Curso Intensivo Completo DE PROGRAMACIÓN NEURO-LINGÜÍSTICA
ENCADENAMIENTO DE ANCLAS La forma más poderosa de configurar nuestras vidas consiste en emprender la acción. La diferencia en cuanto a los resultados que produce la gente proviene de aquello que han hecho de modo distinto con respecto a los demás ante las mismas situaciones. Acciones diferentes producen resultados diferentes. Por qué? Porque cualquier acción es una causa puesta en movimiento, y su efecto se añade a los efectos pasados para hacernos mover en una dirección concreta. Cada dirección nos conduce hacia un destino último: nuestro destino. En esencia, si queremos dirigir nuestras propias vidas, debemos hacernos cargo del control de nuestras acciones. Lo que configura nuestras vidas no es lo que hacemos de vez en cuando, sino lo que hacemos de forma consistente. Por ello, la pregunta clave y más importante es: qué es lo que precede a todas nuestras acciones? Qué determina las acciones que tomamos y, en consecuencia, en quién nos convertimos y cuál es nuestro destino último en la vida? Cuál es el padre de la acción?
La respuesta es el poder de decisión. Todo aquello que sucede en su vida, tanto lo que le entusiasma como las cosas que le plantean un desafío, empiezan con una decisión. Si no toma acerca de cómo quiere vivir, entonces ya ha tomado de algún modo una decisión, no le parece? Ha tomado la decisión de dejarse dirigir por las circunstancias, en lugar de configurar su propio destino. QUÉ ES EL ENCADENAMIENTO DE ANCLAJES El encadenamiento de anclas es una poderosa herramienta para realizar cambios de forma notablemente rápida, y puede hacerse en cualquier sistema: visual, auditivo o kinestésico.
Las anclas pueden encadenarse de forma que una lleve a la otra. Cada ancla forma un eslabón de la cadena que conduce al siguiente, de la misma manera que el impulso eléctrico pasa de un nervio a otro en el cuerpo. De alguna forma, las anclas son un espejo exterior de cómo creamos una nueva ruta neuronal en el sistema nervioso entre una señal inicial y una nueva respuesta. Cambiar de anclas nos permite movernos por una secuencia de estados diferentes de forma fácil y automática. Es una forma potenciada del anclaje que usted aprendió ya en este curso. El encadenamiento es particularmente útil si el estado en que tenemos un problema es muy fuerte y el estado de recurso está demasiado alejado para alcanzarlo en un solo paso. Un paso previo al encadenamiento de anclas lo constituye otra herramienta interesante que potencia el anclaje, y es el apilamiento de anclas. Cuando queremos disparar más de una sensación o recurso al mismo tiempo, podemos hacer un apilamiento de anclajes. Para ello, simplemente tendrá que ir acumulando en el mismo sitio distintos estados internos o recursos.
1) La persona A busca una situación conflictiva en su vida cotidiana. La persona B calibra sus reacciones fisiológicas. 2) La persona A busca en su interior tres recursos con los que podría superar ese conflicto. 3) La persona B pide a A que se meta dentro de sí misma, reviva el primero de esos recursos y, cuando lo esté reviviendo le haga una señal. La persona B calibra la respuesta fisiológica. 4) Cuando A hace la señal, B dispara el anclaje en la zona convenida previamente durante 10-12 segundos. 5) B distrae a A para que salga del estado. 6) Se verifica que el primer anclaje funciona, disparando el ancla y viendo si hay respuesta fisiológica. 7) Se vuelven a repetir los pasos 3, 4 y 5 con el segundo recurso. No se verifica. 8) Se vuelven a repetir los pasos 3, 4 y 5 con el tercer recurso. No se verifica. 9) B le pide a A que reviva la situación conflictiva y cuando está asociado con ella, se dispara el apilamiento de anclajes, mientras se observan los cambios psicofisiológicos.
10) Se hace un puente hacia el futuro, imaginándose una situación conflictiva en ese futuro y disparando el apilamiento.