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LA DEPECHE DU MIDI EDITION DU 12 JUILLET 2006 DERVICHES Y CASTAÑUELAS Con actitud muy española, Najarro, solista y coreógrafo del Ballet Nacional de España, unió ayer noche el flamenco, la danza clásico española y la danza oriental con nuevas composiciones musicales, llegadas del Maghreb, del Bósforo, de Egipto y de Turquía. Península magnífica, la estética Ibérica, que debe evidentemente mucho a los berbéres, se basa desde la Extremadura, América Latina, y hasta el Oriente. Las percusiones orientales y flamencas son situadas en el fondo de la escena, apoyadas por tres guitarras, un violonchello, una flauta, violín y la voz de Sonia Cortés, muy rota. En el frente del escenario, los bailarines entraban tanto en el trance de los derviches como en el flamenco andaluz. Once coreografías suceden en una semipenumbra y delante del Gran Teatro completamente lleno. La obertura, que presenta a todos los bailarines,dan en un primer momento una impresión muy fuerte. En Ninoe, un duo sobre guitarras, cante gitano y flauta, Sara Alcón y Antonio Najarro bailan muy convincentes. Caballos Árabes, después Lule Tashi, son incluso más fuertes. Marwaha, un número instrumental y Zambra, una canción bailada por Sonia Cortés, que llora desde los ríos del sufrimiento, dejó al público estupefacto. Toda la compañía vuelve a aparecer en Nereidas, los deseos marinos de la mitología griega, una coreografía interesante donde las parejas se funden en un juego de tentación improvisado, Nur Al-Din un solo de Antonio Najarro, y Dejab i, preceden a otro número instrumental, fuerte pero largo. El maestro terminará con fuerza con Alborea, el final. El público respondió con una gran ovación. 2 / Prensa / Press / FLAMENCORIENTAL / Compañía Antonio Najarro
LE INDEPENDANT EDITION DU 28 AVRIL 2007 UN PUENTE ENTRE DOS RITMOS Fue un torrente de música, energía y? poesía lo que estalló miércoles y el jueves por la tarde sobre la Escena Nacional de Narbonne. Combinando sus influencias en un estilo único, Flamencoriental de Antonio Najarro ofrece un soplo nuevo y personal. Inmenso. Poderoso. Flamencoriental no sólo invita a los ojos y los oídos: llega a nuestro interior, nos despierta y maravilla. Un efecto de choque del que se vuelve a salir feliz y con el corazón latiendo. En una palabra: un espectáculo viviente. Combinando el arte español y el calor oriental, los pasos del flamenco y los ritmos de Marruecos, de Egipto o de Turquía, Antonio Najarro se daba a los medios y al público como verdaderos fuegos artificiales. Pero el coreógrafo hace algo más que conseguir el éxito de su apuesta: crea un estilo aparte, riguroso y sutil, vivo y poético. Flamencoriental lleva, en efecto, de forma magistral su nombre, puente verdadero entre dos culturas con una energía fulminante. No cediendo a la facilidad, el espectáculo consiste en alternar llanamente colores e influencias, Najarro hace con su música y coreografía su propio mix. El resultado nos deja estupefactos. La gestual del baile flamenco se abre así a movimientos de inspiración persa mientras que, entre las chicas, los golpes de tacón juegan con la danza del vientre. Existe siempre una búsqueda casi obsesiva de la eficacia. Precisas, rápidas y dinámicas, las coreografías de Najarro se despliegan a un ritmo desenfrenado antes de ceder a una poesía más lánguida pero también bella. El ritmo cambia pero no la cohesión del conjunto, asegurada por un hilo directivo continuo: la música. Omnipresente de principio a fin. Interpretado sobre escena por un grupo de músicos resplandeciente, el repertorio musical de Flamencoriental cautivó igual que el repertorio dancístico. Rítmicos, conmovedores o simplemente festivos, las composiciones también multiplican la ida y vuelta entre España y Oriente, cambiando de decorados y de tiempos de una medida a la otra. Un cóctel mágico que habla del alma y al alma, a la imagen de un espectáculo fogoso de una soberbia calidad admirable. 3 / Prensa / Press / FLAMENCORIENTAL / Compañía Antonio Najarro
L INDEPENDANT EDITION DU 12 JUILLET 2006 FLAMENCORIENTAL, UN TORBELLINO DE DANZAS SUBLIME Ch.C. Los sublimes arabesques de los bellos juegos de piernas de las bailarines, van a la conquista del corazón de los hombres. Los puristas del flamenco han perdido su latín. En efecto, ha sido difícil encontrar ayer noche el fundamento de esta danza envolvente. Pero el público del Gran Teatro ha salido maravilloso tras ver FLAMENCORIENTAL. Ha hecho falta ver los expléndidos bailarines, los ojos de fuego como rayos de sol andaluz... y sobre todo el charme. En sus danzas, los cuerpos de hombres y mujeres se mezclan a la misma vez tórridos y lánguidos. Los bailarines nos han dado un espectáculo caliente como la brasa. Y sus actitudes nos han dado una clase magistral de la conjunción de la nobleza de la danza, sensibilidad, trabajo y métrica. Dentro de un duelo imaginario, los hombres y las mujeres se entran en escena en un juego siempre limitado al amor y a la muerte. Los bailarines han dado sus zapateados y mostrado su firmeza, Ellas van a la conquista de los hombres en un ballet en el que se respira sensaciones nupciales. Hasta el final, el público se queda sin aliento, envuelto de un pequeño céfiro lleno de influencias hispano - moriscas con, adem*s, un gesto de pasión...con actitud muy española, Najarro, solista y coreógrafo del Ballet Nacional de España, unió ayer noche el flamenco, la danza clásico española y la danza oriental con nuevas composiciones musicales, llegadas del Maghreb, del Bósforo, de Egipto y de Turquía. Península magnífica, la estética Ibérica, que debe evidentemente mucho a los berbéres, se basa desde la Extremadura, América Latina, y hasta el Oriente. Las percusiones orientales y flamencas son situadas en el fondo de la escena, apoyadas por tres guitarras, un violonchello, una flauta, violín y la voz de Sonia Cortés, muy rota. En el frente del escenario, los bailarines entraban tanto en el trance de los derviches como en el flamenco andaluz. Once coreografías suceden en una semipenumbra y delante del Gran Teatro completamente lleno. La obertura, que presenta a todos los bailarines,dan en un primer momento una impresión muy fuerte. En Ninoe, un duo sobre guitarras, cante gitano y flauta, Sara Alcón y Antonio Najarro bailan muy convincentes. Caballos Árabes, después Lule Tashi, son incluso más fuertes. Marwaha, un número instrumental y Zambra, una canción bailada por Sonia Cortés, que llora desde los ríos del sufrimiento, dejó al público estupefacto. Toda la compañía vuelve a aparecer en Nereidas, los deseos marinos de la mitología griega, una coreografía interesante donde las parejas se funden en un juego de tentación improvisado, Nur Al-Din un solo de Antonio Najarro, y Dejab i, preceden a otro número instrumental, fuerte pero largo. El maestro terminará con fuerza con Alborea, el final. El público respondió con una gran ovación. 4 / Prensa / Press / FLAMENCORIENTAL / Compañía Antonio Najarro
MIDI LIBRE EDITION DU 27 AVRIL 2007 CUANDO EL FLAMENCO ES HECHIZADO POR EL ORIENTE M.P. Ya conocíamos de hace mucho tiempo los orígenes árabes, pero de ahí a que el corazón de la bella Iberia bata todavía al son de oriente, ha sido muy osado! Antonio Najarro lo ha hecho. Ha logrado hacer renacer el mestizaje sutil que envuelve dos culturas intrínsecamente sensuales. Reunidas por el mismo amor a la danza. Sobre una música excepcional de Daniel yagüe e Iván Palmero, los bailarines se han convertido en el fruto de una mezcla donde las castañuelas responden a las derboukas, y las guitarras flamencas al encantamiento de la flauta oriental. Las posiciones aéreas contestan a los zapateados, los brazos arqueados se funden con Developes. No sabemos más, si Oriente o Flamenco, quien es quien guía los pasos de los bailarines. Es el gran éxito del coreógrafo Antonio Najarro. El corazón late incesantemente, oscila entre una oleada y otra del Mediterráneo. Las más bellas culturas nacen a menudo de un encuentro entre pueblos. Antonio Najarro ha dado nacimiento a una nueva danza fusionada. 5 / Prensa / Press / FLAMENCORIENTAL / Compañía Antonio Najarro