Estudio sobre impulsividad, violencia y comportamiento delictivo. Material extractado del IV Seminario Anual Intensivo de AATA, 29 y 30 de junio-aata 2006-, Buenos Aires, Argentina.
Testosterona La agresión está bastante relacionada con la testosterona. Se ha visto en ensayos con ratones, que tienen un 90% de concordancia genética con humanos,,q que la testosterona en relación a la conducta tiene dominancia y agresividad. Básicamente el aumento de testosterona ha sido relacionado con conducta antisocial, crimen, impulsividad, violencia, suicidio y competitividad.
Cuando se pone a dos ratones en un espacio compartido, uno normal y otro con exceso de testosterona, este último pasa a ser dominante y trata de someter a su compañero. Por otro lado, el ratón macho generalmente no agrede a la hembra, a no ser que se le inyecte testosterona, t t en cuyo caso comienza a tener conductas agresivas hacia la hembra, someterla y llegar a matarla.
Serotonina Ya se ha demostrado en la Claveland Clinic, en 1994, que cuando se sometía a ratones a dietas bajas en serotonina, comenzaban a adoptar conductas MKA (Mouse Killing Animals); es decir, los ratones comenzaban a morderse, lastimarse o a comerse la cría. La administración intraperitoneal de 5HT reduce esta conducta MKA.
Los monos indomesticables macaca mulata son muy interesantes porque han resistido todo tipo de adiestramiento para volverse más dóciles, y en ellos se ha visto que tienen un nivel muy bajo de serotonina en el líquido cefaloraquídeo.
La administración crónica de testosterona reduce los niveles de 5HT. La androgenización en ratas produce una reducción de 5HT en amígdala y la castración incrementa en diencéfalo y en hipotálamo los niveles de 5HT. Esto daría como resultado una relación cruzada por inhibición ió recíproca, donde d el aumento de testosterona disminuiría la presencia diencefálica e hipotalámica de serotonina. Por otro lado, el aumento de serotonina va a reducir de alguna forma la testosterona. Esto se ve claramente en aquellos pacientes que vienen al consultorio y dicen que se sienten más tranquilos, pero con menos deseos sexuales.
Testosterona y vasopresina Ambas están muy relacionadas con la impulsividad. La vasopresina es utilizada en el hipotálamo. Básicamente el exceso de ADH en hipotálamo se asocia con comportamiento agresivo, dominancia y memoria.
El aumento de vasopresina hipotalámica va a estar determinando una disminución de la latencia de ataques. Es decir, hay muy poco tiempo entre el estímulo y la reacción de ataque. Existe una relación inversa entre vasopresina y serotonina. A mayor cantidad de vasopresina en áreas hipotalámicas menor presencia de serotonina y entonces tenemos conductas más desinhibidas, mayor respuesta frente a eventos.
Colesterol y agresión Otro elemento que interviene fuertemente en la impulsividad es el colesterol. Un meta-análisis análisis realizado por Golier en 1995 ha demostrado en 70.000 sujetos aproximadamente, en un seguimiento a 12 años, que la disminución del colesterol está vinculada con un aumento de riesgo suicida.
También se sabe que esto está relacionado con cambios en el humor, aumento de la violencia, aumento de suicidios, aumento de accidentes. La tasa media de colesterol l en EEUU era de aproximadamente 206 mg/dl y ahora está un poco más elevada. Con lo expresado anteriormente no quiero decir que hay que tener colesterol alto para no ser violento o impulsivo. Es decir, no estamos proponiendo la hipercolesterolemia para ser feliz o estar tranquilo; pero se sabe por ejemplo- que el 36% de los internos violentos en un penal presentan disminución del colesterol, con tasas menores a 200 mg/dl.
Esto se pudo observar en un estudio realizado en el Departamento de Estudio de Violencia Forense y Psiquiatría de EEUU, donde la disminución de colesterol aumentó la frecuencia de agresión pero no la severidad. Un punto interesante es que una tasa baja de colesterol l puede producir un descenso en la respuesta farmacológica a la serotonina, básicamente porque disminuye la viscosidad y la cantidad de sitios de recepción por mm2. Por lo tanto, si no hay buena viscosidad en la membrana no se pueden unir los receptores 5HT, lo cual es una causa de resistencia farmacológica.
En 1990 Muldom demostró que los anticolesterolémicos podrían aumentar la acción violenta y las conductas suicidas. id Por su parte, Engelberg en el 2002 y Terao en el 2000 observaron que la serotonina estaba decrecida vía alteración de la microviscosidad de las membranas plasmáticas, causada por descenso del colesterol.
Corteza frontal La corteza frontal-orbital orbital está relacionada con la cognición, la respuesta al miedo y el ajuste psicosocial. i Diferentes estudios han demostrado que lesiones en dicha corteza generan aumento de la punibilidad, irresponsabilidad, vulnerabilidad, obstinación y capricho. Esta lesión puede evolucionar a la delincuencia y/o agresividad.
Una reducida relación entre las áreas cortical y subcortical se ha observado en alcohólicos violentos. El ratio cortico-subcortical, el área frontal-prefrontal y sistema límbico (hipotálamo, hipocampo, amígdala) está reducida y a su vez se observa en estos pacientes una alta reactividad id d panicogénica. i Lo que ocurre entonces es que el riesgo a homicidio por reacción al miedo es descontrolado y lleva a que la acción esté activada bajo un control prefrontal promoviendo estos hechos. h Es decir, sin registro frontal.
El proceso frontal es lento, complejo, fino y detallado. Es decir, llega el aspecto emocional del área sensorial y es controlado por el área frontal. La corteza órbitofrontal tiene un componente cognitivo de información sensorial que lo manda,,p pero no puede suprimirlo. Entonces la conclusión es que hay una supresión de respuesta inteligente por reacción emocional: la respuesta es rápida, ordinaria y no detallada. El área de la emoción funciona a 320 m/seg. y el área frontal a 180 m/seg. En los pacientes con delincuencia asociada a esto funciona mucho peor.
En sujetos que cometen homicidios innecesarios se ha visto: uso de drogas, síndrome fronto-límbico. Es decir: más proceso rápido amigdalino que proceso lento del área frontal, y hay un alto trastorno disocial. Resultado: esto empobrecería la función ejecutiva y la toma de decisiones en situaciones críticas, promoviendo este tipo de homicidios.
La relación entre el trastorno disocial y el síndrome fronto-límbico ha sido señalada en muchos estudios internacionales y está fuertemente ligado al integramiento de la función ejecutiva. Estos pacientes tienen déficit de la corteza órbito-frontal, entonces tienen una disfunción funcional ejecutiva, un mal ajuste social, una baja calidad en la toma de decisiones y por eso resuelven mal y cometen homicidios innecesariopero esto no se debe a que son más violentos, sino porque no tienen un acertado registro y filtro de la corteza órbito- frontal.
Conclusiones La conducta agresiva puede presentarse por: Incremento en los niveles de Testosterona Disminución de los niveles de Serotonina Incremento en los niveles de Vasopresina. Disminución de los niveles es de Colesterol o Síndrome Orbito frontal