Resumen: EL CALDO BORDELES Y LA RECEPA EN EL CONTROL DEL OJO DE GALLO J. Avelino *, J.C. Toledo **, B. Medina *** Desde la prohibición del arseniato de plomo en el control del ojo de gallo, se han estado buscando otras alternativas de lucha. En este trabajo, se demostró que el caldo bordelés alcalino (1.5-2-100) es altamente eficiente en las condiciones de Purulhá, Baja Verapaz, pues logró bajar la infección del 20% al 3%. Se determinó que la primera aplicación de este producto puede hacerse en agosto, y que el intervalo de 2 meses entre cada aplicación es adecuado. Además, se observó que la recepa por surco reduce la incidencia de la enfermedad en los surcos que quedan expuestos al sol y a la circulación de aire (12% y 15%) con respecto a los otros (33%). Introducción: El ojo de gallo, provocado por Mycena citricolor, es una enfermedad muy dañina en ocasiones (ver artículo sobre epidemiología y daños). En estos casos, para evitar pérdidas, el control preventivo se hace necesario. El combate químico del ojo de gallo se realizó en el pasado con productos erradicantes a base de arsénico (Díaz et al, 1961). A raíz de la prohibición del arseniato de plomo por la EPA, se perdió este medio de control. La investigación se dirigió entonces hacia el uso de productos curativos (Chaves, 1990; Riveiro, 1990). Estos tienen la ventaja de ser muy eficientes pero la desventaja de su alto costo y de ser muy específicos en su modo de acción con los riesgos que esto representa en la selección de cepas resistentes del hongo. El caldo bordelés nació en 1885, en los viñedos de Francia (Viennot-Bourgin, 1985). Su uso se ha generalizado en los viñedos del mundo entero por sus capacidades anticriptogámicas y se ha extendido a un gran número de cultivos de interés económico, entre ellos, el café. Nunca, desde hace más de 100 años se ha reportado un caso de resistencia. En 1915, fue cuando se reportó por primera vez la efectividad del caldo bordelés como tratamiento preventivo contra el ojo de gallo (Fawcett citado por Díaz et al, 1961). Esto fue comprobado en 1939 por Carvajal. No se conoce la eficacia real de este producto en las condiciones de Guatemala. Tampoco se conocen las épocas adecuadas para aplicarlo en el control del ojo de gallo. Pues, como para cualquier epifitia, el éxito del control depende tanto del producto utilizado como de la época en que se hacen las aplicaciones. Finalmente, tomando en cuenta que el ojo de gallo se desarrolla preferentemente en condiciones elevadas de humedad, se tratará de determinar si la recepa cíclica por surco permite reducir la incidencia del hongo. * Fitopatólogo de ANACAFE-PROMECAFE (Guatemala) - IRCC (Francia) ** Fitopatólogo de ANACAFE (Guatemala) *** Ingeniero agrónomo de ANACAFE
Materiales y métodos: El experimento se estableció en mayo de 1991 en una plantación de Caturra a pleno sol de la finca "Nueve Aguas", Purulhá, Baja Verapaz, donde el ojo de gallo encuentra buenas condiciones para su desarrollo (1200 m de altitud, 2500 mm de lluvia bien distribuidos en el año). El producto utilizado para el experimento fue el caldo bordelés alcalino (1.5-2-100) obtenido mezclando 1.5 kg de sulfato de cobre con 2 kg de hidróxido de calcio en 100 l de agua. Basado en la epidemiología de la enfermedad, se probaron 5 tratamientos, correspondiendo a diferentes fechas de aplicación del producto, como se puede observar en la figura 1. Meses May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Total de Tratamiento aplicaciones 1 X X X X 4 2 X X X 3 3 X X X X 4 4 X X X 3 Testigo 0 Figura 1: Calendario de los tratamientos El diseño fue de bloques al azar con 4 repeticiones. La parcela completa contó 30 plantas (5 surcos de 6 cafetos). Cada surco recibió un manejo de recepa en los años indicados en la figura 2. La parcela neta fue formada por las 12 plantas centrales de los surcos 2, 3 y 4. Ocho cafetos sirvieron para los estudios (2 en el surco 2, 3 en el surco 3 y 3 en el surco 4). surco 1 x x x x x x Recepa 1991 surco 2 x x x x x x Recepa 1988 surco 3 x x x x x x Recepa 1989 surco 4 x x x x x x Recepa 1987 surco 5 x x x x x x Recepa 1991 Figura 2: calendario de recepa efectuado en la parcela completa En cada planta seleccionada, se marcaron 3 bandolas primarias (una por tercio). Cada 4 semanas, se tomaron el número total de hojas presentes y el número de hojas enfermas con ojo de gallo por bandola y por nudo.
Resultados y discusión: Como se observa en el cuadro 1, el caldo bordelés tuvo un efecto altamente significativo en el control del ojo de gallo. Todos los tratamientos sobrepasaron de igual manera al testigo sin control, en cuanto al porcentaje acumulado de hojas con ojo de gallo, demostrando que la primera aplicación de caldo bordeles podía hacerse en agosto, en las condiciones de Purulhá. Los tratamientos con 4 aplicaciones, empezando en mayo o junio, sobresalieron ligeramente presentando una menor defoliación. Esto podría atribuirse, en parte, a un efecto estimulante del cobre. Finalmente, el intervalo de 2 meses entre cada aplicación permitió un buen control de la enfermedad. En el cuadro 1, también se puede observar que el caldo bordelés no tuvo ningún efecto negativo sobre el crecimiento del cafeto ya que no se encontraron diferencias significativas con el testigo. CUADRO 1: Efecto de las aplicaciones de caldo bordelés (1.5-2-100) sobre el cafeto y el ojo de gallo: PROMEDIOS DE LAS VARIABLES CRECIMIENTO(%) % ACUMULADO DE % ACUMULADO DE TRATAMIENTOS DEL CAFETO OJO DE GALLO DEFOLIACION TESTIGO 77.4 a * 20.4 a 62.3 a AGO-OCT-DIC 81.1 a 6.4 b 47.3 b JUL-SEP-NOV 66.9 a 3.4 b 47.0 b JUN-AGO-OCT-DIC 77.7 a 4.2 b 35.0 b c MAY-JUL-SEP-NOV 68.9 a 3.1 b 31.1 c * Los datos seguidos de una misma letra no son significativamente diferentes al nivel de probabilidad del 5%, según la prueba de Newman-Keuls. A raíz de nuevos descubrimientos sobre el modo de penetración del hongo, se puede pensar que el hidróxido de calcio que compone el caldo bordelés es responsable, en parte, de su eficiencia. En efecto, para penetrar y extenderse en la hoja, M. citricolor dispone de una toxina: el ácido oxálico. Este secuestra el calcio de las paredes celulares de las hojas, lo que permite la invasión (Tewari, 1990). Al existir otra fuente de calcio disponible (hidróxido de calcio), el patógeno pierde su poder de penetración, impidiendo de esta forma el desarrollo de la enfermedad (Rao et al, 1988). Sin embargo, el hidróxido de calcio empleado sólo en el campo no ha dado resultados satisfactorios (Vargas et al, 1989). Es probable entonces que el cobre que compone el caldo bordelés sea un elemento importante en la eficiencia del producto, al actuar sobre todos los sistemas enzimáticos del hongo, en particular la respiración. La acción complementaria de la cal (sobre la toxina) y del cobre (sobre la respiración...) hace que se reconsidere al caldo bordelés como una buena
alternativa para el control del ojo de gallo. En relación al efecto de la recepa, el cuadro 2 muestra que en el surco 3, la cantidad de ojo de gallo fue aproximadamente el doble de la registrada en los surcos 2 y 4, repercutiendo esto sobre las defoliaciones. Los surcos 2 y 4 presentaban un ambiente más desfavorable al hongo, mayor circulación de aire y penetración de sol, pues los surcos 1 y 5 acababan de ser recepados. La figura 3 muestra el desarrollo de la epidemia en los surcos 2,3 y 4. CUADRO 2: Efecto de la recepa sobre el cafeto y el ojo de gallo, en la parcela sin aplicar el caldo bordelés: PROMEDIOS DE LAS VARIABLES % ACUMULADO DE % ACUMULADO DE TRATAMIENTOS OJO DE GALLO DEFOLIACION SURCO 3, RECEPADO EN 1989 32.9 a 76.6 a SURCO 4, RECEPADO EN 1987 15.4 b 58.4 b SURCO 2, RECEPADO EN 1988 12.0 b 49.5 c * Los datos seguidos de una misma letra no son significativamente diferentes al nivel de probabilidad del 5%, según la prueba de Newman-Keuls. Conlusiones y recomendaciones: El caldo bordelés es eficiente contra el ojo de gallo en las condiciones del norte de Guatemala. La época oportuna para hacer la primera aplicación en la región de Purulhá podría ser el mes de agosto. El intervalo adecuado entre 2 aplicaciones es de 2 meses. Se observó en el campo que la permanencia del producto fue muy buena, lo que permite pensar que se puede bajar el número actual de 3 aplicaciones. Con este propósito y pensando también bajar las dosis, se continuará con este experimento un año más. La recepa cíclica por surco permite reducir considerablemente la incidencia de la enfermedad en los surcos que quedan expuestos al sol y a la circulación de aire, se puede recomendar entonces, implementar esta práctica agrónomica donde el ojo de gallo es problema, y preferirla a la poda selectiva que no favorece tanto la penetración de sol y aire. BIBLIOGRAFIA CARVAJAL, F. 1939. "Ojo de gallo" (Omphalia flavida). Revista del Instituto de Defensa del Cafe de Costa Rica 7 (52): p. 535-576. Costa Rica. CHAVES, O. 1990. Evaluacion de ATEMI 100 SL en el combate del ojo de
gallo Mycena Citricolor. In:"Taller regional sobre roya, ojo de gallo y otras enfermedades".iica-promecafe; San José, Costa Rica. DIAZ, J. NAPOLES, V. 1961. Comportamiento de varios fungicidas en el combate de Mycena Citricolor del cafeto en Ecuador. Turrialba. 11 (3):p 93-97. Costa Rica. RAO, D.V, TEWARI, J.P. 1988. Suppression of the symptoms of American leaf spot of coffee with calcium hydroxide. Plant disease. 72 (8): p. 688-690.USA. RIVEIRO, R. 1990. Evaluación de fungicidas para el control del ojo de gallo del cafeto (Mycena citricolor) bajo condiciones de Cobán, Alta Verapaz, Guatemala. In:"Taller regional sobre roya, ojo de gallo y otras enfermedades". IICA-PROMECAFE. San José, Costa Rica. TEWARI, J.P. 1990. Mecanismo de patogénesis y combate del ojo de gallo del cafeto causado por Mycena citricolor. In: "Taller regional sobre roya, ojo de gallo y otras enfermedades". IICA-PROMECAFE. San José, Costa Rica. VIENNOT-BOURGIN, G. 1985. La naissance de la bouillie bordelaise. No 371. p 22-23. Paris. Phytoma.