QUE REFORMA EL ARTÍCULO 19 DE LA LEY MONETARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A CARGO DEL DIPUTADO JORGE FRANCISCO SOTOMAYOR CHÁVEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN El suscrito, Jorge Francisco Sotomayor Chávez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y 76 a 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta soberanía la presente iniciativa por el que se reforman los artículo 19 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, de acuerdo con la siguiente Exposición de Motivos Actualmente, el Banco de México y la Asociación de Bancos de México implantan un procedimiento mediante el cual se verifica la autenticidad de billetes que por alguna razón se sospecha sean falsos, el cual consiste en los siguientes pasos: Se entrega el billete falso a un cajero de cualquier institución bancaria, quien le extenderá un recibo por el que acredita la entrega de la pieza. Posteriormente se entrega al Banco de México para su evaluación; si se determina que el billete es auténtico, puede exigirse con el recibo entregado la devolución de dicha cantidad. En sentido contrario estas dos instituciones determinan que de ser falsa la pieza no se puede recuperar el importe de la misma ya que según se argumenta es un trozo de papel sin valor. Lo anterior de conformidad con los artículos 19 y 20de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos. Es importante mencionar los antecedentes respecto de las incautaciones de billetes fasos realizado en conjunto por la Procuraduría General y el Banco de México, la dirección general de Administración del Banco Central, refiere que desde 1941, el Banco de México ha dictaminado, registrado, denunciado y custodiado más 2 de dos millones de piezas falsas detectadas en el sistema bancario, en 2009 se destruyeron 166 mil 617 billetes falsos o alterados, tanto nacionales como extranjeros, por lo que a la fecha han sido destruidas en total 377 mil 82 monedas y billetes falsos decomisados de 1941 a 1999, en tanto que continúan bajo la guarda y custodia del Banco de México un millón 671 mil 822 piezas aseguradas de 2000 a 2008. Un documentado informe de George Simons aparecido en la revista Semana Económica aborda este problema y denuncia los lazos existentes entre peligrosas organizaciones criminales internacionales y las principales mafias de falsificación de billetes, donde se vive una etapa de auge de esta industria clandestina que controla un mercado ilegal que suele ser parasitario de otras formas de crimen organizado, las que compran grandes cantidades de billetes falsos para reducir el costo de transacciones comerciales informales. Esta doble problemática no es exclusiva de la Ciudad de México. En los últimos años, en varios estados de la república han sido localizados billetes falsos de diferentes denominaciones. De acuerdo con datos proporcionados por el Banxico, sólo en el Distrito Federal y Nuevo León la cantidad recuperada ascendió a 18 millones de pesos en 2000. De acuerdo con la PGR, este delito ha tenido un incremento vertiginoso de 1995 a la fecha. La Policía Judicial Federal y de Seguridad Pública y Tránsito también han decomisado en distintos municipios de Quintana Roo (Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Othón P. Blanco) cantidades de dinero falso que han sido reportadas por los propios empleados de las gasolineras y tiendas de autoservicio. Los grupos dedicados a la falsificación de billetes, luego de que tienen en su poder cantidades de dinero falso, se encargan de hacerlo circular en el mercado, por medio de la compraventa de mercancías en el comercio informal, por otra parte de tráfico internacional, tienen a su favor el hecho de que las autoridades aduanales solamente supervisen movimientos superiores a 10 mil dólares. Ahora bien, la falsificación de billetes afecta gravemente a la microeconomía, cuando una persona se percata de que se le ha entregado un billete falso procura inmediatamente deshacerse de este pues significa para esta una
importante pérdida por lo tanto afecto de forma inmediata su poder adquisitivo, por lo que se encuentra en una encrucijada económica y legal, esto es así ya que como se mencionó anteriormente puede utilizar dicha falsificación para recuperar comercialmente su pérdida al dejar circular el billete convirtiéndose en un círculo de perdidas adquisitivas de varias personas. Por la parte legal la persona tiene la obligación de denunciar y entregar el documento monetario falsificado o que a su juicio tenga esta calidad, lo anterior con el peligro por llamarlo de alguna forma, de perder de manera definitiva dicha cantidad y afectando gravemente su economía personal esto claro dependiendo su condición económica, ya que como se mencionó al principio el procedimiento establecido por el Banco de México es retener dicho documento sin que le sea rembolsado. Por otra parte, la economía nacional es también afectada de manera significativa, esto toda vez que el Banco de México determina una cantidad exacta de la moneda que debe circular en el mercado, media por la que este puede regular dos aspectos fundamentales para la economía nacional que son: la inflación y la tasa de inertes, exceso ilegal de tiraje de moneda circulante provoca inflación, afectando los precios reales de la economía. El objetivo principal de la presente iniciativa de ley es contribuir primero a la recuperación del poder adquisitivo de las personas afectadas por la falsificación de monedas, en consecuencia también lo es el saneamiento inmediato a la economía general del país, así como inhibir dicha conducta ilícita y estimular la denuncia de dichos actos por parte de aquellas personas que por diversas causas tengan un su poder billetes o monedas falsas. Actualmente, la legislación que regula el procedimiento de recaudación e investigación respecto de la autenticidad de la moneda nacional es la Ley Monetaria de los Estado Unidos Mexicanos específicamente en el capítulo IV, De la seguridad en la circulación monetaria, en los artículos que se transcriben a continuación: Capítulo IV De la Seguridad en la Circulación Monetaria Artículo 17. Queda prohibida la imitación o reproducción total o parcial, de monedas metálicas o de billetes, nacionales o extranjeros, en rótulos, viñetas, anuncios o en cualquiera otra forma, salvo en aquellos casos en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, oyendo previamente al Banco de México, lo autorice expresamente, por tratarse de imágenes de monedas que carezcan de idoneidad para engañar, que no conduzcan o puedan conducir a la falsificación de dichas piezas ni, en general, afecten la seguridad de la circulación monetaria. Queda igualmente prohibida la comercialización de reproducciones o imitaciones no autorizadas. Las personas que contravengan lo dispuesto en este artículo, serán sancionadas administrativamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con multa hasta de un millón de pesos. El importe de la multa respectiva se fijará oyendo al Banco de México y tomando en cuenta el número de las imitaciones o reproducciones, los efectos de éstas en la seguridad de la circulación monetaria, la utilidad percibida por el infractor y las circunstancias de éste. Artículo 18. Queda prohibida la fabricación de piezas nacionales o extranjeras que hubieren tenido el carácter de billetes o de monedas metálicas. Los infractores serán sancionados administrativamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, oyendo al Banco de México, con multa hasta de un tanto del valor de mercado de las piezas reproducidas, o de no existir éste, del valor que les fije la propia secretaría. El Banco de México, con autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, podrá fabricar piezas mexicanas de las señaladas en el párrafo anterior. Artículo 19. Cuando exista presunción de que una moneda nacional o extranjera es falsa o ha sido alterada, su tenedor podrá pedir al Banco de México, directamente o por conducto de cualquiera institución de crédito del país, verificar esas circunstancias, contra la entrega del recibo correspondiente.
En el caso de que tal petición se formule por conducto de una institución de crédito, ésta deberá remitir al Banco de México, en los términos que el mismo señale y en un plazo no mayor de un día hábil, contado a partir de la fecha de su recibo, las piezas que le sean entregadas para su análisis. Cuando las piezas sean auténticas serán devueltas a su tenedor; si por el contrario resultaren falsas, estuvieren alteradas o no se pudiera determinar la autenticidad de las mismas, el Banco de México procederá a dar parte de inmediato a las autoridades competentes, poniéndolas a su disposición para el aseguramiento correspondiente. Artículo 20. Si las monedas respecto a las cuales exista presunción de que son falsas o han sido alteradas, llegan a poder de una institución de crédito por medio diverso al previsto en el artículo anterior, dicha institución, como auxiliar del Ministerio Público y de la Policía Judicial, deberá dar parte de inmediato a las autoridades competentes, poniendo las piezas respectivas a su disposición. Las citadas autoridades deberán remitir al Banco de México, para su análisis, las piezas objeto de la averiguación o instrucción, quedando las mismas al cuidado y bajo la responsabilidad de este último. Cuando, en los términos previstos en este artículo, se proceda al aseguramiento de monedas, su tenedor tendrá derecho a que la institución de crédito respectiva le extienda un recibo provisional en el que se identifiquen las piezas de que se trate, en tanto la autoridad competente le entrega, por conducto de la propia institución, el recibo definitivo. El carácter de auxiliar del Ministerio Público y de la Policía Judicial que se atribuye a las instituciones de crédito, es exclusivamente para los propósitos señalados en este artículo. Artículo 21. Las sanciones previstas en esta ley se aplicarán sin perjuicio de las responsabilidades que resulten por haberse cometido alguno o algunos de los ilícitos previstos en el Código Penal para el Distrito Federal en materia de fuero común y para toda la república en materia de fuero federal. De una interpretación sistemática en lo general del capítulo IV y en particular del artículo 19 del citado ordenamiento decreta que el procedimiento que cuando las piezas sean auténticas serán devueltas a su tenedor; si por el contrario resultaren falsas, estuvieren alteradas o no se pudiera determinar la autenticidad de las mismas, el Banco de México procederá a dar parte de inmediato a las autoridades competentes, poniéndolas a su disposición para el aseguramiento correspondiente. Sin embargo omite procedimiento respecto de la persona que presentó la pieza falsificada dejando de facto al ciudadano sin el ingreso correspondiente; es decir, hubo una afectación directa en su patrimonio sin que pudiera demandar la reparación del daño a la autoridad responsable de la emisión de la moneda nacional, quien de conformidad con la multicitada ley es la responsable de la vigilancia de dicha conducta. Desde el punto de vista jurídico constitucional y penal, es obligación de cualquier autoridad que todos sus actos sean debidamente fundados y motivados garantizando en todo momento la seguridad jurídica de los gobernados, es decir que el ciudadano que entrega un billete falso tiene el derecho de reclamar la reparación del daño y que esto tiene el carácter de pena pública, y su objeto es restituir al pasivo de los daños que se ocasionaren a su patrimonio como consecuencia directa del delito, lo que tiene su fundamento en el artículo 20, Apartado B, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, que establece esa institución como una garantía a favor de las víctimas u ofendidos del delito, a fin de asegurar puntual y suficientemente la protección a sus derechos fundamentales. En ese sentido, cuando el Ministerio Público solicita la condena a la reparación del daño a favor del ofendido, la cual comprende, la restitución de la cosa obtenida por el delito, la indemnización del daño material y moral causado, con ello sería sujeto dicho caso de un rigorismos formalistas el derecho fundamental a una reparación integral o justa; procedimiento que no está contemplado por la normatividad aplicable para este caso; de conformidad con lo anterior la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostiene en su tesis de jurisprudencia el criterio siguiente: [J]; 9a. época; TCC; SJF y su Gaceta; tomo VII, abril de 1998; página 675.
Reparación del daño. Diferencia entre pago y restitución del objeto, en la. Es incorrecto condenar al quejoso al pago de la reparación del daño, consistente en la restitución de la cosa, y tenerla por satisfecha al haberse recuperado el objeto relacionado con el delito, pues no debe perderse de vista que la reparación del daño es considerada por la ley como una pena pública que, de acuerdo con lo que dispone el artículo 30 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en Materia Federal, consiste en la restitución de la cosa y de no ser posible, el pago del precio de la misma y la indemnización del daño material y moral causado. Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito Amparo directo 1607/97. Juan Aguilar Rodríguez. 30 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Velasco Félix. Secretario: Héctor Miranda López. Amparo directo 1771/97. Adrián Ortiz Valdespino. 30 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Morales Cruz. Secretario: José Francisco Zárate Ruiz. Amparo directo 3219/97. Fernando Ayala García. 13 de febrero de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos de Gortari Jiménez. Secretaria: Leticia Ramírez Miranda. Amparo directo 3415/97. Martín León Rodríguez. 13 de febrero de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos de Gortari Jiménez. Secretaria: Leticia Ramírez Miranda. Amparo directo 3419/97. Jorge Jiménez Ramírez. 13 de febrero de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos de Gortari Jiménez. Secretaria: Leticia Ramírez Miranda. Lo anterior, en el estricto sentido de que de conformidad con el Código Penal Federal, en el artículo 234sanciona la falsificación de dinero, así como a las disposiciones generales del mismo ordenamiento respecto del procedimiento de la reparación de daño del que sería objeto el sujeto pasivo de la falsificación, es decir para el caso que nos ocupa el ciudadano que presente ante institución bancaria un billete presuntamente falso y que posteriormente por determinación de la autoridad competen resulte falso o falsificado, podría demandar la reparación del daño en su patrimonio, de conformidad a la siguiente análisis sistemático. La conducta atípica que nos ocupa es la falsificación de moneda nacional como se dispones en el artículo qua continuación se transcribe: Artículo 234. Al que cometa el delito de falsificación de moneda, se le impondrá de cinco a doce años de prisión y hasta quinientos días multa. Se entiende por moneda para los efectos de este Capítulo, los billetes y las piezas metálicas, nacionales o extranjeros, que tengan curso legal en el país emisor. Comete el delito de falsificación de moneda el que produzca, almacene, distribuya o introduzca al territorio nacional cualquier documento o pieza que contenga imágenes u otros elementos utilizados en las monedas circulantes, y que por ello resulten idóneos para engañar al público, por ser confundibles con monedas emitidas legalmente. A quien cometa este delito en grado de tentativa, se le impondrá de cuatro a ocho años de prisión y hasta trescientos días multa. La pena señalada en el primer párrafo de este artículo, también se impondrá al que a sabiendas hiciere uso de moneda falsificada. Luego entonces, el Código Penal Federal refiere que la reparación será fijada por los jueces, según el daño que sea preciso reparar, con base en las pruebas obtenidas en el proceso y la afectación causada a la víctima u ofendido del delito, en este sentido el mismo ordenamiento como se mencionó anteriormente, decreta que la reparación del
daño proveniente de delito que deba ser hecha por el delincuente tiene el carácter de pena pública y se exigirá de oficio por el Ministerio Público. El ofendido o sus derechohabientes podrán aportar al Ministerio Público o al juez en su caso, los datos y pruebas que tengan para demostrar la procedencia y monto de dicha reparación, en los términos que prevenga el código de procesal de la materia. Para la reparación del daño debe ser integral, adecuada, eficaz, efectiva, proporcional a la gravedad del daño causado y a la afectación sufrida, características que se cumplen para los efectos de la reparación en materia de falsificación de monedas nacionales, por lo que es exigible por parte del sujeto pasivo lo estipulado en el artículo 30 del Código Penal Federal, entendiendo que el Banco de México funge como auxiliar del Ministerio Público durante la encomienda de verificar la autenticidad de la moneda cuestionada esto de conformidad con la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que son dables las siguientes prerrogativas establecidas en el artículo anteriormente referido a la persona afectada: 1. La restitución de la cosa obtenida por el delito y si no fuere posible, el pago del precio de la misma, a su valor actualizado; 2. El resarcimiento de los perjuicios ocasionados; 3. El pago de la pérdida de ingreso económico y lucro cesante, para ello se tomará como base el salario que en el momento de sufrir el delito tenía la víctima y en caso de no contar con esa información, será conforme al salario mínimo vigente en el lugar en que ocurra el hecho; 4. El costo de la pérdida de oportunidades, en particular el empleo, educación y prestaciones sociales, acorde a sus circunstancias. Por lo referido, en esta iniciativa se pretende integrar un procedimiento de restitución de daños provocados por el delito de falsificación de monedas nacionales, decir la devolución de la cantidad en su totalidad por parte del Banco de México por medio de las instituciones bancarias a aquellas personas que presenten ante las mismas piezas o reproducciones falsas de monedas nacionales por medio de los procedimientos que establezca el Banco de México y el código penal federal en materia de reparación del daño respectivamente. Por lo expuesto y fundado se somete a consideración de la Cámara de Diputados el siguiente Decreto Único. Se reforma el artículo 19 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue: Artículo 19. Cuando exista presunción de que una moneda es falsa o ha sido alterada, su tenedor podrá pedir al Banco de México, determine su autenticidad, contra la entrega del recibo correspondiente. En el caso de que tal petición se formule por conducto de una institución de crédito, ésta deberá remitir al Banco de México, en los términos que el mismo señale y en un plazo no mayor de un día hábil, contado a partir de la fecha de la entrega de su recibo, de la pieza o piezas que le sean entregadas para su análisis. Cuando la pieza o piezas sean auténticas serán devueltas a su tenedor; si por el contrario resultaren falsas, estuvieren alteradas o no se pudiera determinar la autenticidad de las mismas, el Banco de México procederá a dar parte de inmediato a las autoridades competentes, poniéndolas a su disposición para el aseguramiento correspondiente, así como informar a la persona que entregó la pieza o piezas los términos en los que le será reparado el daño, de conformidad con lo establecido en el código penal federal. Transitorios
Primero. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Segundo. Se derogan todas las disposiciones que contravengan el presente decreto. Tercero. El Baco de México, con la Procuraduría General de la República, en un plazo no mayor de noventa días posteriores a la entrada en vigor del presente decreto emitirá las disposiciones pertinentes para el procedimiento de reparación del daño por el delito de falsificación de moneda. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 4 de febrero de 2014. Diputado Jorge Francisco Sotomayor Chávez (rúbrica)