LA CONQUISTA DE LAS BALEARES POR JAIME I. REINO DE MALLORCA

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1 LA CONQUISTA DE LAS BALEARES POR JAIME I. REINO DE MALLORCA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN. TITULADO UNIVERSITARIO SENIOR. Estudiante: MIGUEL BENNASAR BARCELÓ Tutora: PILAR ESCUDER MOLLÓN Castellón, Mayo de

2 ÍNDICE: 1. INTRODUCCIÓN. 2. ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA. 3. PRECEDENTES DE LA CONQUISTA DE LAS BALEARES. 4. CONQUISTA DE MALLORCA POR JAIME I. 5. CONQUISTA DE MENORCA. 6. CONQUISTA DE IBIZA Y FORMENTERA. 7. REPARTIMIENTO DE LAS BALEARES. 8. POLÍTICA ULTRAPIRENAICA. 9. ÚLTIMOS AÑOS DE LA VIDA DE JAIME I. 10. DESCENDENCIA Y HERENCIA. 11. REINO DE MALLORCA. REYES INDEPENDIENTES Y EN EL EXILIO. 12. PANTEONES REALES. INTEGRACIÓN EN ESPAÑA. 13. BIBLIOGRAFÍA. 2

3 1. INTRODUCCIÓN. Cuando ya falta poco para que termine el 3er curso (curso ) del 1er Ciclo de la Universidad para Mayores, pensé que sería buena idea hacer un trabajo sobre Jaime I, la conquista de las Baleares y el Reino de Mallorca. Por qué? Por razones de índole personal, pues nací en la bella ciudad de Palma de Mallorca y aunque tenía una idea general de cómo se desarrolló aquella conquista, ignoraba muchos hechos puntuales que, habían ocurrido e influido en la decisión de Jaime I de tomar Mallorca y el resto de las islas Baleares. Para ello he recurrido a libros de la UJI, bibliotecas de la ciudad de Castellón y también páginas web de internet. Espero y deseo que el relato de estos hechos acaecidos en el siglo XIII sea ameno para todo aquel que quiera leerlo. 3

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6 2. ANTECEDENTES DE LA CONQUISTA. En el año 1150, el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, se casó con Petronila, hija del Rey Ramiro II de Aragón. De esta unión nació Alfonso II, al que se le considera primer Rey de la Corona de Aragón (Rey de Aragón y Conde de Barcelona). Alfonso II contrajo matrimonio en Zaragoza el año 1174 con Sancha, hija de Alfonso VII de Castilla. El hijo de ambos, Pedro II, se casó con María de Montpellier en Junio de 1204, naciendo allí en 1208, el futuro Jaime I de Aragón, conocido más tarde con el sobrenombre de El Conquistador, y que lo fue de tres reinos: Mallorca (1229), Valencia (1241) y Murcia (1266). Según la leyenda, fue engendrado de forma casual debido a las malas relaciones de sus progenitores. Como Pedro II no quería ver a la Reina, un caballero con engaños, logró llevarlo al palacio, haciéndole creer que en el lecho estaba otra dama a la que cortejaba el monarca, introducido en la cama y conseguir que la reina quedara encinta. La reina ordenó encender doce cirios con los nombres de los Apóstoles, manifestando que el que durara más daría el nombre de su hijo, lo que sucedió con Santiago Apóstol, san Jaime. La infancia de Jaime I fue muy difícil porque su padre abandonó a la reina María y al propio Jaime, envuelto en la vorágine de las guerras en el Midi francés, donde Pedro II halló la muerte en la batalla de Muret (1213), frente a las cruzadas de Simón de Monfort y en defensa de sus vasallos del Lauquedoc, quedando el infante en manos de su enemigo Simón de Monfort, a cuya hija había sido prometido. A instancias del pontífice el Papa Inocencio III, Jaime I fue entregado a los aragoneses tras un año de reclamaciones y quedó, por disposición del testamento materno, bajo la tutela de la Orden del Temple, 6

7 donde pasó su minoría de edad en el castillo de Monzón (Aragón) desde El consejo de regencia integrado, presidido por el conde Sancho Raimíndez, hijo de Ramón Berenguer IV y tío abuelo de Jaime, gestionaba los asuntos públicos en estos primeros años. Debido a las disputas entre los nobles aragoneses en 1219 inicia su andadora un nuevo consejo de regencia encabezado por el arzobispo de Tarragona. Este año fallece su madre en Roma y hereda el señorío de Montpellier. Este período se puede considerar finalizado con la boda de Jaime I y Leonor de Castilla, hija de Alfonso VIII, cuando apenas tenía 13 años, en Ese año se celebraron Cortes en Daroca a las que asistieron los nobles aragoneses para prestar homenaje al rey. La nobleza-monarquía se recrudeció durante los primeros años del monarca, alternando las estériles luchas nobiliares, la bancarrota financiera heredada de su padre y la rebelión de los ricos-hombres aragoneses. Sin embargo, la habilidad de Jaime I le permitió crear márgenes de actuación relativamente holgados, utilizando para ello la empresa reconquistadora contra el Islam. En efecto, a partir de 1212 y a raíz de la batalla de las Navas de Tolosa se produjo el hundimiento y la fragmentación del poder almohade en Al-Andalus, que propició en las décadas siguientes el avance de las fronteras de los reinos cristianos hacia el sur y así, mientras Portugal llegaba al Algarbe en 1249, Fernando III de Castilla conquistaba Sevilla (1248) y Jaime I el Castillo y la villa de Biar (1245), dando por finalizada la conquista de las tierras valencianas. No olvidemos la importancia que la guerra, la conquista de nuevas tierras, tiene para la clase feudal dominante, los nobles, como medio de incrementar su patrimonio y rentas, lo que en este caso se haría a costa de los andalusíes, fragmentados políticamente y débiles militarmente. Por ello el rey propiciaba un programa para reafirmar su poder, para recuperar el prestigio y la autoridad de la Corona que su padre había arrimado, y para ello propuso una empresa militar colectiva que beneficiara a todos, con el rey como motor y como cabeza suprema de este proyecto. En las Cortes de Tortosa de 1225 se proclamó la necesidad de emprender la conquista contra el Islam, que se inició con el fracaso del sitio sobre Peñíscola, al no contar con la colaboración de los caballeros aragoneses. Se produjo una guerra civil en Aragón, hasta que en 1227, la intervención papal permitió firmar la concordia de Alcalá, que procuraba la paz entre el rey y sus aliados, por un lado, y las facciones de los barones por otro, lo que dejó la puerta abierta a las grandes empresas conquistadoras de Jaime I contra los musulmanes del Levante peninsular. Una de estas empresas fue la conquista de las islas Baleares. Este archipiélago consta de cinco islas grandes y varios islotes. fueron habitadas ya en la Edad de Bronce, como lo prueban sus monumentos megapolíticos: talayots, taulas y navetas. 7

8 Talayot Taula Pasaron sucesivamente por manos de los cartagineses, romanos (123 a. C.), vándalos, bizantinos y árabes. Estos últimos, que habían invadido la Península Ibérica en el año 711, conquistaron las Islas en el 903, y entonces pasaron a formar parte del Reino de Denia. Fueron llamadas por los musulmanes: Islas orientales de Al-Andalus. 8

9 3. PRECEDENTES DE LA CONQUISTA DE LAS BALEARES. Las Baleares,. al ser incorporadas al mundo musulmán, desarrollaron una gran actividad marítima y económica por el Mediterráneo. Cuando las ciudades italianas (Génova y Pisa), extendieron sus zonas de influencia comercial por el mundo occidental, se encontraron con la rivalidad de los isleños y pensaron en anular a sus competidores. En el año 1113, se preparó en Pisa y Génova una expedición de conquista de las islas. En dicha expedición, intervino el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer III. Una vez conquistada la ciudad de Palma, los pisanos y catalanes la entregaron a los genoveses. Otras fuentes señalan que Ramón Berenguer III se apoderó de la isla y la devastó en el año Luego, creyendo alcanzado su objetivo, volvió a sus tierras. Este fue el primer desembarco de la isla por los cristianos. La conquista cristiana de Mallorca produjo una reacción violenta y gran irritación a los musulmanes, que en 1115 armaron una flota de 120 naves que llegaron a la isla cuando ya los cristianos le habían abandonado. El segundo ataque cristiano a las Baleares se produjo en el año 1146, cuando los genoveses fueron contra Menorca y desembarcaron en el puerto de Fornells, realizando desde allí expediciones de castigo por toda la isla. Luego su flota continuó su ruta hacia Almería, para participar en una cruzada contra estas tierras del S.E. Peninsular. Al año siguiente, 1147, de nuevo los genoveses hicieron escala en Menorca y atacaron el puerto de Mahón aprovechando también la cruzada contra Almería; pero la única fuente que alude a este ataque a Mahón no es más explícita. Finalmente, hubo un intento, no bien conocido, de conquista de las Baleares por el rey Alfonso II de Aragón el año 1178, pero escasean los datos (Zurita, Anales de la Corona de Aragón). 9

10 4. CONQUISTA DE MALLORCA POR JAIME I. La conquista de las Baleares por Jaime I la narran relatos muy diversos: las Crónicas de Jaime I y los cronista Desclot y Muntaner. Por desgracia no se conoce el Llibre que es féu de la presó de Mallorca que cita Muntaner, ni una canción de gesta escrita en aragonés sobre la conquista de Mallorca que estaba en la biblioteca del rey Martín I el Humano. Al parecer la causa inmediata de esta expedición fueron las hostilidades que los comerciantes catalanes sufrían de los piratas mallorquines y esto permitió al rey Jaime I aprovechar la actitud retadora del rey de Mallorca en episodios de piratería por parte de súbditos de uno y otro monarca. El cronista Bernat Desclot explica que las naves tarraconenses apresaron una nave de transporte sarracena en aguas de Ibiza. En represalia, el rey de Mallorca, Abú Yahia, ordenó apresar una nave barcelonesa que se encontraba en Mallorca procedente de Bujía y, pocos días después, otra nave barcelonesa, muy rica, que iba de Barcelona a Ceuta, cayó en poder de galeras armadas en Ibiza por orden del rey mallorquín. En Barcelona se armó un gran revuelo ante estas noticias y los nobles acudieron rápidamente al rey y Jaime I envió una nave con un mensajero al rey de Mallorca, conminándole a la restitución de las dos naves, de sus tripulantes y de toda la mercancía. Abú Yahia pidió consejo a los comerciantes genoveses, pisanos y provenzales establecidos en Mallorca. Éstos, guiados por su interés en seguir teniendo la exclusiva del 10

11 mercado balear frente a los catalanes, le recordaron que Jaime I había fracasado en el asedio de Peñíscola, por lo que no debía temer al rey aragonés, y el rey mallorquín se negó a toda satisfacción. Según el Llibre dels Feits interpeló duramente al emisario y le preguntó quién era aquel rey que reclamaba la restitución; el mensajero, gallardamente, le respondió que aquel rey era hijo de aquel otro que había vencido en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), donde el rey Pedro el Católico había hecho un brillante papel. Airado por aquella respuesta, el sarraceno exclamó que, si no fuera porque era un mensajero, en mala hora habría dicho aquellas palabras, despidiéndolo de mala manera. El cronista Desclot cuenta que, cuando Jaime I recibió la respuesta afrentosa del rey mallorquí quedó tan airado que jurá por Deu que no volia haver el nom de rei si él no el prenía per la barba. Sin embargo, las miras de Jaime I sobre estas islas eran mucho más amplias que una simple acción de represalia; incluían objetivos de orden militar y económico, tales como la obtención de un avanzadilla en el mar que garantizara no sólo la destrucción de aquel nido de piratas, sino también el monopolio del comercio con las islas y el control de una primera etapa de la ruta hacia Oriente. A finales del año 1228, Jaime I había ido a Tarragona, donde tuvo lugar el banquete que el barcelonés Pere Martell ofreció al rey y a los nobles que le acompañaban. Durante la comida, Pere Martell habló de la hermosura y maravillas de Mallorca y de las otras islas. Y todos, rey, magnates y caballeros se sintieron enardecidos para la conquista. Poco después el rey iba a Barcelona donde había convocado Cortes con el objeto de tomar las disposiciones necesarias para la expedición. Estaba cercana la Navidad de 1228 y la fecha no podía ser más apropiada para disponer una expedición contra los infieles que había de tener el carácter de Cruzada. El entusiasmo de los reunidos era grande. En la primera sesión de las Cortes, el rey pronunció un discurso que se conserva en el Llibre dels Feits. Es un discurso sencillo, sin retórica, como serán todos los suyos. El rey se mostró buen orador, con palabra justa y sencilla, tomando como punto de partida un lema en latín: Illumina cor meum, Dómine, et verba mea de Spiritu Sancto. En medio del silencio emocionado de la gente que llenaba el antiguo palacio condal de Barcelona, la voz de aquel rey de veinte años se eleva solemnemente y pide a Dios y a su madre la Virgen María, consejo y ayuda en tres cosas: la primera, que pueda poner en paz a su tierra; la segunda, que pueda servir a Nuestro Señor en el viaje que quiere hacer sobre el reino de Mallorca; la tercera, que pueda disponer de todo lo necesario para poder cumplirlo. La empresa de Mallorca requería una gran cantidad de medios económicos, pero, a fin de evitar cualquier inferencia de potencias 11

12 extranjeras, Cataluña proporcionó todos los medios necesarios. Todos los estamentos, nobles, magnates y prelados, se comprometieron a aportar, a sus expensas, un número determinado de naves, caballeros e infantes a la conquista. También se acordó que las tierras y el botín conquistado serían repartidas entre los conquistadores. Las Cortes otorgaron al soberano la recaudación de impuestos y decretar una constitución de Paz y Tregua, obligando a todos a firmarla. Las ciudades y villas aragonesas se esforzaron en decantarlo hacia la conquista de Valencia, en la cual estaban directamente interesados. Pero el rey, ilusionado con la conquista de aquel reino dentro del mar que le daría otro título real y la gloria de conquistador delante del mundo, no quiso suplantar una empresa por otra, por lo que la participación aragonesa no fue significativa, aunque los nobles convocados por el rey, cumplieron la obligación que les imponía su condición y acudieron a la conquista. Durante su estancia en Aragón, tuvo que ocuparse de otra cuestión fundamental para él: su divorcio. Ambos cónyuges, Jaime I y Leonor de Castilla, estaban emparentados, pues eran bisnietos del rey Alfonso VII de Castilla. conseguido su propósito, se empezó a hablar de la Infanta Sancha, hija del rey Alfonso IX de León, como su futura esposa. Pero este enlace no llegó a realizarse. El 5 de Septiembre de 1229, desde los puertos de Salou, Tarragona y Cambrils, salió la expedición formada por 150 barcos, 800 jinetes y unos miles de infantes hacía Mallorca. En principio estaba previsto el desembarco en Pollensa, pero un fuerte viento de mistral empujó a las naves que bordeando la costa de Poniente mallorquina llegaron a la cala de Santa Ponsa, donde desembarcó el ejército cristiano. No apareció ningún navío mallorquín, pues no se atrevieron a atacar las naves cristianas. En Santa Ponsa tuvieron lugar las primeras luchas con los sarracenos. 12

13 Más adelante se encontraron con un ejército musulmán en Portopí, donde tuvo lugar una gran batalla y donde murieron dos bravos capitanes del rey: Guillermo y Ramón de Moncada. Esta batalla finalmente se inclinó por el bando cristiano. Luego se puso sitio a la capital con maquinaria e ingenios de guerra y se hicieron galerías subterráneas para socavar los muros. Finalmente, el rey Jaime I entra en Palma el 31 de Diciembre de

14 El domingo de Ramos, 31 de Marzo de 1230, se rindió a Jaime I un importante núcleo morisco y con eso dio por finalizada la campaña, pero un núcleo de resistencia musulmana se organizó en la Sierra de Tramontana, logrando mantenerse allí hasta La incorporación de Menorca e Ibiza a la Corona de Aragón fue aplazada unos años, ya que no se disponía de los medios necesarios para su conquista y también porque se necesitaba todo el potencial bélico para la conquista del Reino de Valencia ( ). 14

15 5. CONQUISTA DE MENORCA. Entretanto, el monarca estableció un protectorado sobre Menorca, rubricado por el tratado de Capdepera (1231), por el cual los musulmanes menorquines aceptaron su soberanía. El vasallaje sobre Menorca sería transferido al reino de Mallorca como parte del testamento de Jaime I. Su nieto, Alfonso II conquistaría de forma efectiva esta isla. Fue repoblada por catalanes, aunque quedó una abundante población musulmana. 15

16 6. CONQUISTA DE IBIZA Y FORMENTERA. Por último, cedió la sumisión de Ibiza y Formentera a la alta aristocracia catalana (Guillermo de Montgrí, arzobispo de Tarragona y su hermano Bernardo de Santa Eugeni), que la hizo efectiva en La isla fue repoblada con campesinos de Ampurias. 16

17 7. REPARTIMIENTO DE LAS BALEARES. La repoblación y repartimiento de las Baleares, tuvo un carácter total. En Mallorca, según el Libro de Repartimiento, se adjudicaron la tierra y los bienes inmuebles en su totalidad. La partición de la isla entre le Monarca y los miembros de la aristocracia, se hizo tal como se había acordado en las Cortes de Barcelona de En víspera de la invasión cristiana ocupaban las tierras de Mallorca unos 80 ó musulmanes, de los cuales sólo unos 10 ó capitularon en buenas condiciones. La inmensa mayoría de los que sobrevivieron a la conquista emigraron a Menorca ó a Berbería, otros quedaron en la isla reducidos a la servidumbre y sólo unos pocos debieron de conservar sus tierras. Para proceder a su distribución, los bienes fueron divididos en dos partes, medietas regis y medietas magnatum. El reparto de la medietas regis se hizo entre la Orden del Temple, el infante primogénito Alfonso, los funcionarios personales del Rey (unos 300) y los hombres de las ciudades y villas que ayudaron a conquistar la Isla. La medietas magnatum comprendía la misma cantidad de bienes que la medietas regis. Fue subdividida en cuatro partes que correspondieron al Conde Nuño Sanz del Rosellón, el Obispo de Barcelona, el Conde de Ampurias y el Vizconde del Bearm. En Ibiza, al contrario, la repoblación fue obra exclusiva de los magnates Guillem de Montgrí, Arzobispo de Tarragona y su hermano Bernat de Santa Eugenia, quienes introdujeron repobladotes catalanes, sobre todo ampurdaneses. La población musulmana, sometida sin capitulación, quedó reducida a servidumbre. En Menorca, donde habían llegado muchos de los musulmanes procedentes de las otras islas, fueron en parte eliminados, en parte reducidos a la servidumbre y en parte vendida como esclavos en los mercados de Cataluña, Mallorca y Sicília. La isla fue repartida entre aquellos que habían contribuido a su conquista. 17

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19 8. POLÍTICA ULTRAPIRENAICA. Para resolver sus diferencias con Francia, en 1258 Jaime I firmó con Luís IX (San Luis), el tratado de Corbeil, en virtud del cual Jaime finalizó las pretensiones sobre Occitania de los antiguos condes de Barcelona. En contrapartida, San Luis de Francia renunciaba a sus derechos, como descendiente de Carlomagno, sobre los condados catalanes, herederos de la Marca Hispánica. 19

20 9. ÚLTIMOS AÑOS DE LA VIDA DE JAIME I. El espíritu de Cruzada de Jaime I le llevó a emprender una expedición a Tierra Santa. En Septiembre de 1269 zarpó a Barcelona con su armada. La empresa fue un fracaso total, pues una tempestad obligó a la flota a refugiarse en Aigües-Mortes, cerca de la ciudad de Montpellier, donde desembarcó el rey, que regresó por tierra a Cataluña y hubo de renunciar a aquella empresa. Murió en Valencia el 27 de julio de 1276, después de un reinado de sesenta y tres años. Su cuerpo descansa en el monasterio catalán de Poblet, como otros reyes e infantes de la Corona de Aragón. 20

21 10. DESCENDENCIA Y HERENCIA. De su primera mujer, Leonor de Castilla, tuvo a don Alfonso que falleció en Leonor de Castilla De su segunda, Violante de Hungría, tuvo a: Don Pedro (futuro Pedro III el Grande), que le sucedió en los reinos de Aragón, Valencia y en los condados catalanes. Pedro III el Grande 21

22 Don Jaime (futuro Jaime II), que heredó el reino de Mallorca, que comprendía las islas Baleares (Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera), los condados de Rosellón y la Cerdaña y el reino de Montpellier. Jaime II Don Fernando, que murió todavía niño. Don Sancho, arcediano de Belchite, abad de Valladolid y arzobispo de Toledo, que falleció en 1275 prisionero de los moros granadinos. Doña Violante, mujer de Alfonso X el Sabio. Doña Constanza, esposa del infante castellano Don Manuel, hermano de Alfonso X el Sabio. Sarcófago de Doña Constanza 22

23 Doña Sancha, que se hizo monja y murió en Jerusalén. Doña Sancha Doña María, religiosa también. Doña Isabel, esposa de Felipe III el Atrevido, hijo de San Luis de Francia. 23

24 11. REINO DE MALLORCA. REYES INDEPENDIENTES Y EN EL EXILIO. Jaime I el Conquistador, desde la reconquista en 1229 hasta su muerte en

25 Jaime II el Prudente ( ), hijo de Jaime I el Conquistador y de su esposa Violante de Hungría. Es la figura básica de la dinastía, el consolidador de la Corona Mallorquina, concebida como una comunidad de territorios autónomos. Fundó las villas de Algaida, Binisalem, Campos, Felanitz, Llucmayor, Manacor, Porreras, Bantanyi, Selva y Sineu. Fue protector de las Artes (continuó las obras de la Catedral), renovó los palacios reales de la Almudaina y de Perpiñan, construyó el castillo de Bellver, empezó la construcción de los conventos e iglesias de San Francisco y de Santo Domingo, del Palacio Real de Valldemosa y de las murallas de Ciudadela, continuó las de Mahón, etc.) y de las Letras (Ramón Llull y el Colegio de Miramar, institucionalizó la Universidad de Montpellier que fue la Universidad del Reino de Mallorca, etc). Es conocido también como el Buen Rey Jaime II. 25

26 Sancho el Pacífico (fallecido en 1325), hijo de Jaime II y de su esposa Esclaramunda de Foix, heredero del reino por renuncia de su hermano mayor el Infante Jaime, que procesó como religioso franciscano. Sancho casó con María de Anjou, sin hijos. Continuó las obras de consolidación del Reino y las arquitectónicas iniciadas por su padre y puso la primera piedra de la Iglesia de San Juan el Nuevo de Perpiñan. A él se debe la creación de la bandera del Reino de Mallorca. Su reinado es un período de tranquilidad y de progreso. Jaime III el Desdichado ( ), hijo de Ferrán de Mallorca (fallecido en 1316), hermano del Rey Sancho y de su esposa Isabel de Sabran, Princesa de Acaia (Grecia). Durante su minoría de edad, de 1325 hasta 1328, fue Regente del Reino su tío el Infante Ferrando, hermano de su padre e hijo de Jaime II. Pero el Rey Pedro IV de Aragón, cuñado de Jaime III ya que éste se casó con una hermana del rey aragonés, decidió terminar con el Reino independiente de Mallorca e incorporarlo a la Corona de Aragón y le acusó de que permitía el uso de la moneda no barcelonesa en sus condados de Rosellón y Cerdaña y que fundía moneda en los mismos donde Pedro IV tenía tal regalía o derecho y le convocó para asistir a las Cortes de Barcelona, a las que el Rey de Mallorca no acudió. Esto sirvió de pretexto para que en Mayo de 1343 se reuniese una escuadra en el puerto de Barcelona y se enfrentó con la del enemigo en el cabo de Santa Ponsa, siendo vencedor de esta batalla Pedro IV, que a continuación sitió Palma donde entró, tomando el título de Rey de Mallorca, ordenando que este Reino, con sus Islas y las tierras de Rosellón y Cerdaña nunca se pudiesen separar de la Corona de Aragón. Jaime III, que después de la pérdida de Mallorca había huido, siguió resistiendo (a él se le atribuye la frase Ningú em podrà treure l esperança ) y para obtener el dinero necesario para armar un ejército vendió el Señorío de Montpellier a Francia y quiso reconquistar Mallorca, pero fue vencido y muerto en la batalla de Llucmayor (25 de octubre de 1349). Su muerte se considera el fin de la independencia del Reino de Mallorca. Jaime IV (muerto en 1375), hijo de Jaime III y de su esposa Constanza de Aragón. Prisionero de Pedro IV, una vez liberado llevó una vida errante e intentó sin éxito la recuperación del Reino, 26

27 llegando en su última incursión hasta Sant Cugat del Vallés, a las puertas de Barcelona. Casó a Juana I de Nápoles, sin hijos. Nombró heredera a su hermana Isabel. Murió en tierras de Soria, según la tradición envenenado por emisarios de Pedro IV. Isabel (fallecida en 1404), hermana de Jaime IV. Con el título de Reina de Mallorca y sin perder las esperanzas de recuperar el Reino, residió en su exilio del Castillo de Gallargues, que le cedió el Rey Carlos IV de Francia. Casó con Juan Paleólogo, Marqués de Montferrato y después con el caballero alemán Conrad von Reichach, con el que tuvo un hijo llamado Miguel. Murió en París y con su muerte termina la dinastía de los Reyes de Mallorca. 27

28 12. PANTEONES REALES. INTEGRACIÓN EN ESPAÑA. Los restos de Jaime I descansan en el Monasterio de Poblet, los de Jaime II y Jaime III en el panteón Real de la Catedral de Palma de Mallorca, capital del Reino y los de Sancho en la Iglesia de San Juan el Viejo de Perpiñan. Los de Jaime IV fueron enterrados en un convento de franciscanos de Soria (desaparecido en un terremoto) y los de Isabel en el convento de Santa Catalina du Val des Ecoliers (también desaparecido) de París, dónde ella pasó allí sus últimos años. Perdida su independencia, extinguida la monarquía mallorquina e integrado en la Corona de Aragón, después de la unificación realizada por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, en la Corona de España; el Reino de Mallorca abarcando ya solamente las tierras del archipiélago balear y regido por el Gran General Consell, continuó con su estructura propia hasta que, después de la guerra de Sucesión y transcurridos dos años de la conquista por Felipe V de Borbón, éste aplicó a las Islas Baleares el Real Decreto de Nueva Planta (1715), por Real Determinación de 22 de julio de 1718, que suprimió el Reino de Mallorca, disolvió el Gran i General Consell y abolió las franquicias y privilegios de los que se gozaba. 28

29 13. BIBLIOGRAFÍA. Bisson, T.N., Historia de la Corona de Aragón en la Edad Media. Editorial Crítica S.A., Barcelona Menéndez Pidal, Ramón, Historia de España. La expansión peninsular y mediterránea. Tomo XIII (2). Editorial Espasa- Calpe. Madrid, Riera Melis, Antonio, La Corona de Aragón y el Reino de Mallorca en el primer cuarto del siglo XIV. I. Las repercusiones Arancelarias de la Autonomía Balear ( ). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Marid-Barcelona, Ubieto Arteta, Antonio, Historia de Aragón. Creación y desarrollo de la Corona de Aragón. Anubar Ediciones, Zaragoza, Ubieto Arteta, Antonio, Los pueblos y los despoblados, I.. Anubar Ediciones, Zaragoza, Ubieto Arteta, AntonioLiteratura medieval, I.. Anubar Ediciones, Zaragoza, Ubieto Arteta, Antonio, La formación territorial.. Anubar Ediciones, Zaragoza, Valdeón, Julio, Historia de España. Feudalismo y consolidación de los pueblos hispánicos (siglos XI- XV). Editorial Labor S.A., Barcelona. Historia de los Pueblos de España. Los antiguos territorios de la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Baleares, Valencia). Editorial Argos Vergara, S.A., Barcelona. 29

30 Reino de Mallorca (Islas Baleares) Internet es. wikipedia.org html 30

31 MIGUEL BENNASAR BARCELÓ PROYECTO DE INVESTIGACIÓN TITULADO UNIVERSITARIO SENIOR 31