Dra. Yoko Sugiura Yamamoto. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Proyecto Arqueológico de Santa Cruz Atizapán:

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Catalina Juárez Benítez
hace 6 años
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1 Dra. Yoko Sugiura Yamamoto. Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Proyecto Arqueológico de Santa Cruz Atizapán: Antecedentes. A partir del análisis del material de los pozos estratigráficos del sitio de Ojo de Agua, Municipio de Tenango en el Edo. de México, comenzó el interés en el impacto que la desarticulación del sistema teotihuacano tuvo sobre la historia poblacional del Valle de Toluca, desde una perspectiva regional. Posteriormente, esta pregunta se convirtió en el punto focal del Proyecto Valle de Toluca (PVT), iniciado formalmente en 1979, con un recorrido de superficie. De los materiales de esta fase de exploración se hizo patente la necesidad de obtener una secuencia estratigráfica a escala regional; así, en lugares cronológicamente representativos, se seleccionaron sitios para realizar sondeos estratigráficos, entre ellos, el de Santa Cruz Atizapán. A partir de los resultados del análisis de los sondeos realizados en 1979 en uno de los montículos o bordos en el sitio de Santa Cruz Atizapán, se estableció una primera visión de la ocupación humana como un conjunto de unidades habitacionales que conformaban el área de sostenimiento para la zona cívicoceremonial de La Campana-Tepozoco. Esta propuesta fue retomada como una de las hipótesis del Proyecto Arqueológico de Santa Cruz Atizapán (PSCAT). Posteriormente, con la visión de que la realidad pretérita debe estudiarse de una manera integral, se diseñó en 1993 un proyecto llamado El Agua, la tierra, el bosque y el hombre en el Alto Lerma: un estudio multidisciplinario (CONACyT 1993:2089-H9303), en el cual se buscó identificar los factores que intervinieron en el proceso humano de adaptación al paisaje lacustre. Uno de los subproyectos que conformaron el proyecto abordó etnoarqueológicamente cuestiones del modo de vida lacustre y generó algunos planteamientos que servirían de hipótesis del Proyecto Arqueológico de Santa Cruz Atizapán (PSCAT). 1 de 11

2 El PSCAT inició en 1997 como parte de la segunda fase del mismo proyecto (CONACyT 1996: PH). A partir de esta fecha se han realizado cinco temporadas más, de duración variable (2000, 2001, 2003, 2004, 2005), pues en la búsqueda de la respuesta a las primeras incógnitas, algunas siguen pendientes, y han surgido muchas otras más, las cuales se plantea explorar en el futuro. Objetivos del PSCAT Con los mencionados antecedentes, se llegó al planteamiento de los siguientes objetivos generales iniciales: a) reconocer la influencia del estado teotihuacano y de los cambios ocurridos tras la desaparición del mismo en un asentamiento del Valle de Toluca; b) estudiar el desarrollo de asentamientos lacustres durante el Epiclásico y, evaluar la importancia de los mismos para el desarrollo histórico del valle; c) comprender la dinámica de intercambio entre la zona lacustre y los asentamientos situados en tierra firme, especialmente el centro ceremonial de La Campana-Tepozoco; d) recuperar información acerca del modo de subsistencia lacustre, y compararla con la que se tiene sobre los modos actuales de explotación de las ciénagas. Temporada Esta temporada, de febrero a junio, comenzó con el levantamiento de un mapa detallado del sitio de Santa Cruz Atizapán, que incluyó los sectores habitacional y cívico-religioso, así como con estudios de prospección arqueológica (magnetometría, resistividad eléctrica y radar de penetración) para caracterizar la composición del yacimiento. Tomando en cuenta estos y otros aspectos, se seleccionó una zona destinada a la circulación entre parcelas como el área óptima para la excavación, ya que además, presentaba perfiles expuestos por las zanjas excavadas en los años 60 para drenar los cultivos. Se eligió una parte del montículo 20 para excavaciones tanto intensivas como extensivas. Además, algunas unidades de excavación recibieron el tratamiento de pozos estratigráficos. A partir de los datos obtenidos, se elaboraron estudios de cronología, análisis cerámico y lítico, análisis de restos óseos humanos, macrorrestos vegetales y animales, paleoambiente y reconstrucción arquitectónica del sitio. 2 de 11

3 Se estableció también la primera propuesta de estratigrafía para el sitio, que sería completada en las temporadas subsecuentes. Temporada Inició en febrero del La prospección arqueológica incluyó fotografía aérea con un globo cautivo, topografía y estudios geofísicos (magnetometría, resistividad eléctrica y radar de penetración), que contribuyeron a delimitar la extensión y función de los islotes artificiales, además de a caracterizar y correlacionar elementos arquitectónicos y subestructuras. Simultáneamente, se afinó el levantamiento topográfico de la temporada 1997, con un mapeo total de los islotes artificiales con cotas a cada 10 cm, con el fin de recuperar los datos de los más pequeños. Dicho trabajo estuvo a cargo de Coreza (Ing. Hugo Carrillo Díaz). La excavación se enfocó en la sección norte del montículo 20, de estructuras públicas, llegando a recuperarse información sobre todas las fases de ocupación, desde fines del Clásico, hasta el Epiclásico. También se exploraron los pisos superpuestos al noreste de dichas estructuras, así como los aislados al noroeste de las mismas. Al igual que en la temporada anterior, se tomaron muestras de flotación de los pisos, entierros, tlecuiles o fogones, y elementos especiales. Paralelamente al avance de las excavaciones, se repitieron las pruebas de prospección, para conocer las posibles correlaciones entre las capas. El levantamiento detallado de los perfiles estratigráficos se hizo en nueve zanjas distribuidas en diferentes montículos. Temporada De febrero a junio de 2001 se ampliaron las excavaciones del sector norte del montículo 20 con el fin de explorar su ocupación más temprana. Se identificó la fachada de acceso de la estructura de fines del Clásico y se aclaró la relación entre este sector y el área explorada en Se excavó también el montículo 13, al noroeste del montículo 20, incluyendo un entramado de madera colocado como base. Se recuperaron los datos que señalan una historia ocupacional más corta, principalmente del Epiclásico. Se excavaron también varios pozos estratigráficos en el área que separa los montículos para correlacionarlos estratigráficamente entre sí. 3 de 11

4 Temporada Esta temporada fue corta (2-10 de junio) y las tareas se centraron en el registro estratigráfico de los montículos. Fue posible registrar seis de los montículos. Para los estudios de perfiles estratigráficos se aprovecharon los perfiles expuestos por las zanjas de drenaje. El número de perfiles registrados por montículo varió de acuerdo con las características de deposición y su extensión. Temporada Esta temporada (del 5 de abril al 7 de mayo) y se realizó en la porción occidental del sector cívico-religioso del sitio arqueológico de Santa Cruz Atizapán, ubicado sobre un terreno elevado y artificialmente terraceado sobre el derrame de un volcán de más de 40,000 años. En el área se localiza uno de los montículos más grandes del sitio, denominado el cerrito de La Campana-Tepozoco que originalmente tuvo más de seis metros de altura. Éste, al igual que la gran mayoría de las estructuras monumentales localizadas, ha sido modificado y alterado sustancialmente. Asimismo, se realizaron fotografía aérea con globo cautivo, estudios de magnetometría y de radar de penetración, así como un levantamiento topográfico con estación total. La intervención arqueológica consistió en recolección de materiales diagnósticos de superficie, y una verificación mediante sondeos arqueológicos-, de los resultados obtenidos por los estudios de prospección, y la delimitación de la estructura monumental ubicada al norte de aquella llamada La Campana-Tepozoco. Los resultados del trabajo de campo indican que esta parte del sitio tiene una historia más prolongada que los islotes, y que el sector cívico-religioso continuó funcionando hasta el Posclásico, después del abandono de los islotes hacia finales del Epiclásico. Temporada En esta temporada, de sólo tres semanas de trabajo de campo, se continuaron los registros estratigráficos que quedaron inconclusos en Al igual que en esa corta temporada, se aprovecharon aquellas zanjas de drenaje que dejaron expuestos los perfiles con evidencias de ocupación prehispánica. Además, se muestrearon con una nucleadora varios montículos para 4 de 11

5 reconstruir sus secuencias estratigráficas, y se refinó la ubicación de ciertos elementos con la ayuda de un posicionador satelital (GPS). 5 de 11

7 Fig. 1. Mapa general del sitio arqueológico de Santa Cruz Atizapán. 1 de 11

9 Fig. 2. Estructura 3. 1 de 11

10 Fig. 3. Zona de tlecuiles o fogones. Fig. 4. Entierro de mujer y niño. 2 de 11

11 Fig. 5. Entramado de madera, base constructiva de un bordo o islote. 3 de 11

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