Los movimientos migratorios (I) Emigración e inmigración El hombre tiende por naturaleza a desplazarse para procurarse recursos y satisfacer sus necesidades. A todo desplazamiento de la población de un lugar a otro se llama movimiento migratorio. Estos desplazamientos de un sitio a otro pueden realizarse durante un espacio de tiempo más o menos largo, o definitivamente para toda la vida: todo movimiento migratorio puede ser, pues, temporal o definitivo. - Se llama emigración al hecho de salir de un lugar determinado. - Se llama inmigración al hecho de entrar en el nuevo lugar elegido. Todo movimiento migratorio tiene, por tanto, dos hechos: el hombre que sale del lugar donde vive (emigra) se llama emigrante; y el hombre cuando entra en el lugar que ha elegido (inmigra) se llama inmigrante. 1
I. Causas fundamentales de la emigración El hombre se ha movido siempre del lugar donde vivía por una serie de causas que varían según la naturaleza de las mismas: 1. Las migraciones forzadas por los Estados Responden a motivos políticos, religiosos, étnicos, económicos, etc.: un grupo de individuos es obligado a emigrar de una manera expresa o tácita (refugiados); este tipo de migraciones no son fruto exclusivo del dirigismo estatal contemporáneo: proscripciones en la Grecia clásica, expulsión de España de la comunidad judía a finales del siglo XV y de los moriscos a principios del siglo XVII, éxodos provocados por la Reforma y Contrarreforma en Europa Central, emigración de los partidarios del Antiguo Régimen bajo la Revolución Francesa, condenas británicas en las colonias de ultramar, etc.; pero ha sido en los últimos tiempos cuando las poblaciones se han visto con mayor frecuencia forzadas a emigrar por circunstancias políticas: acuerdos de paz tras las dos guerras mundiales, persecución nazi, traslados estalinianos a Siberia, salida de republicanos españoles tras la guerra civil, éxodo de vietnamitas, etc. 2. Las migraciones voluntarias Están condicionadas fundamentalmente por el desequilibrio población/recursos. La población tiende espontáneamente a desplazarse para equilibrar espacialmente dicha relación. La historia de la humanidad ha registrado constantes desplazamientos de masas humanas en un afán de mejorar sus condiciones de existencia y su nivel de vida. Sin embargo, es a partir de la revolución industrial, creadora de nuevos puestos de trabajo en determinados países y regiones, acompañada de la revolución demográfica que aumenta la presión demográfica en los países donde se va produciendo, y de la II revolución agrícola que mecaniza el campo y expulsa mano de obra, cuando dichos equilibrios han suscitado la necesidad de emigrar, lo cual a su vez se ha visto facilitado por una revolución de los medios de comunicación social y de transporte, que ha 2
aproximado los países acortando distancias temporales. El servicio militar para el campesinado masculino y el servicio doméstico para el femenino han facilitado las migraciones del medio rural; los periódicos, el cine, el turismo y sobre todo la televisión han propiciado el conocimiento de ciudades, regiones y países. En las encuestas planteadas a los emigrantes acerca de los motivos de su traslado la contestación más frecuente es que emigran por razones económicas y con menor frecuencia por buscar la promoción social, cultural, etc. II. Tipos migratorios Cabe hacer varias clasificaciones de los movimientos migracionales según el punto de vista. La primera ya la hemos contemplado en razón a que se respete o no la libertad del individuo: las voluntarias son por lo general de carácter económico y las forzadas de motivación política. Una segunda clasificación hace referencia a la duración de la migración, desde las diarias como las que se dan entre la gran ciudad y su periferia- y para las que cabe reservar el nombre de movimientos pendulares, pasando por las estacionales (trashumancia, labores de la cosecha o vendimia) y por las temporales (migraciones laborales a otros países, exilios políticos temporales) hasta las definitivas (económicas o políticas) y las continuas que practican los nómadas. Por encima de las clasificaciones anteriores la más geográfica es la que hace referencia a la amplitud espacial de los movimientos, distinguiéndose en principio las migraciones interiores, que se dan en el seno de un país, de las migraciones internacionales. Las migraciones interiores e internacionales a su vez pueden ser diarias, estacionales, temporales o definitivas. 3
III. Migraciones interiores De las migraciones interiores hay dos tipos especialmente interesantes: la emigración de montaña llanura y el éxodo rural. La primera reviste caracteres tradicionales en la zona templada, donde durante la estación invernal los montañeses descendían a la llanura a vender sus productos o a trabajar en oficios temporeros; esta emigración estacional se convertía en muchos casos en definitiva. En general las montañas han constituido un aporte de hombres para la llanura, ya que con menos densidades en la montaña se llegaba antes a la saturación demográfica en relación con los recursos disponibles, sin embargo en determinados momentos históricos de inseguridad bélica las montañas se convertían en lugares más seguros para la existencia de determinados pueblos; así el Pirineo alcanza durante uno de sus máximos demográficos durante la primera época de la invasión musulmana. La emigración del campo a la ciudad ha sido también un hecho conocido en la historia que se ha invertido en determinados momentos (proceso de ruralización tras la caída del imperio romano). Sin embargo ha sido a partir de la Revolución Industrial cuando ha adquirido en cada país volúmenes inusitados: el campo se mecaniza y produce excedentes laborales, mientras que la ciudad multiplica sus puestos de trabajo en la industria y en el sector servicios, dando niveles salariales superiores y una mayor seguridad. Junto al éxodo de montañeses y campesinos, en el seno de las naciones se producen migraciones interregionales, que responden a una tendencia espontánea de la población a mitigar los desequilibrios económicos regionales suscitados por las revoluciones económicas, que enriquecen a unas regiones y empobrecen a otras. Así, por ejemplo, en España hemos asistido desde el siglo XIX a una emigración masiva desde la deprimida España interior, rica en el pasado entre otras razones porque poseía dos materias primas esenciales en las Edades Media y Moderna: el trigo y la lana- a Cataluña y el País Vasco y otras regiones costeras enriquecidas 4
tras la Revolución Industrial y posteriormente con el desarrollo turístico. Parecidas características han revestido las migraciones italianas desde un Mezzogiorno superpoblado y rural hacia un norte industrializado que necesitaba mano de obra o las migraciones francesas del SW hacia el NE y Cuenca de Paris. IV. Las migraciones internacionales Pueden darse en el interior de un continente o rebasar este ámbito (intercontinentales) materializándose a través de un océano (transoceánicas). Estos movimientos espaciales, junto con los movimientos naturales, son los que nos explican a grandes líneas la distribución actual de la población mundial Desde tiempos remotos ha habido desplazamientos de grandes masas humanas sobre los continentes, como sucedió con la migración protagonizada por los bárbaros procedentes del Este que invadieron e hicieron caer el Imperio Romano; también se han dado a lo largo de la historia movimientos migratorios de cierta masividad sobre rutas marinas de corto alcance: evidentemente estas migraciones se hicieron más frecuentes en la medida en que las embarcaciones se hicieron más seguras y rápidas. Los descubrimientos colombinos abrieron una nueva era migratoria al posibilitar el desplazamiento a través de rutas oceánicas de largo alcance, de modo que poco a poco el Mediterráneo cede su primacía al Atlántico en cuanto a intensidad de tráfico humano. Las migraciones transoceánicas no adquieren masividad hasta después de la independencia de las colonias iberoamericanas. Todavía el Mediterráneo en el siglo XIX es un mar por donde transcurren migraciones importantes como las de tipo golondrina temporal y repetitiva de carácter anual motivada generalmente por motivos laborales y sin intención de establecer arraigo en la nueva comunidad- que se dan entre el SE español y Argelia a partir de 1830. 5
1. Las migraciones transoceánicas Las migraciones europeas a América tuvieron su edad de oro de 1840 a 1914. En el transcurso de 1815 a 1914 atravesaron el Atlántico -según Dollot- 65 millones de europeos. Las causas más importantes que motivaron este traslado masivo fueron: la presión demográfica europea frente a los desiertos poblacionales americanos, la saturación y empobrecimiento del suelo agrícola europeo frente al bajo precio y virginidad del americano, los descubrimientos mineros (oro, petróleo, etc.) en América, la revolución de los transportes (navegación a vapor y ferrocarriles) junto a factores políticos (la liberación que suponía América para los grupos oprimidos como los irlandeses o las minorías de Europa Central) y psicológicos (publicidad, cartas de amigos ya emigrados etc.). Las migraciones europeas transoceánicas se produjeron por oleadas. Primero fue la irlandesa, hacia 1840; motivada en su comienzo por la enfermedad de la patata que generó grandes hambrunas, llegó a su máximo en 1880 (100.000 emigrantes) continuó hasta la I Guerra Mundial suponiendo 4 millones de emigrantes, que se dirigieron preferentemente a EE.UU. Hacia 1860 se inició la oleada británica, que alcanzaría su máximo en vísperas de la I Guerra Mundial (345.000 emigrantes) y que afectaría en conjunto a 6 millones de británicos repartidos entre Norteamérica, Sudáfrica y Australia. Hacia 1880 tomó cuerpo la germánico-escandinava, que se detendría con la industrialización en 1900 para recuperarse tras la I Guerra Mundial: afectó a 6 millones de alemanes y a más de un millón de escandinavos; asentándose en EE.UU. y en colonias de poblamiento sudamericanas. En el anteúltimo decenio de siglo XIX llegó la fiebre emigracional a Europa Oriental que tuvo como tierra de destino EE.UU.; los rusos compatibilizaron esta tendencia migratoria (3 millones de emigrantes) con la siberiana (2 millones). La última oleada fue la de los mediterráneos, que se masificó a finales del siglo XIX. Los Italianos ya habían iniciado el éxodo desde su unitá, pero es entre 1900 y 1913 cuando se aceleran 6
hasta alcanzar cerca del medio millón de emigrados en 1913; lo mismo sucede con españoles y portugueses, que en dicho año alcanzan los 200.000 y los 75.000 respectivamente; desde 1900 hasta la I Guerra Mundial emigran un millón y medio de españoles, preferentemente a Hispanoamérica. La I Guerra Mundial supone un frenazo en las migraciones intercontinentales; después del conflicto bélico se reanudan pero sin recuperar el ritmo de antes de la guerra; frente a 1,4 millones de emigrados en 1913, sólo 600.000 en 1927. La explicación de esta disminución se encuentra en varios factores: el descenso de la presión demográfica europea, el desarrollo industrial de Europa, el encarecimiento del suelo agrícola americano, el decaimiento de los descubrimientos mineros y sobre todo las leyes de cuota en los países anglosajones que limitaban la entrada de inmigrantes (QuotaActs de EE.UU. en 1929, Canadá desde 1929, Australia desde 1901) junto a las políticas restrictivas de los países europeos frente a la emigración ultramarina, bien por las pérdidas y las experiencias negativas aportadas por la I Guerra Mundial, o bien por la canalización de sus excedentes demográficos hacia las propias colonias (Italia hacia Libia y Etiopía). La gran crisis económica mundial de 1929-30 y la tensión política internacional hicieron descender nuevamente las corrientes migratorias intercontinentales provocando incluso repatriaciones entre 1931-36 a Irlanda, Gran Bretaña y Alemania; en 1938 sólo emigraron de Europa a América unas 100.000 personas. El estallido de la II Guerra Mundial supuso la coagulación total de los flujos migratorios. Después de la II Guerra Mundial, por encima de las migraciones transoceánicas de carácter fundamentalmente económico, pesarán las migraciones de carácter político o las intracontinentales de carácter laboral. El balance inmigracional da los mayores saldos para EE.UU., que desde comienzos del siglo XIX hasta ahora ha acogido a más de 50 millones de inmigrantes, y ello a pesar de las leyes de cuota. 7
Canadá empezó más tarde su inmigración, registrando un total de 3 millones de inmigrantes entre 1900 y 1914; tras las leyes de cuota norteamericanas se convirtió en un país de tránsito. En Sudamérica no ha habido tantas políticas restrictivas; a pesar de ello su inmigración desde principios del siglo XIX es la mitad en número que la de EE.UU. 8
Test 1. A todo desplazamiento de la población de un lugar a otro se le denomina a) Expedición b) Conquista c) Movimiento migratorio d) Colonización 2. En todo movimiento migratorio, Cómo se le denomina a la persona que llega al nuevo territorio que ha escogido? a) Conquistador b) Emigrante c) Aventurero d) Inmigrante 3. En los desplazamientos migratorios el hecho de salir de un lugar determinado se denomina a) Emigración b) Colonización c) Inmigración d) Expedición 4. Un individuo cuando es obligado a emigrar de una manera expresa se denomina a) Inmigrante b) Refugiado c) Emigrante d) Desterrado 5. Las migraciones voluntarias están condicionadas fundamentalmente por motivos a) Políticos b) Religiosos c) Desequilibrios económicos d) Étnicos 6. Los denominados movimientos pendulares que hacen referencia a la duración de la migración tienen una frecuencia a) Diaria b) Anual c) Estacional d) Definitiva 9
7. La trashumancia es un movimiento migracional de carácter a) Anual b) Continuo c) Definitivo d) Estacional 8. La emigración del campo a la ciudad ha sido siempre una constante que se invirtió a) En la edad Media b) Tras la caída del imperio romano c) Tras la invasión musulmana d) Con la revolución industrial 9. Cuándo la emigración del campo a la ciudad alcanza su mayor desarrollo a) Tras el descubrimiento de América b) Tras la Revolución Francesa c) Con la Revolución Industrial d) En el siglo XVI 10. Tras los descubrimientos colombinos que mar alcanza la primacía en cuanto a intensidad de tráfico humano a) Pacífico b) Mediterráneo c) Índico d) Atlántico Respuestas 1 c/2 d/3 a/4 b/5 c/6 a/7 d/8 b/9 c/10 d 10