Aspectos teóricos Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora Aplicación a los seguros generales Diana Carolina Lancheros / Junio de 2011 Agradecimientos a Armando Zarruk y a María José Vargas por su revisión y a William Guevara, por permitirme utilizar los resultados de su tesis en este artículo. 366
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora 1. BREVE HISTORIA DE LA TARIFACIÓN DE SEGUROS Los seguros generales, (seguros sobre la propiedad y patrimoniales), empezaron a desarrollarse a partir del siglo XIV con el auge del seguro marítimo, en el que se protegía a los comerciantes contra los riesgos de deterioro de la mercancía, piratería y riesgos propios del mar. Aunque podría haber seguros marítimos anteriores a 1350 en el sentido en que los conocemos hoy (transferencia de riesgo a un tercero a cambio de una prima), uno de los primeros contratos de seguros que se conoce, tiene fecha del 15 de marzo de 1350 (Roover, 1945). En su contenido aparece que un mercader genovés, Leonardo Cattaneo, aseguró un cargamento de trigo, por un valor de hasta 300 florines por un viaje desde Sciacca, ubicado en la isla de Sicilia, hasta Túnez. Cattaneo declaró que desde el momento de la partida del barco en Sicilia, hasta su llegada segura a Túnez, él asumiría todos los riesgos provenientes de un acto de Dios o de los hombres, o de los peligros del mar. La suma de 300 florines sería pagadera un mes después de recibir ciertas noticias sobre la pérdida del cargamento. Si la pérdida era parcial, la responsabilidad del asegurador debería ser proporcional al daño. La prima era de 54 florines, lo que correspondía a un 18% del valor asegurado. Por la misma época, en Génova, se estableció un tipo de contrato de seguro en el cual el asegurador se obligaba a comprar las mercancías si estas se estropeaban durante el viaje. Esto dió lugar a lo que hoy conocemos como salvamentos, pues una vez se había pagado la indemnización, los aseguradores adquirían los derechos de propiedad sobre las mercancías recuperadas. 367
Debido a que las pólizas de la época medieval cubrían los riesgos de guerra, de la naturaleza y otros riesgos, y a que los accidentes marítimos eran más frecuentes, las tasas eran más altas que las tasas actuales. Las tasas variaban no sólo de acuerdo a la distancia que se debía recorrer, sino también a la estación del año, el estado de guerra o paz, los registros sobre piratería, el tipo de embarcación, etc. Por ejemplo Uzzano, autor de un manual famoso para mercaderes escrito en 1442, estipulaba que la prima de Londres a Pisa variaba entre el 12 y el 15% del valor asegurado y ocasionalmente, podía ser mayor en el caso de que se presentaran rumores sobre peligrosos corsarios. Debido a que algunas personas empezaron a tomar el seguro no como una forma de protegerse, sino como una forma de apostar sobre la vida o los bienes de otros, fue necesario establecer reglas que corrigieran este problema, estableciendo lo que hoy conocemos como interés asegurable 1. También se presentaron problemas debido a que algunos seguros fueron asumidos por personas que no tenían la experiencia suficiente en los negocios de seguros y no tenían la capacidad de responder en caso de un siniestro de gran magnitud. Hacia el siglo XV, el seguro marítimo estaba bien establecido. La estructura de las pólizas estaba predefinida y cambió muy poco en los siglos siguientes. En el siglo XVI era práctica la utilización de formatos predeterminados, con algunos espacios en blanco para el nombre del barco, del capitán, el valor asegurado, la prima y otros ítems que podían variar entre un contrato y otro. En algunos casos las partes podían decidir la inclusión de cláusulas modificatorias o provisiones adicionales. 1 En seguros generales el interés asegurable se refiere a que el tomador del seguro debe verse afectado de manera directa por el daño del bien. En seguros de vida se refiere a que la muerte de otra persona pueda generarle perjuicios económicos a quien lo toma. Toda persona tiene interés asegurable sobre su propia vida. 368
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora El hecho de que los italianos dominaran el comercio internacional, permitió que hubiera cierta uniformidad en la interpretación legal del contracto de seguros. Fueron especialmente importantes las decisiones que tomó la Corte de Brudges, pues éstas eran tenidas en cuenta en diferentes jurisdicciones. Esta corte decidió que el asegurador que hubiese pagado una indemnización adquiría los derechos de propiedad sobre las propiedades recuperadas, que el asegurador no era responsable por las pérdidas si el barco se hundía antes de partir, y que la indemnización no era pagadera si el asegurado no renunciaba a la propiedad sobre los bienes a favor del asegurador. También decidió que el asegurador no estaba obligado a pagar la indemnización si había razones para creer que el asegurado tenía información secreta acerca del riesgo antes de tomar el seguro y que los bienes no debían ser asegurados por un valor superior a su costo real. Estas decisiones en la actualidad son aplicables a la industria de seguros. Cabe destacar la importancia que han tenido las personas que hoy conocemos como suscriptores (underwriters) en los negocios de seguros. El término underwriter proviene del hecho de que las personas que iban a asumir el riesgo, escribían su nombre debajo de los términos del contrato. El suscriptor era quien determinaba el valor de las pérdidas potenciales y la correspondiente prima. Actualmente, aunque su papel ha cambiado y no son los encargados directos de la tarifación, desarrollan una labor muy importante en la selección de los riesgos a asegurar. La tarifación en los inicios del seguro marítimo, donde los riesgos asegurados eran pocos y la prima era determinada de manera subjetiva por los suscriptores de acuerdo a las características particulares de cada riesgo, tales como la ruta, la experiencia de la tripulación y el tipo de carga, contrasta con la tarifación moderna, la cual tiene en cuenta riesgos que tienden a ser grandes en número, y generalmente homogéneos dentro de cada línea o tipo de seguro. 369
En la actualidad la tarifación es un proceso más sofisticado a cargo de profesionales especializados llamados actuarios, los cuales cuantifican el riesgo, e incluye el uso de diferentes herramientas matemáticas y estadísticas que permiten modelar los datos y calcular las pérdidas esperadas para la compañía de seguros, así como las posibles desviaciones que se pueden presentar. 370
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora 2. DESARROLLO DE LA TARIFACIÓN DE SEGUROS EN COLOMBIA En el inicio de la actividad aseguradora en el país (siglo XIX), cabe destacar que las compañías de capital nacional tuvieron éxito frente a las compañías extranjeras, dado que conocían mejor los riesgos que enfrentaban y podían establecer tarifas de aseguramiento adecuadas según las regiones del país y las circunstancias políticas. En 1923 se creó la Superintendencia Bancaria por medio de la Ley 45 de 1923 y la Ley 68 de 1924 (reglamentada sólo hasta 1925 con el Decreto 655) que dispuso la facultad de supervisión por parte de esta entidad a las compañías aseguradoras. Durante 1954 y 1955, la Superintendencia se encargó de la revisión de todos los modelos de pólizas utilizadas en el mercado. Una decisión fundamental en esta época, fue la reglamentación de la potestad por parte de la Superintendencia Bancaria de aceptar o rechazar cualquier variación en las tarifas cobradas por las compañías de seguros. Sin embargo, la Superintendencia aceptaba que no contaba con el equipo técnico necesario para poder llevar a cabo un estudio riguroso sobre las tarifas propuestas por las compañías, teniendo así que apoyarse en el conocimiento técnico de éstas. En sus informes, la Superintendencia mostraba que su mayor preocupación en materia de seguros tenía que ver con el mecanismo mediante el cual se esta- 371
blecían las tarifas, dado que no se contaba con información confiable y robusta que permitiera llevar a cabo una tarifación técnicamente correcta. Con el fin de avanzar en esta materia, la Superintendencia buscó el apoyo de un actuario de la Insurance Commission de Boston. Adicionalmente se recomendó la creación de una Oficina de Estadística y Tarifación dentro de la Superintendencia para el estudio de estos temas, recomendación que fue acogida casi de inmediato. Por su parte, la Superintendencia llevaba a cabo comparaciones internacionales de las tarifas para evaluar su pertinencia, al mismo tiempo que iba consolidando bases de información de los nuevos seguros con el fin de contar con estadísticas en el largo plazo. La Asociación Colombiana de Aseguradores, Asecolda, creada el 3 de noviembre de 1949, jugó un papel importante en la definición de las tarifas que establecían las compañías de seguros. Estas tarifas y los amparos respaldados por las mismas se definían en los Comités Técnicos de Asecolda. En esta medida, el mercado contaba con una estructura de tarifas uniformes, las cuales eran el resultado de un único proceso de tarifación que se llevaba a cabo para todo el mercado. El período 1967-1989 fue uno de tránsito del intervencionismo hacia la liberalización del sector asegurador colombiano y hacia el libre mercado. En gran medida el objetivo fundamental de Asecolda, venía siendo la fijación de normas y pautas uniformes, tanto técnicas como comerciales, para ofrecer coberturas y amparos unificados a los tomadores por un valor que resultara rentable para las aseguradoras. En 1974, un grupo de compañías consideró importante mantener el esquema de tarifas uniformes y permaneció con Asecolda. Otro grupo consideró que el mantenimiento de tarifas controladas no era deseable y formó una nueva asociación denominada Fasecol, la cual deseaba un esquema de compe- 372
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora tencia. Durante dos años compitieron las compañías de seguros en un ambiente de libertad limitada. El 23 de junio de 1976, se puso fin a los distanciamientos entre las compañías y se reunieron con el objetivo de crear la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), agremiación conformada por la totalidad de compañías de seguros que operaban en el país. Mientras el objetivo fundamental de Asecolda en su tiempo había sido mantener la uniformidad de tarifas y de las condiciones de las pólizas, el objetivo de Fasecolda fue el de promover la industria haciendo presencia ante las autoridades de Gobierno, el Congreso y las demás fuerzas vivas del país (Cortés, 1992). El inicio de los años noventa se caracterizó por la introducción de reformas dirigidas a consolidar la estabilidad macroeconómica, orientar la economía hacia el exterior, mediante la apertura comercial, la flexibilización laboral, la liberalización financiera, la eliminación de las distorsiones de precios, la apertura a la tecnología moderna y costos de capital competitivos, y la inversión en capital humano. La Ley 45 de diciembre de 1990 estuvo inspirada por el propósito de fijar un conjunto de normas prudenciales que garantizara la sanidad del sistema en línea con los estándares internacionales. El objetivo era liberar el sistema para hacerlo más competitivo y eficiente. La nueva Ley otorgó libertad en la entrada participación de capital extranjero en compañías de seguros que operan en Colombia. También eliminó tanto la uniformidad como la aprobación por parte de la Superintendencia Bancaria, de las pólizas y de las tarifas en todos los ramos de seguros. En lugar de esto se estableció que las pólizas debían estar a disposición del supervisor cuando fueran requeridas. Se otorgó libertad total de cesión a reaseguradores en el exterior, y libertad para el establecimiento y negociación de comisiones y se introdujeron sanciones frente a acuerdos restrictivos 373
de la competencia. En cuanto a la protección de los consumidores de seguros, se reglamentó que la información de las pólizas debía ser clara y transparente, y que debían aparecer los amparos y las exclusiones. Así mismo las compañías debían guardar concordancia entre las notas técnicas y las pólizas. Otra modificación de política fue el Decreto 839 de 1991 que reglamentó el régimen de reservas técnicas y su inversión para las compañías de seguros. Se establecieron las condiciones para el cálculo de la reserva de riesgos en curso, la reserva matemática, la reserva de siniestros pendientes, la reserva de desviación de siniestralidad, y los depósitos retenidos a reaseguradores del exterior. Así mismo se reglamentaron las inversiones para las reservas y los límites de diversificación. El comportamiento del sector asegurador durante 1991, en virtud de la nueva reglamentación, estuvo marcado por una guerra de tarifas, que llevó a una reducción en las primas (Revista Fasecolda, 1992). Los ramos que tuvieron mayores reducciones fueron incendio y líneas aliadas, cumplimiento, transporte e ingeniería. Es importante anotar que durante 1991 las compañías de seguros asumieron mayores valores asegurados a menores precios, lo que fue altamente positivo para los consumidores de seguros. También se presentó la creación de nuevos productos, sobre todo paquetes que a la vez aseguraban varios riesgos, ya fuera para empresas o para familias. Así mismo las compañías se fortalecieron patrimonialmente, para responder de la mejor manera a sus asegurados. Durante la década de los noventa también cabe destacar la expedición del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, la Circular Básica Contable y Fi- 374
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora nanciera (CE 100 de 1995) y la Circular Básica Jurídica (CE 007 de 1996), las cuales contienen varias disposiciones sobre las pólizas y las tarifas, entre otros aspectos. Con respecto a las tarifas cabe resaltar que el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, establece en el Artículo 184 cuáles son los requisitos que deben observar las tarifas y además consagra que cuando se trate de una nueva compañía o la explotación de un nuevo ramo, tanto las pólizas como las tarifas deberán ser autorizadas por la Superintendencia Financiera de Colombia. En los demás casos sólo se necesita el depósito ante esta autoridad. Finalmente, la Circular 023 de 2010 de la Superintendencia Financiera de Colombia trata el tema de los criterios y elementos mínimos que deben contener las notas técnicas, tales como la información utilizada y las hipótesis de tarifación, entre otros. Se sigue manteniendo el depósito para los productos ya existentes y autorización previa para una nueva compañía o un nuevo ramo. 2.1 Algunos estudios tarifarios Dado que antes de 1990, las pólizas y las tarifas estaban sujetas a revisión por parte de la Superintendencia Bancaria (hoy Superintendencia Financiera de Colombia), las compañías solían adoptar un clausulado estándar para sus pólizas y una tarifa general, calculada con base en la información de la industria, la cual era aprobada por la Superintendencia Bancaria. Durante la década de los setenta y de los ochenta la industria elaboró pólizas y tarifas uniformes, entre otros, para los siguientes los ramos: Cumplimiento: las tasas se determinaban con base en el tipo de contrato a respaldar (suministro, estabilidad conservación o buen funcionamiento, arrendamientos, etc.), la entrega de anticipos y la vigencia de la póliza, entre otros. 375
Incendio: las tasas para las construcciones se determinaban teniendo en cuenta aspectos como el tipo de construcción, el tipo de techo, la ubicación, y las medidas de protección (bomberos, acueducto, extintores). Las tasas para los contenidos debían establecerse por separado a las tasas para construcciones. Se permitía que los contratos fueran de corto plazo (un año) o de largo plazo (desde dos hasta cinco años). Transportes: las tasas tenían en cuenta el tipo de mercancías, el tipo de trayecto (marítimo, fluvial, terrestre o aéreo), si las mercancías eran de importación o exportación, entre otros aspectos. Automóviles: las tasas tenían en cuenta características como la especialidad o utilización del vehículo (ambulancia, bomberos, transporte particular), y la clase de vehículo (automóviles, camiones, motocicletas, etc). Se otorgaban descuentos por buena experiencia y por poseer alarmas, las cuales debían estar dentro de la lista de alarmas aprobadas. El seguro de automóviles podía tener una vigencia máxima de un año, salvo las pólizas a favor de empresas financiadoras de vehículos. Es importante resaltar que para todos los ramos se establecían primas mínimas y que si alguna compañía quería presentar cualquier modificación, exclusión o adición a las pólizas, esta debía ser aprobada por la Superintendencia. Aunque después de la Ley 45 de 1990, se liberó el régimen de pólizas y tarifas, dado que el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito SOAT y el Seguro de Riesgos profesionales son obligatorios, las primas puras de riesgo son iguales para las compañías y están determinadas por el Gobierno Nacional, que a su vez establece un máximo para la prima comercial que éstas pueden cobrar. En la última década, algunos estudios que la industria ha llevado a cabo son: 376
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora Estudio de prima pura de riesgo en el ramo de transporte en el año 2002. El objetivo era estimar tasas de riesgo aplicables a los seguros de transporte en la Porción Terrestre en Colombia para los Generadores de Carga así como la tasa correspondiente a Responsabilidad Civil para el Transportador en lo relacionado con la integridad de la carga. En este estudio se tomaron, entre otras, el tipo de mercancía, el lugar de origen y el lugar de destino de la carga, como variables de tarifación. Estudio de prima pura para el ramo SOAT en el año 2005. Las tarifas se basaron en el tipo de vehículo, la potencia del vehículo, su uso y su antigüedad. 377
3. ELEMENTOS BÁSICOS DEL PROCESO DE TARIFACIÓN En un mercado libre el precio de un bien o servicio será aquel que permita cubrir los costos y provea un margen de utilidad a quien lo ofrece y sea aceptado por quien lo demanda. Para la mayoría de bienes y servicios, el precio se puede establecer de manera directa, dado que el costo de producción es conocido, sin embargo para los seguros no es así. Los seguros pueden ser definidos como un contrato entre el tomador de la póliza y la compañía de seguros, mediante el cual la compañía se obliga, a cambio de una suma de dinero (prima), al pago a un tercero (beneficiario) de una cantidad de dinero que usualmente tiene un límite (valor asegurado), si determinados eventos, tales como un choque o un incendio, ocurren dentro de un período específico de tiempo. Dado que la ocurrencia de los eventos que dan origen a un pago por parte de la compañía es incierta, el costo final de una póliza no puede ser conocido en el momento de la venta, lo cual hace que el proceso de establecer el precio que debe pagar el tomador, que en el ámbito de seguros se llama prima o tarifa, sea más complejo que establecer el precio para otro tipo de productos. En este proceso deben tenerse en cuenta aspectos técnicos, regulatorios, económicos, etc. Algunos principios fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de calcular las tarifas son los siguientes: 1. Las tarifas deben ser suficientes. para cubrir los costos de las reclamaciones más los gastos y proveer un margen de utilidad. 378
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora 2. Las tarifas deben estar directamente relacionadas con el riesgo, esto es a mayor riesgo mayor tarifa. 3. Las tarifas deben ser el producto de la utilización de información estadística que cumpla exigencias de homogeneidad y representatividad. 4. En los riesgos en los cuales no se cuente con la información suficiente, las tarifas deben ser producto del respaldo de reaseguradores de reconocida solvencia técnica y financiera. (Artículo 184 Estatuto Orgánico del Sistema Financiero) Para poder cumplir con estos principios es necesario tener en cuenta la naturaleza de los diferentes tipos de seguros y los diferentes riesgos asociados a éstos. Por ejemplo en un seguro de incendio la siniestralidad depende de características como el material con el que se construyó la estructura asegurada y en un seguro de automóviles la siniestralidad depende de la marca, del sexo y la edad, entre otros factores. Éstas consideraciones han sido tenidas en cuenta para la tarifación de seguros desde la antigüedad. En la tarifación moderna, son fundamentales las leyes de los grandes números que son dos teoremas famosos publicados por James Bernoulli en su obra The Art of Conjecture. Estas leyes establecen que a medida que el número de observaciones independientes de una población aumenta, la media de la muestra se acerca cada vez más a la media de la población, lo cual permite que por medio de la recolección, compilación y análisis de volúmenes grandes de datos, los actuarios pueden desarrollar interpretaciones probabilísticas más precisas sobre las pérdidas de las aseguradoras. 3.1 Conceptos básicos asociados a la tarifación En esta sección se presenta una breve descripción de los conceptos asociados a la tarifación. 379
3.1.1 Primas La prima es el monto que el tomador paga por la cobertura del seguro. También puede referirse al monto que un grupo de tomadores paga en un período de tiempo. Las primas pueden ser emitidas, devengadas, no devengadas o en vigencia. Las primas emitidas corresponden a las primas asociadas con pólizas que fueron emitidas en un período específico de tiempo. Las primas devengadas son aquellas que la compañía ha ganado durante un período determinado, pues ya ha cubierto el riesgo. Las primas no devengadas corresponden a la porción de la prima que aún no ha sido ganada por la aseguradora. Las primas en vigencia corresponden al valor de las primas emitidas, para todas las pólizas que se encuentran vigentes en un momento específico de tiempo. 3.1.2 Expuestos Un expuesto es la unidad básica de riesgo que mide la exposición a una pérdida. Aunque existen varias formas de elegir los expuestos, deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones (Werner y Modlin, 2010): Los expuestos deben relacionarse de manera directa con las pérdidas. Por ejemplo, en riesgos profesionales usualmente suele usarse el valor de la nómina y en autos el número de años-auto, donde un año-auto es un auto que está asegurado durante un año o el número de millas recorridas. Los expuestos deben ser fáciles de calcular para que puedan ser medidos de manera objetiva y para que se eviten riesgos como el riesgo moral, esto es que los asegurados oculten o manipulen la información para que la prima sea menor. En lo posible los expuestos deben calcularse de manera consistente en el tiempo, puesto que el cambio de expuestos, puede generar variaciones significativas en las primas y en los algoritmos de tarifación. 380
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora De manera similar a las primas, los expuestos pueden clasificarse en expuestos emitidos, devengados, no devengados o en vigencia. Los expuestos emitidos corresponden al número de expuestos asociados con pólizas emitidas en un período específico de tiempo. Los expuestos devengados corresponden a los expuestos asociados a la porción de las pólizas que ya transcurrió. Los expuestos no devengados corresponden a la diferencia entre los expuestos emitidos y los expuestos devengados y los expuestos en vigencia corresponden al número de expuestos asociados a las pólizas que se encuentran vigentes en una fecha determinada. Cuando las pólizas tengan una vigencia menor a la vigencia anual, los expuestos deben ser ajustados consecuentemente. En el caso de que la información no esté desagregada, sino que por ejemplo se tengan los expuestos mensuales, usualmente se asume que las pólizas se emiten a mitad de período. 3.1.3 Siniestros y Reclamaciones Un siniestro es la materialización de un riesgo cubierto por la póliza. Una reclamación es la solicitud de pago que hace un asegurado o beneficiario tras la ocurrencia de un siniestro. Debido a que usualmente los siniestros no son reportados inmediatamente, es necesario mantener una reserva para los siniestros que ya ocurrieron pero aún no han sido reportados y para aquellos que habiendo sido reportados no han sido suficientemente reservados. Esta reserva conocida como reserva de IBNR se estudiará con mayor detalle en una sección posterior. 3.1.4 Pérdidas Las pérdidas corresponden al valor que las compañías deben cancelar por concepto de siniestros. 381
3.1.5 Valor Asegurado El valor asegurado corresponde al monto máximo pagadero en caso de siniestro, previamente estipulado en las condiciones de la póliza o sus anexos. 3.1.6 Gastos Las compañías incurren en gastos para el ajuste y la liquidación de siniestros, así como para la emisión y mantenimiento de las pólizas. Estos gastos pueden ser fijos (no dependen del monto de las primas) 2 o variables. Usualmente suele usarse información histórica para su estimación. 3.1.6.1 Gastos de Ajuste de Siniestros Los gastos de ajuste de siniestros son aquellos en los que debe incurrir la compañía para el ajuste y la liquidación de los siniestros (Costos del departamento de indemnizaciones, honorarios jurídicos, etc.). Pueden dividirse en gastos asignables (se pueden asignar directamente a un siniestro) o gastos no asignables. 3.1.6.2 Gastos de Suscripción Los gastos de suscripción son gastos en que debe incurrir la compañía para la emisión y mantenimiento de las pólizas. Los gastos de suscripción suelen ser clasificados en varias categorías: 3.1.6.2.1 Gastos de Adquisición Gastos en que incurre la compañía para la emisión de las pólizas. El principal rubro dentro de los gastos de adquisición son las comisiones a intermediarios. 3.1.6.2.2 Impuestos y Licencias 2 Usualmente se asume que todos los gastos son variables, con el fin de facilitar los cálculos. 382
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora 3.1.6.2.3 Gastos Generales Estos son gastos que aunque no hacen parte del negocio, son necesarios para el funcionamiento de las compañías, tales como salarios, servicios públicos, etc. 3.1.7 Margen de Riesgo y Utilidad Dado que las compañías deben mantener requerimientos de capital para respaldar los riesgos que asumen, los accionistas esperan recibir una utilidad. La utilidad en el negocio de seguros proviene de dos fuentes: el resultado operacional (ingresos-egresos) y los ingresos generados por la inversión de las reservas. Adicionalmente, las pérdidas pueden ser mayores a las pérdidas esperadas y por esta razón es necesario establecer un margen de riesgo para esas desviaciones adversas. Usualmente este margen se escoge de manera que la probabilidad de que las pérdidas superen su valor esperado sea pequeña. 3.2 La ecuación fundamental del seguro Para un producto cualquiera, la ecuación que describe el precio sería la siguiente: Precio= Costo + Utilidad En la actividad aseguradora, los costos provienen de las pérdidas, los gastos asociados a las reclamaciones, los gastos de adquisición y mantenimiento de las pólizas y otros gastos que aunque no hacen parte de la actividad aseguradora son necesarios para el funcionamiento de la compañía. La utilidad de las compañías corresponde a la diferencia entre los ingresos y los egresos provenientes de la suscripción de pólizas más el producto por inversiones. Dado que la prima es el 383
precio que se paga por un seguro, en virtud de la ecuación anterior, tendríamos la siguiente relación: Prima= Pérdidas+Gastos de Ajuste de Siniestros+Gastos de Suscripción+Utilidad (*) El propósito de la tarifación consiste en asegurar que la anterior ecuación, que llamaremos ecuación fundamental del seguro, esté balanceada. Esto es, que las primas sean suficientes para cubrir todos los costos asociados con la transferencia del riesgo y se obtenga un cierto margen de utilidad (Statement of Principles Regarding Property and Casualty Insurance Ratemaking, Casualty Actuarial Society). Para lograr dicho objetivo, es necesario que la tarifación sea prospectiva, esto es, que refleje las condiciones del momento en que las tarifas se van a aplicar, y que la ecuación esté balanceada en agregado y a nivel individual. En el proceso de tarifación usualmente tiende a utilizarse información histórica para estimar los costos futuros que serán utilizados en el cálculo de las primas. Sin embargo, cuando se usa la experiencia histórica deben hacerse ajustes, a fin de que esta experiencia sea representativa de la experiencia futura, dado que existen diversos factores que afectan los componentes de la ecuación fundamental del seguro, tales como cambios operacionales, presiones inflacionarias, cambios en el portafolio y cambios regulatorios. En las siguientes secciones se discutirán algunos de estos ajustes. El equilibrio debe darse a nivel agregado y también a nivel de segmento y a nivel individual. El equilibrio a nivel agregado se refiere a que el total de primas debe ser suficiente para cubrir los costos y alcanzar el margen de utilidad esperado, sin que las primas sean excesivas, pues esto traería desventajas competitivas. 384
Tarifación: elemento central de la actividad aseguradora El equilibrio a nivel de segmento y a nivel individual está relacionado con la suficiencia y la equidad de las tasas, lo que implica que la tarifa debe ser proporcional al riesgo. El balance a nivel de segmento y a nivel individual es muy importante, pues en el caso de que las tarifas no sean equitativas podría presentarse un fenómeno conocido como selección adversa, que consiste en que los buenos riesgos se retiran de la compañía por considerar que las tarifas son excesivas y los malos riesgos se quedan, lo cual lleva a una espiral de aumentos de tarifas y costos que puede volverse insostenible si no se corrige la situación. Como veremos más adelante, con el fin de evitar este problema, las compañías utilizan diferentes variables, conocidas como variables de clasificación, para segmentar los riesgos de la mejor manera posible. 3.3 Razones fundamentales En el proceso de tarifación, existen varias relaciones o razones fundamentales, que son útiles en el proceso de monitoreo y cálculo de las tarifas. A continuación, se presentan algunos de las razones más importantes en los seguros de corto plazo de acuerdo con las definiciones dadas en (Werner y Modlin, 2010). Es necesario tener en cuenta que en la práctica pueden existir variaciones respecto de las cantidades que se utilizan en el cálculo y que estos cambios deben documentarse. 3.3.1 Frecuencia La frecuencia es una medida de la tasa de reclamaciones y usualmente se define como: Frecuencia= Número de Reclamaciones Número de expuestos 385