Manejo sustentable del suelo (parte III)

Transcripción

1 Proyecto FAO - TCP/ARG-2802 (A) "Manejo sustentable de ecosistemas forestales de la cuenca Los Pericos Manantiales Cartilla de divulgación Nº 4 Manejo sustentable del suelo (parte III) Ing. Agr. Pedro Williams Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable Dirección de Bosques Programa Nacional de Bosque Modelo Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación Bosque Modelo Jujuy Grupo Yavi de Investigaciones científicas Gob. de la Pcia. de Jujuy Ministerio de Producción Infraestructura y Medio Ambiente

2 LABRANZA CERO - SIEMBRA DIRECTA Esta metodología, que no pasaba de ser una curiosidad un par de décadas atrás; ha sido incorporada a millones de hectáreas; y está revirtiendo los preocupantes procesos de deterioro de nuestros suelos agrícolas. La aparición en el mercado de herbicidas eficientes y variedades transgénicas resistentes a ellos; permite afirmar que la labranza cero será pronto la manera normal de producir cereales y oleaginosas en nuestro país. En esencia, el procedimiento consiste en no realizar ningún tipo de labranza, es decir, no remover el suelo en ningún momento. Solamente, mediante sembradoras especiales, se prepara una mínima cama para la semilla en la línea de siembra; sobre los restos del cultivo anterior. En la misma operación, se pueden incorporar fertilizantes. El control de malezas se realiza mediante herbicidas. De esta manera, el suelo recupera su "vocación" natural de ir transformando los restos orgánicos de arriba hacia abajo; por lo que mejora enormemente sus condiciones físicas, químicas y biológicas; y reduce a niveles mínimos la erosión. Desde otro punto de vista, los agricultores necesitan menos capital para producir, y menos tiempo para realizar las tareas. Esto permite aumentar la superficie sembrada con el mismo costo, o reducir los costos manteniendo los niveles de producción. Lamentablemente, no es por ahora una tecnología aplicable a todos los cultivos y todas las circunstancias. Se adapta bien a los cultivos extensivos mecanizados (soja, trigo, maíz, sorgo, etc.), pero su implementación es difícil cuando se trata de producciones intensivas bajo riego, o cuando es necesario remover el suelo para cosechar. Los cultivos del Noroeste que pueden conducirse sin grandes inconvenientes con este sistema son poroto, soja, y cereales. En la Argentina -que es uno de los países líderes en tecnología de siembra directa- los agricultores están agrupados en AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa); sólida institución que brinda información actualizada a través de su página Web; y en numerosas instancias de capacitación. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA LABRANZA CERO Se mantienen altos niveles de materia orgánica en el suelo. La formación de una capa de residuos vegetales en la superficie del suelo disminuye la erosión por lluvia o viento, reduce la pérdida y mejora la infiltración del agua, y modera las temperaturas. Un suelo menos denso, sumado al "colchón de residuos"; disminuye la compactación por el paso de maquinaria. Son necesarios menos implementos (únicamente sembradoras y pulverizadoras) y menos pasadas; reduciendo los costos y tiempos en ese rubro. Se precisan tractores de menor cilindrada, por lo que disminuye el peso de la maquinaria que entra al campo. pag. 2

3 Manejo sustentable del suelo La reducción de los tiempos permite la implementación de dobles cultivos anuales con bajo riesgo de deterioro del suelo. Al no removerse la tierra no se renueva la carga de semillas de malezas. Al comienzo de su implementación el suelo requiere de dos o tres años para adaptarse; por lo que los rendimientos suelen disminuir en ese periodo. Una estrategia razonable es incorporar el sistema gradualmente para evitar caídas en la rentabilidad. Cultivos como la soja y el poroto deben ser rotados con otros que generen más rastrojos, como los cereales. De lo contrario no se equilibran ganancias y pérdidas de materia orgánica. Hay que elegir variedades de poroto para trilla directa. Suelen aparecer plagas nuevas asociadas al ambiente distinto que se genera en el suelo. Por ejemplo, bichos bolita y babosas. - Es posible que el manejo de malezas con herbicidas incremente los costos de control. Corresponde mencionar que existe un debate aún no resuelto respecto del uso de variedades genéticamente modificadas (Transgénicos) que suele asociarse a los sistemas de siembra directa. Las más utilizadas son las sojas RR (Roundup Ready) que son resistentes al herbicida glifosato; y los maíces Bt (Bacillus thuringensis) que tienen incorporados genes de una bacteria que causa la muerte de los insectos que ingieren el vegetal. Existe una fuerte oposición de grupos ambientalistas y de consumidores, principalmente de Europa, al uso de Transgénicos en agricultura. Esta postura tiene fundamentos de tipo ecológico y sanitario. Por una parte, el peligro de incorporar al ambiente una especie "nueva" que no ha pasado por el filtro de la selección natural; lleva a la posibilidad -por ejemplo- de que mediante cruzamientos naturales no controlados se produzca una "supermaleza" resistente a herbicidas. Por otra parte, la presencia de genes y proteínas extraños en los alimentos puede generar problemas de alergia e hipersensibilidad al consumirlos. Esto ya ha sido documentado para una pequeña cantidad de casos. En general, lo que se pide no es la prohibición de los Transgénicos sino que sean comercializados por canales distintos de los productos no Transgénicos. Para el caso de cereales y oleaginosas que se compran y venden a granel en todo el mundo; implicaría un enorme costo extra identificar el producto desde la finca y montar un sistema doble de acopio y transporte. A favor de esta tecnología se alinean los países fuertemente productores y exportadores de alimentos; como Estados Unidos y la Argentina. Para ellos, la labranza cero asociada al uso de Transgénicos ha significado detener y revertir graves procesos de erosión de suelos en sus sistemas extensivos de producción. En este caso, los beneficios ambientales y económicos superan a los posibles riesgos. El debate sigue aún abierto. pag. 3

4 ABONOS ORGÁNICOS La incorporación de materia orgánica producida fuera del lote cultivado es una costumbre casi tan vieja como la agricultura. Prácticamente cada pueblo detenta en su patrimonio cultural una manera diferente de enriquecer el suelo con materiales orgánicos. La utilización de guano de aves marinas, cabezas de pescado, algas, e incluso estiércol humano; son solo ejemplos de esto. La acción se basa en enriquecer el suelo agrícola con materiales orgánicos provenientes de otro lugar (que puede estar en la misma finca, o no); para recuperar las pérdidas que va generando la agricultura. Antiguamente, cuando los sistemas de producción diversificados eran la regla general, resultaba fácil y barato utilizar el estiércol de animales propios. En la actualidad, con una fuerte tendencia a la especialización, esto ya no es tan practicable. De todos modos, la "importación" de materia orgánica es una opción válida, y hasta necesaria en sistemas intensivos con mucha presión sobre el recurso suelo. Estos son los abonos orgánicos utilizados con mayor frecuencia: ESTIÉRCOLES Las materias fecales de los animales domésticos son un material orgánico de excelente calidad, que correctamente utilizado contribuye sustancialmente a la fertilidad del suelo. Aunque en potencia el estiércol de cualquier animal puede aplicarse, los de los herbívoros (vacas, caballos, cabras, ovejas) suelen dar mejores resultados. En cualquier caso, se trata de materia orgánica que ya ha iniciado su proceso de descomposición dentro del aparato digestivo del animal; por lo que la humificación y mineralización se producen más rápidamente. La composición química de los distintos estiércoles varía considerablemente en función de la alimentación del animal y la forma de conservación. Como guía orientadora, tenemos: Nitrógeno Fósforo Potasio Relación C/N* Humedad Vaca 1,3% 0,9% 0,8% 18 79% Caballo 2,0 1,5% 1,5% 16 s/d Oveja 2,5% 1,5% 1,5% 14 69% Cabra 1,3% 1,4% 3,6% s/d s/d Cerdo 1,7% 1,7% 1,0% s/d s/d Gallina 4,5% 3,2% 1,3% 14 37% * Cociente entre el contenido de carbono y el contenido de nitrógeno. pag. 4

5 Manejo sustentable del suelo Puede apreciarse que el aporte directo de nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) es bajo comparado con cualquier fertilizante mineral. No hay que olvidar, sin embargo, que esta no es la única función del estiércol; y que los volúmenes que usualmente se aplican, equivalen - en contenido de nutrientes- a una fertilización química promedio. TRATAMIENTO Y CONSERVACIÓN. El estiércol es un producto biológico que puede sufrir, por acción de su propia carga de microorganismos o por contaminación posterior; procesos activos de degradación durante su almacenamiento y manipulación. Quien posea estiércol destinado a abonar directamente el suelo, debe tratar de que esos procesos no disminuyan la calidad, es decir no causen pérdidas de nutrientes ni de materia orgánica. Para esto, conviene que las condiciones ambientales del almacenamiento lleven a que las alteraciones sean mínimas, y del mismo tipo que las que ocurren en el suelo. El estiércol de corrales, salas de ordeñe, establos, etc.; debe recolectarse con la mayor frecuencia posible. La presencia de paja, viruta de madera, cáscara de cereales, y otros; así como de restos de alimentos; enriquece el material y debe recogerse conjuntamente. No así vísceras, cueros, cadáveres, y otros elementos de origen animal. El lugar de almacenamiento estará alejado de viviendas o, lugares habitados; también de instalaciones donde haya alimentos o animales. De preferencia será un sitio alto, con pendiente que proporcione un buen drenaje, y piso consolidado. Si fuera necesario, se realizarán canaletas de desagüe, que bajo ningún concepto podrán derivar a cursos o depósitos de agua para consumo humano o animal; o para riego de vegetales que se consuman crudos. La disposición se hará en montones o andanas de perfil cónico o piramidal, con una altura aproximada de un metro; y una base no mayor de dos. Montones de mayor tamaño no permiten la llegada de oxígeno al centro del montón, y favorecen la generación de malos olores y la volatilización de nitrógeno. Es importante proteger el material del agua de lluvia, que podría arrastrar los nutrientes. Esto puede hacerse almacenando bajo techo, cubriendo el estiércol con plástico en desuso, o mejor aún, con una abundante capa de paja o yuyos secos. Con un periodo de almacenamiento de mas o menos un mes, la temperatura -que al principio puede ser muy alta- ya es casi igual a la del ambiente; se han descompuesto las sustancias inestables, y se ha instalado una población bacteriana similar a la del suelo. Además, el calor habrá matado a la mayor parte de los agentes patógenos y el contenido de humedad se habrá reducido, favoreciendo la manipulación del material. A partir de ese momento, el estiércol puede utilizarse con un máximo de provecho. Si se lo aplica antes (material fresco) debe preverse que permanezca un tiempo en el suelo sin introducir cultivos. Si, en cambio, el material usado lleva varios meses almacenado, posiblemente haya perdido nutrientes y se habrá reducido su volumen por descomposición; pero podrá incorporarse sin problemas. Es muy importante tener en cuenta que los estiércoles pueden estar contaminados con agentes patógenos para los animales y las personas. Es imprescindible que se lo manipule con equipo mínimo de seguridad: botas de goma, guantes impermeables, barbijo y antiparras. pag. 5

6 EMPLEO DEL ESTIÉRCOL Los estiércoles de vaca, caballo, oveja o cabra; pueden usarse solos. Los de cerdo y aves conviene madurarlos junto a otros materiales que sean ricos en celulosa, como aserrín, viruta, paja, etc. En general, el abonado con estiércol maduro se realiza inmediatamente después de la última labor de labranza, y previo a la siembra o plantación. Si se dispone de tiempo, la distribución se hará uniformemente en superficie (esto imita el proceso natural); en caso de querer acelerar la descomposición; se puede incorporar a medias el material mediante una pasada de rastra de dientes bien lastrada, que además favorecerá la distribución. Si se utiliza estiércol fresco, deberá esperarse al menos un mes hasta la introducción del cultivo. Especies como el tomate y el zapallo germinan y se desarrollan sin problemas incluso en estiércol puro. En ningún caso conviene regar por surcos hasta que el abono no se haya integrado aceptablemente al suelo, para evitar pérdidas por arrastre. Tampoco deben aplicarse al suelo herbicidas o insecticidas. El abonado de plantaciones frutales y forestales se rige, en general, por los principios antes citados. Hay que considerar el tamaño de las plantas, y la superficie de suelo ocupada por las raíces para una utilización racional. DOSIFICACIÓN Las dosis usuales varían entre diez y cuarenta toneladas por hectárea y por año para los estiércoles de herbívoros; cantidad que se reduce a la mitad tratándose de cerdos o aves. A modo orientativo; veinte toneladas equivalen aproximadamente a medio centímetro de estiércol uniformemente distribuido en una hectárea de suelo. COMPOST Llamado también "abono compuesto" o "composta"; es un abono orgánico producido por la descomposición controlada de diversos residuos orgánicos. Correctamente elaborado, aporta al suelo materia orgánica de alta calidad (parcialmente humificada) y nutrientes en proporciones similares a las del estiércol. En muchas zonas agrícolas (el área tabacalera jujeña, por ejemplo) no se crían animales en cantidad suficiente como para que el estiércol sea un producto de uso corriente. Si se generan, en cambio, residuos orgánicos urbanos, industriales, o rurales que podrían usarse ventajosamente si se los convierte en compost. En muchos lugares la elaboración de compost es obligatoria para los concesionarios de los servicios de recolección de residuos. Composición media del compost Materia Orgánica 50% Nitrógeno 0,9 a 1,50% Relación C/N 12 a 18 Fósforo 0,6 a 2,3% Ph 6,5 a 8,0 Potasio 0,3 a 1,3% Humedad 25 a 35% Calcio 3 a 4% Carbono 14 a 18% Magnesio 0,2 a 1,2% pag. 6

7 Manejo sustentable del suelo ELABORACIÓN En la finca puede elaborarse compost usando residuos diversos que se generan en la misma. Normalmente las cantidades a producir no suelen ser suficientes para un abonado general, pero resulta práctico su uso en almácigos, plantas de vivero, y otras actividades intensivas. Un método efectivo, que no requiere gran empleo de mano de obra, es el siguiente: - Elegir un lugar alto, sombreado, no muy próximo a las viviendas, no anegable, y cerca de una fuente de agua. - Desmalezar y emparejar una franja de 1,5 metros de ancho y largo según necesidad (el suelo debe quedar "pelado"). - Distribuir sobre la superficie algunas cañas, ramas, tallos de yuyo cubano, etc. como formando una "parrilla". - Ir acumulando sobre la parrilla residuos orgánicos diversos en capas siguiendo el siguiente plan: a. Una primera capa de materiales de descomposición lenta -ricos en celulosa- como yuyos secos, aserrín, restos de poda, barrido de hojas, paja de cereales, caña de maíz, etc. b. Una segunda capa de materiales de descomposición rápida - ricos en almidón y nitrógeno- como estiércoles, descarte de frutas y hortalizas, restos de almácigos, residuos orgánicos de cocina, cama de corrales, plantas tiernas, etc. c. Una tercera capa - más delgada- de tierra negra, mantillo o compost maduro (resulta práctico utilizar los restos del compost que no pasan la zaranda cuando se cosecha). - Se repiten las tres capas en el orden indicado hasta alcanzar un metro de altura y mas o menos un metro y medio de base. Puede enriquecerse el preparado agregando cada tanto algunos puñados de fertilizante completo (NPK). - Se protege el material con una abundante cantidad de paja o yuyos secos. - Regar por encima abundantemente si el montón está seco, y solo para asentar si está húmedo. - Al cabo de dos o tres días, controlar la temperatura introduciendo en la masa un machete o un trozo de hierro, dejarlo cinco minutos y luego retirarlo. Al tocarse, debe estar bien caliente (no pueden dejarse los dedos sobre el metal). Comprobar que la temperatura permanezca alta por tres días. - Regar con moderación pero regularmente, para que el preparado se mantenga húmedo pero el agua no arrastre nutrientes. Pueden usarse regaderas de flor fina, o si es posible, instalar una manguera de microaspersión. - A los treinta o cuarenta días, desarmar el montón, y volverlo a armar en el mismo lugar tratando de mezclar los materiales, y dejando en el centro las partes que estaban en los bordes. Continuar con el riego. - Según la época del año, y los materiales utilizados, dos o tres meses después el compost estará bastante maduro para ser aprovechado. Se suspende el riego para que el material vaya perdiendo humedad. - Cuando se considere oportuno, zarandear con un elástico de colchón de malla metálica o similar. - Conservar el compost en montones bajo una capa de yuyos secos o bajo plástico negro hasta su empleo. pag. 7

8 USOS Y DOSIFICACIÓN Puede reemplazar a la tierra de monte o mantillo en los almácigos, utilizarse en mezclas para el llenado de envases para plantas de vivero, abonar plantaciones forestales o frutales, cultivos hortícolas, ornamentales, etc. Su efecto es equivalente al de un abonado con estiércol de ganado mayor, pero si se utiliza compost maduro, los efectos son más rápidos y no se necesita esperar a que se integre al suelo. Como dosis orientativa, se acostumbra incorporar entre veinte y cuarenta toneladas por hectárea una vez al año. IMPORTANTE Al igual que el estiércol, el compost y los materiales para prepararlo pueden estar contaminados con agentes patógenos. El incremento de temperatura al comienzo de la elaboración sirve para eliminarlos, así como a la mayoría de las semillas de malezas; generando un producto aceptablemente limpio. De todas maneras la manipulación debe hacerse con los elementos de protección citados para el trabajo con estiércol. LOMBRICOMPUESTO El valor de las lombrices para la fertilidad del suelo ya fue mencionado por Aristóteles. Actualmente, se aprovechan las cualidades de un grupo de lombrices denominadas rojas o del estiércol, para procesar residuos orgánicos generando un abono integral de muy alta calidad: el lombricompuesto, o "casting". Este producto, a diferencia del compost o del estiércol, contiene materia orgánica casi totalmente humificada, y una flora bacteriana que favorece los procesos bioquímicos del suelo. Por todo esto, se dosifica en pequeñas cantidades y su costo es relativamente elevado. El lombricompuesto es un material estable, homogéneo, de fácil embolsado, y que dura varios años sin alteración. Es por eso el más comercializable de los abonos. La lombricultura, o sea la cría de lombrices para producir abono, y para aprovechar su carne; es hoy una interesante alternativa productiva; que utiliza como materias primas estiércol o compost, agregando valor a estos materiales. DOSIFICACIÓN Y USOS Cultivo Almácigos Plantación de frutales Frutales en producción Cultivos extensivos Dosificación orientativa 1 litro por metro cuadrado 3 litros en el hoyo 5 litros sobre el área de raíces litros por hectárea pag. 8