asentada sobre un acantilado rocoso a unos 80 m de altura sobre el nivel del río Ebro, constituido por conglomerado de Toba de gran espesor. El fuerte del nivel existente en la plataforma sobre la que se asienta la ciudad, conocida como La Muela, ha condicionado el trazado de calles, el desarrollo vertical de los edificios y un estético conjunto de casas colgadas que han sabido mantener unos entramados de madera con claro origen medieval (fig. 1). La arquitectura de esta zona está directamente relacionada con el medio físico sobre el que se asienta siendo las condiciones geográficas, climáticas, naturales y humanas los factores que más directamente influyen sobre ella. El influjo de la climatología se aprecia sobre todo en la forma de organización de la vivienda, en la orientación de las solanas, en el tamaño de los huecos abiertos al exterior y en la búsqueda de las orientaciones más soleadas y por tanto más cálidas para las estancias vivideras. Una relación más directa de la arquitectura de Frías con el medio físico puede establecerse a través de los materiales empleados en la construcción, materiales todos ellos procedentes del entorno más próximo. Otro factor que condiciona el tipo de arquitectura es el factor histórico unido a los condicionantes orográficos. Frías surgió como núcleo militar y defensivo de ahí la elección de una zona muy accidentada para realizar el asentamiento de la ciudad. Por eso la vivienda presenta dos variantes bien distintas según se encuentre en la parte alta o en los arrabales. En el Figura 1 Panorámica de la localidad de Frías (archivo propio)
380 J. C. García, R. Herrero primer caso, debido al escaso espacio disponible para construir, el desarrollo de la casa en planta estuvo condicionado por una parcelación estrecha y reducida, razón por la cual se desarrolló en vertical pudiendo llegar a los cinco o seis niveles. Es el caso de las casas colgadas, en las que el nivel inferior se destina a bodega, la planta baja a comercio y talleres y las superiores a estancias habitables. Cuando no existen condicionantes orográficos y se dispone de mayor espacio para el desarrollo en planta de la vivienda, se diferencia entre el edificio principal, destinado a vivienda, y unas pequeñas edificaciones de tipo auxiliar, anejas a él, destinadas a usos agropecuarios y que se emplean como almacenes o cobertizos, leñeras, graneros, etc. Otro factor condicionante del tipo de vivienda son los tipos de producción. Aparecen estancias o edificaciones específicas para usos no vivideros como es el caso de las cuadras o pajares cuando el modo económico de subsistencia es la agricultura o ganadería. Sin embargo en la época en que Frías fue un importante centro comercial, las casas situadas en la zona próxima al mercado, disponían de soportales que constituían un espacio protegido donde se realizaban los intercambios comerciales, la planta baja de las casas colgadas se utilizaba a modo de taller de artesanía, fabricación y posterior venta de telas y otros productos y los sótanos se utilizaban como bodegas o lagares donde se almacenaba el vino. RECURSOS NATURALES PARA LA CONSTRUCCIÓN. MATERIALES EMPLEADOS El factor que más directamente influye en la arquitectura de una zona es el medio físico que la rodea pues condiciona el tipo de materiales y las materias primas utilizadas para la construcción de la vivienda. El hecho de ser una arquitectura básicamente auto construida (cada familia construía su propia casa), lleva a la utilización de materiales de construcción fácilmente accesibles, tanto por su situación, como por la facilidad de extracción y moldeo. Por este motivo los materiales procedían de la explotación del medio natural del entorno más cercano. Los materiales de construcción más utilizados son la madera, la piedra, el barro y la cal. La madera es el material mas empleado debido a la abundancia de Figura 2 Relleno de los paños de entramado con bloques de toba tratados (archivo propio) bosques en las cercanías de Frías. Los tipos mas utilizados son el roble, haya y olmo. Se emplea sobre todo para la resolución de la estructura, la cubierta y para la formación de fachadas ligeras de entramado de madera. La piedra como material de construcción fue adquiriendo importancia a lo largo de los años, pero desde un principio se impuso como material básico en la construcción la piedra toba, extraída de las canteras cercanas a Frías, por sus características de ligereza y ductilidad, fácil extracción y transporte, y que fundamentalmente se utiliza como material de relleno de paños del entramado de madera (fig. 2). La herramienta utilizada para la extracción de la piedra toba era la sierra. El labrado se realizaba con un hacha, con la que se cortaba el tamaño de bloque adecuado en cada caso (fig. 3). Las betas más duras y resistentes de estas canteras, son empleadas para muros de sillería o bien para el muro de arranque del entramado. Esta piedra más dura se denomina Berrugón. Cabe destacar también la utilización de otros materiales, obtenidos a partir de la transformación de las materias primas del entorno, como son los derivados del barro y la cal. Los materiales derivados del barro son los bloques de barro cocido, utilizados como relleno de paños, las tejas curvas cerámicas utilizadas en las cubiertas de la vivienda y las baldosas también de barro cocido utilizadas en suelos. En las caleras, se transformaba la piedra caliza en cal para la fabricación de morteros o pintura.
Frías: representación de la arquitectura y urbanismo medieval 381 Figura 4 Fachadas de las casas colgadas situadas al borde del roquedo (archivo propio) Figura 3 Manipulación de los bloques de toba a pie de obra para su colocación (elaboración propia) TIPOLOGÍA DE LAS VIVIENDAS Haciendo un breve recorrido por las distintas construcciones que se pueden encontrar en Frías, nos encontramos con una serie de tipologías que son el reflejo de las condiciones geográficas del territorio y de la adaptación de la vida de los habitantes a dichas condiciones físicas. Al mismo tiempo son el resultado de un proceso evolutivo entendido dentro del marco cultural e histórico de la ciudad. Destacamos como tipologías más singulares las siguientes: Casas colgadas Uno de los símbolos más característicos de la ciudad de Frías, junto a su castillo, son sus casas colgadas, edificadas sobre la primitiva muralla que servía de defensa a la ciudad (fig. 4). En las viviendas situadas al borde del roquedo, el primer forjado del sótano se apoya sobre la roca, en la que previamente se ha realizado un vaciado cuyas dimensiones se corresponden con la de la vivienda, mientras que el forjado de la planta baja se apoya sobre el suelo a nivel de la calle. La distribución interna de las viviendas sigue la misma línea del resto de las edificaciones a excepción de los sótanos excavados en la roca que en su mayoría son utilizados como bodega o almacén. Otro factor a tener en cuenta es que estas casas están situadas en el casco urbano de la ciudad y en una época en la que el comercio era muy importante. En ellas se alojaban la mayor parte de los artesanos y comerciantes por lo que en la planta baja, además del taller, disponían de una zona destinada a venta con el correspondiente mostrador a la entrada de la vivienda. A partir del nivel del suelo y en vertical todas las casas cuentan con dos o tres plantas destinadas a vivienda (figs. 5 y 6). Una característica singular de estas casas es la de que todas ellas están comunicadas por un corredor interior, el Paseo de Ronda, que recorría la planta inferior de las edificaciones al borde del acantilado. Formaba parte del complejo dispositivo militar para la defensa de la ciudad. Disponía de puertas de acceso a cada vivienda para poder estar perfectamente comunicado en cualquier punto. Es posible que los sótanos de alguna vivienda se utilizasen como polvorín o punto de abastecimiento militar (fig. 7). Casas con solana Es la tipología más habitual en Frías. La solana aparece como elemento corrido a lo largo de la fachada con parte retranqueada y parte volada, o bien cuando su tamaño es menor, aparecen rehundidas en la fachada. La solana se abre en la planta superior y en las fachadas orientadas al sur para aprovechar al máximo la luz del sol (fig. 8). Puede darse el caso de que aparezca más de una solana en el mismo edificio y en distintas plantas, pudiendo ser ambas del
382 J. C. García, R. Herrero Figura 7 Sección transversal del casco antiguo de Frías (elaboración propia) Figuras 5 y 6 Planta y sección de las casas colgadas (elaboración propia) mismo tipo o bien balcones más pequeños. En el resto de fachadas se procura que los huecos sean mínimos. La planta de estas edificaciones es rectangular estrecha y alargada en un ancho de parcela entre los tres y ocho metros y una longitud entre los quince y veinte metros. Como norma general tienen tres plantas. Las casas con solana no se presentan de manera aislada sino que se apoyan unas con otras formando manzanas alargadas (fig. 9). La estructura principal de las casas con solana es de madera. En el entramado, las solanas voladas se consideran integradas en la estructura general, es decir, que son una prolongación de los elementos interiores. La longitud de vuelo de las solanas dependerá de las vigas empleadas, pero generalmente no suelen volar más de 1 m. Se pueden observar balconadas repetidas en varias casas, que parecen estar influenciadas por las casas señoriales de la comarca de las Merindades. Éstas tienen las vigas de la solana talladas con formas diversas. Esto lo realizaban las personas que tenían un elevado poder adquisitivo. Casas con soportales Las viviendas con soportales no son habituales en Frías dado el escaso espacio disponible para construir, pero existen casos aislados en la plaza donde se realizaba el mercado semanal. El soportal como elemento arquitectónico marca una transición entre lo público y lo privado (calle-vivienda), y proporciona un espacio cubierto pero abierto al exterior, destinado a acoger y albergar los puestos itinerantes del mercado semanal, y a proteger el propio taller-comercio del propietario.
Frías: representación de la arquitectura y urbanismo medieval 383 Figura 8 Una de las numerosas casas con solana existentes en Frías (archivo propio) En esta zona las viviendas suelen tener soportal en la planta baja de la fachada principal soportando el forjado del piso superior de dos formas, bien mediante la línea de pies derechos de madera ayudados por jabalcones apoyados sobre una base de piedra, con lo que se consigue un mayor espacio, o bien mediante soportales formados por arcos de medio punto cuyo aspecto proporciona una mayor continuidad a la fachada de piedra ya desde la planta baja (figs. 10 y 11). Casas aisladas Las casas aisladas están situadas en la parte baja del pueblo y presentan una planta de mayores dimensiones al no existir condicionantes orográficos y disponer de una mayor superficie libre para construir. Lo habitual en este tipo de vivienda son las fábricas de Figura 9 Planta y sección de las casas con solana (elaboración propia) piedra, tanto de sillería como de mampostería en toda la fachada, así como la cubierta a cuatro aguas, teniendo por lo general una solana de pequeñas dimensiones en la última planta.
384 J. C. García, R. Herrero Edificios especiales Este tipo de construcciones se engloban dentro de la arquitectura popular no residencial y son los molinos, las ferrerías y las tenerías. Su uso es puramente funcional: aprovechan la energía potencial del agua para realizar la molienda, etc. Distinguimos dos tipos de molinos: el más sencillo es el que tenía un único espacio donde se ubicaba la maquinaría. Son construcciones de una gran simplicidad donde la puerta de acceso y un pequeño hueco para iluminar y ventilar el interior completan las fachadas. Un segundo tipo de molino más evolucionado es el que tiene aneja la vivienda del molinero, bien como continuación del propio molino, o creando otro cuerpo perpendicular formando una planta en forma de L o T. El cuerpo del molino se dispone sobre el caz, la vivienda en la planta primera y estando destinado el resto de la planta inferior a dependencias auxiliares, como cuadras, pajar, cobertizo para carros, etc. CARACTERÍSTICAS CONSTRUCTIVAS DE LAS VIVIENDAS Cimentación Figuras 10 y 11 Planta y sección de las casas con soportales (elaboración propia) Pajares y cuadras Diseminados a lo largo de todo el pueblo nos encontramos con un tipo muy particular de edificaciones cuyo uso primitivo fue el de granero, trastero, leñera o cuadra, y que en la actualidad o están abandonadas o se utilizan como cocheras, almacén de herramientas, etc. Son los pajares y cuadras, edificaciones auxiliares anejas al edificio principal que constan de dos plantas, la inferior construida con piedras de mampostería y utilizada como cuadra y la superior con un entramado de madera sobre los muros de carga de la planta inferior rellenos de toba, para que las cargas trasmitidas no sean excesivas y cuyo uso era el de almacén de grano y paja. La cimentación depende del tipo de vivienda, distinguiéndose entre las viviendas construidas directamente sobre el terreno natural y aquellas en las que previamente a su construcción se realizó un vaciado del terreno (espacio que se destinaba a bodegas) pero dejando muros de la propia roca sin excavar que servirían como medianerías y a la vez como arranque de los pies derechos de la estructura. Las casas colgadas, están asentadas sobre la propia roca, que antes había sido excavada y vaciada para conseguir una superficie horizontal perfecta, para poder empezar a construir las viviendas y ganar por lo menos dos plantas más que serían las bodegas. Lo que se hizo en primer lugar fue un vaciado de la zona donde se iban a ubicar las viviendas, pero dejando muros de la propia roca sin excavar que servirían como medianería y a la vez como arranque de los pies derechos de la estructura. Los pies derechos aislados, que no iban sobre los muros de roca, se colocaban sobre una base de piedra muy resistente para transmitir las cargas al terreno.
Frías: representación de la arquitectura y urbanismo medieval 385 Encima de los muros de roca medianeros se colocaban unos dados de piedra para apoyar los pies derechos sobre ellos. La finalidad de estos elementos es la de evitar que la humedad llegue a la madera, de esta forma el entramado no está apoyado directamente sobre el terreno rocoso. Las casas colgadas disponen de dos bodegas en sus niveles inferiores. A lo largo del roquedo también se construyó un pasadizo que comunicaba a todas las casas, con un uso militar y defensivo. Esta comunicación se realizó a base de dos muros de carga de mampostería, utilizando bloques de piedra de dimensiones bastante grandes. Sobre estos muros, iba apoyada la estructura de madera a medida que va avanzando la vivienda en vertical. Estructura El origen de las casas entramadas data del siglo XIV. Como solución arquitectónica supone un notable avance en las formas constructivas porque implican un conocimiento, aunque sea intuitivo, de cargas y esfuerzos que serán soportados por elementos concretos. Las edificaciones entramadas aparecen en núcleos de cierta importancia porque se requiere una especialización en la mano de obra. Con este tipo de construcciones se alcanza un gran equilibrio entre la solución técnica y el resultado estético. Por un lado se consigue una gran libertad en el diseño, debido a la gran ligereza de las fachadas, pudiéndose alcanzar alturas de cinco o seis plantas y por otro lado se consigue una riqueza espacial en las soluciones pues se pueden abrir fácilmente huecos del tamaño deseado al acoplar, entre los elementos verticales, travesaños horizontales y una carpintería de madera. En los casos en los que el entramado arranca desde el nivel del suelo se pueden realizar vuelos y galerías retranqueadas, y soportales bien con soportes de madera o columnas de piedra pues la carga de estos muros es inferior a los de mampostería (figs. 12, 13 y 14). Estas construcciones constan de una estructura portante de madera, tosca o trabajada en escuadrías que se manifiesta exteriormente en las fachadas en una serie de montantes verticales y piezas en diagonal o en forma de Cruz de S. Andrés para arriostrar el conjunto. La estabilidad necesaria se obtiene con Figura 12 Aspecto de la medianería de una vivienda construida de entramado (archivo propio) los materiales de relleno entre los elementos sustentantes, materiales que pueden ser de ladrillo, barro o piedra toba. Ésta última se utiliza preferentemente en la planta baja. El forjado es el elemento básico de los techos de planta baja y los techos de las plantas superiores. Podemos encontrar forjados a base de tablas o tablones clavados directamente sobre las vigas y viguetas de forjado, utilizando el roble y el pino como maderas básicas y el castaño o haya en menor medida. Otro forjado es aquel formado por viguería de madera y relleno de yeso o cal con cascotes menudos enrasados por su parte inferior con las viguetas. Sobre el que se solía colocar un solado de baldosa de barro. Los tabiques se levantan sobre montantes de madera y relleno de adobe. El tipo genérico de la casa entramada tiene tres plantas, un sótano destinado a bodega e incluso dos o tres sótanos en el caso de las casas colgadas. Fachadas Las fachadas pueden ser de entramado de madera o de piedra, distinguiéndose en este caso entre las de sillería y mampostería. Las más generalizadas son las de entramado de madera. La fachada de entramado, nace con el propósito de crear edificios de mayor altura, formándose una serie de fachadas que soportan las cargas estructurales con el menor peso, dando al edificio un aspecto armónico y equilibrado.
386 J. C. García, R. Herrero Figura 14 Detalle del apoyo de una viga de madera sobre un pie derecho del mismo material, ayudado por jabalcones (archivo propio) Figura 13 Sección constructiva de la estructura de entramado (elaboración propia) Generalmente, la fachada de entramado arranca siempre de un muro de carga de mampostería de 60 cm de espesor, que puede llegar hasta la primera o la segunda planta. Sobre el muro de carga se sitúan los durmientes, que cubren todo el espesor del muro, y donde apoyan las viguetas del primer forjado, quedando vistas desde la calle. Sobre éstas, se apoya un elemento de madera llamado solera, que recibe con cargas verticales transmitidas a ella por los pies derechos. Sobre los pies derechos, se apoyan las viguetas del segundo forjado, y así consecutivamente. Este tipo de solución puede dar lugar a la formación de muros esbeltos de 20 a 25 cm de espesor, ganando espacio en los habitáculos interiores. Con este sistema constructivo se resuelven muy fácilmente problemas como realizar una fachada donde vuela la primera planta y consecutivas sobre la línea de arranque, o bien la formación de una solana. En las fachadas que tienen que salvar mucha altura, como por ejemplo las de las casas colgadas, se observa que en las primeras plantas, también formadas por entramado, los paños son mucho más gruesos y de materiales más resistentes, cumpliendo una labor estructural en igual medida que la estructura de madera. Según la fachada va ganando altura los paños de relleno se van aligerando y es la estructura de madera la que se encarga de absorber todas las cargas. El relleno de paños se realiza con bloques regulares de piedra toba de dimensiones 25 40 60 cm
Frías: representación de la arquitectura y urbanismo medieval 387 aproximadamente, sentados con morteros de cal y arena o barro. Otra ventaja del entramado es la facilidad para abrir huecos en las fachadas. Los huecos en el entramado se configuran estableciendo un marco de madera previo a base de puentes y tramones que hacen de dintel y jambas respectivamente pudiéndose encontrar nuevos huecos abiertos en el antiguo entramado por la relativa facilidad de ejecución, debido a la flexibilidad del sistema. El entramado, cuando aparece revestido de mortero de barro, cal o yeso, para facilitar la protección de la fábrica, se pica la madera con una azuela para mayor agarre de la pasta. Las soluciones de entramado favorecen la ejecución de los cuerpos volados cerrados, cuyo vuelo está resuelto por la prolongación de las viguetas o vigas de los forjados, reforzándose con piezas de madera dobles o triples sucesivamente volados. Cuando el vuelo es considerable aparece una serie de jabalcones que descargan sobre la fachada. Las fachadas de piedra pueden ser a su vez de mampostería, sillería o una combinación de las dos según si la piedra está labrada o no lo está. En las fábricas de mampostería se emplean las piezas de mayor tamaño en las zonas bajas de la casa así como las piezas más regulares en los puntos débiles. Tanto los huecos como las esquinas se conforman con elementos de sillería. La resolución de los huecos en las fachadas de mampostería se realiza utilizando un dintel de madera tanto en puertas como en ventanas. Estos muros son de tres hojas, simplificados en la mayoría de los casos, a un muro de dos hojas. La cara exterior labrada en piezas perfectamente regulares y otra cara interna en la que se colocan algunas piezas medianas y cuya regularidad se consigue con el revestimiento final. Suelos Los suelos de la planta baja, más elementales, se constituyen sobre el propio terreno que si es rocoso se labra y adapta y si es terreno arenoso se compacta disponiéndose una capa de mortero de barro. En los establos y cuadras ni siquiera se añade esta capa manteniendo el terreno original pero regularizándolo con picado y relleno posterior. En los zaguanes los pavimentos son más elaborados. Están compuestos por enlosados más o menos irregulares, solados de baldosa de barro sobrepuestos sobre el terreno o un basamento de mortero bruñido más o menos horizontal apoyado sobre un encachado de piedra. Los suelos del resto de plantas pueden estar formadas por un entablonado de madera de roble clavadas sobre las viguetas de los forjados o bien por un pavimento de baldosas de barro cocido sentadas con mortero de cal sobre el entablonado. Este tipo de pavimentos es común en la cocina y en habitaciones o alcobas. ORGANIZACIÓN DE LA VIVIENDA La organización de la vivienda está condicionada por la parcelación medieval y por la profesión de sus moradores, distinguiéndose habitualmente una zona destinada a vivienda, y otra zona destinada a usos agropecuarios y auxiliares. El acceso a la planta baja de la vivienda se realiza a través de una entrada única para los animales domésticos y moradores. La puerta de acceso al interior es de madera de roble u olmo sujeta por clavazón y provista de gatera para permitir el acceso libre de estos animales en todo momento. Si se dispone de un hueco amplio la puerta suele tener una gran hoja o incluso dos, que a su vez presenta una parte central o lateral que se abre solo para el paso de personas quedando fija el resto y abriéndose solo cuando se necesitan introducir elementos de grandes dimensiones. Si el hueco es de menor tamaño la puerta de acceso es de única hoja o de una hoja partida horizontalmente en dos mitades. En otros casos encontramos la puerta entrepañada en la que se inserta en el armazón los entrepaños que pueden disponer de casetones más o menos trabajados. El edificio de vivienda dispone en la planta baja de un amplio zaguán o portalón. Junto a él también se pueden encontrar algunas estancias destinadas a leñera o almacenamiento de útiles diversos, también para bodegas y en la parte trasera la zona de cuadras. Desde el zaguán se accede a las plantas superiores, ya destinadas a vivienda propiamente dicha, por una escalera de dos o tres tramos o bien de un solo tramo en las viviendas estrechas y alargadas, y a los niveles inferiores, como las bodegas y lagares, donde se fabricaba y almacenaba el vino blanco txacolí, por una escalera de un único tramo y pendiente superior a la habitual. Ya en la planta primera se sitúan las habitaciones o salas con alcoba, con un distribuidor central a modo de pasillo. Las habitaciones pueden presentar
388 J. C. García, R. Herrero una cierta especialización con una sala principal utilizada también de comedor y otras salas menores o alcobas de espacio reducido. Las habitaciones principales suelen estar orientadas a la fachada principal con acceso a la solana y al balcón. En la última planta se sitúan las estancias vivideras con la cocina como pieza fundamental, la llamada recocina y la despensa. La cocina dispone de un tamaño relativamente amplio y puede ser dividida en cocina y recocina pudiendo servir también como cuarto de estar, comedor, lugar donde se recibe, etc. El punto central de la misma es el hogar, con suelo de piedra, y sobre él una campana troncopiramidal de cierto tamaño que forma la chimenea y a ambos lados los escaños y caponeras, además de las correspondientes alacenas. La recocina es un espacio de trabajo, anejo a la cocina, donde se encuentra la artesa, la pila de piedra y el cenicero donde se deja la ropa a remojo para su blanqueo. En el último nivel de la casa y bajo la cubierta está el desván o payo que se convierte en el trastero, sirviendo tanto como pajar, granero o almacén de diversos productos y útiles. Teniendo en cuenta que en invierno esta cámara está llena de paja seca se consigue un aislamiento perfecto de la planta inferior. En lo que se refiere a la cubierta la más característica es la cubierta de madera a dos aguas con los aleros siempre horizontales y paralelos a la línea de fachada. El uso de la madera aporta una serie de ventajas como son la ligereza, pues se disminuyen las cargas transmitidas a la estructura y a la cimentación, y su fácil transporte y manipulación. Dependiendo del tipo de edificaciones, la formación de la cubierta es distinta. En los edificios de vivienda hay un entablado de madera y una capa de paja o barro bajo las tejas curvas cerámicas, para asegurar un perfecto asentamiento de estas. En el caso de los edificios auxiliares (cuadras, pajares, etc.) no hay entablado de madera y las tejas se asientan directamente sobre ramas de boj seco. Por otra parte uno de los elementos más característicos en las cubiertas de Frías son las buhardas, pequeños tejados con ventana que sirven para ventilar la parte superior del edificio además de servir como acceso a la cubierta en el caso en que fuera necesaria su reparación. CONCLUSIÓN Con esta ponencia hemos pretendido analizar los tipos y modos de construcción que aún se conservan en nuestros días, de una población que tuvo su mayor auge y esplendor en la época medieval. LISTA DE REFERENCIAS Cardiñanos Barceló, Inocencio. 1978. Frías y Medina de Pomar. Historia y Arte. Frías: Excmo. Ayuntamiento de Frías. Cardiñanos Barceló, Inocencio. 1986. El valle de Tobalina. Burgos: Excmo. Ayuntamiento de Burgos. Cardiñanos Barceli, Inocencio. 1991. Frías, ciudad en Castilla. Frías: Excmo. Ayuntamiento de Frías. Cea Gutiérrez, Antonio. M. Fernández y L. A. Sánchez. 1990. Arquitectura popular de España. Madrid: Programa Etnológico y Etnográfico de España. García Grinda, José Luis. 1988a. Arquitectura popular de Burgos. Burgos: Colegio Oficial de Arquitectos y Arquitectos Técnicos de Burgos. García Grinda, José Luis. 1988b. La arquitectura popular castellana en sus tipos básicos. El ejemplo burgalés como encrucijada de influencias. Barcelona: Anthropas. García Grinda, José Luis. 1990. Consideraciones en torno a los estudios y catalogación de la arquitectura popular: las experiencias de Burgos y León. Salamanca: Junta de Castilla y León.