PROCTOSCOPIA! Ojalá que nunca pase por ese trance de tener que someterse a un examen de esta

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Rosa Olivares Contreras
hace 8 años
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1 1 1 PROCTOSCOPIA! Sabe Ud. querido lector lo que es una proctoscopía? Ojalá que nunca pase por ese trance de tener que someterse a un examen de esta naturaleza!...sólo a mis inimicísimos les deseo esta humillante situación. Les relataré lo que esto significa y la circunstancia tan especial y tan vergonzosa que me tocó al caer en manos "enemigas". Allá por el año l950 enamoraba a una muchacha achinadita y muy pequeñita para mi talla. Era muy bonita y tenía unas formas realmente apetitosas. Se llamaba Violeta. Mi compañero de andanzas por esa época era un gran amigo llamado José, o "Chupón" como le decíamos todos. El--Pepe--enamoraba a Julia, hermana menor de Violeta y también muy guapa y muy chinita. El padre, un militar retirado tenía más de chino que el propio Chiang-Kai-Shek. Sucedía que en el barrio de Azcona, donde vivían las dos hermanas, habían varios muchachos que también pretendían a las chicas. Al comienzo hubo, en el ambiente, una cierta resistencia--de parte de los muchachos-- contra nosotros, pero la primera fiesta que hicieron las hermanas en su casa, y los primeros tragos que cruzamos con ellos, terminaron por reducir la enemistad contra nosotros, pero sólo de los dientes hacia afuera como se dice comunmente. Nos masticabamos pero no nos pasábamos.

Allá por el año l950 enamoraba a una muchacha achinadita y muy pequeñita para mi talla. Era muy bonita y tenía unas formas realmente apetitosas. Se llamaba Violeta.

2 1 2 Al final de la competencia, fuimos Pepe y yo los que conseguimos los favores de las muchachas, y... ya se imaginarán Uds. cómo se quedaron nuestros rivales ocasionales. El romance con las chicas no duró mucho. Apenas alcanzó los tres años y punto. Mucho tiempo después, estando yo casado y con tres hijos, tuve un percance del que fuí a parar al hospital. Había desarrollado un cuadro agudo de hemorroides por lo que necesitaba operación urgente. Y así fue. Me llevaron por emergencia al Hospital del Empleado y me instalaron en un cuarto, felizmente solo. Allí me enteré que lo primero sería examinarme y ver qué tipo de operación requería. Me llevaron en silla de ruedas hasta un tópico, me echaron sobre una cama y me quedé solo. Hasta aquí todo marchaba más o menos bien. Pero mi desgracia se había quedado en la puerta y...entró. --- Buenos días!.. Soy el Dr. Ayala!...

Había desarrollado un cuadro agudo de hemorroides por lo que necesitaba operación urgente. Y así fue. Me llevaron por emergencia al Hospital del Empleado y me instalaron en un cuarto, felizmente solo.

3 1 3 Si se me hubiera presentado Satanás en persona no hubiera sentido una impresión mayor...el médico que estaba delante mío...el que iba a examinarme, era nada menos que aquel rival que había dejado yo fuera de carrera cuando enamorábamos a las dos chinitas.. Y él era el que me iba a examinar!...la rabia que sentía no la podía demostrar... así que, haciendo un esfuerzo sólo pude responder al saludo y quedarme callado. El "negro" Ayala--por que era muy oscuro--no había cambiado casi nada, pero yo no sabía si él me había reconocido...si se habría dado cuenta de quién era su paciente... y su víctima!. Me tomó de una muñeca y consultó su reloj. Luego bajó mi párpado izquierdo, lo examinó y dijo: --- Colóquese boca abajo...por favor! Esa era la situación que yo temía y...había llegado. Me iba a examinar la única parte del cuerpo que yo no permitía ni a mis familiares que me la ojearan. Pero... qué hacía!...mi suerte estaba echada.. y yo también!...así que...con las uñas clavadas en las palmas de mis manos y los dientes apretados, me dí la vuelta y me coloqué como me lo ordenaba...pero...la cosa no terminaba allí...el maldito me dijo:

...la rabia que sentía no la podía demostrar... así que, haciendo un esfuerzo sólo pude responder al saludo y quedarme callado.

4 Encoja las piernas...por favor!... Sentía que el corazón cabalgaba fuertemente dentro de mi pecho...que la rabia me ahogaba y la humillación me tenía al borde del llanto...pero.. encogí las piernas y lo maldije con todas las fuerzas de mi alma!...sentí sus manos tibias en mis nalgas y sus dedos que separaban mis glúteos...volví a maldecir, pero esta vez mis maldiciones alcanzaron a la china Violeta, a toda su familia y...a la maldita hora en que las conocí Hay que hacer una proctoscopía!---dijo. En esos momentos yo no entendía bien qué era una proctoscopía, pero muy pronto iba a saberlo y...a maldecir a todos los proctólogos del mundo comenzando por ese negro carabalí que tenía delante...o mejor dicho... atrás!...me encontraba en la más humillante de todas las posiciones que fuera dable imaginar y...mostrando mi trasero a un extraño...y de todos los extraños,al que menos hubiera querido tener en ese sitio...y en esa posición...pero... Maldije al médico...a la familia del médico...a su quinta generación y hasta me maldije yo mismo!... Sentía mis nalgas heladas...el médico me había cubierto la cabeza con la ropa de cama, pero yo había abierto un pequeño orificio por un costado para ver todo lo que hacía... por si acaso!... En ese momento ingresó a la habitación una enfermera trayendo una mesita de

..volví a maldecir, pero esta vez mis maldiciones alcanzaron a la china Violeta, a toda su familia y...a la maldita hora en que las conocí... --- Hay que hacer una proctoscopía!---dijo.

5 1 5 ruedas con una serie de instrumentos. El cetrino tomó un par de guantes de goma de la mesita y mientras se los colocaba le dijo a la practicante: --- Prepárelo para una proctoscopía! La aludida cogió un pote de la mesita y acercándoseme, me untó una pomada en mi orificio que me hizo entrar en sospechas... Me iban a introducir algo!...trataba de mirar qué...pero no alcanzaba a ver nada...el cuello me dolía por el esfuerzo que hacía para mirar...la enfermera me volvió a cubrir y dijo: --- No se mueva...por favor!... Esto no le va a doler!... Quédese quietecito! Sentí sus pasos que se alejaban hacia la mesita y volví a espiarla... Dios mío...había tomado entre sus manos algo parecido al caño de una escopeta!... Era un tubo cromado enorme y del grosor de un palo de escoba!.. Y comprendí lo que querían hacer! Esta no es conmigo, me dije...y me dí vuelta de un solo salto. --- Qué es eso?!..---dije señalando el tremendo tubo.

..pero no alcanzaba a ver nada...el cuello me dolía por el esfuerzo que hacía para mirar...la enfermera me volvió a cubrir y dijo: --- No se mueva...por favor!... Esto no le va a doler!

6 No se preocupe por eso!... Sólo lo vamos a examinar!...me dijo el médico, pero pude presentir un dejo de ironía en sus palabras...o quizá era un atisbo de venganza...no sé, pero nuevamente me dí la vuelta...me untaron un poco más de lubricante y sentí que había llegado el fin de mi machura...de mi hombría por lo que nuevamente me rebelé y me volví a sentar preguntando: --- Me van a introducir eso---y señalaba al tubo---en el recto?! Pude apreciar que el médico le hizo una seña a la enfermera. Esta se acercó y nuevamente me tapó la cabeza diciéndome con esa voz acaramelada y monótona que usan todas: --- No tenga miedo...no le va a pasar nada! Sentí sus pasos que se alejaban y volví a espiarla. Había dejado el tubo sobre la mesita y buscaba no sé que cosas. Eso me tranquilizó...al rato sentí que me acariciaban una nalga y luego un pinchazo...me acababan de poner una inyección...seguramente para soportar el dolor, pensé...y escuché una voz que me decía: --- Cuente hasta diez en voz alta...por favor!

..de mi hombría por lo que nuevamente me rebelé y me volví a sentar preguntando: --- Me van a introducir eso---y señalaba al tubo---en el recto?

7 1 7 Y comencé a contar: --- Una...dos...tres...cuaaatro...ciiinnnco...---sentí que me estaba desvaneciendo seeeeeeiiiiissss---nuevamente sentí la voz del médico,--como si estuviera a mucha distancia-- que decía: --- Sepárele las nalgas!..---y luego...sólo recuerdo que amargas lágrimas corrían urentes por mis mejillas... A la mañana siguiente, llegó el médico de turno, pero no era el maldito "negro".. No!...A este no lo conocía...y él... muy sonriente me dijo: --- Y cómo está el paciente!? Yo creí percibir en esa sonrisa, el secreto de mi vergüenza, por lo que respondì casi con un gruñido: --- Bien...doctor! --- Siente dolores?

..sólo recuerdo que amargas lágrimas corrían urentes por mis mejillas... A la mañana siguiente, llegó el médico de turno, pero no era el maldito "negro".. No!

8 Sí! --- Muy fuertes? --- Sí! Y dirigiéndose a la enfermera que había entrado con él le dijo: ---Una inyección de Apronax y póngale Nupercainal...Nada de alimentos sólidos...todo líquido.---miró mi historia clínica que estaba colgada a los pies de mi cama y..después de hacer algunas anotaciones,se fue. Hasta aquí hubiera terminado la historia de mi proctoscopía, pero hay un pequeño capítulo que creo bien merece la pena relatar...fue a la mañana siguiente, cuando sentí deseos de ocuparme...me sentía un poco mareado todavía pero pensé que era por la pérdida de sangre de una parte y por las inyecciones de otra...la enfermera también se había retirado, por lo que bajé lentamente de mi cama y fui al inodoro... Dios mío!... Sólo de recordarlo se me ponen los pelos de punta!...estoy seguro que si a "El Dante" le hubieran practicado una proctoscopía, la hubiera incluído entre los horrores de su Infierno. Cuando me llegaron los deseos de evacuar, junto con ellos llegaron todos los demonios de la tierra y todos los dolores del averno...si me hubieren introducido un

Hasta aquí hubiera terminado la historia de mi proctoscopía, pero hay un pequeño capítulo que creo bien merece la pena relatar...fue a la mañana siguiente, cuando sentí deseos de ocuparme.

9 1 9 lanzallamas en el recto, no hubiera sentido tanta desesperación y ardor como en esos momentos...sólo atiné a retener todo lo que venía y ponerme de pie...mientras que juraba que jamás de los jamases me sentaría en un inodoro... Que cuanto tiempo duró esto?... No lo sé!...solo recuerdo que fueron muchos días y que yo pedía, antes de entrar al baño, cuando ya no tenía más remedio que hacerlo, que me inyectaran toda clase de antálgicos y que mi esposa estuviera a mi lado... Solo así! 0O0

..mientras que juraba que jamás de los jamases me sentaría en un inodoro... Que cuanto tiempo duró esto?... No lo sé!

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