Capítulo 3 MARCO TEORICO E HIPOTESIS

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1 Capítulo 3 MARCO TEORICO E HIPOTESIS 3.1. Generalidades Cómo vivieron los hombres, mujeres y niños de tal o cual grupo humano? Dónde desarrollaron sus actividades? Cuáles son los indicios de tales actividades? Qué es lo que perduró hasta nuestros días? Cómo interpretar el contexto arqueológico actual? Estas son algunas preguntas importantes a la hora de enfrentar un sitio o un problema arqueológico. Uno de los problemas más graves es que el contexto artefactual con que nos encontramos es sólo una pequeña parte de lo que hubo, transformado por muchos procesos de distinta índole. Conjuntamente a éste existe un contexto no artefactual que no resulta obvio ni visible como el anterior. La geoarqueología provee herramientas muy útiles a la hora de enfrentar los sitios arqueológicos en un sentido amplio y dinámico pero cómo nació esta disciplina y qué es exactamente?. Históricamente la relación entre geociencias y arqueología se remonta a los comienzos de la disciplina arqueológica. Durante el S XVIII y XIX se manifiesta en el desarrollo de la cronología y principios básicos moviéndose durante el S XX a la colaboración entre los científicos naturales y los arqueólogos y llegando a la convergencia de las dos disciplinas en un gran número de áreas (Rapp 1987). A través de la historia de su interacción, conceptos y técnicas derivadas de las ciencias de la tierra han sido utilizados para analizar los procesos involucrados en la formación del registro arqueológico sedimentario, para tratar de establecer las características paleoambientales asociadas a los sitios arqueológicos, para desarrollar marcos cronológicos y para determinar los parámetros físicos de artefactos y geofactos (Rapp y Hill 1998). Existen varios puntos de vista respecto a qué debe llamarse apropiadamente geoarqueología. Para Rapp y Hill (1998), en el sentido más amplio del término, se refiere a la aplicación de cualquier concepto, técnica o conocimiento derivado de las geociencias para el estudio de artefactos y procesos relacionados en la creación del registro arqueológico. En un sentido más acotado, la geoarqueología es la aplicación de estas disciplinas y subcampos de las geociencias al estudio del registro arqueológico. El criterio clave es que las interpretaciones arqueológicas se producen usando ideas o métodos basados en las geociencias (Rapp y Hill 1998). En este contexto se considera a la arqueología como una ciencia natural del registro arqueológico y puede ser vista 19

2 Tesis doctoral María Marta Sampietro Vattuone como una división de las ciencias de la tierra, especialmente en términos de algunas prácticas metodológicas (Rapp y Hill 1998). Ya que geo modifica a arqueología, geoarqueología debe ser entendida como un tipo de arqueología en la cual la meta fundamental es el estudio del registro artefactual y donde cualquier objeto físico, rasgo o paisaje tanto fabricado como modificado por los humanos es considerado un artefacto (Rapp y Hill 1998). Los aspectos de la geoarqueología deben ser considerados desde la perspectiva de la dinámica, estructura y cronología. Dinámica trata con los efectos de fuerzas físicas, químicas y procesos orientados, estructura con la composición y ordenamiento de los materiales y cronología con el tiempo, orígenes y desarrollo (Rapp y Hill 1998). Waters (1992) define geoarqueología como la aplicación de conceptos y métodos de las geociencias a la investigación arqueológica. Más específicamente la considera una subdisciplina que utiliza técnicas y aproximaciones de la geomorfología, sedimentología, pedología, estratigrafía y geocronología para investigar e interpretar los sedimentos, suelos y paisajes en los sitios arqueológicos. Butzer (1989) la define como la investigación arqueológica que utiliza métodos y conceptos de las geociencias cuyos resultados están coherentemente integrados con las interpretaciones arqueológicas debido a que tales investigaciones se dan desde el principio en un marco arqueológico. Más aún, para Butzer (1978, 1980, 1989) y Schoenwetter (1981) la geoarqueología Es un componente de lo que ellos denominan arqueología contextual que es una aproximación sistémica en la cual los componentes de los ecosistemas humanos son reconstruidos. Desde esta perspectiva, para realizar una aproximación contextual a un sitio arqueológico es necesario un equipo de especialistas donde el geoarqueólogo reconstruye los factores geológicos del ecosistema humano, desde el estudio de sedimentos y suelos; el arqueobotánico dilucida los elementos de la flora a partir de polen, fitolitos y macrofósiles de plantas; el zooarqueólogo los componentes faunísticos a partir de los conjuntos óseos y el arqueólogo reconstruirá los factores culturales del ecosistema humano a partir de artefactos, rasgos y estructuras del sitio. Las reconstrucciones climáticas se facilitarán mediante la combinación de conjuntos de datos biológicos y geológicos (Waters 1992). En términos de Gladfelter (1981), geoarqueología define la tradición de las geociencias en la arqueología dentro del marco temporal de la historia humana. Implica la investigación arqueológica utilizando métodos y conceptos de las geociencias. Para este autor no se limita sólo al estudio e interpretación de sedimentos y paisaje físico. Para Waters (1992) el primer objetivo de la geoarqueología es localizar los sitios arqueológicos y sus contenidos en un contexto temporal relativo y absoluto a través de la aplicación de principios estratigráficos y técnicas de datación absoluta. El segundo es entender los procesos naturales de formación de los 20

3 Capítulo 3 Marco teórico e hipótesis sitios en el sentido propuesto por Schiffer (1972, 1976, 1983, 1987), donde se intentan entender las transformaciones naturales que han afectado el conjunto de elementos y rasgos creados por una población humana en el pasado. Finalmente, el tercer objetivo es reconstruir el paisaje que existió alrededor del sitio o grupo de sitios durante el momento de la ocupación. Para Rapp y Hill (1998) los objetivos de la geoarqueología son abarcar la investigación enfocada tanto para inferir el comportamiento antropológico pasado como evaluar los rasgos no comportamentales del registro arqueológico. Siendo la meta mayor de la arqueología evaluar y entender el comportamiento humano pasado, la meta más amplia es entender los procesos que produjeron el contexto artefactual final disponible para observación y estudio (Rapp y Hill 1998). Butzer (1989) expone que los componentes primarios del estudio geoarqueológico son la reconstrucción del contexto paisajístico en micro, meso y macro escala; la reconstrucción del contexto estratigráfico; la valoración de los procesos de formación que intervinieron en un yacimiento tanto de índole natural como cultural; la valoración de los procesos que modificaron el yacimiento y la identificación de los rasgos de actividad humana sobre el paisaje considerando al hombre como un agente geomórfico que opera sobre los mismos. Según este autor el objetivo final es elucidar la textura medioambiental que reúnen los sistemas socioeconómicos del pasado para entender los ecosistemas humanos (Butzer 1989) Aportes metodológicos de la geoarqueología Bajo el rótulo geoarqueología se ha utilizado un amplio rango de disciplinas de las ciencias de la tierra incluyendo estratigrafía, sedimentología, geomorfología, pedología, petrología, geoquímica, geofísica, paleontología, geología marina, geocronología y climatología. Casi cualquier disciplina de las geociencias tiene conceptos, métodos y conocimientos que pueden contribuir a la solución de un problema arqueológico (Rapp y Hill 1998). Desde una perspectiva radical, geoarqueología representa un enfoque particular de la arqueología que debe ser considerado junto con la hidrología, litología y ecología, como una subdivisión de las ciencias de la tierra en el sentido más general. En efecto, se ha sugerido que los sitios arqueológicos son realmente sitios geológicos que contienen restos de interés para los arqueólogos (Rapp y Hill 1998). Butzer (1989) sintetiza los métodos analíticos fundamentales realizando en primera instancia una división entre los de campo y los de laboratorio. En el primer grupo incluye para el análisis del sitio: el registro de los perfiles verticales de las excavaciones, la colecta de muestras de sedimentos para correlaciones con perfiles naturales, la contextualización del sitio arqueológico en el paisaje; para el análisis del paisaje: relevamientos aerofotográficos, localización de otros sitios mediante prospección, relevamiento de afloramientos naturales en términos de fuentes potenciales de aprovisionamiento de materias primas de toda índole. Los métodos de laboratorio propuestos están 21

4 Tesis doctoral María Marta Sampietro Vattuone integrados por la interpretación sistemática de mapas, análisis de sedimentos para determinar las propiedades bío y geo químicas, análisis del tamaño y naturaleza de las partículas que componen los sedimentos y, finalmente, la construcción de un modelo provisional de la génesis del yacimiento, de su abandono y cambios post deposicionales, así como las actividades espaciales y temporales durante la ocupación del sitio El Formativo (o de la vida en aldeas) Se considera Formativo al período caracterizado en numerosos trabajos (González 1961, González 1962, Núñez Regueiro y Tarragó 1972, Núñez Regueiro 1974, Núñez Regueiro 1978) como aquel que se extiende cronológicamente en el NOA desde el 700 ac al 1000 dc. Se caracteriza por la sedentarización definitiva de las poblaciones en aldeas y la adquisición de la agricultura como base de los medios de producción, con la consecuente modificación tecnológica acompañada de la producción masiva de alfarería (Willey 1964). La seguridad de un mínimo de aprovisionamiento permite la sedentarización y la dependencia de un área más restringida para la obtención de recursos compuesta por un foco central donde se encuentran los campos de cultivo y un área periférica usada para caza, recolección y pastoreo (González y Pérez 1966). En un nivel más específico al área de estudio propuesta, la utilización del término Formativo o aldeas tempranas (sensu Raffino 1988) hace referencia a sociedades que comparten elementos comunes dentro del área centro sur andina y que pueden ser descritas por tratarse de comunidades de tipo aldeanas (más o menos agrupadas) con economía agropastoril, de gran estabilidad y autosuficiencia intra grupal y sociedades más o menos igualitarias que comparten tradiciones comunes, que participan de redes de intercambio a distintas distancias, y que desarrollan nuevas tecnologías e idiosincrasias culturales (Cremonte 1996) Consideraciones finales De acuerdo a lo expuesto, la geoarqueología se define como el uso de los métodos y las técnicas de las geociencias en la resolución de un problema arqueológico. Concordamos con lo expuesto por Rapp y Hill (1998) en cuanto a que no se trata de una subdisciplina dentro de la arqueología sino que constituye una forma de aproximación específica y muy comprehensiva al objeto de estudio, es decir los sitios arqueológicos. Aunque no estamos de acuerdo en considerarla como una división de las ciencias de la tierra debido a que el objeto último de estudio es el hombre y su cultura. Acorde con esta visión, consideramos todos los componentes de los sitios arqueológicos (inclusive suelos y paisaje) como artefactos que han sufrido primariamente la intervención humana y posteriormente la de una serie de agentes tanto culturales como naturales post deposicionales. 22

5 Capítulo 3 Marco teórico e hipótesis 3.5. Objetivos e hipótesis Desde la perspectiva adoptada, se plantean para esta investigación los siguientes objetivos: Establecer los factores y mecanismos ambientales que influyeron en la instalación y evolución de las poblaciones agrícolas prehispánicas del valle de Tafí. Intentar definir en qué medida las influencias ambientales condicionaron las actividades antrópicas durante las etapas de ocupación, consolidación y abandono de los asentamientos ene l área propuesta durante el Formativo. Particularmente en los sectores donde se habría concentrado mayor actividad agrícola. Establecer relaciones entre los procesos de formación de sitio generados por las actividades agrícolas y aquellos originados por la actividad doméstica en áreas de vivienda en los casos en que coexistan ambos tipo de actividad. En este contexto planteamos las siguientes hipótesis: A La selección de los lugares de asentamiento de las poblaciones Formativas del valle de Tafí estuvo fuertemente influenciada por las características geomorfológicas y topográficas del paisaje. B La organización interna de los sitios estuvo condicionada por la oferta ambiental de las unidades geomorfológicas. C Las condiciones ambientales durante el Formativo fueron sustancialmente diferentes a las actuales e influyeron sobre las posibilidades de asentamiento. D Los procesos de formación de los sitios arqueológicos del valle estuvieron condicionados no sólo por condiciones climáticas alternantes sino también por intensos procesos antrópicos que generaron impactos diferenciales el paisaje. 23

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