Si usted en este momento se me acerca y me pregunta: Cuál es la fórmula mágica que utilizo para componer una canción? Yo le contestaría con toda franqueza que no sé; y no es que sea egoísta y no quiera compartir mi secreto, no, simplemente considero que no existe un método único e infalible para hacerlo. Y si usted me preguntara: Cualquier persona puede componer, o ya se tiene que nacer con el talento? Mi respuesta sería: Al igual que en todas las artes, nadie nace compositor, la destreza se va adquiriendo con la práctica y sobre todo con una mente positiva; claro, hay personas que por naturaleza tienen más habildad que otras; o hay casos extraordinarios donde desde muy pequeños tienen el talento para crear obras musicales; pero no por eso debe obstaculizar su mente pensando que no puede, que no tengo el talento, que soy inútil, no se me ocurre nada. Lo que sí puedo decirle es que sea paciente y no se presione a que tiene que crear algo que debe salir a la primera. La generación de ideas, como en cualquier arte o proyecto, depende del estado de ánimo, físico, emocional en que se encuentre la persona. Cada cabeza es un mundo, hay personas a las que les llega mejor la inspiración si están deprimidos; hay otras que componen mejor durante un día lluvioso, otros al contrario, durante un día soleado y caluroso; en mi caso, tengo que estar de buen ánimo y con ningún malestar físico, hay muchos a los que no les importa andar con ninguna dolencia para crear su obra; hay otros que componen simplemente cuando tienen ganas de hacerlo. 1 / 5
Si quiere experimentar con la composición, sobre todo si nunca lo ha hecho, le aconsejo que empiece por improvisar, es decir, no intente escribir todavía la letra y si usted es músico, no piense todavía en la armonía (acordes); trate de liberarse; simplemente deje a la música salir espontáneamente; trate de jugar; yo lo que siempre hago es imaginarme que la canción ya existe, y a partir de ahí pueden haber muchas maneras para que libremente fluya la expresión musical. Algunos consejos: 1. Primero que nada, enciérrese en un cuarto, aíslese, que no haya ninguna interrupción, ni nadie que pueda inhibirlo. 2. Acostado, o sentado, como se sienta mejor, cierre los ojos y escuche la música por dentro, imagine que usted está cantando su canción frente a un gran público Cómo sería la melodía? Hasta puede imaginarse la introducción; los instrumentos musicales, el ritmo, imagine a la gente aplaudiendo; eso ayuda mucho. 2 / 5
3. Actúe como si estuviera en un concierto, no le dé vergüenza, por eso le aconsejé de primero cerrar la puerta, para que pueda expresarse libremente; baile, cante melodías, las que vayan saliendo, incluso puede irle metiendo alguna letra, palabras (sin escribirla); piense que es un éxito en todo el mundo; aunque tal vez al principio sean melodías sin sentido, pero irán surgiendo, eso sí, créaselo, sin inhibiciones. 4. Si usted toca algún instrumento, haga progresiones armónicas (de acordes) e igualmente, imagine que su canción es un éxito y vaya introduciendo una melodía acorde con lo que vaya tocando. 5. Cante un estribillo, Sabe lo que es? Es esa parte de la canción que se repite varias veces, es la sección que el compositor desea que la gente recuerde, por lo general es una melodía más fácil de memorizar y por lo tanto se torna pegajosa; es esa sección que queda en la mente y que andamos cantando el resto del día. Entonces piense en algo así, si le gusta, cántelo varias veces y luego verá que ese estribillo le dará pie para la melodía de la estrofa. 6. Piense en alguien a quien usted quiere y desearía dedicarle una canción. Imagine que tiene a esa persona en frente suyo y empiece a cantarle la canción, aunque no la tenga, la melodía irá surgiendo poco a poco. Esas fueron algunas tácticas que podría utilizar a la hora de improvisar. Después de tener una idea de cómo podría ir la canción, ahora sí, manos a la obra, ya puede traer un lápiz y apuntar. Viene el momento de ordenar sus ideas. En este caso, estoy dando ideas para la composición de una canción popular, la cual, por lo general tiene varias secciones que voy a señalar a continuación: 1. Introducción: Es una sección única que suena al principio de la canción. Como lo dice la palabra, introduce el tema. Por lo general es totalmente instrumental y casi siempre lo que hace es ubicar al oyente en la tónica (en qué tono está la canción), su métrica y su ritmo. La introducción también puede estar basada en los acordes usados en la estrofa, el estribillo o el puente. Algunas veces, los compositores, para hacer el arreglo más interesante, comienzan la introducción con la melodía del estribillo en otra tonalidad. La clave de una buena introducción es que la persona al escucharla se ubique rápidamente en el tema musical. 3 / 5
2. Estrofa: Es una sección que se repite varias veces a lo largo de la canción, con una melodía similar pero generalmente con distinta letra. 3. Puente: Opcionalmente, después de la estrofa puede haber un puente de transición; el cual sirve para unir o conectar la estrofa con el estribillo. El puente, por lo general se diferencia del verso y del estribillo en la progresión de acordes y en la letra. Un puente también no necesita tener letra para serlo, puede estar ejecutado únicamente por la sección de ritmo o por esta misma y un instrumento solista. T ambién, en algunas ocasiones, los compositores utilizan un puente de transición para modular a otro tono. 4. Estribillo: Es la parte de la canción que nos interesa que le quede grabada a la gente. Cuando dos o más secciones de la canción tienen básicamente la misma melodía y letra, lo más probable es que se trate del estribillo. A veces puede repetirse al principio y al final. El estribillo suele llevar a otra estrofa, un puente o el final de la canción. Las canciones populares suelen usar letras simples para hacer el estribillo más pegajoso. 5. Solo Instrumental: Es una sección, que como su nombre lo indica, consta únicamente de instrumentos musicales, la cual en ocasiones se presenta para destacar algún instrumento solista o simplemente funciona como respiro para el cantante, o para llevarnos a alguna parte más fuerte o más suave. 6. Coda o final: Por lo general repite el acorde de tónica, es decir el acorde de la tonalidad, durante varios compases o usa una progresión breve, ya sea repitiendo la progresión de acordes del puente o del estribillo. En muchas ocasiones, el cantante hace algún tipo de melisma o floritura con la voz al final, es muy normal un uuuh, o mmm para finalizar la canción, o también es muy común terminar con el estribillo pero alargando y adornando la nota final. En la sección de ANEXOS, hay un ejemplo utilizando una canción mía "Cómo duele perder", en la que están bien definidas esas partes antes mencionadas. Si desea escuchar, haga click AQUÍ. A la hora de empezar a componer, si toca algún instrumento, puede experimentar tocando varias progresiones e ir creando melodías. Por ejemplo, la progresión más común: I, IV, V y I grado, si estamos en Do mayor, serían Do Mayor, Fa Mayor, Sol Mayor y volver a Do Mayor. Repita esta progresión varias veces, con un ritmo constante, lento, para tener más posibilidades melódicas. Ahora, piense en los sonidos (notas) musicales que podrían ir con cada acorde, es decir, sabemos que el acorde de do mayor contiene las notas do, mi y sol; el acorde de fa mayor está conformado por fa, la y do; y sol mayor está conformado por sol, si y re. Entonces, por el momento toque la progresión y en cada acorde utilice únicamente los sonidos que 4 / 5
corresponden a cada uno. Ya luego de haber escogido los sonidos que más le convencen, puede meter otros sonidos que no corresponden al acorde, pero en tiempo débil, para que no ensucien. Pensemos que eso que acaba de tocar es una estrofa, no un estribillo, vayamos al puente, muchas veces el puente se usa como preparación al estribillo, entonces podría ir a un la menor, luego fa mayor y después un sol mayor, este último acorde que dure unos dos compases, imaginemos un break de batería preparando un realce al estribillo. Igual, utilicemos sonidos contenidos dentro de los acordes. En el estribillo podemos utilizar los mismos acordes pero cambiando su orden, podemos incluir otros acordes como la menor (en el caso de estar en Do Mayor), que sería el vi grado y mi menor (iii grado). Y así sucesivamente se puede ir construyendo la canción. Al principio es un trabajo lento, pensar en los sonidos, descartar algunos porque no nos gustan; pero poco a poco, con la práctica y deseos de superación, la mente y la creatividad se irán agilizando. Podemos empezar con este tipo de progresiones armónicas simples, luego podemos experimentar con otras menos comunes. Si no toca ningún instrumento puede haber dos caminos, uno que le pida a alquien conocido que toque las progresiones mientras usted vaya experimentando, y otro el que en su oído interior, trate de imaginarse las progresiones, el acompañamiento, además es un ejercicio muy bueno, que también le ayudará a mejorar la afinación. {jcomments on} 5 / 5