Acceso a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) para todas las mujeres: algunas reflexiones en el marco del Día Internacional de la Mujer Mujer y DESCA en el ámbito internacional La vivienda, la atención médica, el acceso a alimentos adecuados, al agua, a la educación, a la cultura y al trabajo, son derechos humanos que posibilitan a las mujeres y a todas las personas-, vivir en condiciones compatibles con su dignidad humana y gozar de un nivel de vida adecuado; y por lo tanto, colocarlas en posibilidades de alcanzar el máximo despliegue de sus capacidades y potenciales. En el mundo la falta de acceso a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) se vuelve un obstáculo mayúsculo para que las mujeres se incorporen en igualdad de condiciones (respecto de los hombres) al desarrollo y a la toma de decisiones sobre su entorno, que desde siempre les han correspondido, pero que aún en la actualidad en tantas latitudes se ve anulada todos los días por medio de una violencia, exclusión, marginación y discriminación rampantes. De acuerdo a cifras del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 53% de los infantes que no van a la escuela son niñas; 1 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) afirma que de los 776 millones de personas analfabetas del mundo, las mujeres representan casi dos tercios. 2 Es común en muchos lugares del mundo que las niñas y las mujeres dediquen varias horas de su día al acarreo de agua potable, actividad que a menudo las obliga a jugarse la vida, pues con frecuencia los largos y accidentados caminos que deben recorrer están plagados de serios peligros. Naturalmente el desempeño de estas labores consume todo el tiempo que las niñas podrían destinar a recibir educación y tener más posibilidades de empoderarse y romper su círculo de marginación. 1 UNICEF, UNICEF says education for women and girls a lifeline to development, 4 de mayo de 2011, http://www.unicef.org/media/media_58417.html 2 UNESCO, Por qué un decenio de la alfabetización?, http://www.unesco.org/new/es/education/themes/educationbuilding-blocks/literacy/why-the-literacy-decade/
El derecho a la alimentación de las mujeres es otro de los derechos castigados, se estima que del total de personas en el mundo que sufren de hambre crónica y malnutrición, el 60% son niñas y mujeres, 3 cifra que se torna mucho más dramática cuando la sobreponemos a aquella cifra que nos indica el papel fundamental que tienen las mujeres en la producción alimentaria a nivel mundial: en la mayoría de los países en desarrollo, ellas producen entre el 60 y 80% de los alimentos. 4 Lo anterior nos muestra que los seres humanos, en gran medida, se alimentan a través del trabajo de las mujeres. A pesar de ello, son ellas las personas más hambrientas en el planeta. La mujer rural, en su crucial papel de ser la columna vertebral de la alimentación mundial, es la gran ignorada en las normas que determinan el acceso a la tierra, a instrumentos y tecnologías, a la capacitación. De 100 créditos para la producción agropecuaria, a las mujeres solamente se les otorgan 10. 5 Asimismo, en la toma de decisiones son segregadas, derivado de factores sociales, económicos y culturales que, interrelacionados, las colocan en un espacio subordinado, lo cual redunda no sólo en su propio desarrollo sino de toda la sociedad. 6 Mujer y DESCA en México De acuerdo con las Proyecciones de Población del CONAPO en la actualidad en México hay 60 millones 891 mil 576 mujeres. Oxfam México señala la falta de idoneidad de las políticas y los programas mexicanos para lograr la igualdad y el pleno empoderamiento de las mujeres del campo. La diversidad de actividades que pueden desempeñar: jornaleras migrantes, obreras de agroindustrias, artesanas o pequeñas comerciantes, son consideradas en proyectos productivos pero de carácter complementario o suplementario, soslayando el papel de las mujeres rurales como productoras y como las artífices del cambio que son. Sin embargo, la ceguera del Estado empecinado en colocarlas sólo en el rol de amas de casa, como 3 THE HUNGER PROJECT, Datos de hambre y pobreza, http://thp.org.mx/mas-informacion/datos-de-hambre-ypobreza/ 4 OXFAM, Contra toda adversidad, las mujeres alimentan al mundo, 2011, pág. 3. 5 Íbid, pág. 8. 6 Íbid, pág. 4.
población que no trabaja y que no produce económicamente, significa la injusticia de ignorar, de no reconocer y de no valorar su indispensable trabajo. 7 En lo que respecta al Derecho a la Educación en México aún hay brechas entre hombres y mujeres, ya que en el nivel escolar básico (Preescolar, Primaria y Secundaria) es mayor el porcentaje de mujeres respecto de los hombres que en el año 2012 habían aprobado; situación que contrasta con los niveles de Preparatoria y Licenciatura, donde un mayor porcentaje de hombres aprobó dichos niveles de escolaridad. Lo anterior evidencia que, en la actualidad en nuestro país, las mujeres tienden a abandonar sus estudios después de concluir su educación básica, ya que en los estudios de Maestría y Doctorado la brecha entre hombres y mujeres se reduce, como tendría que ser en todos los niveles educativos. Porcentaje de hombres y mujeres según su último nivel escolar aprobado Nivel Escolar Aprobado en 2012 Hombres Mujeres Brechas Ninguno 3.96% 4.69% -0.73% Preescolar 2.64% 2.75% Primaria 17.72% 18.50% Secundaria 12.24% 12.44% Preparatoria o bachillerato 6.30% 5.97% 0.34% Normal 0.21% 0.49% Carrera técnica o comercial 0.84% 2.08% Profesional 4.38% 4.05% 0.33% Maestría 0.35% 0.25% 0.10% Doctorado 0.07% 0.06% 0.01% Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Tabla de Población de la ENIGH 2012 8 7 Íbid, pág. 5. 8 Es importante destacar que en la actualidad en México, de acuerdo con el CONAPO, hay 60,891,576 mujeres y 58,086,425 hombres; es decir 2,805,150 más mujeres que hombres.
En lo que respecta al Derecho al Trabajo, en la actualidad las mujeres representan el 38% de la Población Económicamente Activa; 9 situación que refleja que aún muchas mujeres se dedican a labores no remuneradas como son las tareas del hogar y las del cuidado de los niños y los familiares enfermos. Por otro lado, las mujeres representaron el 40% de la Población Desocupada; es decir, aquellas personas que buscaron empleo pero no lo obtuvieron. Por último, el ingreso promedio de las mujeres que cuentan con un empleo es de $4,323, mientras que el de los hombres es $5,611; situación que refleja que aún hay una brecha en el ingreso promedio de hombres y mujeres en México. 10 En lo que respecta en el Derecho a la Salud el 65% de las mujeres no cuentan con afiliación a un servicio de atención médica, cifra que representa el 33.17% de la población total en México; en ese sentido, aún falta mucho por hacer por parte del Estado Mexicano. Porcentaje de hombres y mujeres que cuentan con servicio de atención médica Atención médica Hombres Mujeres SÍ 17.28% 17.97% NO 31.59% 33.17% Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Tabla de Población de la ENIGH 2012 Conclusiones En el marco de este 8 de marzo, día que lejos de usarse erróneamente para externar frívolas felicitaciones a las mujeres por el hecho de serlo-, debe atender a otro fin, coherente con el contexto que le dio origen: 11 servir para visibilizar la lucha y el trabajo de las mujeres, que a pesar de la discriminación, invisibilización y violencia históricas, no han dejado de salir a reivindicar sus derechos e ir reconquistando los espacios que también a ellas corresponden desde siempre; no han dejado ni 9 Población de 14 o más años de edad que durante el periodo de referencia realizó una actividad económica (población ocupada) o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas), siempre y cuando haya estado dispuesta a trabajar en la semana de referencia. 10 STPS, México, Información Laboral Febrero 2014. 11 Ver la cronología sobre la historia del día de la mujer ofrecida por ONU en su página web: http://www.un.org/es/events/womensday/history.shtml
dejarán de hacerlo hasta que puedan disfrutar de todos los derechos humanos en pie de igualdad con los hombres. En este tenor, los Estados del mundo deben garantizar pleno acceso a la salud, a la alimentación y al agua que permitan a las niñas y las mujeres destinar el total de sus capacidades a la educación, cuyo acceso, junto al disfrute de los bienes culturales, sean herramientas para construirse a sí mismas, para empoderarse y ser únicas dueñas de sus destinos; acceso al derecho de ganarse la vida a través de un trabajo por ellas elegido, en el que su remuneración no sea menor a la de sus compañeros hombres que ejecutan igual función. Acceso a una vivienda adecuada sin discriminación de ninguna índole; acceso a la tierra para producir. Por supuesto, acceso a sus derechos civiles y políticos para participar en la toma de decisiones de sus comunidades, estados y sus países. En suma, el goce de la totalidad de sus derechos humanos para ser autónomas. Hasta que estas líneas dejen de ser utopía y sean llevadas a la realidad; hasta que la mitad de la población, que son las mujeres, deje de verse mermada en los derechos de que es titular, la humanidad toda seguirá caminando lacerada y con un solo pie. En este sentido no podemos emprender ninguna lucha social, cualquiera que esta sea, sin empujar al mismo tiempo con fuerza las luchas de las mujeres por la igualdad en derechos en el papel y en la práctica; hacer lo contrario es, aparte de un acto de violencia, ingratitud e injusticia, infructuoso, en tanto que es imposible seguir ignorando por más tiempo que el mundo se mueve por la acción de todos y todas las que lo habitamos.