PALABRAS CON OCASIÓN DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL MAESTRO AMIGONIANO. Por: Padre José Wilmar Sánchez Duque, Rector General Funlam

Transcripción

1 PALABRAS CON OCASIÓN DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL MAESTRO AMIGONIANO Por: Padre José Wilmar Sánchez Duque, Rector General Funlam En la celebración del día clásico de los maestros quisiera a través de estas palabras rendir un sentido y sencillo homenaje a todos nuestros docentes, quienes con su servicio hacen posible la realización de lo que como misión y visión institucionales nos hemos propuesto: la formación integral del ser humano y un desarrollo social con justicia, solidaridad, libertad y fraternidad Si bien cada año se realiza dicho reconocimiento, no siempre el mismo alcanza a suscitar tanto en los maestros como en los que participan en los diferentes procesos formativos, una mayor conciencia del gran compromiso que implica para la construcción del tejido social esta bella tarea de educar y formar seres humanos, tarea que no ha sido exclusiva de pedagogos, pues la misma tiene sus raíces en la familia y en la sociedad en general con todas sus estructuras y sistemas. Una mirada superficial a la realidad educativa de américa Latina y del mundo en general, nos habla de profundos cambios en los sistemas educativos, no solo en lo que concierne a los estadios que lo estructuran, sino a sus fines y objetivos, a sus mediaciones y actores. Y es que en realidad más que el sistema en sí, lo que existe es una crisis de humanidad que pretende ser afrontada desde cambios externos, desde maquillaje normativo, sin que dichas reformas logren tocar de fondo la génesis misma de la crisis, que no es otra que una crisis ética y moral del mismo ser humano. 1

2 Desde tiempos inmemorables se acusa a los estudiantes de mediocridad, facilismo, superficialidad, de carencias cognitivas que hacen cada vez más difícil el proceso educativo, también hoy se culpa a los docentes de sus prácticas pedagógicas descontextualizadas e ineficaces, de su falta de compromiso y exigencia, de la ausencia de competencias y destrezas para hacer realidad un cambio sustancial en el énfasis que se hace al proceso educativo, que no es otro que pasar de la enseñanza al aprendizaje. Y es que allí radica lo esencial de un auténtico maestro, no tanto en enseñar, cuanto en lograr que sus estudiantes aprendan. Si bien en lo anterior existen elementos que merecen especial interés, hoy quiero resaltar en particular la pérdida progresiva de la dimensión vocacional en muchos maestros y con ella la ausencia de pasión en el acompañamiento y formación de los seres humanos que nos son confiados. Es cierto que mejoramos cada vez más en las mediaciones didácticas, pedagógicas y en la adquisición de recursos tecnológicos aplicados para el desarrollo del aprendizaje, cada vez se aumentan las competencias y destrezas cognitivas, el mejoramiento de los niveles de titulación ha venido impactando positivamente los desarrollos docentes e investigativos, nuestras hojas de vida abundan en experiencias certificadas, en formación continua pero paradójicamente cada vez se va perdiendo más la vocación, la pasión de ser maestros, de asumir la tarea docente más que con palabras con comportamientos éticos y morales, cada vez se hace más ausente en nuestra relación con los estudiantes asumir y vivir los principios y valores humanos como norma que rige tanto nuestra profesión como nuestra conducta. 2

3 Y es que ser maestro, más que un transmisor de conocimientos o destrezas es ante todo un generador de vida, y no cualquier vida, sino vida nueva en el espíritu, en la libertad, en la fraternidad y solidaridad humanas. Ser maestro es ser un apasionado por la formación y desarrollo integral de la persona que le es confiada. Ser maestro es asumir su profesión desde la invitación que se hace en el libro del génesis durante el relato de la creación: Hagamos al hombre, y es que realmente el ser humano es una obra en construcción de la cual todos, y en particular los maestros también somos responsables. Como maestros nunca debemos olvidar que desde la interrelación con nuestros estudiantes ellos deben ser llevados a una nueva dimensión de la existencia humana, en la cual los valores y principios asumidos en nuestra propuesta educativa entran a formar parte esencial de su ser y hacer como personas y como futuros profesionales Como maestros permeados por el espíritu del carisma amigoniano, debemos asumir la responsabilidad inherente a nuestra misión y vocación pedagógicas, no solo formamos profesionales para el mercado laboral, formamos seres humanos artífices de proyectos de vida humanizantes y humanizadores, personas sensibles y comprometidas en erradicar el mal en cualquiera de sus expresiones, por ello se nos exige pasión, amor, entrega incondicional, servicio libre y desinteresado, para hacer que el proceso de enseñanza y aprendizaje supere el simple academicismo de estudios profesionalizantes y logre trascender y tocar al sujeto en lo más íntimo de su personalidad, logre impactar al entorno social haciendo de nuestros estudiantes sujetos éticos, participativos, críticos y autogestores de un verdadero cambio social, constructores de una sociedad más justa, pacífica y solidaria. 3

4 Nuestro papel como docentes, debe llevarnos a asumir la importancia del rol del maestro y de la educación en general, siendo conscientes que la trascendencia de nuestro quehacer educativo está íntimamente ligada al modelo de sociedad que queremos construir, ya que la educación es una de las claves fundamentales del progreso y del desarrollo de nuestra región y de nuestro país. Como maestros amigonianos, debemos superar el facilismo, la mediocridad, la superficialidad y adentrarnos más en la experiencia del amor exigente, del acompañamiento activo y continuo, siendo conscientes de la profunda responsabilidad que implica nuestra tarea educativa, aportamos en la construcción y desarrollo de proyectos de vida personales, familiares y sociales, en nuestras manos y en la calidad y pertinencia de nuestros procesos formativos radica la posibilidad y la oportunidad de contribuir para que nuestros futuros profesionales sean sujetos activos que permeen todas los ámbitos de las estructuras sociales, económicas, educativas, políticas, jurídicas y desde allí pongan en escena aquello que en nuestra visión nos proponemos: la Fundación Universitaria Luis Amigó será reconocida nacional e internacionalmente como Universidad Católica de Alta Calidad, comprometida con el desarrollo económico y social; desde su identidad amigoniana promoverá la formación de seres humanos integrales en la búsqueda de la trascendencia, la calidad de vida y la dignidad Ser maestro amigoniano, es ante todo un ser humano que vive su ser docente con pasión, asume su servicio como una vocación de ser más para servir mejor, se deja transformar por la fuerza interior del Señor Jesús y vive desde la fe y la entrega incondicional la creación de un mundo mejor. Maestro amigoniano es un ser humano que mueve más con el ejemplo de su propia vida que con el discurso y la retórica vana y vacía. Maestro amigoniano es aquel que ha logrado articular su ser, su sentir, su pensar y su vivir y desde la coherencia es un claro signo y testimonio de lo que significa ser auténtico ser humano. 4

5 Para cada uno de ustedes mi agradecimiento, su trabajo, su compromiso, su responsabilidad dan cuenta de la grandeza de nuestra Institución y de nuestra misión pastoral educativa, sin ustedes nuestra propuesta no pasaría de ser un simple discurso, por ello en ustedes y con ustedes sólo será posible aquello que anunciamos como nuestro slogan distintivo: la realización del ser humano, el compromiso que sabemos cumplir Felicitaciones, y pido para cada uno de ustedes en nombre de nuestros miles de graduados y más de doce mil quinientos estudiantes activos que el Buen Dios derrame abundantes bendiciones en la misma medida de su entrega y generosidad, y más que a estas palabras es para ustedes que les pido un fuerte y caluroso aplauso. 17 de mayo de