TEMA 12: EL PROCESO DE TRANSICIÓN N A LA DEMOCRACIA Y LA CONSTITUCIÓN N DE LOS

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1 1 TEMA 12: EL PROCESO DE TRANSICIÓN N A LA DEMOCRACIA Y LA CONSTITUCIÓN N DE LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS ( ) 1. LA TRANSICIÓN N POLÍTICA Y LA CONSOLIDACIÓN N DEMOCRÁTICA 1.1. El fin del régimen r franquista El primer gobierno de la monarquía El segundo gobierno de la monarquía El primer gobierno de UCD 2. LA CONSTITUCIÓN N DE Características 2.2. Contenido 3. LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS 3.1. El gobierno de UCD 3.2. Los gobiernos socialistas 3.3. El gobierno del PP 1. LA TRANSICIÓN N POLÍTICA Y LA L CONSOLIDACIÓN N DEMOCRÁTICA 1.1. El fin del régimen r franquista Al iniciarse los años 70 el progresivo deterioro del régimen franquista era evidente. Era la crisis de un sistema político que había sido incapaz de adaptar sus estructuras al espectacular cambio económico y social de la década anterior. Con el objetivo de asegurar la continuidad del régimen, en 1973 Franco nombró presidente del gobierno a Carrero Blanco, pero a finales del mismo año fue asesinado por un comando de ETA. Su muerte significó un duro golpe para el régimen, teniendo en cuenta que Franco era ya un anciano de 80 años. Su sucesor, Arias Navarro, inició una tímida apertura del régimen pero sin resultados positivos (Espíritu de Febrero). El 20 de noviembre de murió el general Franco y según lo establecido por las leyes del régimen, le sucedió D. Juan Carlos de Borbón con título de rey; ya en su discurso de investidura el rey abrió el camino para un nuevo régimen que se alejaba del franquismo. Ni siquiera los mismos políticos procedentes del franquismo estaban de acuerdo en el camino a seguir y se dividieron en dos grandes tendencias: Los inmovilistas, conocidos después como el búnker, creían que era posible un franquismo sin Franco y para ello era necesario un rearme ideológico del régimen, aunque fueron perdiendo fuerza con el tiempo. Los aperturistas pensaban que el franquismo no podía durar después de la muerte de Franco. Pretendían crear asociaciones políticas, aunque no fuesen partidos, y creían que era preciso un contraste de pareceres, aunque siempre dentro del Movimiento, para acabar con el monolitismo político.

2 2 Fuera del régimen la oposición política, cada vez más consolidada, reclamaba el fin del régimen franquista y la instauración de una Democracia., aunque podemos distinguir dos tendencias: Oposición radical, representada por la izquierda tradicional, histórica y obrera. PSOE, PCE y nuevos partidos políticos surgidos en los sesenta y los sindicatos clandestinos (UGT, CC.OO., USO, CNT...). Deseaban una ruptura con el sistema existente y el inicio de un proceso constituyente. Oposición moderada, formada por aquellos que no se habían opuesto de forma contundente al régimen, como los monárquicos moderados partidarios de Don Juan de Borbón, las diversas corrientes demócrata-cristianas y los liberales. Todos ellos querían el final del régimen pero por procedimientos no traumáticos. Defendían la reforma, frente a la ruptura El primer gobierno de la monarquía Después de su proclamación como rey, D. Juan Carlos, decidió confirmar como presidente del Gobierno a Carlos Arias Navarro, pero su relación con él siempre fue dificultosa; Arias Navarro no parecía dispuesto a emprender las reformas necesarias para traer la Democracia a España. No se avanzaba en el proceso de liberalización política, por lo que Arias Navarro, presionado desde distintos sectores, acabó dimitiendo. El momento clave para la Transición Democrática, llegó gracias a varias influencias decisivas: 1-La Figura del rey Don Juan Carlos, quien, decidido firmemente a la democratización del régimen, se mostró firme en la voluntad de la Corona de iniciar dicho proceso e impulsarlo por todos los medios. 2-La llegada al poder de dos personajes claves: Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda, ambos procedentes del falangismo, reformistas moderados que proponían la transición del régimen dictatorial a otro democrático pero evitando todo peligro de ruptura política o social. 3-La oposición política: estaba representada por la Junta Democrática, organizada en torno a los comunistas, y la Plataforma Democrática, en torno a los socialistas. Ambas se unieron a la muerte de Franco en Coordinación democrática. 4-Las movilizaciones populares: por lo general fueron pacíficas y tuvieron gran influencia en las decisiones políticas, ya que desgastaron al gobierno de Arias Navarro y a su ministro del interior, Fraga Iribarne El segundo gobierno de la monarquía El 3 de Julio del 76 el Rey nombró presidente del gobierno a Adolfo Suárez, y entre julio de 1976 y junio de 1977 se realizó el desmantelamiento de las instituciones del régimen franquista y se celebraron elecciones para unas nuevas Cortes democráticas. Este proceso se conoce como Transición Democrática y desembocó en la elaboración y promulgación de una Constitución. Suárez tuvo muchas dificultades para formar gobierno (se negaron a entrar en él los políticos más importantes del momento), por lo que recurrió a políticos jóvenes y nuevos e inició con prudencia el

3 3 cambio político. Para su proyecto era fundamental una nueva ley básica que propiciara el cambio de régimen. Fue la Ley para la Reforma Política (LPR). El proceso se puso en marcha gracias a Torcuato Fernández Miranda (presidente de las Cortes), que preparó el camino para agilizar el proceso con la redacción del borrador de la LRP, la introducción del Proceso de Urgencia en las Cortes y la activación del Consejo del Reino, mientras Adolfo Suárez trabajaba para vencer las dificultades que presentaba el viejo aparato del franquismo para crear un nuevo régimen en lo jurídico y lo político. La Ley de Reforma Política estableció que se celebrarían unas elecciones por sufragio universal para constituir unas Cortes bicamerales (Senado y Congreso), que tendrían la iniciativa en la reforma de las leyes junto con el gobierno. Era la clave de la Transición y era necesario que esta ley, que ponía las bases de un sistema democrático, fuera aprobada precisamente por unas cortes franquistas. En las Cortes, las cosas transcurrieron mejor de lo esperado, sólo el búnker, cuya fuerza era en estos momentos muy débil, se opuso a la reforma, que fue aprobada por amplia mayoría. El triunfo de la Ley suponía la pérdida de la hegemonía de los vencedores en la Guerra Civil y muchos se preguntan cómo fue posible que ellos mismos votaran afirmativamente el principio del fin de todo el aparato institucional que sustentaba su poder. El apoyo podría explicarse, en parte, porque el gobierno de Suárez había hecho saber a los procuradores franquistas que conservarían su status social y económico, que no se pedirían responsabilidades a los miembros del régimen anterior y a que se prometió la ilegalidad de la izquierda más radical; a continuación la LRP fue sometida a referéndum popular, y aprobada por una amplia mayoría de los españoles. Pero el proceso no fue fácil. La oposición, Coordinación Democrática, no apoyaba la opción liderada por Suárez, sino que apoyaba una ruptura democrática a través de un gobierno provisional y unas elecciones generales a cortes constituyentes que pusieran las bases del nuevo sistema democrático. Después de sucesivas confrontaciones, rupturistas y reformistas acabaron coincidiendo en la llamada reforma pactada, que se convirtió en la alternativa más viable cuando Suárez puso en marcha, ya en 1977, la legalización de los partidos políticos mediante un Decreto-Ley. De esta manera aparecieron muchísimos partidos, aunque sólo unos pocos podrían consolidarse: El principal partido de centro era la UCD, Unión del Centro Democrático, liderado por Adolfo Suárez, que recogió en sus filas a un heterogéneo conjunto de partidos y recibió el apoyo del franquismo sociológico La izquierda se identificaba con los partidos de tradición obrerista e ideología marxista, principalmente el PSOE y el PCE, aunque existían numerosos grupúsculos de extrema izquierda. Sin embargo, la legalización del PCE no fue fácil para el gobierno, porque se incumplía una promesa hecha a las fuerzas franquistas para su apoyo al proceso democratizador. Su legalización se hizo directamente presentando los Estatutos al Tribunal Supremo durante la Semana Santa de 1.977, para que pasase más desapercibido.

4 4 La derecha sólo contó con un partido consolidado: Alianza Popular, liderada por el político procedente del franquismo aperturista, Manuel Fraga Iribarne El primer gobierno de UCD Las elecciones generales tuvieron lugar el 15 de junio de 1.977, con absoluta normalidad y alta participación, siendo el ganador de las mismas la UCD, que gobernó el país durante cinco años, plagados de todo tipo de problemas, aunque finalmente la Democracia acabó consolidándose. Los principales problemas a los que hubo de enfrentarse el proceso democratizador en sus primeros años fueron: El terrorismo, la crisis económica y la redacción de una Constitución Democrática. El primer cometido de las primeras Cortes elegidas democráticamente el 15 de junio de fue iniciar un proceso constituyente para dar al país una Constitución que sancionase el proceso democratizador y en el que pudiese basarse un nuevo régimen liberal democrático. El proceso se inició con la constitución de una ponencia formada por expertos en leyes de todos los partidos políticos representados en las Cortes. La ponencia redactó una Constitución, y el texto fue aprobado por las Cortes el 6 de noviembre, siendo aprobada por referéndum el día 6 de diciembre de LA CONSTITUCIÓN N DE Características 1-Consenso por todos los partidos con representación parlamentaria, pues se pretendía que fuera aceptada por todas las fuerzas y que fuera duradera para dar estabilidad al régimen recién creado. 2-Ambigüedad, porque en muchos aspectos el texto redactado nadó entre dos aguas para dar cabida al mayor número de opciones posibles. A este respecto cabe citar los aspectos relativos a la religión, por ejemplo Contenido a) Organización política: España aparecía como un Estado social y democrático de derecho, lo que suponía una novedad importante por la prioridad que daba al Estado como defensor del bienestar social. La soberanía nacional reside en el pueblo español y la forma de gobierno es una monarquía parlamentaria en la que el rey es la máxima autoridad de las fuerzas armadas, jefe del Estado, símbolo de la unidad de España. La función del monarca es arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones y representar a España en el exterior Se decreta la separación de poderes y el sufragio universal para los mayores de 18 años. El ejército queda sometido al poder civil No confesional, aunque reconoce la importancia de la iglesia católica en la sociedad española Cortes bicamerales: Congreso de Diputados y Senado Queda abolida la pena de muerte y se crea la figura del Defensor del Pueblo y el Tribunal Constitucional b) Se diseñaba una nueva organización territorial del estado, basada en un sistema autonómico. Se reconocía la indisolubilidad de la nación, aunque hablaba de la existencia de nacionalidades y

5 5 regiones, reconociendo la posibilidad de un proceso autonómico, que no tardaría en comenzar su andadura, pese a la oposición de los sectores más conservadores y ultranacionalistas de la sociedad. Además se admitía la cooficialidad de los idiomas autonómicos en ciertas regiones junto al castellano. c) Amplias declaraciones de derechos y libertades, que se remitían a la Declaración Universal de los Derechos Humanos d) En el aspecto económico se reconocía la libertad de mercado pero también la posibilidad de planificación económica y la intervención del Estado en la propiedad por motivos de interés colectivo España consiguió con esta constitución modernizar sus estructuras políticas e igualarse, en términos jurídicos y políticos, con el resto de las democracias occidentales. 3. LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS 3.1. El gobierno de UCD ( ) 1982) Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes fueron disueltas y se convocaron nuevas elecciones para marzo de 1979, en las que volvió a ganar la UCD, aunque con escaso margen. Los resultados mostraban que había dos grandes partidos, UCD, liderado por Suárez, y PSOE, cuyos líderes eran Felipe González y Alfonso Guerra, que se distanciaban de todos los demás. Sin embargo las elecciones municipales, las primeras de la democracia, mostraron el triunfo selectivo de la izquierda, que ganó en las ciudades más importantes. El partido de la UCD estuvo gobernando desde hasta pero estuvo presidido por la inestabilidad gubernamental, especialmente su último periodo, que llegó al punto culminante con la dimisión de Adolfo Suárez y la intentona golpista del 23-F. El primer gobierno democrático pretendió hacer una política reformista, pero hubo de hacer frente a importantes problemas: a) Crisis económica que sacudió al país desde mediados de los setenta debido al estallido de una crisis económica internacional conocida como Crisis del Petróleo, originada por la subida de los precios del petróleo por la OPEP. La crisis española alcanzó una extrema gravedad y tuvo como síntomas internos un aumento elevadísimo del paro, que no contaba ya con la válvula de escape de la emigración, y una galopante inflación. Los problemas principales de la industria española eran el escaso desarrollo tecnológico, y la dependencia energética del exterior. Al encarecerse el petróleo se encarecieron todos los productos españoles, perdiendo competitividad, lo que hizo que la Balanza Comercial española fuera negativa. Tampoco la política del gobierno fue la más acertada porque no contó con la crisis que se avecinaba y planificó una ampliación de la industria siderúrgica, lo que provocó después una espectacular reconversión industrial, un costoso proceso de disminución del tamaño y empleo de las empresas y un intento de renovación tecnológica, con los costes sociales que éstas conllevan. b) El terrorismo fue otros de los graves problemas a resolver por el primer gobierno de la Democracia, debido al surgimiento de nuevos grupos terroristas como Terra Lliure y el GRAPO, y a la enorme actividad de otros ya existentes como ETA y FRAP, que secuestraron a importantes personalidades y asesinaron a otras. También aparecieron numerosos grupos de extrema derecha, aunque ésta estaba

6 6 menos organizada. Sin embargo, la amenaza más importante fue siempre la de ETA, cuya actividad se recrudeció durante la Transición. c) La falta de cohesión y de eficaz liderazgo de la UCD, pues era un partido muy heterogéneo, formado por un conglomerado de tendencias muy distintas que convivían con dificultad. Respecto a los logros del gobierno de Suárez, en la política económica sufrió un considerable cambio gracias a los Pactos de la Moncloa, un conjunto de acuerdos entre todos los partidos, sindicatos y patronal con dos objetivos: reducir la inflación y repartir equitativamente los costes de la crisis entre todos los agentes sociales. Para cumplir el primer objetivo se devaluó la peseta, se controló el gasto público y se desarrolló un programa de racionalización energética. Para conseguir el segundo objetivo se apoyaron medidas que equiparasen los sueldos a la inflación y se desarrolló una reforma fiscal, que logró que España se incorporase a la estructura tributaria de los países desarrollados. Nacían el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre las Personas Físicas (IRPF). España avanzaba así hacia el Estado de Bienestar. Suárez abordó también la tarea de culminar el proceso reformista con una amplia labor legislativa: Para promocionar el empleo y mejorar las condiciones de los trabajadores se aprobaron el Estatuto de los Trabajadores (que establecía unas nuevas relaciones laborales), el Acuerdo Nacional de Empleo (para luchar contra el paro) y la Ley de Incompatibilidades (prohibición de desempeñar varios cargos públicos remunerados). Leyes de reforma del sistema educativo en las que se establecía un nuevo papel para la enseñanza pública. Los resultados fueron enormes y los estudiantes aumentaron en todos los niveles educativos. Sin embargo, el gobierno de Suárez tuvo siempre la debilidad derivada de sus divisiones internas, lo que dificultó mucho su labor. Finalmente el PSOE presentó una moción de censura en 1980 contra Suárez, que salió victorioso pero muy debilitado políticamente de la misma. Este hecho marcó el declive del partido y de la política de Adolfo Suárez. Suárez intentó sacar adelante su gobierno nombrando un gabinete de concentración (liberales, democristianos, socialdemócratas e incluso hombres procedentes del franquismo). Finalmente a principios de 1981 Adolfo Suárez dimitió de la presidencia del gobierno y del partido al carecer de apoyo y ante la grave situación: la crisis económica no remitía, la situación interna de la UCD era insostenible, la oposición no cesaba de acosarlo y el problema terrorista se recrudecía. Su dimisión abrió la crisis más grave del recién iniciado régimen democrático. Para sustituir a Suárez UCD propuso a Leopoldo Calvo Sotelo y fue precisamente mientras se producía su investidura como nuevo presidente cuando tuvo lugar el intento de golpe de Estado del 23-F de protagonizado por Tejero, que demostraba claramente las tendencias involucionistas de ciertos sectores del ejército. El teniente coronel Antonio Tejero era un exaltado ultranacionalista que entró en el Congreso acompañado por doscientos guardias civiles, mientras en Valencia se sublevaba el general Milans del Bosch. Los objetivos de los sublevados eran confusos y tal vez divergentes, pero los unía el deseo de destruir la democracia. En la preparación del golpe parece que fue clave la participación del

7 7 general Alfonso Armada y algunos apoyos civiles pero el rey desautorizó el golpe en un breve comunicado a la nación esa misma noche, lo que le restó la poca fuerza que podía haber tenido. Los participantes en el golpe fueron procesados pero las penas dictadas fueron tan pequeñas que fueron recurridas y, finalmente, aumentadas. Leopoldo Calvo Sotelo se convirtió en presidente del gobierno y reanudó la labor legislativa con la aprobación de la Ley de Divorcio pero finalmente disolvió las Cortes y convocó elecciones justo cuando la UCD se desintegraba por el abandono de Suárez, que creó un nuevo partido: Centro Democrático y Social (CDS) Los gobiernos socialistas ( ) 1996) En las elecciones de el panorama político español dio un vuelco decisivo con la casi desaparición de UCD, la emergencia de Coalición Popular, derivada de la antigua AP de Fraga y antecedente del PP, y el hundimiento del PCE. España caminaba hacia el bipartidismo, sólo roto por la existencia de los partidos nacionalistas catalán y vasco y por otras pequeñas fuerzas políticas de ámbito local y representación mínima. Las elecciones fueron ganadas por el PSOE. Desde y durante cuatro legislaturas consecutivas será el partido gobernante. Su llegada al gobierno supuso una renovación generacional, ideológica y política porque los políticos socialistas eran jóvenes y tenían proyectos concretos de gobierno madurados durante su época en la oposición. Su etapa de gobierno supuso la superación definitiva de la herencia franquista. Pese a su ideario de bienestar social, acometieron como tarea más importante la lucha contra la crisis económica, aunque aumentaron las pensiones y el desempleo y desarrollaron la sanidad pública. En el aspecto económico se produjo un importante crecimiento, amparado en una situación de bonanza internacional bien aprovechada por los socialistas. Obtuvieron enormes éxitos económicos: recuperación del empleo, y crecimiento económico que facilitó el enriquecimiento rápido, el auge inmobiliario espectacular y el desarrollo de numerosas obras de infraestructura (Expo 92 y Olimpiadas de Barcelona en 1.992) En el campo educativo se aprobaron la Ley de Reforma Universitaria (LRU), La LODE y la LOGSE, que prolongaba la escolarización hasta los 16 años, edad legal de incorporación laboral. En el ámbito internacional en se produjo la incorporación a la CEE, después de arduas negociaciones iniciadas con la llegada de la Democracia. La incorporación a la OTAN despertó mucha mayor controversia porque muchos defendían la neutralidad de España como rasgo definitorio de su política exterior. El PSOE convocó un referéndum cuyos resultados fueron más holgados de lo esperado. Sin embargo, con el tiempo, la situación empeoró. La expansión del gasto público generó un enorme déficit del estado, y el esfuerzo inversor no afectó a todas las regiones por igual, pese a que se descentralizó el gasto público y se concedieron numerosas competencias a las autonomías. El desempleo aumentó, y los sindicatos acusaron al PSOE de olvidar sus principios y sustituir su política económica socialdemócrata por una política netamente liberal, lo que originó una huelga general en

8 El declive del socialismo español fue producto de la crisis económica, del desgaste de un largo período de gobierno, las disputas internas (renovadores y guerristas) y los continuos escándalos por corrupción (Juan Guerra, Roldán, Mariano Rubio...); estos escándalos también tuvieron lugar en otros partidos como el PP o CiU. En estos años se consolidó el cambio político con la aparición de un sistema de partidos bien consolidados: dos grandes partidos como PP, que giró hacia el centro-derecha, y PSOE, que había prescindido del marxismo, partidos nacionalistas como CiU, PNV, etc., y la integración del PCE en IU, al que también se unieron los Verdes. Además, se trató de una etapa de cambios sociales y culturales: descenso de la natalidad hasta niveles ínfimos, envejecimiento de la población, aumento del nivel de vida y la renta per cápita, predominio de las familias nucleares, desarrollo del sector servicios por encima del secundario, aumento del número de universitarios, crecimiento del consumismo y el laicismo, etc. España entraba en la época postindustrial pero su Estado del Bienestar estaba aún lejos de los países más desarrollados de Europa El gobierno del PP ( ). La victoria del Partido Popular por mayoría simple en supuso un cambio en el panorama político, tras 14 años de gobierno del PSOE. El gobierno de Jose Mª Aznar debió contar para su investidura y gobernabilidad con los nacionalistas catalanes de CIU, los vascos del PNV y de su partido isleño afín, Coalición Canaria, lo que matizó mucho su política. Su legislatura estuvo dominada por una exitosa agenda económica, favorecida por la bonanza internacional, con ajustes presupuestarios para lograr el déficit cero y cumplir los criterios de convergencia con el euro. Bajo su gobierno, la economía española mostró una fuerza considerable al crecer más rápido que la de muchos otros países europeos. Se redujo el desempleo, se mantuvo la inflación dentro de los márgenes marcados por la Unión Europea y se sanearon las cuentas públicas por primera vez desde la llegada de la democracia. Siguiendo las ideas del liberalismo económico con las que había llegado al poder, parte de ese crecimiento económico se hizo mediante una política de privatizaciones de servicios públicos. En 1999 el Euro fue introducido en España, lo que fue considerado un importante éxito por Aznar y su gobierno. El PP también consideró como éxito la continua bajada del paro (aunque seguía siendo el más alto de la UE). Respecto a la política antiterrorista, su gobierno se debió enfrentar a las masacres, secuestros y asesinatos cometidos por ETA. En 1998 ETA declaró una tregua, lo que permitió contactos entre el gobierno y la organización terrorista; sin embargo, las conversaciones fracasaron y ETA rompió la tregua. Entre 1996 y 1999 se procedió a la plena integración de España en la estructura militar de la OTAN y en la Unión Europea y España conoció su mayor proyección internacional hasta el momento. En las elecciones celebradas en el año 2000, el Partido Popular consiguió mayoría absoluta, produciéndose un cambio en su política de moderación y diálogo. 8