EJERCICIO 1: Discurso de Manuel Azaña ante la Asamblea del Partido de Acción Republicana. 28 de Marzo de 1932 (en M. AZAÑA, Obras completas. T. II. Ed. Oasis. 1968. pp. 223) Después del triunfo de la nación sobre sus tiranos, después del esfuerzo para recobrar la libertad perdida, nuestro partido se enorgullece de haber contribuido a este triunfo, y mantiene enhiesta la bandera de la libertad y de la República, que es hoy la bandera de la Patria (...). El hablar de política de partidos no es una tacha; hablar de de política de partidos no es lo contrario de una política nacional (...). Lo nacional es de todos, pero definir el interés nacional en cada caso depende del juicio del partido. Nadie tiene el monopolio de lo nacional y patriótico (...). Hay una tradición popular republicana, libertadora, en el espíritu español, y sobre todo en el espíritu castellano, y queremos reivindicarla, ponerla en pie y engrandecerla. Es pues, la República para nosotros la reanudación de una gran tradición española, de una tradición liberal, de una tradición popular (...). La República, para nosotros, con estos valores nacionales populares, no puede ser más que una democracia regida con humanidad (...). Cualesquiera que sean ahora las crisis por las que atraviesa ese concepto político y los ensayos que se hayan hecho, estamos firmemente adheridos a la fórmula democrática, que, con todos sus inconvenientes, es la única forma aceptable para regir al país con justicia y libertad (...). Somos demócratas, y por serlo, tenemos una regla segura: la ley. La ley! La ley tiene dos caras. Por una parte es una norma obligatoria para todos los ciudadanos; pero es también un instrumento de gobierno, y se gobierna con la ley, con el Parlamento. Discurso de José Antonio Primo de Rivera en el Teatro de la Comedia de Madrid. 29 de Octubre de 1933 (en S. G. PAYNE, Falange. Historia del fascismo español. Ed. Sarpe, 1985, pp. 60). He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha servirla: que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. Que desaparezcan los partidos políticos (...). Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre. Porque sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima (...) portador de valores eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma que es capaz de condenarse y salvarse. Sólo cuando al hombre se le considera así, se puede decir que se respeta de veras su libertad, y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de jerarquía, autoridad y de orden (...). Queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia (...) Bien está, si, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria. 1.- Identifica y caracteriza las fuentes de información. 2.- Indica las ideas básicas de ambas fuentes. Señala el proceso histórico en que se enmarcan. 3.- Define los términos: fascismo, totalitarismo. 4.- Explica el significado de la II República dentro de la Historia de España, así como las principales reformas emprendidas. Explica las reacciones que dichas reformas desencadenaron y cómo se acabó llegando a la Guerra Civil.
EJERCICIO 2: José Ortega y Gasset, Discurso en las Cortes Constituyentes, 13 de Mayo de 1932 Afirmar que hay en Cataluña una tendencia sentimental a vivir aparte, qué quiere decir, traducido prácticamente al orden concretísimo de la política? Quiere decir, por lo pronto, que todos los catalanes sienten esa tendencia? De ninguna manera ( ). Mas no confundamos las cosas; no confundamos ese sentimiento, que como tal es vago y de una intensidad variadísima, con una precisa voluntad política. Ah, no! Yo estoy ahora haciendo un gran esfuerzo por ajustarme con denodada veracidad a la realidad misma, y conviene que los señores de Cataluña que me escuchan, me acompañen en este esfuerzo. No, muchos catalanistas no quieren vivir aparte de España, es decir, que aun sintiéndose muy catalanes, no aceptan la política nacionalista, ni siquiera el Estatuto, que acaso han votado. Porque esto es lo lamentable de los nacionalismos; ellos son un sentimiento, pero siempre hay alguien que se encarga de traducir ese sentimiento en concretísimas fórmulas políticas: las que a ellos, a un grupo exaltado, les parecen mejores. Los demás coinciden con ellos, por lo menos parcialmente, en el sentimiento, pero no coinciden en las fórmulas políticas; lo que pasa es que no se atreven a decirlo, que no osan manifestar su discrepancia, porque no hay nada más fácil, faltando, claro está a la veracidad, que esos exacerbados les tachen entonces de anticatalanes. Manuel Azaña, Discurso en las Cortes Constituyentes, 27 de Mayo de 1932 A nosotros, señores diputados, nos ha tocado vivir y gobernar en una época en que Cataluña no está en silencio, sino descontenta, impaciente y discorde ( ). Cataluña dice, los catalanes dicen: Queremos vivir de otra manera dentro del Estado español. La pretensión es legítima porque la autoriza la ley, nada menos que la ley constitucional. La ley fija los trámites que debe seguir esta pretensión y quién y cómo debe resolver sobre ella. Los catalanes han cumplido estos trámites y ahora nos encontramos ante un problema que se define de esta manera: conjugar la aspiración particularista o el sentimiento de la voluntad autonomista de Cataluña con los intereses o los fines generales permanentes de España dentro del Estado organizado por la República. ( ) Hay dos modos de suprimir el problema. Uno, como quieren o dicen que quieren los extremistas de allá y de acá: separando Cataluña de España; pero esto, sin que fuese seguro que Cataluña cumpliese ese destino de que hablábamos antes, dejaría a España frustrada en su propio destino. Y otro sería aplastar a Cataluña, con lo cual, sobre desarraigar del suelo español una planta vital, España quedaría frustrada en su justicia y en su interés y además perpetuamente adscrita a un concepto de Estado completamente caduco e infeliz. Hay, pues, que resolverlo en los términos del problema político que acabo de describir. 1.- Identifica y caracteriza las fuentes de información. 2.- Indica las ideas básicas de ambas fuentes. Señala el proceso histórico en que se enmarcan. 3.- Define los términos: nacionalismos, Estatuto. 4.- Explica el modelo de Estado creado en la II República. Explica la evolución del sentimiento nacional catalán en la historia contemporánea de España. EJERCICIO 3 La finalidad de la reforma agraria, expuesta por Marcelino Domingo. Sesión de las Cortes del 15 de Junio de 1932. Todos los proyectos presentados persiguen, en primer término, la resolución del paro obrero. En el primero de ellos parecía que sólo tenía por objeto resolver el paro campesino, ( ) La segunda finalidad es la distribución de la tierra. Ha de redistribuirse de nuevo para que cumpla la función que ahora no realiza; la expropiación ha de hacerse por razón de su origen y por razón de su empleo. El no tener la tierra un origen legítimo dentro del régimen democrático en que vivimos y los bienes comunales que han perdido su verdadero origen. Así, pues, la redistribución de la tierra se hará a base de las tierras de señorío y de los bienes comunales. Tercera finalidad del proyecto. Racionalizar el cultivo ( )
Si el proyecto tiene una tendencia, podría ser ésta: la de intervenir el Estado en todos los órdenes de la economía agraria para disciplinarla en todos sus aspectos y para racionalizar la producción. El cuidar que la tierra cumpla la función social que le corresponde ( ) Ya sabemos que este problema, como el religioso, tenía que levantar tempestades sobre los hombres que los impulsaran. Este es el sino de los hombres que asisten a los inicios de un cambio de régimen ( ). Fincas rústicas incautadas por el Instituto de Reforma Agraria según lo dispuesto por la ley de 24 de Agosto de 1932. Fuente: Anuario Estadístico, 1932-1933. Provincias Nº fincas Hectáreas Áreas Centiáreas incautadas Alicante 1 9-71 Almería 2 5 79 53 Badajoz 2 2.610 97 57 Baleares 9 736 60 5 Barcelona 2 541 5 20 Cáceres 9 2.477 11 52 Cádiz 40 3.279 57 41 Ciudad Real 3 620 53 50 Córdoba 2 225 57 72 Córdoba (2ª lista) 9 1.427 15 51 Cuenca 2 380 61 84 Granada 110 1.264 40 41 Guadalajara 19 2 50 97 Huelva 9 305 19 - Jaén 124 1.211 64 56 León 7 1.037 15 2 Lérida 9 101 98 54 Logroño 1 5 15 86 Madrid 4 160 - - Málaga 2 133 85 30 Murcia 3 1.294 14 28 Navarra 368 444 93 40 Salamanca 6 2 61 9 Santander 1 10 - - Sevilla 107 1.802 58 43 Toledo 7 40 88 92 Valencia 4 1 47 1 TOTALES 882 20.132 53 35 1.- Describe el tipo de fuentes utilizadas 2.- Identifica las ideas principales de los textos, situándolos en su contexto histórico y en el núcleo temático correspondiente. 3.- Explica, a grandes rasgos, los conceptos bienes comunales y cambio de régimen. 4.- Describe las principales reformas emprendidas en el marco de la II República, así como su alcance y consecuencias. Utiliza para ello los textos a comentar, en especial el impacto de la reforma agraria. Menciona el peso de la agricultura en la sociedad española y compara esta medida republicana con las desamortizaciones previas.
EJERCICIO 5 Documento 1: La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas, ha resuelto un problema específico de importancia capital, quién lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la sociedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son principalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en su forma más urgente y aguda, que es la reforma de la propiedad, y este que llaman problema religioso, y que es en rigor la implantación del laicismo del Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias. Ninguno de estos problemas los ha inventado la República ( ). Cada una de estas cuestiones, señores diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en su conciencia pública, y al venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria es cuando surge el problema político. Yo no me refiero a las dos primeras, me refiero a eso que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde a la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Manuel Azaña Díaz, Diario de sesiones de las Cortes Constituyentes de la República, 13 de octubre de 1931. Documento 2: Los principios y preceptos constitucionales en materia confesional no sólo no responden al mínimum de respeto a la libertad religiosa y de reconocimiento de los derechos esenciales de la Iglesia que hacían esperar el propio interés y dignidad del Estado, sino que, inspirados por un criterio sectario, representan una verdadera oposición aun a aquellas mínimas exigencias ( ). Más radicalmente todavía se ha cometido el grave y funesto error de excluir a la Iglesia de la vida pública y activa de la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la misma sociedad doméstica, con grave menosprecio de los derechos sagrados y de la conciencia cristiana del país ( ). De semejante separación violenta e injusta, de tan absurdo laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y protestar, convencida como está de que las sociedades humanas no pueden conducirse, sin lesión de deberes fundamentales, como si Dios no existiese, o desatender a la religión, como si ésta fuera un cuerpo extraño a ellas o cosa inútil y nociva ( ). Declaración colectiva del episcopado ante la nueva Constitución, Diciembre 1931. 1.- Describe el tipo de fuentes utilizadas. (1 p.) 2.- Identifica las ideas principales de los textos, situándolas brevemente en su contexto histórico y en el núcleo temático correspondiente. (2,5 p.) 3.- Explica, a grandes rasgos, el significado de los conceptos laicismo y Estado confesional. (2 p.) 4.- a- Describe el programa reformista del gobierno republicano durante el llamado Bienio Reformista (1931-1933). Utiliza para ello los textos a comentar (2,5 p.). b- Explica brevemente cuál era la situación de la Iglesia católica en España durante la II República y compárala con las relaciones Iglesia-Estado y su influencia social durante el franquismo. (2 p.)
EJERCICIO 6 - Constitución de la Segunda República, 9 de Diciembre de 1931. Art. 3.- El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del clero ( ) Art. 27.- La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español ( ) Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Nadie podrá ser compelido a declarar oficialmente sus creencias religosas. - Carta colectiva del episcopado español, 1 de Julio de 1937. El 18 de Julio del año pasado se realizó el alzamiento militar y estalló la guerra que aún dura ( ) Hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes de que ellas derivan, que el triunfo del movimiento nacional ( ) Mientras en la España marxista se vive sin Dios, en las regiones indemnes o reconquistadas se celebra profusamente el culto divino y pululan y florecen nuevas manifestaciones de la vida cristiana. 1.- Describe el tipo de fuentes utilizadas en los textos. 2.- Identifica las ideas principales de los textos, situándolas en su contexto histórico y en el núcleo temático correspondiente. 3.- Explica los conceptos separación de Iglesia y Estado y nacionalcatolicismo. 4.- Explica el contexto en que se articula el primero de los textos en relación al reconocimiento de las libertades ciudadanas y las principales reformas republicanas (2,5 p.). Desarrolla los fundamentos ideológicos de los modelos sociales enfrentados durante aquella época y menciona la manera como se aplicó el que finalmente triunfaría (2 p.) EJERCICIO 7 Documento 1: La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas, ha resuelto un problema específico de importancia capital, quién lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la sociedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son principalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en su forma más urgente y aguda, que es la reforma de la propiedad, y este que llaman problema religioso, y que es en rigor la implantación del laicismo del Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias. Ninguno de estos problemas los ha inventado la República ( ). Cada una de estas cuestiones, señores diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en su conciencia pública, y al venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria es cuando surge el problema político. Yo no me refiero a las dos primeras, me refiero a eso que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde a la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Manuel Azaña Díaz, Diario de sesiones de las Cortes Constituyentes de la República, 13 de octubre de 1931.
Documento 2: Los principios y preceptos constitucionales en materia confesional no sólo no responden al mínimum de respeto a la libertad religiosa y de reconocimiento de los derechos esenciales de la Iglesia que hacían esperar el propio interés y dignidad del Estado, sino que, inspirados por un criterio sectario, representan una verdadera oposición aun a aquellas mínimas exigencias ( ). Más radicalmente todavía se ha cometido el grave y funesto error de excluir a la Iglesia de la vida pública y activa de la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la misma sociedad doméstica, con grave menosprecio de los derechos sagrados y de la conciencia cristiana del país ( ). De semejante separación violenta e injusta, de tan absurdo laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y protestar, convencida como está de que las sociedades humanas no pueden conducirse, sin lesión de deberes fundamentales, como si Dios no existiese, o desatender a la religión, como si ésta fuera un cuerpo extraño a ellas o cosa inútil y nociva ( ). Declaración colectiva del episcopado ante la nueva Constitución, Diciembre 1931. 1.- Describe el tipo de fuentes utilizadas. (1 p.) 2.- Identifica las ideas principales de los textos, situándolas brevemente en su contexto histórico y en el núcleo temático correspondiente. (2,5 p.) 3.- Explica, a grandes rasgos, el significado de los conceptos laicismo y Estado confesional. (2 p.) 4.- a- Describe el programa reformista del gobierno republicano durante el llamado Bienio Reformista (1931-1933). Utiliza para ello los textos a comentar (2,5 p.). b- Explica brevemente cuál era la situación de la Iglesia católica en España durante la II República y compárala con las relaciones Iglesia-Estado y su influencia social durante el franquismo. (2 p.) EJERCICIO 8 Documento 1: Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano ( ) y si el derecho constituyente, como norma jurídica de los pueblos civilizados, cada día se aproxima más al concepto de libertad, no nos invoquéis el trasnochado principio aristotélico de la desigualdad de los seres desiguales ( ). Dejad, además, a la mujer que actúe en derecho, que será la única forma que se eduque en él, fueren cuales fueren los tropiezos y vacilaciones que en principio tuviere. ( ) Yo me he regocijado pensando en que esta Constitución será, por su época y por su espíritu, la mejor, hasta ahora, de las que existen en el mundo civilizado, la más libre, la más avanzada, y he pensado también en ella como en aquel decreto del Gobierno Provisional que a los quince días de venir la República hizo más justicia a la mujer que la hicieron veinte siglos de monarquía. Pienso que es el primer país latino en que el derecho (de sufragio) a la mujer va a ser reconocido, en que puede levantarse en una Cámara latina la voz de una mujer, una voz modesta como ella, pero que nos quiere traer las auras de la verdad, y me enorgullezco con la idea de que sea mi España la que alce esa bandera de liberación de la mujer ( ). Y yo digo, señores legisladores: ( ) no dejéis que sea otra nación latina la que pueda poner a la cabeza de su Constitución en días próximos, la liberación de la mujer, vuestra compañera. Discurso de Clara Campoamor, abogada y diputada por el Partido Radical. Diario de Sesiones de Cortes, Octubre de 1931. Documento 2: Por qué hemos de conceder a la mujer los mismos títulos y los mismos derechos políticos que al hombre? Son por ventura ecuación? Son organismos igualmente capacitados? ( ) La mujer es toda pasión, toda figura de emoción, es todo sensibilidad; no es, en cambio,
reflexión, no es espíritu crítico, no es ponderación ( ) Es posible o seguro que hoy la mujer española, lo mismo que la mujer campesina que la mujer urbana, está bajo la presión de las instituciones religiosas; ( ) Y yo pregunto: cuál sería el destino de la República si en un futuro próximo, muy próximo, hubiésemos de conceder el voto a las mujeres? Seguramente una reversión, un salto atrás. Y es que a la mujer no la domina la reflexión y el espíritu crítico; la mujer se deja llevar siempre de la emoción, de todo aquello que habla a sus sentimientos, pero en poca escala en una mínima escala de la verdadera reflexión crítica. Por eso y creo que, en cierto modo, no le faltaba razón a mi amigo D. Basilio Álvarez al afirmar que se haría del histerismo ley. El histerismo no es una enfermedad, es la propia estructura de la mujer; la mujer es eso: histerismo y por ello es voluble, versátil, es sensibilidad de espíritu y emoción. Esto es la mujer. Y yo pregunto: en qué despeñadero nos hubiéramos metido si en un momento próximo hubiéramos concedido el voto a la mujer? ( ) Nos sumergiríamos en el nuevo régimen electoral, expuestos los hombres a ser gobernados en un nuevo régimen matriarcal, tras del cual habría de estar siempre expectante la Iglesia católica española? Discurso de Roberto Novoa Santos. Catedrático de Patología de la Universidad de Madrid y diputado por la Federación Republicana Gallega. Diario de Sesiones de Cortes, Septiembre de 1931. 1.- Identifica y caracteriza las fuentes de información. (1 p.) 2.- Indica las ideas básicas de ambas fuentes, situándolas en el contexto histórico y el núcleo temático correspondiente. (2,5 p.) 3.- Define los términos: Sufragio femenino, y Constitución. (2 p.) 4.- a.- Analiza el impacto de las reformas sociales y políticas del período republicano en relación con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres (hay que tener presentes los debates en torno al voto femenino). (2,5 p.). b.- Compara la Constitución de 1931 en materia de derechos sociales e igualdad con los años de la monarquía y el franquismo. ( 2 p.)