COMENTARIOS AL DISCURSO DEL MÉTODO DE DESCARTES BEGOÑA LABALDE MARTÍNEZ Como bien indica en un principio he dividido la lectura y los comentarios al Discurso del Método en las seis partes que se recomienda, puesto que unas y otras tienen poco que ver entre sí. En la primera de ellas narra sus experiencias frente al aprendizaje y las razones que le llevaron a la búsqueda de un método que le permita alcanzar el conocimiento. Pone de manifiesto una primera necesidad para la consecución de un conocimiento puro que radica en que no debería esta influenciado por las ideas preconcebidas que otros han tenido en cuenta sobre ese tema y que el único conocimiento válido es al que se llega por uno mismo. Es una buena premisa inicial pero que debe resultar muy complicada de llevar a cabo puesto que en el momento de este planteamiento ya había recibido la cultura y enseñanzas de los clásicos y las opiniones de sus muchos maestros.
Por otra parte, plantea un paso de la teoría a la práctica que acarrea unas consecuencias y de este modo se produce una obtención de resultados que él mismo debe asumir. Es la experiencia de uno mismo ante las cosas. Desde el punto de vista astrológico, dentro de los planetas de la inteligencia, esta primera fase se puede resumir en una obtención de datos, por este motivo, una parte de la fase estaría representada por mercurio. Este es el planeta más próximo al Sol y por este motivo recibe del mimo una gran influencia de forma general. Saturno se ocupa de la retención de los datos en la memoria, y Júpiter de la interpretación d las sensaciones que las informaciones producen. La buena relación de estos tres planetas entre sí decidirá el esfuerzo que se presenta ante la búsqueda del conocimiento. De la misma manera también es importante la influencia del conocimiento heredado ( Casa III ) y si es posible despojarse de él para la obtención de un conocimiento propio ( Casa IX ). Con todo esto se resume que una carta natal nos indica las posibilidades de cada uno frente al conocimiento. En la fase 2. Vuelve a defender la individualidad en los métodos de conocimiento desde el principio del tema para, de este modo, no dar nada por hecho y no cometer errores de otros. Plantea un método consistente en: 1- No admitir por verdadero nada sin haber comprobado antes su evidencia. Por lo que será necesario poseer conocimientos profundos de numerosas materias.
2- Dividir en partes los problemas y resolverlos por trozos. Pero sin perder el sentido de la globalidad y el fin del problema a resolver. 3- Comenzar por descifrar los objetos más simples para luego pasar a otros más complejos. En ocasiones los objetos complejos están formados por varios objetos simples relacionados entre sí. 4- Realizar juicios generales sin omitir detalles. De forma que recojan un resumen de las actuaciones en las otras tres fases anteriores. Se define un método de trabajo minucioso y cuidadoso que no deja lugar a los errores, bien puede hacer referencia al signo de Virgo y a la Casa VI, aunque con influencias individualistas. En la tercera fase, indica la importancia que tienen la cultura y la moral del lugar en el que uno se desarrolla tanto para poder convivir con el medio externo sin que éste cause problemas añadidos por los que tener preocupaciones que impidan la búsqueda del conocimiento como en el propio conocimiento en sí. Destaca la importancia de ciencias como la geometría y el álgebra. Aconseja firmeza y resolución en las acciones que se van a realizar y hacer todo lo posible para que éstas se lleven a cabo con éxito. La influencia del entorno y el conocimiento profundo vienen representados por las casas III y IX y la eterna oposición entre ambas. Este conflicto se agudiza con la presencia de planetas en las mismas que refuercen el aspecto. El esfuerzo y la consecución de los fines con éxito puede representarse mediante la triplicidad fija y los signos que componen la Te fija ( Tauro, Escorpio, Leo y Acuario). En la parte cuarta se encarga de demostrar la existencia de Dios y para eso emplea el modelo del hombre con sus imperfecciones y expone que el modelo perfecto es lo que llamamos Dios, que debe existir puesto que las perfecciones pueden darse. No
especifica si lo considera una fuerza, un ente, ect... porque no lo puede demostrar, sino que es una afirmación de la perfección ante la imperfección humana. Explica el alma como la esencia de la persona, por la que se es. Aplica su frase YO PIENSO, LUEGO SOY a la definición de su alma, puesto que la ha puesto enteramente a pensar. Hace referencia a las características de la Casa IX, los principios filosóficos, la fe y la forma de demostrar algo mediante un principio filosófico. La expansión y el desarrollo del alma no están delimitados por dimensiones físicas o por conceptos psicológicos, sino por la propia capacidad de que cada uno de nosotros dispone en la Casa IX, y las posibilidades de un desarrollo pleno de la misma también dependen de cómo se encuentre la casa y sus planetas regentes y/o presentes. En la quinta parte hace una descripción de las ciencias más importantes para el desarrollo de la tierra y la vida del hombre. Hace mención de la existencia de la luz con todos sus principios físicos estudiados y desarrollados, del movimiento de los planetas (Astronomía como base de muchos de los principios filosóficos griegos) y de las relaciones entre los movimientos del universo ( la música de las esferas). La importancia de la Luna para la vida en la tierra ( Astrología en su sentido amplio. Plantea de forma subliminar la necesidad de justificar este tipo de actuaciones y de efectos por otras normas, puesto que la ciencia vigente no le permitía resolver algunas influencias.) Se ocupa también del cuerpo humano. Explica el sistema circulatorio y el movimiento del corazón. Compara el cuerpo humano con una máquina en su funcionamiento, en cuanto a perfección, aunque dotado de palabra y de pensamiento (razón). Esto es lo que nos hace diferentes de los animales que en lugar de la razón emplean el instinto. Además, el cuerpo humano dispone del alma que es inmortal e independiente del cuerpo y es la que nos acerca a Dios.
Desde un punto de vista astrológico, también puede verse el cuerpo humano como una máquina por la que cada sistema (correspondiente a un signo, casa y planeta) cumple con una función. Se puede definir al hombre como un animal ( CASAS II, V, VIII y XI ), social ( CASAS I, IV, VII y X) dotado de razón ( CASAS III, VI, IX y XII ). En la sexta y última fase expone que en un principio no encontró motivos suficientes para escribir sus investigaciones pero que poco después decidió hacer públicas las mismas puesto que pensó que podrían ayudar a otros que quisieran comenzar las suyas, si bien deja claro que considera que no hay más maestros que uno mismo enfrentado a su propia vida. Explica que de grandes maestros no han surgido a su vez grandes maestros. No se supera el ingenio del maestro, puesto que éste ha llegado al conocimiento por sí solo, en varias etapas, sucesivas y mediante un gran esfuerzo, y esto es difícil de asimilar por un discípulo que no haya seguido las mismas fases y al que le ha resultado sencillo acceder a la resolución de los problemas puesto que se le presentan ya todos resueltos. Todo esto lo argumenta con la dificultad que existe de que otro que lea sus investigaciones las interprete del mismo modo que él las había concebido, y vuelve a remarcar la importancia de las experiencias propias para alcanzar el conocimiento particular e individual. La explicación astrológica de esta fase final se centra en el paso de un hemisferio del mapa natal a otro, es decir de la parte inferior del mapa a la parte superior, MC y de la parte izquierda, AS a la derecha, DS. Y se analizaría mejor haciendo referencia a la carta del autor. Begoña Labalde Martínez