SUMARIO La dignidad como fundamento de los derechos humanos. Las declaraciones en la historia. La universalidad y la naturaleza de los derechos

Transcripción

1 Raúl Catalán Moliné José Luis Ruiz Gómez 4ºA Ética

2 SUMARIO La dignidad como fundamento de los derechos humanos. Las declaraciones en la historia. La universalidad y la naturaleza de los derechos humanos. Derechos individuales y colectivos. Derecho a un medio-ambiente saludable. Solidaridad y cultura de los derechos humanos. Bibliografía. 2

3 La dignidad como fundamento de los derechos humanos. Una declaración de derechos es un pacto que proclama y recuerda cuales son las libertades y derechos fundamentales del individuo y que inspiran la convivencia social. Todo comenzó en el siglo diecisiete (XVII)- dieciocho (XVIII) y el principio de estas declaraciones hasta hoy ha sido un amplio debate y no pocas críticas. Había un problema, (que estar, estaba, no sabemos donde, pero estar, estaba) que sabemos que era teórico que requería una solución filosófica. La Declaración de la ONU en 1948 resolvió el problema por que ya decía Norberto Bobbio que fundamentar y reconocer los derechos es << el consenso general acerca de su validez >> ratificado con la firma de la Declaración por parte de la comunidad internacional. Según la teoría de Bobbio, el problema actual ya no es filosófico ni jurídico, sino político: Cómo implantar y garantizar el respeto y cumplimiento de los derechos? El concepto de dignidad es comprometido con las ideas de libertad, igualdad y solidaridad humanas. El concepto derecho según Etxeberria cambió tal como lo entendemos hoy y éste se pregunta que si cabe preguntarse si la dignidad no debería seguir manteniendo, de un modo que ay que pensar, cierta referencia a los deberes. El concepto de dignidad se va completando con la afirmación de otros derechos encaminados a una verdadera igualdad y que establezcan las bases para una vida digna. El origen del estado fue la idea que necesitaba un pacto entre los hombres para reorganizarse en convivencia pacífica. Con la ilustración en el s. XVIII se llegó a escribir tratados sobre la tolerancia ( Locke, Voltaire ), contra la herejía ( Thomasius ) e, incluso, y a favor de la abolición de la pena de muerte ( Beccaria ). Una declaración de derechos no es sino una manifestación de lo que debe seguir un buen orden social, marca los parámetros sobre los que construir una comunidad política. 3

4 Las declaraciones en la historia. Las primeras declaraciones de derechos humanos se producen en el contexto de las revoluciones liberal-burguesas contra el absolutismo y la sociedad estamental. Desde 1770 hasta 1848 la burguesía occidental protagoniza una oleada de revoluciones que acabarán instaurando un nuevo sistema político, el liberalismo. El liberalismo político se basa, en efecto, en el postulado de los derechos naturales del hombre. Las primeras declaraciones se fundamentaron en la afirmación de la igualdad jurídica entre los individuos y la existencia de derechos inalienables ligados ala persona humana. La declaración universal de la ONU marcó el reconocimiento definitivo de los derechos económicos y sociales. La Declaración Universal ha sido posteriormente desarrollada y concretada en un importante número de declaraciones y conferencias internacionales: Declaración de los derechos del niño (1959), Declaración de Alma Ata (1978), Conferencia de Río sobre derechos medioambientales (1992), Declaración y Programa de Acción de Viena (1993), por citar sólo las más conocidas. 4

5 La universalidad y la naturaleza de los derechos humanos. 1) Los derechos de la tercera generación son los derechos nacidos en esta segunda mitad de siglo, fruto de la toma de conciencia de las consecuencias negativas que han arrostrado las nuevas tecnologías y la salvaje explotación del planeta por parte del sistema capitalista: derecho a la intimidad, a una buena información, a un ambiente sano, al patrimonio natural y cultural 2) Son derechos individuales. Los derechos de la primera generación nacieron con la vocación de individuales, pero los derechos posteriores con proyección colectiva, en el fondo, tienden a lo mismo: tanto la intervención del estado para procurar los derechos económicos, sociales y culturales como el derecho de los pueblos no tiene otra misión que asegurar la libertad individual. 3) Son derechos universales. <<No estamos en el ámbito del derecho positivo, sino en el de la ética, y no se puede hablar de ética desde un relativismo extremo. 4) Son derechos irreversibles. No hay que renunciar a ningún derecho conquistado por costosa que sea su aplicación. 5) Son derechos mejorables. Ni siquiera los más consolidados que son los de primera generación están hoy observados mas que en una pequeña parte del mundo. 5

6 Derechos individuales y colectivos. La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 puede considerarse como la voz de la conciencia de la Humanidad. No olvidemos que esta Declaración fue proclamada al término de la II Guerra Mundial, del conflicto bélico de mayor alcance y dimensión de la Historia de la Humanidad, frescas todavía las aberraciones cometidas por los regímenes fascistas y totalitarios alemán, italiano y japonés, responsables del desencadenamiento de la guerra. En los años 60, en la cabeza del imperio capitalista, la sociedad norteamericana se convulsionó con los movimientos contra la segregación racial heredada desde la época del esclavismo, capitaneados por el asesinado Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King, y contra la intervención estadounidense en la guerra de Vietnam. Aunque es evidente que se han producido algunos avances en el reconocimiento de los derechos civiles de otros grupos diferentes de la población anglosajona blanca hegemónica, la violación de los derechos humanos y las injusticias raciales son moneda corriente todavía en los Estados Unidos. La explosión demográfica que todavía afecta a muchos de los países del Sur, la falta de trabajo, la miseria, la persecución por motivos políticos o religiosos, están provocando oleadas masivas de emigrantes en dirección a los países ricos del Norte. Dónde y cómo se protegen sus derechos como personas? Las más de las veces encuentran odio, desprecio y persecución, muchas veces hasta la muerte. El preocupante fenómeno del racismo caracteriza ala mayor parte de los países del Norte. 6

7 Derechos a un medio-ambiente saludable. En estas ultimas décadas viene sucediendo un conjuntos de acontecimientos (cambio climático, lluvia ácida, contaminación de los acuíferos, agotamiento de zonas de pesca, etc. ) que nos está indicando que el modo de desarrollo puesto en marcha en los dos últimos siglos está limitado por un factor fundamental, que no se tuvo en cuenta en sus inicios, pero que en la actualidad se considera incluso decisivo para la pervivencia de la especie humana: los recursos que integra nuestro medio-ambiente. Estos recursos no sólo limitan el desarrollo económico si que afecta directamente a nuestra salud. Y, por lo tanto, al igual que en el caso de otros derechos anteriores que surgieron al hilo de una necesidad concreta, estos nuevos sucesos nos mueven a reclamar nuestro derecho a un medio-ambiente saludable. La acelerada pérdida de masa forestal y de biodiversidad está condicionando gravemente el mantenimiento de numerosos ecosistemas vitales para la especie humana. El crecimiento de alguna enfermedades infecciosas, sobre todo en los países pobres (el 89% de los supuestos 30 6 millones de infectados por el SIDA viven en países a los que corresponde menos del 10% de la riqueza mundial) ponen en grave riesgo la salud y la vida de grandes masas de población del planeta. 7

8 Solidaridad y cultura de los derechos humanos. Los derechos humanos sólo pueden alcanzar su verdadera expresión en un sistema democrático. Cierto. Pero el hecho de la existencia de un régimen político con una democracia homologada, es decir, donde los derechos individuales y políticos estén reconocidos, no garantiza necesaria mente el respeto integral de los derechos humanos. La experiencia nos permite advertir que en países de rancio abolengo democrático se siguen violando o ignorando ciertos derechos. Es verdad que también los jueces pueden y deben actuar contra sus gobiernos irrespetuosos para obligarles a un correcto comportamiento en materia de derechos. Pero no nos debe caber duda de que somos los propios ciudadanos los que interesándonos por los derechos, están continuamente alerta sobre el funcionamiento del sistema político y social, denunciando cuando sea necesario y exigiendo siempre el cumplimiento ola mejora en la aplicación de los derechos, podemos hacer más por el éxito auténtico de las Declaraciones, tanto a nivel nacional como intencional. Esta es la democracia real, la participativa, no la delegada, la que, claro, requiere una verdadera conciencia ciudadana, asumida y practicada, que no es otra cosa que la cultura de los derechos humanos. 8

9 Bibliografía 9