II ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA

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1 CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN FLOREAL GORINI II ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA EMANCIPATORIA EN NUESTRA AMÉRICA DIRECTORES DE LA PUBLICACIÓN: PABLO FRISCH NATALIA STOPPANI Publicación Anual - Nº 2 ISSN: X Título de la publicación: II Encuentro hacia una pedagogía emancipatoria en Nuestra América

2 Directores de la publicación: Pablo Frisch y Natalia Stoppani Título del artículo: Concurso huertas granjas escolares como espacio de aprendizaje servicio solidario: una política pública para visibilizar experiencias educativas emancipadoras. Autor/es del artículo: Fabiana García y Claudia María Ischia Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Prof. Juan Carlos Junio Subdirector: Ing. Horacio López Director Artístico: Juano Villafañe Secretario de Ediciones y Biblioteca: Jorge C. Testero Secretario de Investigaciones: Pablo Imen Secretario de Comunicaciones: Luis Pablo Giniger Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini Av. Corrientes 1543 (C1042AAB) - Ciudad de Buenos Aires - [011] De los autores

3 CONCURSO HUERTAS GRANJAS ESCOLARES COMO ESPACIO DE APRENDIZAJE SERVICIO SOLIDARIO: UNA POLÍTICA PÚBLICA PARA VISIBILIZAR EXPERIENCIAS EDUCATIVAS EMANCIPADORAS Lic. Fabiana García. INTA. Lic. Claudia María Ischia. Coordinación Nacional de ProHuerta INTA-MDS. Resumen El Concurso de Huertas Granjas Escolares como Espacio de Aprendizaje Servicio Solidario 1 surge en el marco de la articulación iniciada en el año 2009 entre el Programa ProHuerta, política pública conjunta del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el Programa Nacional Educación Solidaria del Ministerio de Educación de Argentina. Dirigido a instituciones educativas de todos los niveles y modalidades del país, apunta a visibilizar experiencias educativas que integren el aprendizaje servicio solidario con la promoción de la soberanía alimentaria y la agroecología. Se entiende que los proyectos de producción de alimentos dentro de las escuelas abordados con el enfoque pedagógico del aprendizaje servicio solidario, aportan al mejoramiento de la calidad educativa a través de una propuesta que genera una interrelación constante entre los conocimientos científicos y los saberes populares, en la búsqueda por entender situaciones de la vida real. Simultáneamente, se promueve la educación en la solidaridad y la participación comunitaria, porque los 1 El aprendizaje-servicio es una propuesta pedagógica conocida a nivel mundial en la que la solidaridad y la participación ciudadana activa, además de ser contenidos de aprendizaje, pueden ser en sí mismas una manera novedosa de aprender contenidos, adquirir competencias y habilidades y modificar actitudes, si es planificada adecuadamente. En nuestro país, desde el Ministerio de Educación, a través del Programa Nacional Educación Solidaria, se promueve el Premio Presidencial Escuelas Solidarias que tiene por objetivo visibilizar, reconocer y valorar a las instituciones que desarrollan proyectos solidarios en respuesta a su propia realidad. El Concurso de Huertas Granjas Escolares como espacio de aprendizaje servicio solidario, promueve este enfoque pedagógico que de trabajo que implica un servicio solidario destinado a atender una necesidad real y sentida por una comunidad; que este servicio sea protagonizado por los estudiantes en todas las etapas del proyecto y que las acciones solidarias que se realizan estén articuladas intencionadamente con los contenidos de aprendizaje.

4 estudiantes aplican los conocimientos adquiridos en las aulas al servicio de necesidades concretas de la comunidad. Con un potencial pedagógico y social que contribuye a la inclusión social y educativa y al desarrollo de los territorios, este concurso, en sus cinco ediciones, ha contado con la participación de más 380 proyectos de escuelas de todas las provincias del país involucradas en una propuesta pedagógica emancipadora que alcanza a más de estudiantes. Introducción El Programa ProHuerta, herramienta de política pública conjunta del Ministerio de Desarrollo Social y el INTA, apunta a promover la autoproducción de alimentos con técnicas agroecológicas con el propósito de mejorar la seguridad alimentaria de la población. Asimismo, pretende favorecer la participación y organización de sectores vulnerables a partir de la generación de redes de intercambio y de trabajo. La perspectiva de trabajo desplegada por ProHuerta concibe a la educación como uno de los motores para el desarrollo y transformación cultural. Por lo tanto, dentro del programa, se ha conformado un Área de Educación que tiene un doble propósito: aportar a la calidad educativa y al mejoramiento de la calidad de vida de la población, a través de una propuesta que incluye el saber hacer, la búsqueda colectiva y la problematización permanente en diálogo con las necesidades concretas de la comunidad. Como resultado de la implementación del programa en el ámbito educativo del territorio nacional, ProHuerta promueve y brinda apoyo en la actualidad a huertas escolares, que se desarrollan en ámbito estatal y privado en todos sus niveles y modalidades, como así también en espacios de educación no formal. En la actualidad, participan del programa más de 5000 promotores docentes, quienes conforman una amplia red de alcance nacional, que en forma voluntaria, solidaria y comprometida, desarrollan las propuestas de huerta y granja agroecológica y promueven el programa en el ámbito de su comunidad educativa.

5 Se estima que la población alcanzada en el país a través del trabajo de los promotores docentes es de habitantes. Descripción de la experiencia El Concurso de Huertas Granjas Escolares como Espacio de Aprendizaje Servicio Solidario se inicia en el año 2009 en el marco de la articulación entre los programas ProHuerta (INTA-MDS) y Educación Solidaria del Ministerio de Educación. Desde 2012, cambia su denominación y se titula Concurso Vamos a Sembrar de experiencias de aprendizaje servicio solidario que construyen soberanía alimentaria con un enfoque agroecológico, con la finalidad de incluir proyectos socioeducativos solidarios que trabajen la soberanía alimentaria y la agroecología, aun cuando no cuenten con la huerta o la granja en la escuela. Más allá de esto, ProHuerta, a través de su componente de Educación, entiende que los espacios productivos en el ámbito escolar posibilitan la creación de un modelo de educación distinto, ya que permiten establecer una relación entre la teoría y la práctica, haciendo posible un aprendizaje vivencial y significativo. Constituyen un recurso pedagógico de aplicación práctica de contenidos curriculares de todas las áreas de conocimiento. Asimismo, abren la puerta a la revalorización de saberes y prácticas ancestrales, incentivando el diálogo entre los saberes científicos y los saberes populares. Se transforman en un puente entre la escuela y la comunidad tendiendo al mejoramiento de la calidad de vida de ésta. La producción de alimentos agroecológicos, la educación alimentaria y nutricional, el cuidado del medio ambiente, la agricultura familiar, la economía social, el rescate de saberes y especies locales y la revalorización de la cultura local, son temáticas que se abordan junto al aprendizaje cooperativo y solidario, con un potencial pedagógico y social que contribuye a la inclusión social y educativa y al desarrollo de los territorios. Así, encuentra un punto de confluencia con el Programa Educación Solidaria, que a través de la propuesta pedagógica del aprendizaje-servicio, se plantea promover

6 la educación en la solidaridad y la participación comunitaria y ciudadana e interpreta que los proyectos de esta naturaleza permiten a los estudiantes aplicar conocimientos adquiridos en las aulas al servicio de necesidades concretas de la comunidad. De este modo, ProHuerta y Educación Solidaria, articulan sus esfuerzos en beneficio de la promoción de la equidad y la calidad educativa, en torno a este concurso. También suman la cooperación de otras entidades tales como el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA), la Fundación ArgenINTA, la Fundación Huerta Niño y el Componente Familias y Nutrición del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social (PNSA- MDS. Los objetivos del concurso son: visibilizar experiencias educativas que integren el aprendizaje servicio solidario con la promoción de la soberanía alimentaria y la agroecología, desde una cultura participativa; reconocer a las instituciones educativas que mejor articulen la experiencia solidaria con los contenidos curriculares y realicen un aporte significativo a los aprendizajes de los estudiantes y promover la creación de espacios educativos donde los estudiantes protagonicen activamente el ejercicio de su compromiso ciudadano, al brindar un servicio solidario en respuesta a una necesidad concreta de su comunidad. Pueden participar todas las instituciones educativas del país de todos los niveles y ramas, que estén desarrollando experiencias de aprendizaje servicio solidario que promuevan la soberanía alimentaria con enfoque agroecológico. Proceso de evaluación La evaluación conforma un proceso que integra un conjunto de cuestiones que la transforman en un momento de suma importancia. Es una etapa de capacitación y actualización del equipo de evaluadores; de reflexión sobre la propia práctica y de generación de nuevas propuestas para mejorar la intervención territorial a través de acciones y políticas locales y nacionales.

7 Cada proyecto pasa por tres instancias que imprimen distintas visiones con el propósito de brindar objetividad al proceso, de modo tal de conjugar lo local con lo general y promover el aprendizaje continuo. En las evaluaciones de primera y segunda instancia, participan técnicos de ProHuerta, capacitados por el Ministerio de Educación a través del Programa Nacional Educación Solidaria y cuentan con instrumentos armados en función de una evaluación ponderada. Los evaluadores de primera instancia, pertenecen a la misma provincia o región del proyecto, para poder interpretar cada experiencia a la luz de sus particularidades locales. Los proyectos que obtienen más de 60 puntos pasan a la segunda instancia, donde son analizadas por técnicos cuya procedencia no coincida con la del proyecto que evalúa. Deciden las experiencias finalistas que quedarán a consideración del jurado convocado a tal efecto cada año. En todo el proceso de evaluación, se tiene en cuenta que los proyectos cumplan con los criterios de calidad básicos de un proyecto de aprendizaje servicio solidario: el protagonismo debe estar a cargo de los estudiantes; el servicio debe tener impacto en la comunidad; debe tener una alta integración institucional y/o entre áreas, departamentos o asignaturas; debe promover una fluida articulación en redes con instituciones públicas y de la sociedad civil; la temática tiene que ser original y socialmente relevante y por último, la experiencia debe tener capacidad de ser replicada. El jurado, integrado en forma interinstitucional por autoridades representativas de las entidades organizadoras y de aquellas que respaldan el concurso, recibe anticipadamente un resumen de las experiencias finalistas. Se reúnen y reflexionan en conjunto sobre cada una de las experiencias, consensuando la decisión final de las que resultarán seleccionadas. Se usa ese término y no ganadoras, porque este concurso no tiene una visión resultadista, sino que prioriza la valoración de los procesos que todo proyecto presentado transita en su propuesta educativa. En virtud de ello, desde el año 2012, se realiza una devolución detallada a cada experiencia, con la intención de brindar un aporte a la autoevaluación del proyecto educativo solidario.

8 Las experiencias seleccionadas participan activamente en la construcción de una publicación que refleja sus proyectos y tienen un reconocimiento económico para satisfacer necesidades detectadas a fin de fortalecerlas. Pero además, todas las escuelas participantes reciben bibliografía como distinción a su participación y se integran a la red nacional de ProHuerta Educación, que les permite estar en contacto permanente con otros referentes de la temática, fortaleciéndose a través del fluido intercambio de información y material. De la misma forma, son sistematizadas a través de una base de datos que queda a disposición de los organizadores como así también de quienes apoyan el concurso para futuros contactos, convocatorias o actividades de apoyo, relevamiento y seguimiento directo que cada uno de ellos quiera desarrollar en el marco de su misión institucional específica. Conclusión En 2013, por medio de la Resolución N 766 del Ministerio de Educación, el concurso ha sido declarado de interés educativo. Desde 2009 a 2013, se han presentado 384 proyectos educativos que integraron a más de 70 mil estudiantes de todo el país. A lo largo de las cinco ediciones consecutivas, se han seleccionado 32 proyectos educativos correspondientes a instituciones educativas de Córdoba, Buenos Aires, La Rioja, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero, Misiones, Tierra del Fuego, Tucumán, Jujuy, Chaco, Entre Ríos, Mendoza, Corrientes, Catamarca y Río Negro. A modo de conclusión, es posible señalar que las experiencias educativas que trabajan con este enfoque: 1. Fortalecen la calidad educativa, porque para solucionar problemas concretos hay que saber más que para rendir un parcial o un examen final y porque en el terreno se aprenden conocimientos, se adquieren competencias y habilidades que no pueden encontrarse en libros, aulas o laboratorios;

9 2. Educan para la ciudadanía, porque no se agotan en el diagnóstico o la denuncia y avanzan en el diseño y ejecución de proyectos transformadores de la realidad, 3. Son prácticas inclusivas, porque alientan el protagonismo -aún de aquellos con capacidades diversas o condiciones de máxima vulnerabilidad-, ya que contribuyen a superar la pasividad de la cultura clientelista al comprometerse activa y eficazmente en proyectos de desarrollo local y economía social y; 4. Promueven el trabajo en red entre las instituciones educativas y las organizaciones de la comunidad, lo cual permite encontrar soluciones articuladas a problemas comunes. Bibliografía Consultada - Altieri, Miguel, Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Montevideo. Nordan-Comunidad. - Ander Egg, Ezequiel, Técnicas de Reuniones de Trabajo. Buenos Aires. Humanitas. - Astolfi, Jean Pierre, Conceptos claves en la didáctica de las disciplinas. Sevilla. Diada. - Benlloch, Montse. (Comp), 2003 La educación en ciencias: ideas para mejorar su práctica. Buenos Aires. Paidós. - Cittadini, Roberto (coord.), La Huerta Orgánica. Buenos Aires. INTA. - Furman, Melina y otros, Ciencias Naturales: aprender a investigar en la escuela. Buenos Aires. Novedades Educativas. - Gil Pérez, Daniel y otros, La enseñanza de las ciencias en la educación secundaria. Barcelona. ICE de la Universidad de Barcelona/Horsori. - Goites, Enrique, Manual de Cultivos para la Huerta Orgánica Familiar. Buenos Aires. INTA. - Hisse, María Cristina y otros (coord.), Hacia una mejor calidad de la educación rural: ciencias naturales. La Plata. DGCyE.

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