"La Represión: Un Destino De La Pulsión"

Transcripción

1 "La Represión: Un Destino De La Pulsión" (*) Seminario "pulsión" / Elsa Coriat (trabajo De Cartel Con Marcelo Esses, María Rosa Laborato Y Claudia Pérez). Fundamentos Del Psicoanálisis. Red De Seminarios De La Escuela Freudiana De Buenos Aires clase Nro 3-17 De Mayo Del Marcelo Esses Marcelo Esses: [...] para intentar un recorrido acerca de la represión y como uno de los destinos de la pulsión. Ante todo la idea mía es compartir un recorrido de trabajo, de rastreo en esta investigación, acompañado de ciertas preguntas que me fueron surgiendo fruto del trabajo de un Cartel que fuimos haciendo. Al haberme comprometido y al haberme resonado este destino me comprometí a trabajar este tema. La primera pregunta que me surge es esta encrucijada de la represión como destino de la pulsión. Por qué?. Porque hasta donde yo tenía más frecuentemente pensado el tema, la represión pasaba a ser una línea, una barra, una línea divisoria entre dos instancias, entre dos sistemas; que serían la instancia del inconsciente y la del preconsciente y este juego de representaciones a ser reprimidas y su retorno. Pero no me quedaba tan claro, digo esto y aquí parto con la pregunta, la represión como uno de los destinos de la pulsión, y que, al decir pulsión no estoy diciendo inconsciente. Estoy diciendo las representaciones preconscientes tienen como destino su represión en el inconsciente, sino, estoy diciendo la represión como uno de los destinos de la pulsión. Con lo cual me reubica las coordenadas desde otros lugares, y desde allí paso a interrogar un texto, que es la represión, donde no siempre queda claro su relación, de la represión como destino de la pulsión, y sí como frontera entre la instancia inconsciente y preconsciente. Inclusive allí vale la pena interrogar que relación tiene este juego de dos instancias con la pulsión. Esta sería como la pregunta inicial, la presentación problemática de la lectura y desde ahí establecer el recorrido. Siempre es refrescante volver a leer a Freud, repasarlo. Comienza presentando la represión como una instancia intermedia entre el juicio de condena y la fuga. Importante destacar esto de juicio de condena y fuga, sobre todo la fuga que la ubica como un lugar defensivo, una - Página 1 de 14 -

2 operatoria defensiva del aparato psíquico. Y comienza a ubicar desde dónde se dispara el mecanismo de la represión, por un lado hace un recorrido alrededor de un órgano que sufre dolor, tomará por el lado de la evitación del dolor y va a decir que aquí hay un intento de disminuir ese dolor pero no va a ser esto exactamente lo que dispara la represión. Posteriormente lo hace jugar con relación al hambre, los instintos y la tensión, va a decir que por ahí hay también un intento de disminuir la carga, la tensión, pero no es por aquí por donde va a disparar la operatoria de la represión. Y hará un tercer planteo diciendo que por acá si: la satisfacción de la pulsión. La represión no va a estar necesariamente comprometida, por lo menos en este artículo, en disminuir el dolor, no va a estar necesariamente comprometida en bajar los decibeles de tensión de las necesidades, como tomaba Elsa Coriat la clase anterior, y acá inclusive nombra al hambre, sino va a comenzar a operar a partir de que hay cierta satisfacción pulsional que comienza a poner en marcha la operatoria de la represión. Freud utilizará una frase aquí que dice: "siempre la pulsión tiende a la satisfacción" y se pregunta, por qué opera la represión, sobre la base de qué opera o qué provoca la represión?. Y agrega, "despertaría pues placer en un lugar y displacer en otro". Directamente relaciona satisfacción pulsional y represión con placer en un lugar y displacer en otro. Por supuesto después lo va a establecer con relación a las instancias, es decir, que va a ser una satisfacción que siempre es placentera desde la lógica pulsional pero va a ser displacentera desde una lógica de la censura donde ahí empieza a operar el preconsciente. Freud va a decir, y hay aquí una primera aproximación de la represión, que la esencia de la represión consiste exclusivamente en rechazar y mantener alejado de lo consciente a determinados elementos. Esto lo voy a dejar en suspenso y posteriormente lo retomaré. Por supuesto, los elementos prioritarios van a ser las representaciones en Freud, pero para rastrear esta parte que nos interesa, la represión como destino de la pulsión. Hay que resaltar el corte entre la representación y el montante de afecto, que lleva a ciertas cuestiones, que nos guía a una problemática del orden de lo económico, que lo va a definir diciendo así: "...aspira a perseguir los destinos de las magnitudes de excitación y a establecer una estimación por lo menos relativa de los mismos... ". Acá vamos a tener presente algo del destino pulsional al establecer el corte entre los destinos de la representación y los destinos del montante de afecto. Traigo una cita disparadora, que me parece que condensa la problemática y dice así en el artículo "La represión": "...Recordamos que el motivo y la intención de la represión eran el evitar el displacer, de ella se deduce que el destino del montante de afecto de la representación es mucho más importante que el de la idea, circunstancia decisiva para nuestra concepción del proceso reflexivo, como una represión no consigue evitar el nacimiento de sensaciones de displacer o de angustia, podemos decir, que a fracasado, - Página 2 de 14 -

3 aunque haya alcanzado su fin en lo que respecta a la idea, naturalmente la represión fracasada ha de interesarnos más que la conseguida, la cual escapa casi siempre a nuestro análisis". Este planteo que da lugar a formular una cantidad de cuestiones, donde no siempre estamos acostumbrados a entenderla así, porque para nosotros hay una primacía, pensándolo lacanianamente, de la representación del significante sobre el montante de afecto, o la significación o el goce. Esto se relaciona también a los planteos que hace en "Pulsiones y sus destinos" con relación a como ubica a la pulsión en relación al aparato psíquico, va a decir esto, algo que también ya tomó Elsa Coriat, pero es una frase que no la quiero dejar de lado para ubicarla temáticamente, y dice: "...si consideramos la vida anímica desde el punto de vista biológico se nos muestra la pulsión como un concepto límite entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos procedentes del interior del cuerpo que arriban al alma y como una magnitud de la existencia de trabajo impuesto a lo anímico a consecuencia de su conexión con lo somático." Acá ubica a la pulsión y en especial con uno de los elementos de la pulsión, con el Drang como motor, suma de fuerza o la cantidad de exigencia de trabajo. Es decir, acá vuelve a estar en relación una exigencia de trabajo y una magnitud como exigencia a lo anímico, al aparato anímico. A partir de esto se me abrió la problemática y el planteo de intentar rastrear en Freud, a manera de entender, de tratar de ubicar ciertas coordenadas, de aquello que podríamos denominar el problema de la cantidad. Comienzo a interrogar algunos textos de Freud en función de esto, de lo más conocido, por lo menos para mi, que era esta dinámica de las representaciones, sin embargo había algo que se desgajaba, y que tocaba al destino pulsional que tenía que ver, en este caso, llamado montante de afecto y que se vinculaba con el problema de la cantidad. En el "Proyecto" tenemos algunos antecedentes que también y que, por lo menos a mí, me generaron sorpresa; no vamos a recorrerlo todo porque tiene sus partes densas, pero si vamos a ir haciéndolo presente. En realidad en el articulo de lo inconsciente, Freud retoma algo de dos modelos que establece en esta época, uno es la Carta 52 que tiene que ver con la traducción de marcas, cómo y donde van quedando ubicadas ciertas inscripciones, sus localizaciones, sus lógicas internas. Simultáneamente por esta época, el proyecto -a mi gusto- concentra otra problemática y es la de cómo un montante de excitación se puede terminar de inscribir en signo de cualidad, que en ese sentido ya no es tomado naturalmente como una inscripción desde el vamos sino cómo se vuelve inscripción un montante de excitación. Esto en lo inconsciente va a jugar constantemente con estos dos modelos hasta terminar en un tercero que lo veremos después, pero que está presente en lo inconsciente mismo, como que va jugando con un aspecto o perspectiva de la inscripción o doble inscripción, a una la va a llamar funcional y que va a tener que ver con esta magnitud de catexias y contracatexias. - Página 3 de 14 -

4 El proyecto va inaugurando en este sentido la problemática de la cantidad, donde va a tomar al aparato psíquico dividido en varias instancias y aquello que a nosotros nos va a interesar va a comenzar a poner un primer elemento defensivo, defensivo de la cantidad, que llamaremos barreras de contacto. Las barreras de contacto van a evitar que el aparato psíquico realice una descarga inmediata y a esta descarga inmediata Freud la va a enmarcar dentro de un principio, que es el principio de inercia, y que también la va a denominar proceso primario. La descarga inmediata de la cantidad va a estar con relación a este proceso primario o principio de inercia. Y va articular a esto un segundo principio llamado secundario que va tener que ver no ya con las cargas y descargas directas, sino con las defensas que son las que permiten el almacenamiento de la cantidad, en este sentido, la cantidad va a quedar almacenada en las neuronas, inclusive el yo acá va a tener la función de inhibición de las descargas y a esto lo va a denominar proceso secundario. E inclusive ya por esta época ubica una función que es la que me va a interesar a mí en este rastreo que va a tener que ver con la posibilidad de ligar, es decir, en la medida que la carga queda almacenada y ligada conformando una red neuronal, la descarga se pone en suspenso, se inhibe y desde allí se puede almacenar. O sea, la descarga a dónde llevaría?, A la motricidad y al desencadenamiento de la afectividad, en cambio el almacenamiento permitiría evitar esto. En este sentido va a quedar presente la ligadura como la operatoria que va permitiendo poner en suspenso la descarga y ligar la excitación. Elsa Coriat: Una pregunta. En una parte hablabas de cantidad cuando hablabas del Proyecto. Acá, cantidad es equivalente a trauma. Marcelo Esses: Si, acá cantidad equivale a trauma. Inclusive está en relación a una primera concepción traumática del aparato psíquico que va a tener que ver con el exceso de cantidad. Es decir, el trauma es un exceso de cantidad que no puede terminar de tramitarse en el aparato psíquico. Muchos de estos planteos del "Proyecto" son retomados en "Más allá...", cuestiones muy fuertes como "pantalla protectora", "lo traumático", etc. que van estableciéndose aquí y son tomados tiempo después. En los comienzos de Freud no es la existencia pulsional la que pone a trabajar el aparato psíquico sino que son los montos de cantidad. Acá, aún no encontramos la pulsión conceptualizada. Es el aparato psíquico el que tiene que ver como tramita, como liga. Como ubica este monto de cantidad. Voy a traer una cita para compartir que me parece atractiva en un apartado que se llama "Aspectos y estados desiderativos" y que dice así: "...los residuos de los dos tipos de vivencias, de satisfacción y de dolor, que acabamos de considerar, son los afectos y los estados desiderativos que tienen en común el hecho de desentrañar un aumento de la tensión - Página 4 de 14 -

5 cuantitativa del psi, producido en el afecto por un desprendimiento repentino y en el deseo por sumación. Ambos estados tienen suma importancia para el pasaje de cantidad en psi, dado que dejan detrás de sí motivaciones de tipo convulsivo a favor de dicho pasaje. El estado desiderativo produce una atracción positiva hacia el objeto deseado o más bien hacia su imagen mnémica, mientras que desde la vivencia dolorosa resulta una repulsión, una versión a mantener catexisada la imagen mnémica hostil, he aquí pues, la atracción desiderativa primaria y la defensa por rechazo primario". Relaciona la atracción desiderativa como la primera atracción deseante y en cambio ubica a la defensa primaria con relación a la repulsión del dolor, que en este momento del Proyecto se articula con la vivencia de satisfacción y la vivencia dolorosa. La cualidad que va a tomar la cantidad puede ser tanto una vivencia de dolor como una vivencia de satisfacción. Elsa Coriat: Es decir, acá la atracción desiderativa estaría indicada en esta neurona metafórica. Lo que sería después la huella mnémica del objeto. Marcelo Esses: Son otros términos, pero Inicialmente acá el signo de cualidad es dolor y satisfacción que van a quedar inscriptos en esta neurona psi. Tengo dos textos más para completar este recorrido, uno es "Las neuropsicosis de defensa", donde trataré de ubicar el problema de la cantidad con relación a la defensa como antecedente a lo que plantea el mismo Freud sobre la represión. Este interjuego entre pulsión y represión, anteriormente en Freud, es un juego entre excesos de cantidad y defensa. En "Neuropsicosis de defensa" hay un notable avance porque ya no se nombra el aparato psíquico en términos de neuronas sino en términos de representaciones. Aquí podemos situar algo que es fundamental para la concepción freudiana y es que las representaciones no están soldadas a sus afectos, en este sentido no hay un signo de cualidad unívoco para cada representación sino es lo que le permite darle, pensando en términos de hoy, el status de significante a las representaciones. Que no tengan un significado unívoco sería un signo de cualidad, un signo sensorial unívoco. Puede existir entre el significado unívoco un corte, una separación y posteriormente generar un falso enlace; si puede haber un corte, puede haber un nuevo enlace, porque puede haber una separación, una representación sustituirá a la otra en una operatoria de falso enlace. Voy a traer una nueva cita con respecto al problema de la cantidad que me resulta también de importancia, acerca del afecto o el montante de excitación que dice así: "...recordaré por último con pocas palabras, la idea auxiliar de la cual me he servido en esta descripción de las neurosis de defensa, tal idea es la de que las funciones psíquicas debe distinguirse algo, - Página 5 de 14 -

6 montante de afecto, magnitud de excitación, que tienen todas las propiedades de una cantidad aunque no poseamos medio alguno de medirlo, algo susceptible de aumento, disminución y descarga que se extiende por las huellas mnémicas de las representaciones como una carga eléctrica por la superficie de los cuerpos". Aquí Freud va ubicando los recorridos posibles de este montaje de excitación. Hay otro antecedente que nos va ir permitiendo acercarnos a nuestro artículo posteriormente que es "Nuevas observaciones sobre las neuropsicosis de defensa", ahí Freud introduce algo de otro orden que tiene que ver con el trauma. Un primer tiempo donde el trauma es de orden infantil, que Freud llamará un período de moralidad infantil teñido de experiencias activas o pasivas. Ya no es un primer tiempo a puro exceso de cantidad sino que va a quedar ligado a un primer trauma cargado de experiencias sexuales infantiles donde se van a encontrar los excesos y los defectos de esas satisfacciones. Aquello que va a hacer el recorrido de la neurosis sobre las pulsiones. Será un largo juego de defensas primarias, defensas secundarias, síntomas primarios y síntomas secundarios. Introduce el concepto de segundo tiempo del trauma producto del retorno de lo reprimido y del fracaso de la defensa. Un último antecedente antes de regresar al texto, mucho más cercano a las posibilidades de pensar a Freud, está en la interpretación de los sueños, allí también encontré un apartado que me volvió a sorprender que se llama "Los afectos en los sueños" y que dice así: "...el análisis nos enseña que los contenidos de representación han pasado por desplazamiento y sustitución mientras que los afectos han permanecido intactos, no es por tanto extraño que el contenido de las representaciones transformado por la representación onírica no corresponde a tal afecto el cual se ha conservado idéntico a sí mismo". Aquí Freud ya tiene incorporado el corte entre representación y afecto, da un lugar específico al afecto que va quedar ubicado en el campo de la circulación ligado al desplazamiento. En esta cuestión de la carga, de circulación sobre la superficie de los cuerpos hay una fuerte relación entre este monto de excitación y el desplazamiento, recordemos que Freud dice posteriormente que los afectos no se reprimen y aquí en la "Interpretación de los sueños" maneja fuertemente esta idea. X: [inaudible] Marcelo Esses: En la "Interpretación de los sueños" ubica con suma claridad aquello de que no alcanza con la represión de la representación sino que cuando el afecto es displacentero comienza a haber un trabajo de coerción, esto lo dice varias veces. Otra cosa interesante es que la función de la represión está sumamente enlazada con lo que aquí Freud llama la censura y vale la pena ubicar la censura como una tarea con las representaciones, un trabajo de desplazamiento y condensación. - Página 6 de 14 -

7 El "Proyecto" rescata algo del contrapunto entre el principio de inercia y el principio de constancia que era el proceso secundario y que permitía tener en homeóstasis al aparato. Aquí estaría lo que sería el principio de placer ligado al proceso primario que promueve a la identidad de percepción que sería volver a cargar las primeras huellas de satisfacción y el efecto que da esta carga que es la alucinación del objeto perdido, una búsqueda de la experiencia de satisfacción. El proceso secundario se articula al preconciente y posteriormente en concordancia con uno de los dos principios del suceder psíquico, con el principio de realidad y va a tener que ver con la identidad de pensamiento que va a impulsar un recorrido por la cadena de las representaciones. En este recorrido no queda sobredeterminada una huella a la manera alucinatoria sino que va permitiendo una cadena de sustituciones que deriva en la identidad de pensamiento. Con relación a la cantidad esto remite al proceso primario donde encontramos lo que Freud va a llamar la energía libre o móvil, mientras que en proceso secundario vamos a encontrar una energía ligada y en este punto queda establecida una relación entre la cuestión económica y dinámica de las representaciones. Es decir, la energía libre es una energía donde aún las representaciones no han hecho cadena, no se encuentran ligadas y asociadas unas a otras, mientras que en la energía ligada se va produciendo un encadenamiento en el recorrido de estas sustituciones de representaciones. Todo esto es suficientemente introductorio a la temática que nos convoca y voy a dar un último antecedente de este mismo texto y que en general los autores que toman a Freud a la letra lo ubican como el antecedente de la represión primaria y que es "El ombligo de los sueños" y va a decir lo siguiente: "...en los sueños mejor interpretados podemos vernos obligados a dejar en tinieblas determinado punto que advertimos que constituye un foco de convergencia de las ideas latentes. Un nudo imposible de desatar pero que por lo demás no ha aportado otros elementos al contenido manifiesto, esto es entonces lo que podemos considerar como el ombligo del sueño, o sea el punto por el que se halla ligado a lo desconocido", aquí está consignado como "lo desconocido" pero la traducción apropiada es "lo no reconocido", y continúa Freud: "...Las ideas latentes descubiertas en análisis no llegan nunca a un límite y tenemos que dejarlas perderse por todos lados en el tejido reticular de nuestro mundo intelectual. De una parte más densa de este tejido se eleva luego el deseo del sueño." El punto este de "lo no reconocido", lo vamos a tomar posteriormente con relación a la represión primaria. Ahora si, vamos a tomar el texto propiamente dicho sobre la represión, planteando la - Página 7 de 14 -

8 problemática como se señala acá, de que no es solamente un conflicto entre cantidad y el cómo la tramita el aparato psíquico sino que la exigencia es interna, es pulsional y la represión es uno de sus destinos. De la represión se suelen establecer tres tiempos, la represión primaria, la represión secundaria propiamente dicha y el retorno de los reprimido, esto es lo que Freud establece en este artículo. Una de las posibilidades para pensar a la represión como uno de los destinos de la pulsión es pensarla en su relación con la represión primaria u originaria. Vamos a leer como lo dice Freud: "...Tenemos pues, fundamentos para suponer una primera fase de la represión, una represión primitiva, consistente en que a la representación psíquica de la pulsión se le ve negado el acceso a la conciencia. Esta negativa produce una fijación, o sea, que la representación de que se trate perdura inmutable a partir de este momento quedando la pulsión ligada a ella; todo ello depende de cualidades, que más adelante examinaremos, de los procesos inconscientes...". Aquí vemos una primera parte de la respuesta donde podemos ubicar a la represión como destino de la pulsión en el punto de que la represión primaria es la operatoria de la inscripción del representante de la pulsión, el representante de la representación pulsional. Freudianamente esta inscripción cobra el nombre de fijación, es decir, que la fijación es la operatoria de inscripción pulsional de esta representación. Sobre este representante de la representación, retomando el ombligo de los sueños Lacan va a decir: "Queda unterdrung, es decir, caído en el fondo", fíjense que estas representaciones están no sólo reprimidas, sino que su nivel de inscripción no es reprimido, sino es caído en el fondo. Este caído en el fondo es lo que determina que no pueda haber retorno de lo reprimido de estas representaciones. Si no que van a ser el lugar de la causa del resto de las representaciones, el lugar de la intrusión de los S1, que van a ser condición de posibilidad, para iniciar una cadena de sustituciones de los S2 y de encadenamiento, por decirlo así también, de asociaciones del resto de las representaciones. Va a ser el lugar de la causa, la condición de posibilidad, pero a su vez son los que van a permitir iniciar la cuenta pero no van a poder ser contados en ella. Son un lugar fundacional no hay un retorno, esto lo deja explicitado Lacan en el Seminario XI, en el apartado "El sujeto y el Otro", donde hace un recorrido de que estas son las S1 que quedan inscriptas y la operatoria tiene que ver con el unterdrücbt que no retorna. El retorno o sea la represión propiamente dicha, llamada también secundaria, ya es el juego entre representaciones y ahí si no tiene necesariamente que ver, como lo pensamos acá, con - Página 8 de 14 -

9 la represión como uno de los destinos de la pulsión, porque acá el corte se establece entre el inconsciente y el preconciente, la represión propiamente dicha tiene que ver con la manera en que se realiza un trabajo de sustracción de la carga a las representaciones preconcientes y pasan a ser atraídas por los núcleos inconscientes que están en resonancia con esas representaciones pasando a ser reprimidas. Es un mecanismo de sustracción donde el juego de sustracción de la carga pasa a ser capitalizado por la nueva representación del preconciente que es lo que va a permitir la contracarga. Si de algo nos puede interesar a nosotros es que la represión primaria sólo queda ubicada como una contracarga permanente y en este sentido no tiene, como la secundaria, el efecto de atracción de lo primario porque es primaria en si misma, es decir, que las otras representaciones no sólo se le sustrae la carga sino que tienen la fuerza de las que han sido atraídas inicialmente, caídas en el fondo. Entonces, ese caer en el fondo atrae al resto de las representaciones. X: [inaudible] Marcelo Esses: Es lo que está aún no-ligado y es el lugar de causa de las representaciones. Es decir, estas representaciones son lo que permitirían pasar a encadenarse y establecer un camino de asociación a partir de que están caídas en el fondo. En este sentido uno puede decir, gracias a que la identidad de percepción, tomándolo de la interpretación de los sueños, siempre es fallida y es porque eso está caído y nunca se va a reencontrar, no sólo el objeto perdido no se va a reencontrar sino que esa huella tampoco se va a reencontrar. La huella primaria que permite ir hacia la búsqueda de objetos sustitutos e ir en el camino discursivo, que es lo que va permitiendo hacer un camino de encadenamiento. [Cambio de lado] [...] Hay dos caminos que se generan, por un lado está el camino de la inscripción de la marca de esos representantes de la representación, y por otro lado esta operación de represión primaria deja un resto, que es lo que nos va a complicar en la pulsión, o sea, hay una cara de la pulsión, que no queda inscripta vía representación y es lo que va a hacer el resto de la operación de la represión primaria; que va a tener que ver con los objetos parciales, los objetos de la pulsión, donde esto no es equivalente a los representantes de la representación. Es una cara que mira hacia lo real. Freudianamente decimos que la pulsión es el límite entre lo psíquico y lo somático y podríamos jugar lacanianamente a que es un límite entre lo simbólico y lo real. Una cara ligada a la representación y otra cara ligada al objeto "a" como resto, y este objeto - Página 9 de 14 -

10 "a" como resto, pero como resto pulsional, va a tener otro avatar, otro recorrido. Produce efectos y deja una hiancia central asimilable al ombligo de los sueño y que Lacan ubica en un texto publicado en el Suplemento de las Notas de la EFBA Nro 1, "La respuesta a Marcel Ritter", como el unerkannte como lo no reconocido de este punto central un límite. Ustedes saben que todo el trabajo de "Interpretación de los sueños" llega a un límite, a un límite donde ya no hay más representación. Este punto donde ya no hay más representación es lo que de alguna manera constituye el ombligo del sueño, se denomina como el ombligo del sueño, que es el antecedente freudiano de la represión primaria. En alemán lo que toma Lacan es este unerkannte, lo no reconocido, como lo imposible de reconocer, no es que no lo reconoce sino que es un punto de lo imposible. Desde ya que la represión primaria en alemán es la urverdrangung y en el texto de la respuesta a Marcel Ritter va a decir algo interesante: "el un, del unerkannte del uverdrangung, etc, este un designa, hablando con propiedad, la imposibilidad, el límite." Elsa Coriat: Justamente el unbewusste... Marcelo Esses: Es decir, la represión primaria por un lado inscribe su representante en la representación pulsional y deja un resto y por otro lado produce un punto de lo no reconocible. Tomando el montante de afecto desde la represión secundaria propiamente dicha, que delimita la franja de conciente-preconciente, Freud va a establecer un tercer tiempo que es un retorno de lo reprimido. Sobre el trabajo de la represión va a decir que es individual y móvil, individual porque es representación por representación, porque es una por una, podríamos decir hoy. Es una por una que nos invita a leer a la letra. Y móvil porque la operación de la represión no alcanza para siempre sino que tiene que ser un trabajo constante. Y hay una tercera característica que la ubica con relación al retorno de lo reprimido y que Freud aclara diciendo: "[...]junto al retorno de lo reprimido deja entrever que hay una ganancia de placer...". Y vuelve a quedar reprimido, pero que acá se produce cierto plus, es decir, no sólo parece ser beneficioso al aparato psíquico la represión sino que algo del retorno permite un plus, ese plus de placer, esa ganancia de placer que se grafica en relación al chiste. Entonces, retoma la idea de este corte entre representación y afecto y va a decir lo que se reprime es la representación y el afecto no se reprime. Y le va a dar tres destinos en este texto al afecto, dice: "[..]La pulsión puede quedar totalmente reprimida y no dejar vestigio alguno observable, puede aparecer bajo la forma de un afecto cualitativamente coloreado de una forma u otra y puede ser transformado en angustia.". Posteriormente en otro texto va a ser muy interesante el lugar que le da a la angustia porque va a decir: "[...]La angustia es el afecto que queda en el lugar de la moneda de cambio de todos los afectos". - Página 10 de 14 -

11 Quisiera diferenciar acá lo que sería montante de afecto, de afecto propiamente dicho, y en este texto lo deja muy claro, porque el montante de afecto es esta carga de excitación en suspenso, es el momento en el que se ha separado una representación pero no se ha vuelto a ligar a otra. Pensándolo desde otros textos es muy posible que esta puesta en suspenso es la que determina y genera angustia, aquello que aún no ha quedado ligado. Cuando ha quedado en suspenso este montante de afecto y aún se encuentra en el camino intermedio de una representación allí donde no ha encontrado otra representación. Ya en "Lo inconciente", Freud, refuerza la idea de que si no estuviera enlazado el afecto a una representación, nada podríamos saber de él, o sea, si no estuviera la pulsión ligada a una representación no podríamos saber nada de la pulsión y si a su vez este montante de afecto no queda enlazado a otra representación no tendríamos su carácter cualitativo. Se establece aquí una mecánica y utiliza la idea como una carga en tanto el afecto es el lugar de la descarga. Voy a traer aún, alguna nota de color más para ir trabajando algunas cuestiones. Hay una nueva versión de represión que da Freud hablando de "Lo inconciente" y que dice así: "[...] no son como supusimos, distintas inscripciones del mismo contenido en diferentes lugares psíquicos, ni tampoco diversos estados funcionales de la carga en el mismo lugar. Lo que sucede es que la representación conciente integra la representación de la cosa más la representación verbal, mientras que la representación inconciente es la representación de la cosa sola." Aquí establece la cuestión de la representación-cosa y representación-palabra, entendiendo que la represión es la imposibilidad de ligar la representación cosa a la representación palabra. Retomo una pregunta de la clase pasada sobre el status de la representación cosa y aquí dice algo muy interesante: "[...] la representación de cosa, consistente esta última en la carga, sino ya de huellas mnémicas de la cosa, de huellas mnémicas más lejanas derivadas de las mismas", es decir que la representación cosa es la representación de estas primeras huellas, de aquello que serían los signos de percepción o de los representantes de la representación pulsional. Elsa Coriat: En este contesto, en el contesto Freudiano, es absolutamente así. Marcelo Esses: En mi manera de escuchar el texto, creo que la represión como uno de los destinos de la pulsión es posible ubicarla desde dos aspectos, uno en la represión primaria como lugar de inscripción de la pulsión con esta cara simbólica que va a ser el representante - Página 11 de 14 -

12 de la representación sin el cual nada podríamos saber de la pulsión e inclusive sin el cual no habría pulsión y por el otro lado, una vez establecido este primer tiempo, la represión como destino pulsional es aquello que va a permitir ligar este montante de afecto o de excitación y en la medida que quede desligado el aparato psíquico quedará a merced de los movimientos pulsionales. El montante de afecto es un representante pulsional dentro del tiempo del aparato psíquico que funciona con las representaciones secundarias y que van quedando ligadas las representaciones configurando el campo de lo simbólico y de la lógica de lo inconciente. Y en la medida que nos hallamos con lo no ligado estaremos cercanos al más allá del principio de placer y a merced de una lógica del imperativo pulsional. X: [inaudible] Elsa Coriat: La represión primaria, para merecer el nombre de represión primaria y uno estar seguro de que la hubo tal cual, tendríamos que observar la represión secundaria. Ya que sino habrá algo equivalente, como en el autismo o en cierta formas de psicosis, pero habría que ver si corresponde llamar a eso represión primaria, me parece que no, porque hay un tratamiento de las marcas iniciales, de las huellas mnémicas que son lo que hacen a la represión primaria y en alguna forma la represión secundaria en todo el pasaje por el Edipo. Hay patologías donde uno no puede dar cuenta claramente de esto. Sin embargo, siempre hay marca, no es posible que un ser humano no sea marcado, no le queda más remedio. Marcelo Esses: Tiene que ver con el nacimiento del sujeto... Elsa Coriat: Aunque no haya sujeto marcas hay, si es que merecen llamarse marcas. X: [inaudible] Elsa Coriat: Justamente, es la que la represión primaria se construye aprés coup y cuando se instala la represión secundaria, ahí donde Marcelo Esses recalcaba lo de fijación, en un momento mítico también, de la separación conciente inconciente, donde en el inconciente pasaría a ubicarse lo que sería la represión primaria. X: [inaudible] Elsa Coriat: Cuando hablo de mítico, según mi lectura, hablo de los significantes que dan cuenta de algo que ocurre en lo real. El asesinato del padre, por ejemplo, es un mito, no por que necesariamente en la historia tengamos que asesinar al padre sino que hay algo de asesinato en estos significantes "asesinar al padre". - Página 12 de 14 -

13 Marcelo Esses: Con respecto a la represión primaria, en referencia a una pérdida original hay mito tratando de dar cuenta de un origen, y agregaría una cuestión freudiana, hay mito porque hay represión original, porque hay este punto de pérdida irreductible, a partir de este punto es que se puede construir. X: [inaudible] Elsa Coriat: Hay cuestiones que en el niño no terminan de inscribirse ordenadamente y de alguna manera tu pregunta sería si en el análisis se pueden instalar las marcas que no hubo, es así?. X: [inaudible] Elsa Coriat: Yo creo que con niños chiquitos es posible pensar otro orden en las marcas, pero ya nos metemos en la clínica de niños y me interesa en particular lo que traía Marcelo Esses del recorrido del montante de afecto. Uno lee Lacan y a él le basta y le sobra con hablar de representación, de representante de representación, que viene bárbaro hacer el trabajo simplemente a nivel del significante, esto lo vamos a ver bien cuando tomemos a Lacan, no Lacan leyendo a Freud, aquello que le toca más al lacanismo. De todas maneras, estas cuestiones del montaje de afecto, de la carga y todas estas cosas que venía siguiendo el rastro Marcelo Esses dan cuenta de cómo el significante son el cuerpo real, el organismo. En un momento él decía que la pulsión es el límite de lo anímico y también podría decirse que es el límite entre lo simbólico y lo real. Puntualmente en lo traumático, uno va viendo como el cuerpo pasa a ser otro con respecto al antes del contacto con el significante. Marcelo Esses: Tomando la palabra trauma, que tiene una doble significación, la de herida y la de perforación, justamente es el significante que orada lo real del cuerpo, esta marca, este traumatismo que es marca de trauma y es a la vez constitutivo. Sobre una lectura de Freud, recordaba una pequeña frase que Lacan utiliza en "Televisión" sobre el afecto: "[...] Así el afecto llega a un cuerpo cuya peculiaridad consiste en habitar el lenguaje -me pavoneo aquí de plumas que se venden mejor que las mías-, el afecto, digo, de no encontrar alojamiento, al menos no de su gusto. Eso se llama pesadumbre [morosité], mal humor también. Es un pecado, una pizca de locura, o una verdadera pincelada de lo real?" La próxima clase vamos a tomar otro aspecto, la otra cara, que será interesante verla no por la cara de la representación sino por la cara de la fijación y que nos llevará a algún tipo de - Página 13 de 14 -

14 encrucijada freudiana de la lectura de Freud y a los restos freudianos de la lectura de Lacan. Pueden, si quieren, leer los capítulos de síntoma de "Lecciones introductorias al psicoanálisis" de Freud de Bueno muchas gracias. - Página 14 de 14 -