Costa Daurada. Cataluña

Transcripción

1 Costa Daurada Cataluña

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3 Cataluña Costa Daurada

4 Alt Camp Baix Camp Baix Penedès

5 Conca de Barberà Priorat Tarragonès

6 Costa Daurada, el aroma mediterráneo La fina arena dorada ha dado nombre a estas tierras bañadas por el mar Mediterráneo, un litoral que se extiende al sur y al norte de la ciudad de Tarragona _entre los núcleos marineros de Cunit y L Hospitalet de l Infant_ y se ensancha hasta la sierra de Prades por la vertiente interior. Si le gusta disfrutar del mar y de las actividades en la naturaleza, encontrará desde largas playas hasta acantilados que caen sobre el agua por donde discurren rutas y senderos. Podrá subir a las montañas costeras o acercarse hasta la sierra del Montsant y las montañas de Prades, para recorrer el Camino de Santiago, tierra adentro. Y si busca fiesta, podrá impregnarse de las tradiciones locales: jornadas castelleras, bailes de diablos y pasacalles con gigantes y cabezudos. También podrá descubrir el territorio a través de la gastronomía: pescado y marisco fresco, productos de la huerta, carne de caza, calçots y xató. Todo ello regado con los vinos tintos del Priorat, la Conca de Barberà, Tarragona o Montsant, o con los blancos más refinados del Penedès. La ciudad de Tarragona, capital de estas tierras, fue un importante centro medieval, aunque destaca sobre todo por su pasado romano. Y es que todavía hoy se conservan vestigios con dos mil años de historia, un legado que, por su importancia, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero la Costa Daurada aglutina muchos otros núcleos donde se percibe el peso de la historia: la villa de Montblanc y los monasterios que conforman la Ruta del Císter _Poblet, también Patrimonio de la Humanidad, y Santes Creus_ se encuentran entre los mejores exponentes del patrimonio medieval catalán. Además, muchos de estos pueblos guardan el recuerdo de artistas de fama internacional, como el músico Pau Casals, el dramaturgo Àngel Guimerà, el pintor Joan Miró y el arquitecto modernista Antoni Gaudí, que dejaron su huella en estas tierras. De hecho, la esencia de este estilo arquitectónico está muy presente en las bodegas dispersas entre las viñas y también en las ciudades. Cabe destacar Reus, núcleo comercial en el siglo xix, cuyos edificios 4

7 Forum provincial romano 5

8 se encuentran entre los máximos exponentes del modernismo, vinculado al art nouveau europeo, con especificidades en Cataluña. Las playas, los espacios naturales, las fiestas tradicionales, la gastronomía y el patrimonio arquitectónico hacen de la Costa Daurada uno de los rincones más singulares del Mediterráneo. Plato de xató Aiguamúrcia. Monasterio de Santes Creus 6

9 h L Hospitalet de l Infant Gratallops i 7

10 Tarragona, ciudad romana Los vestigios romanos son la esencia urbana de Tarragona, herencia de aquella Tarraco que hace dos mil años llegó a gobernar más de la mitad de la Península Ibérica como capital de la extensa provincia de Hispania Citerior. De hecho, en el siglo I a. C. la ciudad había adquirido tal importancia que incluso el emperador Augusto residió aquí entre los años 27 y 24 a. C. Destacan las murallas y el anfiteatro romano, situado a orillas del mar y de forma elíptica, que conserva buena parte de las gradas, con capacidad para espectadores. Todavía hoy, con un pequeño esfuerzo, podemos imaginar gladiadores y fieras luchando en la arena. Durante un paseo por la ciudad, nos irán sorprendiendo diversos vestigios: el circo romano uno de los mejor conservados de Occidente, el pretorio, los restos del teatro y los foros. A las afueras, destaca el acueducto del puente del Diablo y, sobre el trazado de la antigua Vía Augusta, el sepulcro de la torre de los Escipiones y el arco de Berà. Por todo ello, el conjunto arqueológico de la antigua Tarraco es uno de los más completos de la Hispania romana y, no en vano, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año Una vez al año, Tarragona da un salto en el tiempo para revivir la vida cotidiana en época romana. El festival Tarraco Viva ayuda a entender cómo era el día a día de los tarraconenses de hace dos mil años a través de visitas guiadas, talleres infantiles, recreaciones de luchas de gladiadores y catas gastronómicas, entre muchas otras actividades. Pero, para poder entender la complejidad y la magnificencia de la Tarraco romana, también vale la pena visitar los museos de la ciudad. El Museu Nacional Arqueològic (MNAT) nos muestra cerámicas, monedas, utensilios, esculturas y mosaicos para conocer el día a día de los habitantes de aquella época. El ejemplo más característico de la Tarragona medieval es la catedral, construida a partir del siglo xii sobre los restos del templo romano. Situada en la parte más elevada de la ciudad y tras una larga escalinata, la fachada de la sede arciprestal, de estilo románico-gótico, constituye un importante símbolo de poder. Se puede visitar la nave central, 8

11 Anfiteatro romano 9

12 el claustro, el campanario y el Museu Diocesà, que cuenta con una colección de unas seis mil piezas que abarcan desde la época romana hasta el siglo xix. Fue precisamente en esa época cuando se empezaron a construir los barrios del Eixample, que unirían el núcleo antiguo con el puerto. Con este fin se construyó la Rambla Nova, que conduce al viandante hacia la inmensidad del Mediterráneo. Custodiada por destacados edificios modernistas, la Rambla nos lleva hasta el Balcón del Mediterráneo, una buena atalaya sobre el mar, las playas y el barrio pescador del Serrallo. Passeig de l Escullera

13 Puente del Diable Mosaico de los peces (MNAT) 11

14 12 Oficina turisme

15 de 13

16 Reus, el esplendor modernista Reus vivió su punto álgido en los siglos xviii y xix, cuando se erigió en la segunda ciudad de Cataluña. La burguesía local quiso inmortalizar aquel momento con nuevas construcciones representativas de su poder adquisitivo, y ahora la ciudad alberga algunos de los mejores ejemplos del modernismo catalán. Para poder apreciar este amplio conjunto arquitectónico, la ciudad cuenta con la Ruta del Modernismo, un paseo señalizado por el centro histórico que permite disfrutar de elementos destacados del art nouveau catalán. Entre las figuras clave del modernismo de Reus, sobresale el arquitecto Antoni Gaudí. Si bien no está del todo claro que naciese en Reus, sí que vivió allí desde muy pequeño. Pese a que su legado artístico en la ciudad es escaso, en el año 2007 se puso en marcha el Gaudí Centre, un moderno centro de interpretación de la vida y la obra del arquitecto catalán más internacional, autor del Park Güell y de la Sagrada Familia de Barcelona. El otro artista representativo de este periodo fue Lluís Domènech i Montaner, arquitecto del Instituto Psiquiátrico Pere Mata, un centro de salud mental pionero en la época en el tratamiento de los enfermos psiquiátricos. Domènech también destacó en la construcción de residencias privadas, repartidas por toda la ciudad, como la Casa Rull y la Casa Gasull, ambas en la calle de Sant Joan, y la Casa Navàs, en la plaza del Mercadal. El buen momento económico que vivió Reus hace cien años también se notó en la vida cultural, y permitió la construcción de dos de los teatros más notables de Cataluña: el Teatro Fortuny (1882) y el Teatro Bartrina (1918). El primero se encuentra en la plaza de Prim, el centro neurálgico del Reus de ayer y de hoy, donde se alza la estatua ecuestre del general Prim, hijo de la ciudad. El fervor de entonces aún se nota en nuestros días. Reus es una ciudad viva, donde el comercio y la cultura siguen siendo los principales atractivos. Durante un 14

17 Teatro Fortuny 15

18 paseo por el centro urbano, el visitante encontrará una amplia oferta comercial y establecimientos de moda que destacan por la calidad de los servicios y la profesionalidad de los comerciantes. Casa Navàs 16

19 h Instituto Pere Mata Gaudi Centre i 17

20 El Montblanc medieval Entre los siglos xii y xiv, Montblanc, capital de la comarca de la Conca de Barberà, vivió su gran época de esplendor. La villa recibió diversos privilegios reales y no tardó en consolidar su peso político, hasta el punto de acoger la celebración de las Cortes generales catalanas en cuatro ocasiones. De aquella época destacan la iglesia de Sant Miquel, el Palacio Real, la judería y el convento de Sant Francesc. Esos edificios constituyen ahora los principales vestigios arquitectónicos de la que fue una de las principales ciudades catalanas durante la Edad Media. Sin embargo, si por una cosa destaca esta población es por el recinto amurallado de metros de perímetro, con treinta y una torres y cinco portales. Fue precisamente en el portal que daba salida hacia las montañas de Prades donde el caballero Sant Jordi, patrón de Cataluña, mató al dragón que tenía a la princesa prisionera. Al menos, eso cuenta la leyenda que recogió el folclorista catalán Joan Amades. Todos los años, en torno al día de Sant Jordi, el 23 de abril, Montblanc celebra la Semana Medieval. Las calles, las plazas y las torres de la muralla de la ciudad lucen banderas y estandartes señoriales, mientras numerosos actos transportan al público hasta la Edad Media. Los asistentes a esta fiesta que se celebra durante dos fines de semana pueden revivir escenas de la vida de la época mientras disfrutan del mercado medieval, de la representación de la leyenda de Sant Jordi o de la escenificación de las Cortes catalanas, por ejemplo. Por su fidelidad y rigor históricos, variedad de actos y proyección exterior, la Semana Medieval de Montblanc ha sido declarada fiesta de interés turístico nacional en Cataluña y en España

21 Murallas 19

22 h Juderia Semana Medieval i 20

23 Portalet del Foradot 21

24 Inspiración de grandes artistas Paseando por los núcleos de la Costa Daurada se puede seguir la huella de artistas de fama internacional. En El Vendrell, por ejemplo, sobresale la figura de Pau Casals, que destacó como intérprete y compositor de música para violonchelo, pero también como intelectual comprometido con la paz. Y en Mont-roig del Camp destaca el recuerdo del pintor vanguardista Joan Miró, quien desde pequeño veraneó en este pueblo rural de la comarca del Baix Camp. Joan Miró y Mont-roig del Camp Mas Miró fue el refugio del pintor Joan Miró ( ) durante sus estancias veraniegas en Mont-roig del Camp. Los contrastes de los paisajes que rodean la población coronada por el extraordinario mirador natural de la ermita de la Mare de Déu de la Roca enamoraron a uno de los artistas más reconocidos del siglo xx. Miró llegó aquí por primera vez en 1911, para curarse de una fiebre tifoidea, por lo que Mont-roig siempre fue el paraíso donde recuperó la salud y tuvo libertad para hacer lo que más le gustaba: pintar. Con el paso de los años, los vínculos entre el pintor y la población se fueron intensificando. De hecho, durante las décadas de 1920 y 1930, Miró alternaba las temporadas en París con las vacaciones de verano en Mont-roig. Así, amigos del pintor como Ernest Hemingway, Alexander Calder y Josep Lluís Sert visitaron en más de una ocasión esta tranquila población de la Costa Daurada. El Centre Miró, ubicado en la antigua iglesia del pueblo, ofrece a los visitantes la posibilidad de contemplar facsímiles de cuadros del artista inspirados en paisajes del municipio. En el centro se explica hasta qué punto la naturaleza, el trabajo, los objetos, los paisajes y la relación de Joan Miró con los payeses determinaron su obra. Son buenos ejemplos cuadros como La masía, Pueblo e iglesia de Mont-roig o el impresionante tapiz El lagarto de las plumas de oro. Las huellas del pintor en la localidad pueden seguirse por el itinerario Miró, un recorrido que pasa por algunos de los puntos que inspiraron al artista en sus creaciones. En total, son nueve localizaciones 22

25 Mont-roig del Camp. Centre Miró 23

26 h Sant Salvador. El Vendrell Vil la Museu Pau Casals El Vendrell. Monumento a Pau Casals i 24

27 h El Vendrell. Iglesia de Sant Salvador Mont-roig del Camp i 25

28 desde las cuales creó algunos de sus cuadros más conocidos. Así se pueden conocer los originales de los originales. El itinerario empieza en la playa del municipio pintada en el cuadro Playa de Mont-roig, pasa por su masía, por el centro del pueblo y por los campos de tierra labrada, hasta terminar en la ermita de la Mare de Déu de la Roca, cuya encumbrada capilla inmortalizó en el cuadro Mont-roig, Sant Ramon. La ruta de las barracas de piedra seca permite descubrir la razón del amor del artista por esta tierra más auténtica y rural. Pau Casals y El Vendrell El Vendrell y Pau Casals ( ) son dos nombres intrínsecamente relacionados. En esta localidad, capital de la comarca del Baix Penedès, nació uno de los violonchelistas más importantes del siglo pasado. No obstante, la guerra civil y el exilio forzoso del año 1939 lo mantuvieron alejado de su tierra durante los últimos treinta y cuatro años de su vida. Hombre de grandes principios democráticos, tan solo regresó una vez a El Vendrell, y murió en Puerto Rico en 1973, dos años antes del final del franquismo. Pese a este largo exilio, la huella del músico está muy presente en El Vendrell. Su casa natal, abierta al público, permite descubrir cómo era la vida de una familia humilde de finales del siglo xix. Pero su legado se concentra en la Vil la Museu Pau Casals, la casa que se construyó en el barrio marítimo de Sant Salvador, a orillas del mar, y que también es la sede de la Fundación Pau Casals, una institución que trabaja para potenciar la música como instrumento para crear un mundo mejor y en paz, los mismos ideales que le movieron a lo largo de los años. En el museo se expone un importante legado artístico, pues, además de objetos personales, incluye una amplia colección de esculturas. Muy cerca se construyó el Auditorio Pau Casals, con una intensa programación musical y pedagógica que no solo abarca la música clásica, sino también la música tradicional, la canción popular y el jazz. El Vendrell ofrece diversos itinerarios para descubrir y aprovechar al máximo el legado del gran maestro. Pero, además de Pau Casals, la ciudad cuenta con otros hijos ilustres, entre los cuales cabe destacar al dramaturgo y poeta Àngel Guimerà, autor de obras como Mar i cel y Terra baixa. Tampoco hay que olvidar visitar la iglesia de Sant Salvador, del siglo xviii, con un esbelto campanario y el órgano que tocaba Pau Casals de pequeño, siguiendo los pasos de su padre, también músico. Como colofón, es recomendable sentarse en alguno de los restaurantes de la población para degustar la gastronomía local, donde destaca el xató, uno de los platos más suculentos de la comarca. La Ruta de los Genios vincula a los tres grandes artistas universales con el paisaje de los municipios de la Costa Daurada donde pasaron largas temporadas: Antoni Gaudí en Reus, Joan Miró en Mont-roig del Camp y Pau Casals en El Vendrell. En los centros de interpretación dedicados a cada uno de estos personajes, los visitantes pueden, además, conocer la esencia del territorio, los pueblos y las ciudades, la naturaleza y la gastronomía

29 h Mont-roig del Camp. Santuario de la Mare de Déu de la Roca El Vendrell. Casa natal de Àngel Guimerà i 27

30 El Camino de Santiago Naturaleza y patrimonio: el binomio entre senderismo y cultura es uno de los atractivos del Camino de Santiago, un itinerario originariamente religioso que une diversos puntos de Europa con la catedral de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol. Uno de los ramales del Camino, que atrae a fieles y no fieles llamados por la historia y la belleza del trayecto, nace en Tarragona. El tramo que une esta ciudad con Lleida ha sido diseñado y señalizado recientemente, como parte de una apuesta por recuperar los itinerarios de esta peregrinación y, al mismo tiempo, potenciar el turismo en las comarcas interiores de Cataluña. El recorrido se ha planificado a partir del trazado histórico que utilizaban los peregrinos que partían de Tarragona hacia Santiago, seguramente, aprovechando el tramo de vía romana que unía la ciudad con Lleida, donde este ramal se unía con el que llegaba del monasterio medieval de Sant Pere de Rodes, en el Empordà. Los poco más de 150 km del Camino de Santiago que unen Tarragona con Lleida se pueden recorrer a pie, en bicicleta o a caballo. El itinerario está pensado para que, cada diez kilómetros, los senderistas encuentren núcleos urbanos o infraestructuras de acogida donde mitigar el esfuerzo. El caminante pasa por las localidades de El Catllar, Renau, Vilabella, Bràfim, Vila-rodona, Aiguamúrcia y Santes Creus, El Pla de Santa Maria, Cabra del Camp, Barberà de la Conca, Montblanc, L Espluga de Francolí, Senan y Vimbodí. Esta ruta está diseñada para realizarla en cinco o seis etapas si se quiere llegar hasta Lleida, la más larga de las cuales de 33 km discurre entre la catedral de Tarragona y el monasterio de Santes Creus. De hecho, el trazado coincide con los principales monasterios de la Ruta del Císter, como Santes Creus, Poblet declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y Vallbona de les Monges, ya en tierras del Urgell. 28

31 Señalización 29

32 30 Señalización

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34 La Ruta del Císter Los monasterios de Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges son los tres conventos catalanes que vertebran la Ruta del Císter. Desde su fundación, los tres siguen la regla benedictina, que propugna un retorno a los orígenes y una voluntad de austeridad y alejamiento del mundo. El monasterio de Santa Maria de Poblet El monasterio de Santa Maria de Poblet se encuentra en la vertiente norte de las montañas de Prades, en la Conca de Barberà, en pleno bosque de Poblet, declarado Paraje Natural de Interés Nacional. Fundado en el año 1150 por Ramón Berenguer IV en tierras conquistadas a los sarracenos, el monasterio fue suprimido por las leyes del Estado en 1835, hasta que un grupo de monjes de la Orden de San Benito procedente de Italia lo refundó en xii, se articula en torno a tres naves con transepto y una cabecera de lo más compleja. Del conjunto destacan la gran portalada barroca, abierta a la muralla, el retablo renacentista de Damià Forment y el claustro mayor con sus dependencias. Poblet se convirtió en panteón real. Alfonso el Casto, hijo del fundador del monasterio, fue el primer monarca que mandó que lo enterrasen allí. En 1340, el rey Pedro el Ceremonioso convirtió Poblet en panteón oficial de la Casa de Aragón. Así, en el monasterio se encuentran, entre otros, los restos mortales de los reyes Jaime I el Conquistador, Alfonso el Magnánimo y Martín el Humano. En la actualidad, la comunidad monástica de Poblet, además de cuidar del monasterio, ha hecho de este conjunto monumental un dinámico centro religioso y cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El conjunto, construido entre los siglos xii y xviii, constituye uno de los monumentos monásticos más importantes de Europa. El edificio está formado por tres recintos precedidos de un gran patio amurallado. La iglesia monástica, del siglo El monasterio de Santes Creus El monasterio de Santes Creus se encuentra en el municipio de Aiguamúrcia, en un valle recluido a orillas del río Gaià. Es uno de los conjuntos 32

35 Monasterio de Poblet 33

36 h Monasterio de Poblet Monasterio de Santes Creus i 34

37 monásticos cistercienses más grandes y mejor conservados que permanecen abiertos al público. Fundado en el año 1168, siempre ha contado con la protección de la realeza y la nobleza, gracias a lo cual se convirtió en un importante centro espiritual, de estudios y de colonización del territorio. La iglesia alberga los sepulcros reales de Pedro el Grande y de Jaime II y su esposa, Blanca de Anjou, así como el del gran almirante Roger de Llúria. De planta de cruz latina y con tres robustas naves, la puerta románica, con un impresionante ventanal gótico en la fachada de poniente, constituye un claro ejemplo de sobriedad imponente. El cenobio se fortificó durante los siglos xiv y xv. Del conjunto, cabe destacar el scriptorium, la sala capitular, el inmenso dormitorio de los monjes con arcos diafragmáticos y el magnífico claustro gótico, de una riqueza escultórica excepcional, atribuido al maestro inglés Reinart des Fonoll. La Ruta del Císter continúa hasta el monasterio de Santa Maria de Vallbona, ya en comarcas leridanas, un cenobio femenino situado en el extremo meridional de la comarca del Urgell, junto a la Segarra y la Conca de Barberà. Monasterio de Vallbona de les Monges www. larutadelcister.info

38 Cocina de esencia mediterránea La dieta mediterránea, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, es uno de los valores más apreciados por los turistas que visitan la Costa Daurada. El pescado, la fruta, las verduras, las legumbres y el aceite de oliva caracterizan esta cocina que apuesta por los productos locales y de temporada. De todo ello deriva una gastronomía variada e innovadora, pero de base tradicional, donde destacan verduras como los calçots y platos como el xató. Pescado y marisco Cambrils y Tarragona son dos de las principales poblaciones marineras catalanas que cuentan con puerto pesquero. El pescado fresco que llega a estos puertos, desde pescado azul hasta marisco, logra satisfacer los paladares más exigentes. Así, los restaurantes de Tarragona y de Cambrils localidad marinera donde se celebran las Jornadas Gastronómicas de la Galera son de los mejores rincones de la Costa Daurada para disfrutar de esta gastronomía de naturaleza mediterránea que combina los productos del mar con los alimentos procedentes de zonas de secano y de montaña. Del xató al calçot Más allá del pescado y el marisco, los calçots y el xató son los productos estrella de la cocina local de las comarcas tarraconenses. Núcleos como El Vendrell, Cunit y Calafell forman parte de la Ruta del Xató, un itinerario gastronómico que une diversos municipios de la costa catalana donde se puede degustar este plato marinero elaborado con escarola, boquerones, bacalao y atún, todo ello condimentado con una salsa de almendras. Eso sí, la receta varía sensiblemente de un pueblo a otro. Si quiere probarlo, conviene estar atento a las jornadas gastronómicas que se organizan desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera en buena parte de estas poblaciones del litoral catalán. Y para acompañar el plato, no deje de probar los vinos blancos y los cavas locales. Al igual que el xató, los calçots también se acompañan de una salsa de almendras, conocida como romesco. Pero qué es el calçot? Es una variedad de cebolla tierna _con Denominación de Origen de Calidad (DOQ) en estas comarcas_ que se cultiva en la zona, especialmente apreciada por los payeses de la ciudad de Valls, si bien con el tiempo se ha acabado cultivando en toda la región 36

39 37 Vendimia

40 h L Espluga de Francolí. Bodega cooperativa Valls. Gran Festa de la Calçotada i 38

41 del Camp de Tarragona y más allá. Se reconoce por su característico sabor, con un punto dulce. A principios del siglo xx, entre las familias de Valls se puso de moda organizar calçotades, unos ágapes que han adquirido gran popularidad en nuestros días. Esto se pone especialmente de manifiesto desde finales de enero hasta mediados de abril, cuando los restaurantes de la zona se llenan de comensales dispuestos a degustar una de las exquisiteces más singulares de la cocina catalana, normalmente acompañada de carne a la brasa. Así, Valls se ha erigido en el núcleo duro de esta tradición culinaria, y a finales de enero organiza la Gran Fiesta de la Calçotada, que marca el inicio de la temporada gastronómica por excelencia. Se trata de una jornada festiva que impregna las calles y plazas de la ciudad. El programa de actos incluye todo tipo de concursos relacionados con el calçot: pasacalles, demostraciones culinarias y un gran concurso de comedores de calçots. Tierra de vinos Los territorios romanos que conformaban la actual Cataluña ya destacaban por la calidad de sus vinos, una especificidad que ha perdurado hasta nuestros días. La Costa Daurada incluye cuatro de las denominaciones de origen de los vinos catalanes y buena parte de su territorio está incluido en la DO Cava. La DO Tarragona, la DO Conca de Barberà, la DO Penedès, la DO Montsant y, en especial, la DOCa Priorat pueden presumir de algunos de los mejores vinos que pueden degustarse en Europa. Aromas del Priorat y la sierra del Montsant Los vinos del Priorat, con Denominación de Origen Calificada, forman parte de la única denominación de origen reconocida con la máxima calidad en Cataluña, la DOCa. La tradición de elaborar vino en esta comarca se remonta al siglo xii, cuando la introdujeron los monjes de la cartuja de Escaladei, procedentes de la región francesa de la Provenza. En la actualidad, los restos de esta cartuja, la primera construida en toda la Península Ibérica, a los pies de la sierra del Montsant, son de visita obligada para todo aquel que desee descubrir los orígenes de la comarca del Priorat. En el Priorat, los terrenos donde se cultiva la vid son singulares por su suelo, un sustrato compacto de pizarras que se conoce con el nombre de llicorella. La geografía abrupta de esta comarca, con pendientes muy pronunciadas, dificulta las labores de recolección de la uva, lo cual ha llevado al cultivo de viñas en terrazas construidas en la ladera de la misma montaña. Este terreno da vinos fuertes, brillantes y de alta graduación. Los tintos son los protagonistas en la producción vinícola del Priorat, ya que representan el 90% de la producción. Cariñena, cabernet, garnacha negra, merlot y syrah son las variedades de uva con las que se elaboran estos vinos, adecuados para acompañar platos de caza. En cambio, las variedades de garnacha blanca, pedrojiménez, chenin, viognier y macabeo se utilizan en la producción de vinos blancos. Dentro de la misma comarca del Priorat, encontramos la DO Montsant. Vinos de crianza con un alto grado de alcohol predominan en esta zona, donde el 70% de la producción vinícola se destina a la exportación, con mercados que llegan hasta Alemania, Estados Unidos, Francia, Suiza y el Reino Unido. Pese a la juventud de la DO Montsant, expertos en el mundo del vino ya han destacado su potencial y alabado la excepcionalidad de sus elaboraciones. Dentro de esta denominación de origen, cabe destacar la bodega de Capçanes, uno de los pocos centros europeos que produce vino kosher, siguiendo un estricto proceso de elaboración de acuerdo con los cánones de la ley judía, que se consume en las principales comunidades hebreas del mundo. Tarragona, La Conca de Barberà y El Penedès La DO Tarragona abarca los vinos que se producen en las viñas de la región del Camp de Tarragona y en buena parte de la Ribera d Ebre (en 39

42 las Terres de l Ebre). Elaborados con variedades como tempranillo, merlot y syrah, los vinos tintos de esta denominación de origen son aromáticos. En cambio, los rosados son frescos y con tonalidades cereza. Para la producción de los blancos _ auténticos protagonistas en esta zona_ se utilizan las variedades macabeo, parellada y xarelo, entre otras, que se transforman en vinos que, una vez en la mesa, acompañan los platos de pescado y marisco típicos de este rincón mediterráneo. El discípulo de Antoni Gaudí, Cèsar Martinell, también proyectó bodegas y sindicatos agrícolas concebidos como joyas arquitectónicas del modernismo. Son obra de Martinell las bodegas cooperativas de Aiguamúrcia, Santes Creus y Nulles. Mención aparte merece la bodega cooperativa de Falset, considerada una de las más representativas de la época en Cataluña. En el extremo norte de las comarcas tarraconenses también encontramos una parte de la DO Penedès, la más extensa de Cataluña en lo que respecta a hectáreas de superficie. Entre la diversidad de variedades blancas y negras que se cultivan aquí, la más característica del Penedès es el xarelo, una uva que da unos apreciados vinos blancos frescos y afrutados, que también sirve para dar cuerpo al cava. Pero la tradición vinícola de la Costa Daurada no acaba aquí. Destaca también la DO Conca de Barberà, ligada a la historia del monasterio de Poblet. Y es que fueron los monjes de este convento cisterciense los que impulsaron el cultivo de la vid en la comarca. Su variedad característica es el verdejo, que produce un vino rosado aromático y ligero, muy refrescante. Las catedrales del vino La producción de vino va asociada a la construcción de bodegas, la mayor parte de las cuales, en Cataluña, son de estilo modernista. Bautizadas con el sobrenombre de catedrales del vino por el dramaturgo Àngel Guimerà, en L Espluga de Francolí encontramos uno de los edificios de este tipo más antiguos _data de 1913_, construido por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner y por su hijo Pere Domènech i Roura. Ellos también fueron los autores de otras bodegas, como las de Pira, Barberà de la Conca, Sarral y Rocafort de Queralt, proyectadas para unir modernidad y funcionalidad con pinceladas características del arte gótico

43 h Cambrils La Morera de Montsant. Cartuja de Escaladei i 41

44 Cultura popular La cultura popular es uno de los rasgos identificativos más importantes de cualquier territorio. Articula los sentimientos de pertenencia compartida, marca el calendario y vincula el presente con el pasado. En la Costa Daurada abundan los matices festivos, ya sean jornadas castelleras, correfocs, representaciones teatrales, celebraciones religiosas o jornadas gastronómicas. Castellers, una tradición única La tradición castellera es una de las manifestaciones culturales más genuinas y diferenciadas de Cataluña, con una historia que se remonta más de doscientos años atrás. En la construcción de estas torres humanas intervienen decenas de personas que se unen para levantar diferentes tipos de estructuras, algunas de hasta diez pisos, sin ningún tipo de ayuda mecánica. Esta tradición, que une la cultura del esfuerzo, la emoción y la solidaridad, ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Si bien esta tradición nació en Valls y sus alrededores entre finales del siglo xviii y principios del xix, poco a poco se fue extendiendo por el Camp de Tarragona, El Penedès y, durante el siglo xx, por el resto de Cataluña y las Islas Baleares, donde se ha consolidado en los últimos treinta años. En la actualidad, de primavera a otoño, diversas localidades celebran sus jornadas castelleras. Las más concurridas son las de Vilafranca del Penedès (el 30 de agosto, San Félix), Tarragona (el 23 de septiembre, Santa Tecla) y Valls (el 21 de octubre, Santa Úrsula). Además, desde 1980 la antigua plaza de toros de Tarragona (actual Tarraco Arena Plaça) acoge un concurso bienal de castells que pone a prueba la habilidad de las principales collas de Cataluña. Fiestas mayores y tradiciones religiosas Más allá de la peculiar tradición castellera, cada localidad de la Costa Daurada muestra sus singularidades culturales en algún momento, ya sea en el marco de la fiesta mayor o durante alguna de las festividades _mayoritariamente religiosas_ repartidas por todo el calendario y que se suceden desde San Antonio (en enero) hasta Navidad (en diciembre). Durante los últimos años, las instituciones públicas han velado por 42

45 Valls. Castellers por Santa Úrsula 43

46 la conservación del patrimonio cultural, por lo que algunas de estas celebraciones han sido declaradas fiestas de interés nacional por la Generalitat de Cataluña. Uno de los mejores ejemplos es la Fiesta Mayor de Tarragona, en honor de Santa Tecla. Se celebra en torno al 23 de septiembre y sus orígenes se remontan a la época medieval. Su séquito popular, uno de los más ricos de los Países Catalanes, encadena bailes tradicionales, elementos del bestiario popular _gigantes, cabezudos y otras figuras_, entremeses, bailes hablados, representaciones alegóricas e intérpretes de música tradicional conocidos como sonadors. El momento culminante de la fiesta llega el 24 de septiembre, cuando las collas castelleras locales levantan un pilar delante de la catedral y bajan las escaleras del Pla de la Seu hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento. En la mayoría de estas fiestas patronales no puede faltar el baile de diablos. Su origen es incierto, pero parece ser que podría derivar de las danzas y el teatro que se representaban en la calle durante la Edad Media. Protagonizados por personajes diabólicos que escenifican un enfrentamiento entre el bien y el mal, con los años han incorporado el fuego y la pirotecnia. Esta actividad se ha mantenido especialmente viva en la población de L Arboç. Su fiesta mayor, que se celebra el cuarto domingo de agosto en honor a San Julián y los Santos Mártires, es famosa por su séquito popular, que se ha conservado prácticamente intacto desde hace más de cien años, compuesto por el baile de diablos, el dragón Badalot, los gigantes y los cabezudos, entre otras expresiones de la cultura popular. Pero la riqueza cultural de estas tierras no acaba aquí. El programa de la Fiesta Mayor de la Reus. Baile de gitanas 44

47 h Tarragona. Procesión de Viernes Santo Salomó. Baile del Santo Cristo i 45

48 Tarragona. Castellers Reus. Procesión de lss Tres Gracias 46

49 Virgen de la Misericordia de Reus incluye actos similares. Sin embargo, no cabe duda de que una de las celebraciones más esperadas del Camp de Tarragona tiene lugar en Valls: las Fiestas de la Candela. Ahora bien, estas fiestas solo se celebran cada diez años. El origen de la celebración se remonta al siglo xiv, cuando una epidemia de peste provocó miles de muertos. Los habitantes de Valls pidieron a la Virgen de la Candela que pusiese fin a aquella epidemia y, como las muertes cesaron, todavía hoy se celebra una fiesta en su honor. El espíritu de estas fiestas marca la vida de Valls y el dicho popular lo constata: En Valls se cuenta de diez en diez. El fervor religioso Siglos y siglos de tradición cristiana hacen que la religión esté presente, de forma más o menos explícita, en buena parte de las manifestaciones culturales del territorio. La evidencia más clara la encontramos en los actos que se celebran durante la Semana Santa. Tarragona, por ejemplo, rememora las tradiciones medievales con la procesión del Santo Entierro, documentada desde el año Se celebra el Viernes Santo y cuenta con la participación de diecinueve pasos (esculturas que escenifican los últimos momentos de la vida de Jesucristo), la mayoría de ellos cargados al hombro por feligreses. empieza el Viernes Santo a mediodía, conduce la imagen del Santo Cristo hasta su iglesia, con un séquito que incluye numerosos rituales. Durante la Semana Santa, diversas localidades del Camp de Tarragona escenifican la pasión y la muerte de Jesucristo. Una de las representaciones más célebres es la de La Selva del Camp, con gran arraigo en la población. El Viernes Santo ha sido declarado fiesta tradicional de interés nacional; cabe destacar la fuerza y la emoción del Vía Crucis al Calvario, que se recorre de madrugada. Todo ello va acompañado de la música del séquito y de la danza de la muerte, recuperada recientemente del folclore medieval. Ya pasada la Semana Santa, en mayo, el pueblo de Salomó entre Tarragona, Valls y El Vendrell celebra el baile del Santo Cristo, un espectáculo de origen medieval que combina teatro y danza. Reus tampoco es una excepción. Su Fiesta Mayor de San Pedro se celebra desde hace al menos cuatrocientos años y conserva buena parte de los rituales originales, especialmente en lo que respecta a los oficios religiosos y las procesiones. Pero también es en Semana Santa cuando el fervor de los creyentes se deja sentir de verdad. Los actos de esos días reúnen a una veintena de cofradías. Cabe destacar la procesión de las Tres Gracias, reconocida por la Generalitat de Cataluña como elemento festivo y patrimonial de interés nacional. Esta multitudinaria procesión, que

50 Grandes playas, pequeñas calas Desde Cunit hasta L Hospitalet de l Infant, las playas de la Costa Daurada son, sin duda, uno de los principales atractivos turísticos de este territorio. En total hay unas sesenta playas, buena parte de ellas con bandera azul, que se extienden en un tramo de mas de 80km. La playa de Calafell, por ejemplo, ofrece 5 km lineales de playa ininterrumpida, en un caso excepcional. Pero las playas de Coma-ruga con las aguas terapéuticas del manantial de L Estany y El Riuet o las de Miami Platja y L Hospitalet de l Infant se alternan con tranquilas calas y zonas de acantilados, con pinos umbrosos que llegan hasta el agua. Más al norte, el cabo de Salou un promontorio rocoso que sobresale unos 2 km de la línea de la costa, no muy lejos de Tarragona también esconde deliciosos rincones como cala Morisca, cala de La Vinya, cala de La Font, cala de La Penya Tallada y cala Els Crancs. Para los amantes del mar y de la aventura, la mayoría de las localidades del litoral tarraconense proponen todo tipo de actividades acuáticas. La Estación Náutica Costa Daurada (que agrupa las localidades de Salou, Cambrils, L Hospitalet de l Infant-Vandellòs y Mont-roig del Camp-Miami Platja) coordina los servicios de las empresas locales para promover cursos de iniciación a la navegación con vela ligera, rutas con kayak o clases de submarinismo, entre otras actividades. Ahora bien, en los últimos años el deporte estrella es el flysurf o kitesurf, una modalidad de surf que permite realizar espectaculares saltos sobre el agua con la ayuda de una cometa. Para quien no esté habituado al esfuerzo físico, una buena alternativa consiste en alquilar un barco y bordear la costa para disfrutar del encanto del territorio desde el mar. Se trata de una actividad orientada sobre todo al público familiar. Y es que cabe señalar que Calafell, Salou, Cambrils y La Pineda Platja (Vila-seca) poseen el certificado de Destino de Turismo Familiar, un sello de calidad que concede la Generalitat de Cataluña por la calidad de servicios orientados a las familias. Pueblos marineros Más allá del atractivo del azul mediterráneo, la Costa Daurada es un litoral donde la historia está muy presente hasta la misma orilla del mar. Buena 48

51 Altafulla. Castillo de Tamarit 49

52 muestra de ello es el conjunto capitaneado por el castillo de Tamarit, en la desembocadura del río Gaià. Recientemente este edificio del siglo xi y su iglesia románica han sido restaurados, y ahora albergan acontecimientos diversos. Muy cerca se ncuentra el núcleo de Altafulla, coronado por un castillo medieval y por la cúpula de la iglesia de Sant Martí, del siglo xviii. Un poco más al norte, un espléndido castillo renacentista, construido a finales del siglo xvi, domina sobre Torredembarra. En Creixell hay otro castillo, este de origen románico, aunque la mayor parte de lo que se ve es posterior al siglo xvi. Sin ir muy lejos, en Calafell encontramos el castillo y la iglesia románica de la Santa Creu, del siglo xi, y la antigua ciudadela ibérica, de los siglos vi-ii a. C. Todo ello sin olvidar el principal núcleo histórico de la Costa Daurada: los restos romanos de Tarragona, muchos de ellos construidos a orillas del mar, como muestra del vínculo de esta gran capital romana con el Mediterráneo. La vuelta al mundo en PortAventura Como complemento a la oferta turística de sol y playa, especialmente relevante en las poblaciones marineras, la Costa Daurada cuenta con uno de los centros de ocio más importantes del sur de Europa: el parque de atracciones PortAventura. Concebido para atraer turismo familiar, propone un recorrido temático por la Polinesia, México, China, el Oeste americano y el Mediterráneo, a través de atracciones, espectáculos callejeros, representaciones teatrales de gran formato, zonas de restauración y tiendas. La montaña rusa del Dragon Khan, una de las más largas de Europa, se ha convertido en el atractivo favorito del visitante. Las instalaciones, situadas entre los núcleos de Salou y Vila-seca, también incluyen un parque de atracciones para los más pequeños de la familia, un parque acuático y un completo complejo turístico con centro de convenciones, campos de golf, hoteles, piscinas y acceso directo a la playa. Inaugurado en 1995, PortAventura se ha consolidado como un gran polo de atracción turística, que cada año recibe más de tres millones de visitantes. Un momento para el relax El turismo relacionado con el bienestar y la salud ha cobrado impulso recientemente. En este ámbito, la Costa Daurada ha sabido combinar tradición con modernidad. Desde hace años, las aguas medicinales han dado renombre a la Salou. Passeig Maritim 50

53 Salou. PortAventura 51

54 h Montbrió del Camp. Termes Montbrió Salou. Cala Crancs i 52

55 población de Vallfogona de Riucorb, situada en el extremo noroccidental de las comarcas tarraconenses, cerca de la Segarra y el Urgell. Esto se aprovechó a finales del siglo xix para construir uno de los balnearios más concurridos de la zona. Las propiedades de las aguas de Vallfogona son ideales para el tratamiento de enfermedades como el reumatismo, la artritis o el asma, así como para terapias antiestrés. Más recientemente, el aumento de la demanda de este tipo de servicios ha dado lugar al nacimiento de centros que responden al concepto de bienestar integral o wellness. En Montbrió del Camp y en La Pineda, por ejemplo, hay establecimientos que ofrecen tratamientos con aguas para aliviar el reumatismo crónico, enfermedades dermatológicas y respiratorias, o para trabajar la relajación Altafulla 53

56 Deporte y naturaleza Como complemento de los paisajes marítimos, el visitante de la Costa Daurada puede perderse por sierras interiores pero próximas al litoral. La sierra de Llaberia, la del Montsant, el valle del Gaià y las montañas de Prades _con el paraje natural de Poblet_ están atravesadas por senderos que facilitan el contacto con la naturaleza y el descubrimiento de pueblecitos perdidos en los valles, ya sea a pie, a caballo o en bicicleta. Del Montsant a Prades La sierra del Montsant y las montañas de Prades se alzan en el interior de las comarcas tarraconenses. Los municipios de Cornudella de Montsant y Ulldemolins sirven de enlace entre las dos sierras, unidas físicamente y con una historia compartida. Como su nombre indica, la sierra del Montsant es una pequeña cadena montañosa espiritual, cargada de misticismo. Numerosas ermitas como la de Sant Salvador, en el término de Margalef de Montsant; la de Santa Magdalena, en Ulldemolins, o la de Sant Roc, en Cabacés salpican este macizo cerrado por riscales y roquedales de conglomerados; la más antigua es la de Sant Bartomeu, en Ulldemolins, que data del siglo xii. No obstante, sin lugar a dudas, el vestigio religioso más representativo es la antigua cartuja de Escaladei. Este monasterio, fundado en el siglo xii, fue un centro muy activo durante cerca de siete siglos. Los primeros monjes promovieron la construcción de molinos en la falda del Montsant y extendieron el cultivo de la viña por todo aquel territorio. Sin embargo, con las desamortizaciones del siglo xix, cuando el Estado expropió y vendió buena parte de las propiedades de la Iglesia, la comunidad de religiosos abandonó el monasterio. En solo dos años, las celdas, los claustros, la iglesia y la hospedería de la cartuja se convirtieron en un montón de ruinas sometidas al saqueo de los campesinos de la zona. Hoy día se ha recuperado una parte del espacio, y se puede visitar el exterior de los tres claustros, la iglesia y el refectorio, así como una celda reconstruida con todos los detalles. En el Montsant, el valor patrimonial convive con el interés natural. Con una extensión de casi 90 km 2, el aislamiento orográfico de esta sierra un territorio alejado de los flujos urbanos y de los 54

57 Escalada 55

58 h Ermita de Sant Bartomeu de Fraguerau Cartuja de Escaladei i 56

59 grandes núcleos de población ha contribuido a preservar el paisaje, la fauna y la flora. Además, las influencias marítimas y continentales han permitido mantener su rica biodiversidad. Aquí habitan animales como el tejón, el zorro, el águila perdicera, el gavilán y el cernícalo, entre otros. Por todo ello, la zona fue declarada parque natural por la Generalitat de Cataluña. No muy lejos del Montsant, las montañas de Prades conforman un bloque elevado sobre las llanuras del Camp de Tarragona y la Conca de Barberà. En estas montañas nacen varios ríos, como el Francolí, el Brugent y el Siurana, que atraviesan grandes extensiones boscosas de encinas, pino carrasco (en las partes más bajas) y pino albar (en las más altas). También son característicos los robledales, que se extienden en torno al Tossal de la Baltasana, el punto más alto de la Costa Daurada, con poco más de mil metros. Signo inequívoco de que estas montañas ya estaban habitadas durante la prehistoria son las diversas muestras de pintura rupestre que se conservan y que la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad. Además, merece la pena visitar el yacimiento geológico y prehistórico de L Espluga, justo al lado del nacimiento del río Francolí, en la cueva conocida como Cova de la Font Major. Esta cavidad, que forma parte de un sistema subterráneo erosionado por el agua, es una de las cuevas de conglomerado más largas del mundo, con más de tres kilómetros y medio de galerías. El espacio, situado literalmente bajo el núcleo urbano de L Espluga de Francolí, se ha musealizado. La visita es una buena forma de penetrar en la vida y las costumbres de los humanos primitivos, de conocer sus herramientas de caza, y también una forma didáctica de entender estos tipos de formaciones geológicas. Aunque solo se puede visitar el tramo inicial de la cueva, los más atrevidos pueden contratar un servicio de guía para adentrarse hasta los rincones más escondidos; eso sí, hay que equiparse adecuadamente para sumergirse en las zonas inundadas por las aguas que confluyen bajo las montañas de Prades. En un recorrido por L Espluga de Francolí no puede faltar la visita de la bodega modernista ni un paseo por el Museu de la Vida Rural. Situado en una antigua casa solariega, el museo muestra una gran colección de objetos _herramientas del campo, cerámicas, carruajes, etc._ que ayudan a imaginar cómo era la vida rural en las zonas interiores de Cataluña. El valle del río Gaià Este es otro de los accidentes geográficos destacados del interior de la Costa Daurada. El río Gaià nace en las llanuras elevadas del norte de las comarcas de Tarragona, próximas a Santa Coloma de Queralt. El curso fluvial se abre paso entre las escarpadas sierras prelitorales hasta desembocar en el mar, cerca de Altafulla, bajo el castillo de Tamarit, donde forma una pequeña laguna declarada Reserva Natural de Fauna Salvaje. En época medieval, el río marcó la frontera entre los condados cristianos del norte de Cataluña y los territorios musulmanes de la mitad sur de la Península Ibérica, por lo que, todavía hoy, conserva un buen número de fortificaciones. Senderos y rutas ciclistas Las montañas de Prades, la sierra del Montsant y el valle del río Gaià ofrecen a los aficionados al senderismo la oportunidad de descubrir la naturaleza a través de antiguos caminos de herradura, senderos de carboneo o caminos milenarios reconvertidos ahora en modernas rutas de gran recorrido (GR). Además, las formaciones calizas y de conglomerado hacen de estas montañas un lugar ideal para la práctica de la escalada. Los amantes de esta disciplina disfrutarán con las más 57

60 de seis mil vías existentes en puntos como La Mussara, Siurana y Arbolí. Para quien prefiera la bicicleta, el Centro BTT de Mont-roig del Camp ofrece más de 140 km de circuitos en diez rutas de cuatro niveles de dificultad. Por otro lado, Cambrils pone a su disposición una completa red de rutas para descubrir la Costa Daurada sobre una bicicleta de carretera. Vandellòs, El Vendrell y Sant Jaume dels Domenys también cuentan con equipamientos deportivos de gran nivel. Otra de las prácticas deportivas en la Costa Daurada es el golf, que, gracias al clima mediterráneo, se puede practicar durante todo el año. Encontramos clubes de golf en Calafell, Tarragona, La Pineda (Vila-seca), Reus y Mont-roig del Camp. Golf Sierra del Montsant

61 Ciclismo de montaña por la sierra del Montsant 59

62 60

63 Mapa de la Costa Daurada Aeropuerto Balneario Castillo Edicifio religioso Golf Información turística Monumento de interés Parque natural Patrimonio de la Humanidad Puerto deportivo 61

64 Información general Departament d Empresa i Ocupació Direcció General de Turisme Pg. Gràcia, Barcelona Tel Agència Catalana de Turisme Pg. Gràcia, Barcelona Tel Serveis Territorials a Tarragona Pompeu Fabra, Tarragona Tel Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona Pg. Torroja, s/n Tarragona Tel Consejos comarcales Alt Camp Mossèn Martí, Valls Tel Baix Camp Dr. Ferran, Reus Tel Baix Penedès Pl. del Centre, El Vendrell Tel Conca de Barberà Sant Josep, Montblanc Tel