La importancia de la Expresión Plástica en Educación Infantil.

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1 NÚMERO 25 AGOSTO DE 2006 VOL. II ISSN DEPOSITO LEGAL: SE La importancia de la Expresión Plástica en Educación Infantil. AUTORA: Mª Emilia Luque Álvarez de Sotomayor. Resumen: Con el presente trabajo se pretende destacar la importancia que tiene la expresión plástica para el desarrollo humano, siendo importante comenzar desde edades tempranas, pues favorece el desarrollo y adquisición de nuevas capacidades en los niños, presentando una propuesta didáctica para la técnica del puntillismo. 1

2 El Currículo de Educación Infantil está constituido por tres áreas o ámbitos, cada una de ellos estructurados con unos objetivos generales y unos contenidos adecuados para cada apartado. Sin embargo, estas áreas no se pueden trabajar por separado, sino con un enfoque global. En lo referente a la expresión plástica, todas las actividades relacionadas con la pintura, el dibujo, etc. son determinantes para el desarrollo y adquisición de nuevas capacidades en el niño/a, y las cuales son muy importantes para un correcto desarrollo madurativo. A través de ello el niño/a explora y representa la realidad, teniendo la posibilidad de comunicarse, al mismo tiempo que afianza más su expresión y consigue tener cada vez más confianza en uno mismo y en lo que hace. En este sentido la expresión plástica se ubica en el Área de Comunicación y Representación y, para el primer ciclo de esta etapa, hay que tener en cuenta la utilización de materiales próximos a su entorno como instrumentos para experimentar y expresarse; así como el pegar, rasgar o garabatear, consiguiéndose poco a poco el desarrollo de nuevas habilidades perceptivo-motrices. En este periodo se empiezan a utilizar los colores primarios con ceras y, posteriormente, observando su desarrollo madurativo, las témperas, aunque todavía no asocian el color al objeto. Con la ayuda del maestro/a, y a medida que avanza el curso, el alumno/a conseguirá realizar elaboraciones plásticas con intencionalidad e interpretar imágenes de su entorno, aunque para los adultos no tenga un claro significado o no se pueda percibir lo que el niño/a explica que ha realizado. En todo este periodo del primer ciclo aparecerán actitudes de disfrute, interés y motivación por las producciones 2

3 plásticas, y para ello las personas de su entorno tienen la posibilidad de fomentar y propiciar situaciones para que surjan estas actitudes. En lo que respecta al segundo ciclo, se aumentará la complejidad de manera progresiva en el uso de las técnicas y la capacidad de representación y comunicación; teniendo presente y en estrecha relación los aspectos cognitivos, afectivos, motóricos y relacionales. En estas edades los niños/as comienzan a discriminar y diferenciar colores, formas, tienen trazos más definidos y con una intencionalidad, utilizan herramientas con mayor precisión, asocian colores a objetos, etc. y se continúa utilizando el color a través de distintos materiales. Por todo ello, a través de diversas actividades se irá introduciendo al niño/a en el concepto de obra plástica, algunas obras de autores conocidos para que ellos/as intenten realizar otras similares y en el conocimiento de nuevos materiales y técnicas útiles para sus elaboraciones. El trabajar con los niños la expresión plástica es muy importante, ya que le permite expresar y trasmitir su propio mundo. Que el alumno/a pueda elegir el tema que va a plasmar le hace sentirse con mayor seguridad; ya que hace lo que le gusta y puede, incluso, mostrar mayor interés por la actividad que está desarrollando. Asimismo le permite poder trabajar con los colores que más le gusta o transmite. Una técnica que suele motivar y gustar a los alumnos/as del segundo ciclo de esta etapa es la técnica del puntillismo; al utilizar sus propios dedos impregnados en pintura y plasmarlos en cualquier tipo de papel suele despertar su interés, teniendo al mismo tiempo poca dificultad. Para ello una propuesta didáctica sería la siguiente: 3

4 Cuando estemos trabajando la unidad didáctica de los alimentos o realizando algún taller relacionado con esta temática, les contaremos el siguiente cuento titulado Las frutis, para el cual podemos dibujar las frutas que aparecen para vivenciarlo. Hola amiguitos! Somos platanito, naranjita, kiwiloco, manzanita y peritronki; todos somos frutas y vivimos en los árboles o en las plantas. Seguro que nos conocéis y que nos habéis visto en muchos sitios: en la frutería, en la cocina, en el supermercado Unas frutas somos de color naranja; otras amarillas, como el plátano, la manzana y la pera, aunque la pera también puede ser verde!. De color marrón es el kiwi. Y también hay frutas de color rojo, como la manzana, conocéis otra fruta que sea de color rojo?. La manzana puede ser también de color verde. Además hay frutas de distintas formas: redondas, alargadas, más grandes o más pequeñas Y sabéis lo importantes que somos para las personas?. Tenemos vitaminas y son muy necesarias para no ponernos enfermos. Así que ya sabéis, tenéis que comer muuucha fruta. Adiós amiguitos, hasta pronto. A continuación les pediremos que dibujen un frutero con las frutas que aparecen en el cuento. Una vez terminado lo rellenarán con pintura trabajando la técnica del puntillismo. 4

5 Este mismo trabajo también se puede realizar con la técnica de arrastre con los dedos. En cuanto a estos dos trabajos, tanto la técnica del puntillismo como la técnica de arrastre con los dedos las considero muy adecuada para esta etapa si bien creo que, por lo que he podido observar en mi práctica docente, el puntillismo es más trabajado en las aulas de infantil. Del mismo modo, la técnica de arrastre puede resultar más fácil para rellenar un espacio, experimentar mejor las mezclas con los colores primarios y realizar el trabajo en menor tiempo. Ambas técnicas suponen para los alumnos/as un mayor control de los músculos de la mano así como una coordinación óculo-manual cada vez más precisa. Personalmente la técnica del puntillismo trasmite más sensación de movilidad, de autenticidad que la técnica de arrastre. Esto se deba quizás a que, dependiendo de cómo se sitúen los puntos, los objetos, en este caso las frutas y el frutero, las sensaciones al observarlas son distintas. Por lo que respecta a la técnica de arrastre también se puede observar la direccionalidad de la pintura, las formas; al estar todo el espacio cubierto trasmite una sensación más estática y la vista parece estar más acostumbrada a ello. 5