EL PACÍFICO, NUEVO CENTRO DEL MUNDO: UN RETO PARA EL CRISTIANISMO

Transcripción

1 EL PACÍFICO, NUEVO CENTRO DEL MUNDO: UN RETO PARA EL CRISTIANISMO La explosión demográfica que comienza a producirse en el sudeste asiático modificará el actual rostro del mundo. El centro de gravedad se moverá hacia el Pacífico y por lo tanto hacia lugares de implantación dominante de las religiones no cristianas. Este hecho se convierte ya ahora en un gran reto para el cristianismo y para su misión. Por tal razón, nos ha parecido conveniente publicar este esquemático artículo que servirá de introducción a otros más completos y más centrados en la reflexión teológica sobre las relaciones entre el cristianismo y otras religiones y culturas, sobre el lugar de cada uno, sobre los diálogos posibles y sobre los retos planteados. Le Pacifique, centre du monde. Un défi pour le christianisme. Choisir, n. 352 (1989) La tradición bíblica y eclesial está atravesada, como por un hilo conductor, por la referencia a una persona que es anunciada como un signo de esperanza para el mundo. Esta persona toma un rostro concreto, según el evangelio de Juan, en Jesús de Nazaret, el Cristo: "Mientras estoy en el mundo, soy la Luz del mundo (Jn 9,5). Y según el Vaticano II, El es "luz de las naciones". Un pequeño resto en el mundo Las estadísticas ilustran cómo los discípulos de Cristo, el cual proclaman "Salvador del mundo", son cada vez más "el pequeño resto" en el mundo. A pesar de que hay una progresión en cuanto al número de bautizados, si tomamos las estadísticas en sentido absoluto, podemos caer en un cierto pesimismo. Pero como "realista espiritual" que se fía ante todo de la fuerza del Espíritu de Cristo, el cristiano no se puede quedar con las estadísticas y los datos demográficos. El concilio, en efecto, ha introducido el concepto de "los signos de los tiempos" (Gaudium et Spes, 4 y 11). Refiriéndose a la encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII, estos descentramientos sociopolíticos y demográficos de Europa hacia el Mundo han sido interpretados como "signos de los tiempos", como signos de la llegada de los tiempos mesiánicos y de la realización de la esperanza centrada en Cristo. Jesús dijo a los fariseos y saduceos: "Sabéis reconocer el aspecto del cielo, pero no sabéis descubrir los signos de los tiempos" El océano Pacífico, nuevo Mediterráneo En la sexta Asamblea General del Consejo Ecuménico de las Iglesias, en Vancouver (24 julio - 10 agosto 1983), se subrayó la importancia de este océano para el porvenir de la humanidad. Fue también en esta asamblea donde surgió la idea de un concilio sobre "la justicia, la paz y la salvaguardia de la creación".

2 Avancemos algunos datos sobre el desarrollo del hongo demográfico: a) Hasta el siglo XIX, la población del mundo permaneció relativamente estable. Por una especie de "selección natural" (mortalidad infantil, epidemias, hambres, etc.), no creció notablemente. Con la época colonial, el hongo demográfico creció considerablemente (a consecuencia, entre otros factores, de la medicina preventiva generalizada, la lucha contra la sub-alimentación, la disminución de la mortalidad infantil). b) Todos los pronósticos indican una proporción cada vez menor del occidente respecto a la población mundial. Si en 1980, el 19% de la población vivía aún en Europa (462 millones), los 528 millones previstos para el año constituyen el 15%, mientras que los 698 millones previstos para el son sólo el 6% de la población global.

3 c) Estas cifras indican claramente cómo las zonas del Asia oriental y las del norte y las de África, habitadas por seguidores del hinduismo, del budismo, de religiones e ideologías chinas, y del Islam, son cada vez más importantes. Las zonas principales habitadas por cristianos serán las regiones de América latina y de África. Así el catolicismo será rápidamente una religión del Tercer Mundo. El mapa del mundo actual Habitualmente, los mapas del mundo utilizados en occidente presentan el Mediterráneo europeo en el centro de los continentes y estructuran el resto del mundo en torno de él. El futuro mapamundi tendrá en el centro al Pacífico y Europa no será más que una extremidad del continente asiático. Este nuevo planteamiento tiene consecuencias psicológicas para las personas que viven en el "viejo continente": como ciudadanos de Europa, ya no son ciudadanos de las metrópolis del mundo, sino habitantes de la periferia. A nivel de la reflexión teológica y de nuestra fe que proclama a Cristo "luz del mundo", esta toma de conciencia tiene consecuencias importantes. Pensemos, p. Ej., que para Sto. Tomás el mundo se acababa en la costa norte de África, en el oriente medio y en los "países eslavos". No tenía apenas idea de las grandes religiones y filosofías orientales, ya entonces milenarias.

4 De lo cuantitativo a lo cualitativo Las estadísticas misioneras o de las religiones conllevan cierto resabio de proselitismo altanero y de propaganda conquistadora. Este no es el fin de este artículo. Lo que perseguimos es, más bien, una invitación a los cristianos y a los teólogos para que

5 profundicen, de forma concreta y a partir de las dimensiones del mundo actual, el misterio de "Cristo, Luz del mundo". Si Cristo pertenece al mundo, del que es salvación y paz, no es la "propiedad" de los cristianos, sino que, por el contrario, El les precede y los espera en el seno de las religiones, de las culturas y de las razas. Los cristianos de la "parroquia mundo" lo reciben de una forma más amplia y profunda que los cristianos europeos... Recibiéndole así, nuestra catolicidad-ecumenicidad crece cualitativamente. Así pasamos -en expresión de Yves Congar-, de la "catolicidad cuantitativa" a la "catolicidad cualitativa" Tradujo y condensó: RAIMON NEGRE