Paleoantropología Cueva de La Pileta. La cueva de La Pileta está situada en el municipio de Benaoján, en la provincia de Málaga.

Transcripción

1 Paleoantropología Cueva de La Pileta La cueva de La Pileta está situada en el municipio de Benaoján, en la provincia de Málaga. Mapa: Situación de la Cueva de La Pileta, provincia de Málaga, España. La cueva se encuentra a 670 metros de altitud, en la vertiente sur del Cancho de las Mesas, un macizo de calizas jurásicas blanco grisáceas, nodulosas y margocalizas que alcanza los 1400 metros de altitud máxima y que constituye la parte malagueña del Parque Natural de Grazalema. Desde la actual entrada a la cueva se contempla toda la planicie que queda por debajo: la Hoya de la Cueva. La cueva tiene tres entradas: la cueva de las Vacas, antiguo acceso en época prehistórica que hoy está taponado por coladas estalagmíticas que se han formado desde entonces, la sima de las Grajas, entrada vertical por donde penetraron por primera vez con medios precarios los miembros de la familia Bullón, y la entrada actual, que se abrió en 1926 perforando la roca para facilitar la visita turística de la cueva. La cueva tiene más de dos kilómetros de galerías y un desnivel total de 72 metros. Plano de la Red Principal de la Cueva de la Pileta. Éste es básicamente el recorrido hecho por los turistas, el trazado es cómodo y prácticamente horizontal. Además de este sector existen otros, que son: las Galerías de la Sima de las Grajas, las Galerías Bajas, de fuerte pendiente descendente, y las Galerías Nuevas descubiertas en La Pileta fue descubierta en 1905 por José Bullón Lobato, propietario de la tierra en la que está la entrada a la cueva, mientras buscaba guano para utilizarlo como abono de las tierras. Las pinturas rupestres fueron estudiadas por Hugo Obermaier, el Abate M. Breuil y W. Vernet ya a comienzos de siglo, en 1912; en 1915 y como resultado de estos estudios se publicó la primera obra sobre la cueva y sus pinturas: «La Pileta à Benaoján (Málaga, Espagne)» publicada por el Instituto de Paleontología Humana de Mónaco. Como consecuencia de esta primera publicación

2 y de la popularización de las pinturas de la cueva fue declarada Monumento Nacional en Las exploraciones de la cavidad y de los restos arqueológicos continuaron a lo largo de toda la primera mitad del siglo XX. La cueva resistió, gracias a la familia Bullón, que desde el descubrimiento han sido propietarios, guias y conservadores de la cavidad, en buenas condiciones la Guerra Civil Española, durante la cual inclusó se trató de usar como polvorín. Las primeras publicaciones de autores españoles aparecen a partir de 1950, comenzando por Simeón Giménez Reyna, que tras una excavación arqueológica en la Pileta, publicó la única estratigrafia arqueológica del yacimiento, con restos materiales de época postpaleolítica. A partir de los 50, todos los autores que se han ocupado de la cueva, Francisco Jordá, Eduardo Ripoll o Javier Fortea o el matrimonio Dams, lo han hecho en relación con el conjunto de sus pinturas, aunque ente los estudios más recientes y detallados está el llevado a cabo, en 1985, por José Luis Sanchidrián y su equipo, publicado en la Revista de Arqueología en sus números 66 y 117, entre otras publicaciones más especializadas. Siguiendo los trabajos de J.L. Sanchidrián, en la Pileta puede encontrarse más de 300 mts. de galerías subterráneas decoradas con pinturas, desde simples trazos a conjuntos complejos de figuras y signos, con 463 puntos concretos donde se localizan más de tres mil motivos individualizables. Los motivos pictóricos se pueden dividir en dos grandes conjuntos: los paleolíticos, figuras zoomorfas (entre las que se distinguen ochenta y una especies distintas de animales) y signos abstractos, conocidos como ideomorfos, ya que se supone representan ideas que nos son desconocidas; y los posteriores al paleolítico, figuras y signos esquemáticos. Entre los animales los más representados, por este orden, son:équidos, cápridos, cérvidos, bovinos y peces. Las pinturas paleolíticas (realizadas durante el Pleistoceno Superior) se realizan en tonos amarillos, rojos y negros, con algunos matices, siguiendo la serie cronológica de utilización del color de más antiguo a más reciente, esto es, se considera que las más antiguas son las realizadas con los dedos impregnados en arcilla, teniendo éstas tonalidades marrones-amarillas y que se encuadran cronológicamente en el Solutrense Medio-Superior, las que le siguen son las de tonos rojizos que a veces se superponen a las marrones, en este color son muy abundantes los signos ideomorfos y escasos los animales, se sitúan en el Solutreo-Gravetiense, y las más recientes son las de color negro, que pertenecen al periodo azilienze, con escasos ideomorfos y gran representación de toros y caballos, se desarrolla plenamente en el Magdaleniense. Todo este conjunto pictórico puede fecharse entre las etapas del Paleolítico Superior conocidas como Solutrense y Magdaleniense, entre el y el 9.000, distribuidas por toda la cueva menos en las galerías de las Grajas, antiguo acceso a la cueva y la galería de la Reina Mora, donde sólo encontramos signos y esquematizaciones posteriores al Paleolítico. Los signos e ideomorfos paleolíticos son muy numerosos y entre ellos destacan formas serpentiformes, espirales, ovaladas o cuadrangulares, claviformes, vírgulas, series de puntos y líneas o trazos rectos pareados. Junto al importante conjunto de pinturas se encuentran grabados paleolíticos, mal conocidos hasta ahora. Respecto a las pinturas postpaleolíticas o esquemáticas, éstas se localizan en la zona de las Grajas, Galeria del Castillo, Salón del Lago, Galería de la Reina Mora, Galeria de los Peces, Salón del Pez y pequeñas zonas de las Salas de las Cabras y de las Serpientes. Están hechas con pigmentos negros utilizando una punta dura para su aplicación a la pared. Los tipos representados son muy variados: pectiformes, esteliformes, meandros, zig-zags, cápridos, cérvidos y reticulares de gran tamaño, además hay antopomorfos, numerosos ancoriformes y diversos trazos indescifrables.

3 Sobre el significado de estas pinturas rupestres, a pesar de lo mucho que se ha escrito y especulado, no existe ninguna explicación consensuada de las razones que llevaron a su realización ni a la elección de los lugares de ubicación de las pinturas, algunos realmente de muy difícil acceso. A menudo encontramos en los estudios del arte rupestre el uso del término "santuario" con una connotación mágico-religiosa, también encontramos quienes les atribuyen significado astronómico, pero realmente desconocemos la intención real de los autores de las pinturas. Figura de yegua, tal vez preñada, en el espacio conocido como Santuario de Breuil Arte holoceno de La Pileta; pinturas negras similares a ésta realizadas en grutas profundas se han encontrado en la Cueva de Nerja Lienzo de la Chimenea en el Salón del Pez Ideomorfos circulares en la Sala de las Tortugas. Signos muy similares a éstos se han encontrado en la Cueva Navarro, a 9 km del centro de la capital malagueña. Detalle de ideomorfos en el panel del Lago

4 Ideomorfo rectilíneo complejo El famoso pez de la Pileta, sin duda la pintura que más la ha popularizado por la rareza con que se dan este tipo de dibujos y en especial la calidad de ejecución con que aquí se encuentra. A pesar de la gran dificultad que supone su identificación, como resultado de estudios recientes se puede considerar como representación de una platija europea (Platichthys flesus L.), aunque no se descartan otras hipótesis. En el interior del pez se ve el dibujo de un animal, supuestamente una foca. Es poco conocido de la cueva de La Pileta (en comparación con la fama de su arte parietal), el valor de los restos que testimonian una ocupación como lugar de hábitat y necrópolis a lo largo de toda la Prehistoria Reciente, esto es, Neolítico, Edad del Cobre y Edad del Bronce, desde el quinto al primer milenio antes de Cristo. En 1942 Simeón Giménez Reyna, Fletcher Valls y Maña Angulo excavaron en la Sala de los Murciélagos, encontrando abundante material cerámico de dos tipos, uno de buena calidad, con superficies bruñidas y espatuladas recubiertas por pintura a la almagra, de color negro o rojizo, y otro de peor calidad, sin decoración o muy simple; todo este material de atribuye a un Neolítico Final. Entre el material lítico se han encontrado en la cueva hachas pulimentadas de sección oval en diorita y basalto, hachas votivas, piedras de molinos, y, en sílex, hojas dentadas y cuchillos. Realizados con hueso se han encontrado punzones, agujas (alguna de hasta 21 cm de longitud) con ensanchamiento en forma de talón. Además se han encontrado adornos hechos con conchas a las que se realizaron perforaciones para colgarlas. En metal se han encontrado tres hachas y un puñal pequeño triangular. Más conocido es el hallazgo de la llamada "Venus de Benaoján", un pequeño ídolo de barro cocido de seis cm de altura y 0,55 cm de grosor, a la que se da una cronología del Bronce II.

5 Ejemplar casi completo de vaso de cerámica agujereado a modo de colador. Se le atribuye una cronología del Neolítico Final ya en relación con la cultura del Bronce almeriense Venus de Benaoján, hallada en La cara posterior es lisa, la cara anterior presenta dos protuberancias a modo de senos y la zona inferior rellena de puntos hechos con un punzón, indicando el triángulo sexual. En la Cueva de Nerja, en Málaga, se ha encontrado un grabado de gran similitud con esta Venus. Visitas a la cueva: Actualmente la cueva permanece abierta todos los días del año, ofreciendo visitas guiadas por la mañana y por la tarde. La visita guiada a la cueva transcurre a lo largo de la galería principal, que tiene una longitud de unos 500 m. El recorrido dura una hora aproximadamente.

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