C horticultura Adriana van Konijnemburg Técnica INTA Valle Inferior adrivanko@correo.inta.gov.ar 8
ebolla (Parte I) Propiedades actualidad variedades claves productivas Es una de las hortalizas más conocidas en el mundo desde tiempos remotos, infaltable en las comidas y de alto valor por sus propiedades nutritivas y medicinales. Antiguas civilizaciones le atribuyeron propiedades curativas e incluso mágicas, la adoraron como divinidad y le confirieron un lugar destacado en su dieta. > Fruticultura&Diversificación 9
Su poder curativo Estudios recientes dan prueba de los beneficios para la salud del consumo de cebolla y otras Alliáceas como el ajo y el puerro. Determinadas sustancias contenidas en la cebolla le dan la cualidad de un alimento funcional o saludable. Fructanos, flavonoides y compuestos orgánicos azufrados se relacionan con la reducción de los riesgos de enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cáncer. Los fructanos actúan sobre la microflora del colon, la fisiología gastrointestinal y el metabolismo de los lípidos. Además, influirían sobre la incidencia de enfermedades como la osteoporosis y el cáncer de colon. luminosa redoma, pétalo a pétalo se formó tu hermosura, escamas de cristal te acrecentaron y en el secreto de la tierra oscura se redondeó tu vientre de rocío Pablo Neruda, Oda a la cebolla Los flavonoides tienen una acción antioxidante y vasodilatadora, relacionada con la prevención de ciertos tipos de cáncer, en especial el de mama y enfermedades cardiovasculares. Los compuestos orgánicos azufrados reducen los lípidos en la sangre, el colesterol y la actividad antiplaquetaria, todo lo cual contribuye a disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares. El efecto benéfico de los compuestos órganoazufrados es mucho menor cuando el bulbo es cocinado, por lo que se recomienda consumir la cebolla cruda. Propiedades nutritivas La cebolla es un alimento con bajo aporte calórico y alto contenido de agua. Es un excelente regulador del organismo por su contenido de fibras y vitaminas, en especial las del grupo B, como los folatos y las vitaminas B3 y B6. Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Contiene, además, cantidades discretas de vitamina C y E, ambas con efecto antioxidante. La vitamina C actúa sobre la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes y favorece la absorción del hierro contenido en los alimentos. 10
Es una fuente importante de potasio, fósforo y magnesio. El potasio es necesario para la transmisión y la generación del impulso nervioso y la actividad muscular, mientras que el fósforo y el magnesio intervienen en la formación de huesos y dientes. El magnesio, además, posee un suave efecto laxante, favorece la inmunidad y el funcionamiento de nervios y músculos. Composición Cantidad por 100 gr química de porción comestible Agua (g) 88.6 Energía (kcal) 38 Proteínas (g) 1.18 Hidratos de carbono (g) 4.92 Fibra total (g) 1.81 Potasio (mg) 157 Magnesio (mg) 10 Vitamina B6 (mg) 0.0116 Vitamina C (mg) 6.4 Folatos (µg) 19 La cebolla en nuestro país Las características agroecológicas de las regiones más importantes de producción de cebolla posibilitan la oferta de un producto diversificado, con variedades de diferente ciclo, color y sabor. Así, de las 23.000 hectáreas cultivadas, cerca del 50% se centra en el sur de Buenos Aires y los valles Medio e Inferior de Río Negro. La zona de referencia es reconocida internacionalmente como productora de cebolla tardía y se ha transformado en la actividad hortícola exportable que más aporta a la economía regional. No menos importante es la región cuyana de Mendoza y San Juan, donde se cultivan cebollas tardías, intermedias y tempranas para consumo en fresco y deshidratado, en un área equivalente al 25% de la superficie total. Por último, la región norte del país se identifica con el cultivo de cebollas tempranas. Santiago del Estero es la provincia de mayor producción. En los cinturones verdes de las grandes ciudades se destaca la producción de cebolla de verdeo. > Fruticultura&Diversificación 11
Cebollas tardías, intermedias, tempranas Se trata de una clasificación que relaciona la respuesta de la planta a determinados estímulos ambientales. En este caso, cuando la planta de cebolla diariamente recibe determinadas horas de luz (proceso denominado fotoperíodo) inicia la formación del bulbo. El comienzo de la bulbificación se produce con 12 a 16 horas de luz, característica que se toma en cuenta para agrupar las variedades en las siguientes categorías: Cebollas tempranas: inician la bulbificación con 12 horas de luz, como Valencianita, Blanca Chata, Angaco INTA. Cebollas intermedias: inician la bulbificación con 13 horas de luz, como Torrentina y Navideña INTA. Cebollas tardías: inician la bulbificación con 14 horas o más de luz, como Valuno INTA, Valcatorce INTA, Cobriza INTA y Antártica INTA. Cuando la planta no recibe las horas de luz que necesita para bulbificar, el proceso no se inicia y sólo vegeta indefinidamente. Por este motivo, en el norte del país, al no darse las condiciones de 14 horas de luz diarias, las cebollas tardías no forman bulbo. El tamaño de los bulbos se relaciona con el desarrollo foliar de las plantas al inicio de la bulbificación. Plantas robustas darán bulbos de tamaño mayor. Sobre este aspecto es importante tener en cuenta la época de siembra más apropiada para cada cultivar. Claves productivas Los resultados productivos están determinados por gran número de variables que, en algunos casos, no son manejables por el productor pero que, en otros, pueden ser controladas mediante la planificación y el manejo apropiado del cultivo. La elección del lote, la preparación de la cama de siembra y el riego son prácticas que deben planificarse con tiempo suficiente antes de la siembra porque condicionan el rendimiento del cultivo. 12
Dónde haré cebolla la próxima temporada? Al mismo tiempo que se estén realizando labores en un cultivo de cebolla, se debe estar pensando y decidiendo sobre el cultivo de la próxima temporada. Es oportuno y muy importante observar directamente sobre el terreno algunas características que inciden fuertemente sobre la productividad futura: el tipo de suelo, la presencia de sales, la nivelación, los cultivos actuales y las malezas presentes. Con respecto al suelo, la cebolla se adapta a diferentes texturas, desde franco arenosas hasta franco arcillosas, aunque las plantas sufren la falta de drenaje y aireación. Asimismo, se observan síntomas de toxicidad a diferentes niveles de salinización, desde raleo de plantas, reducción del crecimiento y pérdidas totales. Se recomienda tomar muestras de suelo representativas del lote (de 0 a 40 cm de profundidad) y realizar el análisis químico para determinar el tipo y la concentración de sales. Cuando el riego es gravitacional por surco, la correcta nivelación del terreno permite la aplicación de cantidades iguales de agua en todo el lote, evitando de esta manera las concentraciones de humedad que favorecen la propagación de plagas y de hongos patógenos. Deficiencias en la nivelación provocan un mojado desparejo de los surcos sembrados y la falta de hidratación de gran cantidad de semillas que quedan sin germinar. Por otro lado, los sectores bajos del terreno se saturan de humedad con los riegos creando un ambiente poco favorable para el crecimiento de las plantas. Deben evitarse los terrenos cuyos cultivos anteriores hayan sido hortalizas, especialmente Alliáceas, como cebolla, ajo y echalote, prefiriendo lotes de pasturas como antecesores. De este modo se logra un cultivo de mayor sanidad. Es conveniente también, seleccionar lotes poco enmalezados y, si es posible, desechar aquellos con malezas perennes como: gramilla (Cynodon dactylon), correhuela (Convolvulus arvensis) y yuyo moro (Centaurea repens). El reconocimiento in situ de las malezas presentes en el terreno facilita la planificación de las medidas de control más adecuadas. Por último, es aconsejable iniciar la roturación del suelo a fines del verano-principios de otoño, cuando las temperaturas todavía son altas y permiten una actividad biológica importante para descomponer los restos vegetales y liberar los nutrientes que serán utilizados por el próximo cultivo. Si los restos vegetales no alcanzan a descomponerse, la falta de contacto del suelo con las semillas dificulta la germinación. La intención de este conjunto de prácticas anticipadas a la implantación del cultivo es reflexionar sobre la importancia de hacer un alto en el hoy para actuar, hoy, sobre el resultado de mañana. En próximos números de F&D se tratarán aspectos dirigidos al manejo de la cebolla desde la implantación del cultivo, las labores de precosecha y la cosecha de bulbos. Fruticultura&Diversificación 13