la mirada Revista de fotografía meditativa

Transcripción

1 la mirada Revista de fotografía meditativa nº 4 Minor White El ojo y la mente de la cámara Artículo comentado. 2ª parte

2 Minor White. ( ) Los japoneses y chinos contemplan sus pinturas, no para experimentar la naturaleza, ni en una forma idealizada, sino para conectarse con el centro del Ser. M.W.

3 El ojo y la mente de la cámara Minor White, ª parte. Las frases remarcadas son comentadas después del artículo. Esta es la segunda parte del mismo. Éste está sacado del libro Estética fotográfica que es una selección de textos realizada por Joan Fontcuberta para Ed. Blume. Luego uno puede mirar las fotografías y tratar de encontrar en ellas algo que pueda explicar lo que pasó. En la fotografía Windowsill Daydreaming puedo señalar que la luz parece venir del interior de la imagen, lo cual ciertamente no se parece en nada a la condición que prevalecía en aquel momento y que mi razón me dictaba, aunque sea exactamente lo que vi en un momento de visión altamente intensa. También puedo decir que simboliza la emoción sentida al hacerla, y sé lo poco que la imagen de esta visión producirá en otros. Sintiendo y fotografiando aquello que nos hace vibrar no asegura que otros sentirán lo mismo. Pero una vez se ha descubierto qué es lo que queremos despertar en los demás, el saber que uno frecuentemente puede ir a tientas mientras lo intenta constituye ya un desafío. La fotografía mencionada es la culminación de una tarde de trabajo en que empecé diciéndome: Qué me será dado hoy en día?. Fue un avance gradual en que mi conciencia de

4 absorción del lugar fue creciendo. Toma tras toma no fueron más que bocetos que conducían, de forma algo inconsciente, hacia la imagen final. Los mismos tamaños, formas y diseños se repetían con una tensión creciente. Cuando esto fue lo que se vio en el visor ya nada separaba al hombre del lugar. Esto no es tanto una discusión académica sobre el estado mental creativo del fotógrafo sino un informe de primera mano. El científico que utiliza como instrumento la cámara probablemente no tendrá ni idea de lo que estoy hablando. Sin embargo, los fotógrafos que usan la cámara como un profundo medio de expresión, o aquellos que la utilizan para documentar situaciones humanas habrán experimentado una sensación como si la cámara desapareciese en la unión entre sujeto y fotógrafo. Y lo que a mí ahora me impresiona es que ya no me preocupa probar que algunas fotografías puedan provocar lo mismo en la gente que la pintura (lo llaman arte ). Simplemente pretendo producir en otros cierto grado de experiencia, deberíamos llamarla espiritualidad? Identificación?, utilizando fotografías como estímulo. Y subrayo fotografías y no los objetos fotografiados. Mientras el fotógrafo no pueda eliminar el objeto (tampoco se trata de que quiera destruir la experiencia del mundo visual transformándola en un mundo inconsciente, y que sea ésa la fuente de su estímulo), quiere que la fotografía sea la fuente principal de sensaciones para el espectador. Mientras no pueda borrar de la mente del espectador las implicaciones del sujeto, prefiere depender, para obtener dicho efecto, de las relaciones visuales que están presentes en la propia fotografía.

5 Así como hablábamos de un estado mental en blanco, acrítico mientras se fotografiaba, sensibilizado y preparado para cualquier cosa que pueda ocurrir, una vez que el fotógrafo tiene las copias terminadas en sus manos, necesita hacer uso de la más consciente de las críticas. Está lo que le pareció ver presente en la fotografía? Si no, acaso la fotografía le abre los ojos a algo que no fue capaz de ver por sí mismo?. Si es así, se responsabilizará por el accidente y lo mostrará como algo propio, o lo considerará como un indicio que su subconsciente debe meditar? Luego se necesita estudiar más a fondo la reacción de los espectadores. Acaso se reconocen en la imagen? La entienden? O suscita emociones totalmente dispares? En este sentido, ésta es la actividad que conduce al estado mental muy cerca del punto de ebullición: crítica consciente de las copias nuevas, reflexión sobre el efecto que producen dichas copias comparándolo con lo que el fotógrafo pretendía. Sin este cerco de trabajo analítico, el estado de sensibilidad receptiva, ese estar en blanco, no se producirá.

6 Windowsill Daydreaming Minor White

7 Comentario del texto La primera parte del artículo se refiere a la actitud del fotógrafo en el momento de hacer fotografías creativas. En esta segunda parte nos habla de reconocer qué nos dicen las fotografías que hemos hecho. Luego uno puede mirar las fotografías y tratar de encontrar en ellas algo que pueda explicar lo que pasó. Puede ser que hayamos sido consciente en el momento de hacer la foto del motivo que nos ha llamado la atención o que ese motivo haya permanecido inconsciente. A mí me gusta sorprenderme en cierto grado cuando vuelvo a casa y miro el resultado. Poder detenerme delante de la foto y poder mirarla sin prisas nos permite captar aspectos que son difíciles de reconocer en el momento de la toma. Esta es una de las magias de la fotografía. Sintiendo y fotografiando aquello que nos hace vibrar no asegura que otros sentirán lo mismo. Son dos experiencias diferentes: mirar el objeto que estoy fotografiando y mirar la fotografía resultante, aunque están relacionadas. En la primera estoy observando una realidad que tiene tres dimensiones, además de que estar ahí conlleva una experiencia física distinta. La temperatura, los sonidos o el ambiente no salen en la foto pero sí que nos afectan. Cuan-

8 do miramos las fotos vemos un objeto que tiene dos dimensiones, que lo veo en una pantalla o lo sostengo en mis manos, en unas condiciones físicas normalmente muy distintas. Los que hemos subido alguna montaña y hemos hecho fotos en la cima solemos sentirnos frustrados cuando se las enseñamos a los amigos porque la foto no transmite toda nuestra experiencia. No muestra el esfuerzo que nos ha costado subir allí, ni las sensaciones que teníamos en la cima con la vista de ese inmenso paisaje delante nuestro. Toma tras toma no fueron más que bocetos que conducían, de forma algo inconsciente, hacia la imagen final. Revisando las imágenes que has hecho te das cuenta de que hay fotos que son tentativas de algo que no sabes muy bien qué es y que te llevan a un momento intenso cuando conectas. Notas cómo tu energía interna va variando a lo largo de todo el proceso hasta que reconoces ese momento en que tu energía está más elevada y que se traduce en una imagen lograda.... una sensación como si la cámara desapareciese en la unión entre sujeto y fotógrafo. El acto de estar en una total presencia con el objeto al que le estamos dedicando toda nuestra atención puede llevarnos a un momento de comunión (unión con). La percepción de la belleza en los objetos, por muy comunes que sean, nos ayuda en ese proceso porque puede llegar a detener el discurso mental. Aquí se entiende la belleza en un amplio sentido, unida a la verdad. Belleza y verdad son sinónimos,, no puede haber una sin la otra.

9 Simplemente pretendo producir en otros cierto grado de experiencia, utilizando fotografías como estímulo. Esa es la fuerza de una obra de arte, que sea capaz de producir una experiencia en el que la percibe. Pero no cualquier experiencia sino una a la que podemos denominar estética. También la podríamos llamar espiritual si esta palabra no tuviera tantas connotaciones distorsionadas. Es un momento en el que nuestra mente queda atrapada por la belleza-verdad que contiene lo que estamos viendo. Eso facilita que podamos ir más allá de nosotros mismos, de nuestro pensamiento, y así descansar de tanto diálogo interior. El resultado es que nuestra energía sube y nos sentimos mejor. Mientras no pueda borrar de la mente del espectador las implicaciones del sujeto, Habitualmente, cuando enseñamos una foto decimos: mira este árbol, cuando en realidad deberíamos ser conscientes que estamos viendo una fotografía (de un árbol). No es lo mismo. Esa fotografía es un objeto que hemos creado apoyándonos en la realidad que estaba delante de nuestros ojos. Contiene no solo la imagen del objeto que aparece en ella sino también nuestra visión y todo lo que hemos proyectado sobre él. Por eso es importante que el tema no sea muy potente porque entonces es más difícil que nos podamos conectar con él. Por ejemplo es muy difícil hacer una fotografía creativa de la Sagrada Familia. Tiene una forma muy definida en nuestro imaginario y lo que hacemos normalmente es repetir la imagen que tenemos de ella en nuestra mente.

10 ...una vez que el fotógrafo tiene las copias terminadas en sus manos, necesita hacer uso de la más consciente de las críticas. Este es uno de los puntos difíciles del proceso porque no solemos tener la distancia emocional suficiente de ellas. Al fin y al cabo son hijas nuestras. Un elemento que puede ayudar es el dejar pasar un tiempo sobre todo hasta que no tenemos un poco de práctica. Al mirarlas con cierta asiduidad algunas se caen y otras permanecen aunque puede ser que no destacaran en un principio. Además puede ser tan malo ser un crítico relajado como ser excesivamente duro. Cuando llevas un tiempo en esto ves que hay fotos de primera, de segunda y de tercera, y todas pueden ser válidas. Nunca puedes estar seguro de que las imágenes que consideras de segunda no sean las que más han logrado conectar con otra persona. Lo importante es si es capaz de producir una experiencia en ti o en otro ser humano. Sin este cerco de trabajo analítico, el estado de sensibilidad receptiva, ese estar en blanco, no se producirá. Reconocer qué nos pasa cuando miramos nuestras fotos de forma consciente nos ayuda a poder ponernos en sintonía con ese estado de sensibilidad receptiva cuando salimos a hacer fotos. Así se cierra el círculo y se convierte en infinito porque cuanto más me siento alimentado por mis fotos más ganas tengo de hacer más. Su fuerza es que nos hablan sin palabras. Producen en nosotros una experiencia muy personal que alimenta al ser que somos.

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