Los mercados de trabajo en América del Norte



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Los mercados de trabajo en América del Norte Cambios principales a partir del TLCAN Comisión para la Cooperación Laboral

RECONOCIMIENTOS Este estudio fue preparado por el siguiente equipo: Ma. Elena Vicario, economista principal (1995 2001) Sandra Polaski, directora de investigación (1997 1999) Dalil Maschino, economista principal (1995 1999) Los asistentes de investigación fueron Rodolfo Hernández, Ye Wang, Kairat Amirkhanov, Erik Tinoco, José Luis Salcedo, María Cox y Ana Belén Mora. Marcelle St. Arnaud brindó apoyo documental y Melisa Gutiérrez, asistencia secretarial. Se recibieron valiosos comentarios al borrador previo a este estudio de parte de Gonzalo Hernández, Christian Dea y las oficinas administrativas nacionales de Canadá, México y Estados Unidos. El Secretariado agradece el valioso apoyo recibido por parte de Statistics Canada y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de México, a través de la Subcoordinación de Estadísticas del Trabajo, por la elaboración de tabulaciones especiales con base en información de sus respectivas encuestas de empleo. Asimismo, se agradece el apoyo de Steve Hipple, del Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos, por su ayuda invaluable en la obtención de información estadística. El Secretariado de la Comisión para la Cooperación Laboral es el único responsable del contenido del presente trabajo. Ninguna parte de este estudio refleja necesariamente los puntos de vista del Consejo Ministerial, de organismo gubernamental alguno o de cualquiera de los colaboradores o revisores externos. Publicado por el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Laboral. Derechos reservados 2003 Secretariado de la Comisión para la Cooperación Laboral. Para obtener ejemplares adicionales comuníquese al Secretariado de la Comisión para la Cooperación Laboral: 1211 Connecticut Ave. N.W. Suite 200 Washington, D.C. 20036 EUA Correo electrónico: clcpubs@naalc.org Página internet: www.naalc.org Este libro también está disponible en francés e inglés. ISBN (español): 1-58454-025-7 ISBN (francés): 1-58454-026-5 ISBN (inglés): 1-58454-024-9

CONTENIDO RESUMEN EJECUTIVO 1 INTRODUCCIÓN 13 CAPÍTULO UNO: CRECIMIENTO ECONÓMICO Y COMERCIO EN LOS PAÍSES DEL TLCAN 17 1.1 Crecimiento económico en los países del TLCAN 18 1.2 Comercio de bienes y servicios en los países del TLCAN 25 1.2.1 Características comerciales comunes 26 1.2.2 Diferencias principales en la cuenta corriente 31 1.2.3 Comercio intrarregional en América del Norte 31 1.2.4 El comercio de mercancías 37 1.2.5 El comercio de servicios 46 1.3 Inversión extranjera directa en los países del TLCAN 53 CAPÍTULO DOS: LA FUERZA DE TRABAJO Y EL EMPLEO EN AMÉRICA DEL NORTE 61 2.1 Envejecimiento de la población y crecimiento de la fuerza de trabajo en América del Norte 62 2.2 Tendencias en la fuerza de trabajo en América del Norte 64 2.3 Crecimiento del empleo a partir del TLCAN 66 2.4 Características del crecimiento del empleo 76 2.4.1 Cambios en la estructura del empleo por edad y por género 76 2.4.2 Cambios en los niveles de educación de la mano de obra 77 2.4.3 Cambios en la estructura del empleo por industria 82 2.4.4 Cambios en la estructura del empleo por ocupación 87 2.4.5 Cambios en la estructura del empleo por tamaño de establecimiento 90 2.4.6 Tendencias en las horas promedio de trabajo 93 CAPÍTULO TRES: DESEMPLEO, SEGURIDAD EN EL EMPLEO Y TRABAJO NO ESTÁNDAR EN AMÉRICA DEL NORTE 101 3.1 Desempleo 101 3.1.1 Evolución del desempleo 101

IV LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE 3.1.2 Indicadores complementarios de empleo 103 3.1.3 Motivos del desempleo 104 3.1.4 Pérdida permanente del empleo 108 3.1.5 Duración del desempleo 110 3.1.6 A quiénes afectó el desempleo? 112 3.2 Seguridad en el empleo 116 3.3 Crecimiento del empleo no estándar 119 3.3.1 Empleo temporal o eventual 119 3.3.2 El empleo por cuenta propia 123 3.3.3 El empleo de tiempo parcial 126 CAPÍTULO CUATRO: REMUNERACIONES, PRODUCTIVIDAD, COSTOS DE LA MANO DE OBRA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO 133 4.1 Evolución de las remuneraciones 133 4.2 Diferencias salariales entre los trabajadores 135 4.2.1 Diferencias salariales por quintiles o deciles de trabajadores 136 4.2.2 Diferencias en las remuneraciones por grupo de edad 139 4.3 Salarios mínimos y dispersión salarial 140 4.3.1 Evolución de los salarios mínimos 141 4.3.2 Quiénes percibían salarios mínimos? 142 4.4 Diferencias en las remuneraciones por ocupación 143 4.5 Diferencias salariales por niveles de educación 145 4.6 Diferencias en las remuneraciones por actividad económica 147 4.6.1 Patrones generales 147 4.6.2 Crecimiento de las remuneraciones en la industria manufacturera 149 4.7 Remuneraciones y productividad de la mano de obra 153 4.8 Costos por hora de la mano de obra, productividad laboral y costos unitarios en la industria manufacturera 156 4.8.1 Costos de la mano de obra por hora en la industria manufacturera 156 4.8.2 Productividad de la mano de obra en la industria manufacturera 159 4.9 Tendencias en la distribución del ingreso en América del Norte 163 4.9.1 Cambios en la distribución del ingreso 164 4.9.2 Efecto de los impuestos y las transferencias del gobierno en la distribución del ingreso 165 4.9.3 Factores que influyeron en los cambios en la distribución del ingreso 170 4.9.4 Evolución del ingreso de los hogares o de las familias 171 4.9.5 Distribución de los hogares por niveles de ingreso disponible 174 APÉNDICE A: ESTADÍSTICAS SELECCIONADAS 179 APÉNDICE B: FUENTES DE INFORMACIÓN Y DIFERENCIAS CONCEPTUALES 197 BIBLIOGRAFÍA 211 GLOSARIO 215

CONTENIDO V CUADROS Cuadro 1.1 Indicadores económicos seleccionados en América del Norte, 1993 1999 21 Cuadro 1.2 Indicadores de comercio en América del Norte, 1993 1999 26 Cuadro 1.3A Comercio de Canadá con Estados Unidos, 25 productos principales, 1994 y 1999 39 Cuadro 1.3B Comercio de Canadá con México, 25 principales productos, 1994 y 1999 41 Cuadro 1.4 Comercio de México, 25 principales productos, 1994 1999 43 Cuadro 1.5A Comercio de Estados Unidos con Canadá, 25 principales productos, 1994 y 1999 47 Cuadro 1.5B Comercio de Estados Unidos con México, 25 principales productos, 1994 y 1999 49 Cuadro 2.1 Fuerza de trabajo y tasas de participación en América del Norte 67 Cuadro 2.2 Distribución y crecimiento del empleo por niveles de educación en América del Norte, 1999 79 Cuadro 2.3 Distribución del empleo por ocupación y niveles de educación en América del Norte, 1999 81 Cuadro 2.4 Distribución del empleo por actividad económica y tamaño de establecimiento en América del Norte, 1998 ó 1999 91 Cuadro 3.1 Trabajadores eventuales por actividad económica en América del Norte 122 Cuadro 4.1 Canadá: empleo y remuneraciones en industrias manufactureras seleccionadas, 1994 y 1999 151 Cuadro 4.2 Estados Unidos: empleo y remuneraciones en industrias manufactureras seleccionadas, 1994-1999 152 Cuadro 4.3 México: empleo y remuneraciones en la industria manufacturera, 1994 y 1999 153 Cuadro A.1 Indicadores macroeconómicos en América del Norte, 1980 1999 180 Cuadro A.2 Estadísticas sobre población y fuerza de trabajo en América del Norte, 1980 1999 182 Cuadro A.3 Estadísticas de empleo en América del Norte, 1980 1999 184 Cuadro A.4 Estadísticas de desempleo en América del Norte, 1980 1999 188 Cuadro A.5 Estadísticas sobre remuneraciones, costo y productividad de la mano de obra, y distribución del ingreso en América del Norte, 1980 1999 192 GRÁFICAS Gráfica 1.1 Apertura comercial en Canadá, México y Estados Unidos, 1980 1999 18 Gráfica 1.2 Crecimiento del PIB real en América del Norte, 1980 1999 19 Gráfica 1.3 Inflación en América del Norte, 1980 1999 20 Gráfica 1.4 Comercio intrarregional de mercancías en regiones seleccionadas con acuerdos comerciales, 1990 y 1999 27 Gráfica 1.5 Exportaciones e importaciones de bienes y servicios como porcentaje del PIB, 1980 1999 28 Gráfica 1.6 Proporción del comercio de mercancías en el comercio total, 1980 1999 29 Gráfica 1.7 Saldo de la balanza en cuenta corriente en América del Norte, 1980 1999 30 Gráfica 1.8 Comercio de mercancías en América del Norte, 1980 1999 32 Gráfica 1.9A Canadá: distribución de las exportaciones y las importaciones de mercancías por país, 1985 1999 34 Gráfica 1.9B México: distribución de las exportaciones y las importaciones de mercancías por país, 1985 1999 35 Gráfica 1.9C Estados Unidos: distribución de las exportaciones y las importaciones de mercancías por país, 1980 1999 36 Gráfica 1.10 Comercio de mercancías entre los países de América del Norte 38

VI LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE Gráfica 1.11 México: distribución de las exportaciones y las importaciones por tipo de bien, 1980 1999 45 Gráfica 1.12 Exportaciones de las maquiladoras como porcentaje de las exportaciones totales y de productos manufacturados, 1980 1999 46 Gráfica 1.13 Comercio de servicios canadienses, 1980 1999 51 Gráfica 1.14 Comercio de servicios mexicanos, 1980 1999 51 Gráfica 1.15 Comercio de servicios estadounidenses, 1980 1999 52 Gráfica 1.16 Flujos anuales de inversión extranjera directa en América del Norte 54 Gráfica 2.1 Distribución de la población en América del Norte, 1999 62 Gráfica 2.2 Distribución de la población por grupos de edad en América del Norte, 1980 y 1999 63 Gráfica 2.3 Tasas de participación de la fuerza de trabajo en América del Norte, 1980 1999 65 Gráfica 2.4 Crecimiento del PIB real y del empleo en América del Norte, 1981 1999 68 Gráfica 2.5 Crecimiento anual del empleo asalariado y no asalariado en América del Norte, 1981 1999 69 Gráfica 2.6 Crecimiento anual del empleo de tiempo completo y tiempo parcial en América del Norte, 1980 1999 70 Gráfica 2.7 México: participación del sector informal en el empleo no agrícola, 1991 1999 74 Gráfica 2.8 Canadá: industrias manufactureras seleccionadas con mayores aumentos o reducciones en el empleo, 1994 1999 83 Gráfica 2.9 Estados Unidos: industrias manufactureras seleccionadas con mayores aumentos o reducciones en el empleo, 1994 1999 85 Gráfica 2.10 México: industrias manufactureras seleccionadas con mayores aumentos o reducciones en el empleo, 1996 1999 86 Gráfica 2.11 México: empleo en la industria maquiladora, 1981 1999 87 Gráfica 2.12 Distribución del empleo no agrícola por tamaño de establecimiento en América del Norte 92 Gráfica 2.13 Distribución del empleo por horas trabajadas en América del Norte, 1994 y 1999 94 Gráfica 2.14 Horas promedio trabajadas por actividad económica en América del Norte, 1994 y 1999 96 Gráfica 3.1 Crecimiento anual del desempleo y de la tasa de desempleo en América del Norte, 1980 1999 102 Gráfica 3.2A México: tasa de desempleo e indicadores complementarios de empleo, 1991 1999 104 Gráfica 3.2B Canadá: tasa de desempleo e indicadores complementarios de empleo, 1984 1999 105 Gráfica 3.2C Estados Unidos: tasa de desempleo e indicadores complementarios de empleo, 1980 1999 106 Gráfica 3.3 Participación del desempleo involuntario en el desempleo total en América del Norte, 1980 1999 107 Gráfica 3.4 Trabajadores desempleados en forma permanente en América del Norte, 1980 1999 109 Gráfica 3.5 Duración promedio del desempleo en América del Norte, 1980 1999 111 Gráfica 3.6 Tasa de desempleo por grupos de edad en América del Norte 113 Gráfica 3.7 Tasa de desempleo por niveles de educación en América del Norte 115 Gráfica 3.8 Duración promedio en el empleo en América del Norte, 1991 y 1999 116 Gráfica 3.9 Distribución del empleo por tiempo de duración en América del Norte, 1999 118 Gráfica 3.10 Empleo por posición en el trabajo en América del Norte, 1999 123 Gráfica 3.11 Evolución del empleo asalariado y del empleo por cuenta propia en América del Norte, 1981 1999 125 Gráfica 3.12 Participación del empleo parcial en el empleo total en América del Norte, 1980 1999 127 Gráfica 3.13 Empleo de tiempo parcial por motivos involuntarios en América del Norte, 1980 1999 128 Gráfica 4.1 Canadá: crecimiento del empleo y de las remuneraciones reales, 1980 1998 135 Gráfica 4.2 México: crecimiento del empleo y de las remuneraciones reales, 1984 1999 136 Gráfica 4.3 Estados Unidos: crecimiento del empleo y de las remuneraciones reales, 1980 1999 137 Gráfica 4.4 Ingreso promedio por quintiles, cuartiles o deciles en América del Norte 138

CONTENIDO VII Gráfica 4.5 Salario mínimo real en América del Norte, 1980 1999 140 Gráfica 4.6 Canadá: remuneraciones reales y productividad laboral, 1980 1999 155 Gráfica 4.7 México: remuneraciones reales y productividad laboral, 1988 1999 156 Gráfica 4.8 Estados Unidos: remuneraciones reales semanales y productividad laboral, 1980 1999 157 Gráfica 4.9 Costo de la mano de obra por hora en las manufacturas en América del Norte, Europa y Asia, 1980 1999 158 Gráfica 4.10 Canadá: crecimiento de la productividad de la mano de obra en la industria manufacturera, 1980 1999 160 Gráfica 4.11 Estados Unidos: crecimiento de la productividad de la mano de obra en la industria manufacturera, 1980 1999 161 Gráfica 4.12 México: crecimiento de la productividad de la mano de obra en la industria manufacturera, 1987 1999 163 Gráfica 4.13 México: productividad de la mano de obra, costos laborales y costos unitarios de la mano de obra en las manufacturas 164 Gráfica 4.14 Canadá: coeficiente de Gini después de impuestos y de transferencias, 1980 1998 166 Gráfica 4.15 México: coeficiente de Gini después de impuestos y de transferencias, 1984 1998 167 Gráfica 4.16 Estados Unidos: coeficiente de Gini después de impuestos y de transferencias, 1980 1999 168 Gráfica 4.17 Distribución del ingreso total por quintiles de hogares antes y después de impuestos y de transferencias en América del Norte 169 Gráfica 4.18 Ingreso real promedio de los hogares por quintiles en América del Norte 172 Gráfica 4.19 Distribución de los hogares por grupo de ingreso en América del Norte 175

RESUMEN EJECUTIVO Crecimiento económico y comercio El TLCAN entró en vigor en 1994, en un momento en que las asimetrías internas, específicamente la magnitud y la intensidad del crecimiento en la economía de los Estados Unidos, tuvieron como resultado un fuerte efecto estimulante sobre las economías de Canadá y México. Durante los primeros seis años de operación de este acuerdo, el comercio de bienes y servicios entre los países miembros fue intenso, y creció como porcentaje del PIB. Si bien la apertura comercial en los tres países se dio a todo lo largo de las décadas de los ochenta y los noventa, el proceso fue más intenso de 1994 a 1999, sobre todo en Canadá y México. Durante las dos décadas en cuestión, Canadá, Estados Unidos y México observaron múltiples ciclos económicos. A principios de los ochenta, alrededor del periodo de la caída del dólar y la crisis de la deuda, los tres países coincidieron en los años de recesión (1982 en Canadá y Estados Unidos, 1983 en México). Canadá y Estados Unidos experimentaron una fuerte expansión a mediados y finales de los ochenta, una recesión a principios de los noventa, y después de eso y hasta 1999 mostraron un crecimiento sostenido. El patrón del ciclo económico de México fue diferente, puesto que experimentó una segunda crisis económica en 1986, seguida de una expansión hasta fines de 1994 cuando tuvo lugar la crisis del peso que culminó con una fuerte caída del PIB en 1995. De 1996 a 1999, la economía mexicana experimentó un crecimiento sostenido, a una tasa promedio anual de 5.1%. En Canadá y Estados Unidos, la recuperación de sus respectivas economías después de la recesión de principios de los noventa se dio a ritmos promedio más bajos que después de la recesión de los ochenta. En México, el crecimiento promedio anual de la economía después de la crisis del peso de 1995 fue superior al crecimiento en el periodo de 1989 a 1994, cuando la economía tuvo también un crecimiento sostenido. En la recuperación económica de la década de los noventa, el crecimiento de las exportaciones tuvo un papel relevante sobre todo en Canadá y México. En Estados Unidos, el crecimiento de la demanda interna fue un factor relevante para su crecimiento económico. El periodo de crecimiento en Canadá y Estados Unidos se dio en un contexto de baja inflación. En Canadá, el incremento anual del índice de precios al consumidor mostró una sustancial disminución a partir de 1992, con tasas de aumento más bajas que en Estados Unidos. En México, los precios al consumidor, que en 1987 aumentaron 131.8%, disminuyeron casi continuamente a partir de entonces hasta alcanzar 7% en 1994; después de un repunte en 1995, la inflación empezó a descender nuevamente en 1996. No obstante, la inflación en México se mantuvo en niveles de dos dígitos, muy por encima de los de Canadá y Estados Unidos. En el periodo de 1994 a 1999, una de las actividades con mayor crecimiento en los tres países fue la

2 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE industria manufacturera, que creció a una tasa promedio muy superior a la de la economía en su conjunto. En Canadá, el crecimiento promedio anual para esta actividad fue 4.8%, en México fue 5.3% y en Estados Unidos 4.9%. Además de esta actividad, los transportes y las comunicaciones también registraron ritmos de crecimiento elevados en los tres países durante ese periodo. El comercio entre los tres países no es un fenómeno reciente; sin embargo, se incrementó de manera sustancial a partir de 1994. Aunque este comercio se caracterizó porque una proporción mayor y creciente del mismo fluyó de Canadá y México hacia Estados Unidos, también el comercio de este último país hacia sus dos socios comerciales en América del Norte se incrementó durante el periodo de 1994 a 1999. En Canadá, las exportaciones de mercancías hacia Estados Unidos promediaron un total de 168.4 miles de millones de dólares (mmd) por año durante este periodo, casi el doble del promedio en los seis años anteriores; por su parte, las importaciones procedentes de ese país promediaron 141.6 mmd, un aumento de 64% en comparación con el promedio en el periodo de 1988 a 1993. De manera similar, el comercio de México con Estados Unidos también tuvo un crecimiento relevante en esos años. Las exportaciones de mercancías mexicanas hacia ese país promediaron 86 mmd por año entre 1994 y 1999, mientras que el promedio de las importaciones procedentes de Estados Unidos fue de 76.1 mmd. Estas cifras fueron 2.6 y 2.2 veces más altas, respectivamente, que los promedios durante el periodo de 1988 a 1993. Por su parte, el flujo comercial entre Canadá y México, aunque representó una pequeña parte del comercio global de ambos países, creció consistentemente desde 1994. Entre ese año y 1999 las exportaciones canadienses a México aumentaron 32.2%, mientras que las importaciones procedentes de ese país se duplicaron. El crecimiento comercial entre estos dos países ocasionó que en 1999 Canadá fuera el segundo socio comercial de México en lo que respecta a exportaciones y el quinto en lo que respecta a importaciones. Estados Unidos también incrementó su comercio con sus socios comerciales en América del Norte a partir de 1994, principalmente con México. En 1999, las exportaciones de mercancías estadounidenses hacia Canadá y México alcanzaron un total de 253.5 mmd, esto es, un aumento de 53.3% en comparación con el volumen exportado en 1994. Por su parte, las importaciones procedentes de esos países alcanzaron un total de 308.4 mmd, 73.4% más altas que las de 1994. Esto permitió que Canadá mantuviera su posición como principal socio comercial de Estados Unidos y que México reemplazara a Japón como su segundo socio comercial en importancia. En las relaciones bilaterales, el comercio de América del Norte ha sido relativamente especializado. Parte de esta especialización se basó en las ventajas comparativas tradicionales de cada país; otra parte, en una división regional de unidades de producción y subcontratación entre los tres países por parte de compañías multinacionales en las industrias automotriz, de equipo eléctrico y electrónico, equipo de telecomunicaciones y productos químicos. La coincidencia en el comercio de productos derivados de estas industrias reflejó dicha especialización comercial entre los países. Por ejemplo, en 1999 los principales productos de comercio entre los tres países provinieron de la industria automotriz, de la industria productora de aparatos eléctricos y electrónicos y de la fabricación de equipo de telecomunicaciones. El comercio de estos productos entre los tres países también aumentó significativamente durante el periodo de 1994 a 1999. Además del comercio, también los flujos de capital por concepto de inversión extranjera directa (IED) entre los países crecieron después de la entrada en vigor del TLCAN. En Canadá, el flujo promedio de IED en el periodo de 1994 a 1999 aumentó 2.7 veces, en comparación con el promedio en los seis años anteriores. Ochenta y cuatro por ciento de dichos flujos provino de Estados Unidos. También las inversiones canadienses en Estados Unidos aumentaron cuatro veces más que en los seis años anteriores. En México, el volumen y el ritmo de crecimiento de los flujos de IED en el mismo periodo hicieron de este país uno de los principales receptores de capital entre los países en desarrollo. Entre 1994 y 1999 el nivel promedio de IED casi se triplicó, en comparación con el volumen promedio de la inversión recibida en los seis años anteriores. Una elevada proporción del flujo de capital por inversión provino de Estados Unidos, cuya inversión en México aumentó 50% entre 1994 y 1998. Por lo que respecta a la inversión canadiense en México, aunque se mantuvo modesta (2.4% del total en 1998), también aumentó en ese periodo. De 1994 a 1999, los flujos de IED en Estados Unidos crecieron continuamente. Las entradas de capital debidas a IED

RESUMEN EJECUTIVO 3 en ese periodo alcanzaron un promedio de 126 mmd por año, esto es, casi tres veces más que el promedio durante los años de 1988 a 1993. Fuerza de trabajo y empleo La reducción en la proporción de jóvenes en la población y el aumento de personas en edad adulta y avanzada indican que en los tres países existía una tendencia al envejecimiento de la población, sobre todo en Canadá y Estados Unidos. El proceso gradual de envejecimiento fue menos notorio en México, donde la proporción de los menores de 20 años fue más elevada (44.8% del total en 1999). Proyecciones para los tres países indican que la población entre 15 y 64 años de edad, esto es, la población en edad de trabajar, se mantendrá en niveles relativamente altos en las próximas décadas, sobre todo en México, donde se estima que este segmento de la población aumentará 40% para el año 2030. Durante los primeros seis años de operación del TLCAN la evolución del empleo en los países que integran este acuerdo fue, en general, favorable. En Canadá y Estados Unidos el empleo aumentó continuamente durante el periodo de 1994 a 1999. En el primer país el empleo creció en 283 900 personas por año en promedio, mientras que en Estados Unidos aumentó en 2.1 millones por año en promedio. Si bien este crecimiento significó una recuperación con respecto a la recesión de principios de la década, en ambos países el aumento promedio del empleo en ese periodo fue menor al observado durante los años de 1984 a 1989. Este comportamiento se asocia con el menor crecimiento promedio de estas economías entre 1994 y 1999, en comparación con el observado entre 1984 y 1989. La evolución del empleo en México pasó de un periodo de deterioro en los primeros años a uno de alto crecimiento a partir de 1996. Aunque el empleo formal creció en forma importante en ese tiempo, lo que explica la mayor parte del aumento del empleo, las plazas generadas no fueron suficientes para absorber la creciente oferta de mano de obra. Esta situación ocasionó que la proporción de la población ocupada en el sector informal se mantuviera elevada, con 46% del empleo no agrícola total en 1999. El tipo de empleo generado entre 1994 y 1999 evidenció un mejoramiento en la calidad de las plazas. Por una parte, los empleos creados durante ese periodo en los tres países fueron fundamentalmente de tiempo completo. En Canadá, 87% de los nuevos empleos fueron de tiempo completo; en Estados Unidos y México, el empleo de tiempo parcial disminuyó, mientras que el de tiempo completo aumentó. Por otra parte, el crecimiento del empleo fue principalmente de carácter asalariado. En Canadá, 70% del aumento del empleo entre 1994 y 1999 fue empleo asalariado, aunque el autoempleo también siguió creciendo. En Estados Unidos, la totalidad del aumento del empleo fue empleo asalariado, mientras que el empleo por cuenta propia disminuyó continuamente durante todo el periodo. En México, el empleo asalariado también contribuyó a una parte sustancial del aumento del empleo (89% del aumento entre 1993 y 1999). Además, el empleo sin pago, que representó 9.1% del empleo total en 1999, disminuyó a lo largo de todo ese periodo. Sin embargo, debe mencionarse que en términos de crecimiento de las remuneraciones reales y de la distribución del ingreso, los avances no fueron tan favorables en este periodo, como se verá más adelante. En Canadá y Estados Unidos, las tasas de crecimiento en el empleo más altas fueron para los trabajadores de entre 45 y 54 años, lo que se debió principalmente al envejecimiento de la población en estos países; en México fue para los trabajadores de entre 25 y 44 años. En los tres países, el empleo femenino continuó creciendo a tasas más altas que el empleo masculino, aunque se observó una desaceleración en su crecimiento en comparación con la tasa de aumento en la década de los ochenta, principalmente en Canadá y Estados Unidos. El nivel de educación de la mano de obra continuó mejorando a partir de 1994, con una mayor proporción de personas ocupadas con escolaridad superior a la educación secundaria. Esta situación también indicó una mayor demanda de trabajadores más calificados en los tres países. En Estados Unidos, los trabajadores con el mayor nivel de escolaridad, esto es, con grado universitario o más, tuvieron el mayor crecimiento en el empleo; en Canadá, el mayor aumento fue para los trabajadores con educación de más de secundaria pero sin grado de licenciatura, mientras que en México fue para los trabajadores con secundaria terminada. No obstante los avances, en México la proporción de personas ocupadas con niveles de escolaridad de primaria o menos se mantuvo elevada, con 48% del total en 1999.

4 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE La principal fuente de aumento del empleo en los tres países de 1994 a 1999 fueron los servicios. En Canadá y Estados Unidos destacan los servicios profesionales y técnicos a las empresas, específicamente los servicios de cómputo y de procesamiento de datos. En Estados Unidos, el personal ocupado en estos servicios se duplicó entre 1994 y 1999, mientras que en Canadá aumentó 41%. En México, el empleo en este tipo de servicios también tuvo un aumento relevante, aunque fue rebasado por el de los servicios de venta y preparación de alimentos. El comercio al mayoreo y al menudeo fue otra actividad relevante en la creación de empleo; en Canadá fue el empleo en el comercio al mayoreo el que tuvo mayor crecimiento, mientras que en Estados Unidos y México el mayor aumento fue en el comercio al menudeo. Un cambio relevante durante este periodo fue el aumento del empleo en las manufacturas en Canadá y México, donde fue la segunda actividad más importante para la creación de empleo entre 1994 y 1999. La industria manufacturera canadiense generó casi 28% del aumento neto del empleo entre 1994 y 1999, con 397 100 puestos de trabajo adicionales. En México, el personal ocupado en esta industria aumentó a un ritmo promedio de 367 752 trabajadores por año entre 1993 y 1999, sustancialmente más alto que el crecimiento en el periodo de 1991 a 1993 (150 131 trabajadores por año en promedio). El aumento no fue continuo; en 1995 esta industria fue una de las más afectadas por la crisis económica. El incremento en las exportaciones de productos manufacturados fue uno de los elementos que influyeron en el rápido crecimiento del empleo en ese periodo tanto en Canadá como en México. En Canadá, las industrias con mayor aumento en el empleo entre 1994 y 1999 fueron la fabricación de automóviles y la de partes y accesorios para vehículos; la fabricación de aviones y sus partes; la fabricación de productos electrónicos, principalmente de equipos de telecomunicaciones; y las manufacturas de productos de plástico, de productos de madera y de productos metálicos. Una de las industrias canadienses que recuperó su crecimiento en el empleo en ese periodo fue la industria del vestido; el aumento permitió que en 1999 los niveles de ocupación fueran superiores a los de 1990. En México, las actividades manufactureras más dinámicas en la generación de empleo fueron la industria textil y del vestido; la manufactura de equipo de transporte, principalmente la fabricación de autopartes y accesorios para vehículos de motor; la fabricación de productos eléctricos y electrónicos, especialmente la fabricación de equipo electrónico, que entre 1996 y 1999 aumentó su personal en 36%; la manufactura de muebles de madera, y la industria farmacéutica y de jabones. Aunque las maquiladoras tuvieron un papel relevante en el crecimiento del empleo manufacturero en México, el mayor crecimiento fue para las industrias no maquiladoras. En Estados Unidos, la industria manufacturera aumentó su personal ocupado en 576 000 personas entre 1994 y 1998, lo que revirtió la reducción observada en los cuatro años anteriores (aunque en 1999 tuvo una reducción importante de 3.2%). Las actividades manufactureras con mayor crecimiento fueron la fabricación de equipo de transporte, principalmente de vehículos automotores y equipo relacionado; la fabricación de aviones y partes, y la de maquinaria y equipo eléctrico. Entre las industrias que tuvieron mayores reducciones de personal en Estados Unidos se encuentran las industrias textil y del vestido, cuyo número de trabajadores disminuyó en 401 000 personas entre 1994 y 1999. El deterioro del empleo en estas actividades, aunque había venido ocurriendo desde años anteriores, fue más intenso en este periodo. La proporción del empleo en actividades agrícolas continuó disminuyendo en los tres países, aunque en México siguió representando 20% del empleo total en 1999. Esta situación marcó diferencias importantes en los mercados laborales de los tres países, ya que el empleo en esta actividad se caracterizó por una elevada proporción de trabajadores por su cuenta y de trabajadores sin pago, categorías que tuvieron una alta participación en el empleo en México. Cabe destacar que entre 1993 y 1999 el número de trabajadores asalariados en la actividad agropecuaria aumentó a 28% en México (un incremento de casi 10%), mientras que el de trabajadores por su cuenta y sin pago disminuyó. Entre 1994 y 1999, la ocupación de directivos y de profesionistas mantuvo un elevado ritmo de crecimiento en América del Norte. Esta situación se presentó en los tres países; sin embargo, en Canadá y Estados Unidos el crecimiento del empleo en estas ocupaciones fue más alto que en México. En esos países las profesiones con los aumentos más elevados fueron las de matemático, analista de sistemas y programación, e ingeniero en electrónica y electricidad. En México, el mayor aumento fue para las de médico,contador y maestro. En Canadá y México, el cam-

RESUMEN EJECUTIVO 5 bio en la estructura ocupacional en ese periodo estuvo en parte influido por el aumento del empleo en el sector manufacturero, ya que las ocupaciones relacionadas con este sector, como obreros y conductores de maquinaria industrial, reportaron un aumento sustancial. En Canadá, este grupo ocupacional fue el segundo en importancia en la generación de empleo entre 1994 y 1999, mientras que en México fue el principal generador de empleo entre 1993 y 1999. Otro grupo ocupacional en México con un rápido crecimiento fue el de los trabajadores de limpieza y los prestadores de servicios domésticos. Por tamaño de establecimiento, el patrón de crecimiento del empleo no agrícola presentó cambios importantes en México a partir de 1993, ya que además de los establecimientos micro (15 o menos trabajadores), los grandes establecimientos (251 trabajadores o más) también tuvieron un fuerte aumento en el empleo. En Canadá, el mayor aumento del empleo ocurrió en los pequeños establecimientos (20-99 trabajadores), mientras que en Estados Unidos se dio en los medianos (100-499 trabajadores). En la industria manufacturera, el aumento de empleo se dio principalmente en los pequeños y medianos establecimientos en Canadá, en los micro y grandes establecimientos en México y en los medianos y grandes (500 y más trabajadores) en Estados Unidos. La polarización del empleo por horas de trabajo que se dio en la década de los ochenta y en los primeros cuatro años de los noventa, caracterizada por una creciente proporción de trabajadores que laboraban más de 49 o menos de 15 horas a la semana, disminuyó a partir de 1994, con una mayor proporción de personas ocupadas con horas de trabajo consideradas estándar (de 40 a 48) en los tres países. En general, los países coincidieron en sus altos promedios de horas trabajadas en las actividades mineras, en los transportes y comunicaciones, en la agricultura y en la industria de la construcción. Con excepción de la agricultura, estas actividades tuvieron los mayores aumentos en el promedio de horas trabajadas en el periodo de 1994 a 1999. Por su parte, las actividades con el promedio más bajo de horas de trabajo fueron los servicios sociales y personales. La excepción fueron los servicios profesionales y los servicios técnicos, que se caracterizaron por un elevado promedio de horas de trabajo. Estas actividades, además, tuvieron un amplio crecimiento en el empleo entre 1994 y 1999. También entre las ocupaciones se presentaron diferencias en el promedio de horas de trabajo. En general, se observó que en los tres países las ocupaciones de gerencia y los profesionistas tuvieron el nivel más alto de horas de trabajo a la semana. En Canadá y en Estados Unidos estas ocupaciones fueron las de mayor crecimiento en el periodo de 1994 a 1999. En México, los trabajadores en ocupaciones con una proporción en el empleo elevada, como los trabajadores del campo, los obreros, los comerciantes y los empleados en servicios sociales y personales, se concentraron principalmente en horas de trabajo consideradas estándar (entre 40 y 48 a la semana). Desempleo y trabajo no estándar Entre 1994 y 1999, la tasa de crecimiento del empleo en Canadá y Estados Unidos, y en México a partir de 1993, fue superior al aumento de la fuerza de trabajo, lo que se reflejó en una reducción en la tasa de desempleo. En Canadá, el desempleo disminuyó en 324 800 personas entre 1994 y 1999, alcanzando en ese último año la tasa de desempleo más baja en diez años. En Estados Unidos, el desempleo disminuyó continuamente desde 1993; entre ese año y 1999, cuando se registró el nivel de desocupación más bajo desde 1980, la reducción fue de 3.1 millones. A pesar de estos avances en ambos países, el nivel promedio de desempleo en ese periodo fue más alto que el observado entre 1984 y 1989. En México, la tasa de desempleo mostró un sustancial aumento en 1993 y 1995, situación influida por el deterioro de la economía en esos años; a partir de 1996, la tasa de desempleo empezó a disminuir hasta alcanzar 1.7% en 1999, lo que significó una reducción de los niveles de desocupación de más de la mitad en comparación con los de 1995. La tasa de desempleo en México fue reducida y no reflejó con exactitud los problemas del mercado laboral. Algunos indicadores complementarios del empleo estiman que el subempleo pudo alcanzar hasta 19% de la fuerza de trabajo en 1999. Además, como se indicó anteriormente, el porcentaje de población ocupada en el sector informal fue elevado. Una significativa proporción del desempleo en los países de América del Norte fue de carácter involuntario, esto es, por motivos como problemas económicos de la empresa, cierre o cambio físico de ubicación, fin de temporada o terminación de contrato. Aunque

6 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE esta situación se mantuvo durante todo el periodo de 1994 a 1999, la proporción de desempleo por motivos involuntarios disminuyó en esos años en los tres países. En Canadá y Estados Unidos se redujo en 3.9 y 3.1 puntos porcentuales, respectivamente, alcanzando en los últimos tres años del periodo los porcentajes más bajos desde principios de la década de los ochenta. En México, la crisis económica de 1995 no sólo provocó un considerable crecimiento en la tasa de desempleo abierto, sino aumentos importantes en el desempleo por razones involuntarias; sin embargo, a medida que la economía iba mejorando, la proporción de personas desocupadas por estos motivos disminuyó. Para 1999, 47% de los trabajadores desempleados habían perdido su empleo de manera involuntaria, esto es, 10% menos que en 1995. La reducción en las tasas de desempleo en los tres países en el periodo de 1994 a 1999 se dio en forma paralela a una disminución en la duración promedio del desempleo. Aunque en Canadá y Estados Unidos esta situación significó una sustancial mejoría en comparación con los primeros años de la década de los noventa, el promedio de semanas que los trabajadores permanecieron desempleados en ese periodo fue más alto que el prevaleciente entre 1984 y 1989. La incidencia del desempleo de largo plazo en los países de América del Norte disminuyó durante el periodo de 1994 a 1999 y sus niveles permanecieron muy por debajo de los observados en los países europeos de la OCDE. En 1999, el porcentaje de trabajadores desempleados por seis meses o más, respecto del total de trabajadores desempleados, representó 21.4% en Canadá, 6.8% en México y 12.3% en Estados Unidos, comparado con 63.3% en los países europeos de la OCDE. El cambio en el promedio de años de duración en el empleo, medido por el promedio de meses o años trabajados con el actual o último empleador, indicó una ligera mejoría de la seguridad en el empleo de los trabajadores en Canadá y México, mientras que en Estados Unidos no se presentaron cambios de 1992 a 1999. En los tres países, la duración en el empleo de las mujeres fue menor que la de los hombres; sin embargo, en comparación con las condiciones de años anteriores, las mujeres observaron una sustancial mejoría. De hecho, el aumento en la duración en el empleo en Canadá y México entre 1991 y 1999 se debió al crecimiento en el promedio de años en el empleo de las mujeres. La duración en el empleo fue más alta en las actividades en donde el promedio de escolaridad de los trabajadores fue más elevado, como es el caso de los servicios financieros, mientras que fue más baja en las actividades en donde los trabajadores tuvieron menor nivel de escolaridad, como en los servicios personales y sociales y en el comercio. En Canadá, Estados Unidos y México, el empleo no estándar o no convencional llamó cada vez más la atención, debido al aumento constante de trabajadores ocupados bajo modalidades de empleo diferentes a las tradicionales, como son el empleo temporal, el empleo de tiempo parcial y el trabajo por cuenta propia, aunque en el periodo de 1994 a 1999 el aumento del empleo tradicional en los tres países fue más alto que el aumento del empleo no estándar. Los trabajadores en estas modalidades de empleo tenían más posibilidades de no recibir prestaciones de sus empleadores, y muchos de ellos no estaban cubiertos por la legislación laboral. La importancia de las modalidades de trabajo no estándar varió en los tres países. En Estados Unidos, el empleo no estándar más frecuente fue el de tiempo parcial, mientras que en Canadá y México las modalidades más relevantes fueron el trabajo por cuenta propia y el empleo de tiempo parcial. Aunque la participación del trabajo por cuenta propia en el empleo total aumentó en Canadá, y en México tuvo una ligera reducción, su crecimiento en términos absolutos fue sustancialmente menor al del empleo asalariado. Por ejemplo, en Canadá el empleo por cuenta propia aumentó en 404 600 personas entre 1994 y 1999, mientras que el empleo asalariado creció en 992 800 personas. En México, el aumento para estas dos categorías de trabajadores en el periodo de 1993 a 1999 fue de 733 467 y 5.6 millones de personas, respectivamente. Por su parte, la proporción del empleo parcial en el empleo total, aunque fue elevada en los tres países, disminuyó en Canadá y en Estados Unidos a partir de 1994 y en México a partir de 1996. De hecho, en Canadá el aumento del empleo de tiempo completo fue más alto que el del empleo de tiempo parcial y representó 87% del crecimiento del empleo total en el periodo de 1994 a 1999. Por su parte, en Estados Unidos y México el empleo parcial disminuyó mientras que el empleo de tiempo completo tuvo un aumento sustancial. Remuneraciones El crecimiento del empleo y la reducción en los niveles de desempleo en Canadá y Estados Unidos a par-

RESUMEN EJECUTIVO 7 tir de 1994 y en México a partir de 1993 se presentó en un contexto de aumentos reducidos en las remuneraciones reales de los trabajadores. En Estados Unidos, las remuneraciones reales semanales de los trabajadores asalariados aumentaron 6.8% entre 1994 y 1999. La recuperación salarial en este periodo se presentó a partir de 1997, ya que en los años previos las remuneraciones habían disminuido. En Canadá y México los aumentos registrados al final de ese periodo no pudieron compensar la pérdida de los primeros años, de tal forma que en México las remuneraciones reales disminuyeron 15.1% entre 1993 y 1999, mientras que en Canadá disminuyeron 0.8% entre 1994 y 1998. Las diferencias salariales entre los trabajadores sólo registraron una ligera mejoría en Canadá y México. En Canadá, esto se debió al mayor crecimiento en las remuneraciones de los trabajadores en el quintil más bajo (aquellos con las remuneraciones promedio más bajas) en comparación con el aumento para los trabajadores en el cuarto quintil. La diferencia entre las remuneraciones de los trabajadores en estos quintiles disminuyó de 4.2 veces en 1994 a 3.9 veces en 1998. Se debe señalar que en comparación con Canadá y Estados Unidos las diferencias salariales entre los trabajadores fueron más altas en México. En 1999 la remuneración promedio para los trabajadores mexicanos en el quintil superior fue catorce veces más alta que la de los trabajadores en el quintil más bajo. En Estados Unidos la dispersión salarial entre los trabajadores continuó ampliándose, ya que los trabajadores en el tope de la distribución tuvieron los aumentos más altos en sus remuneraciones. En 1999, los trabajadores asalariados estadounidenses en el noveno decil tuvieron una remuneración promedio 4.4 veces más alta que los del primer decil. En Canadá, Estados Unidos y México la población ocupada con niveles de remuneración iguales o menores al salario mínimo disminuyó. No obstante, la participación de estos trabajadores en el empleo total siguió siendo significativa, principalmente en México, donde representaron 18.3% del empleo total en 1999. En los tres países se dio una gran dispersión entre el salario mínimo y los niveles promedio de remuneración para los trabajadores asalariados, pero la dispersión fue mayor en México y fue en aumento, lo que se asocia con una sustancial pérdida del poder adquisitivo de los salarios mínimos en las últimas dos décadas del siglo XX. En Canadá y Estados Unidos las remuneraciones promedio más altas y con mayores aumentos en el periodo de 1994 a 1999 fueron por lo general para las ocupaciones con los incrementos más elevados en el empleo. Entre éstas destacan las ocupaciones de gerencia; profesionistas en administración y finanzas, en ciencias naturales y en ciencias aplicadas, principalmente matemáticos y científicos en computación; maestros y profesores, y contratistas y supervisores en el comercio y los transportes. También en México fueron esas ocupaciones las que tuvieron remuneraciones promedio más altas y un elevado crecimiento en el empleo; sin embargo, el mayor aumento en el empleo se dio en las ocupaciones con el promedio de remuneración más bajo, como los vendedores ambulantes, los comerciantes en pequeña escala y los trabajadores en los servicios domésticos. En Canadá, los aumentos más altos en las remuneraciones reales de los trabajadores no agrícolas entre 1994 y 1999 fueron, en general, para las actividades en donde los niveles salariales son elevados, mientras que los aumentos más bajos o las reducciones fueron para las actividades con las remuneraciones promedio más bajas. Esta situación se reflejó en una mayor brecha salarial entre las actividades en ese periodo. Entre las actividades con alta creación de empleos que registraron aumentos elevados en las remuneraciones se cuentan la fabricación de productos metálicos y maquinaria, de camiones y trailers, y de equipos electrónicos, así como la manufactura de productos farmacéuticos y medicinas. En los servicios profesionales a las empresas, que también tuvieron un aumento elevado en el empleo en ese periodo, las remuneraciones reales aumentaron en casi 7%, con los aumentos más altos para las agencias de personal, los servicios de contabilidad y los proveedores de servicios de cómputo. En Estados Unidos, las remuneraciones reales promedio de los trabajadores en la producción se empezaron a recuperar en 1997. La recuperación se dio en la mayoría de las actividades. Entre las actividades con alto crecimiento en el empleo que registraron aumentos significativos se cuentan los servicios a las empresas, principalmente los servicios de computación y procesamiento de información; los servicios profesionales, principalmente los de ingeniería, y los servicios financieros y de bienes raíces, que se caracterizaron por niveles de remuneración altos. Otras actividades con aumentos elevados en las remuneraciones reales fueron los servicios de trans-

8 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE porte y de comunicaciones, y el comercio al mayoreo. En la industria manufacturera, después de un periodo de cinco años de reducciones continuas, las remuneraciones reales empezaron a crecer en 1992. El aumento, aunque pequeño, se mantuvo después de 1994, de forma tal que entre ese año y 1999 las remuneraciones crecieron 1.8% en términos reales. Las industrias manufactureras de bienes no durables tuvieron en general mayores aumentos que las industrias de bienes durables. Entre las actividades importantes para la creación de empleos, se registraron aumentos en la manufactura de madera y sus productos, principalmente chapas y tableros; en la fabricación de muebles y accesorios, principalmente muebles para oficinas y para el hogar. En las industrias manufactureras de bienes durables las remuneraciones promedio disminuyeron; sin embargo, algunas actividades con aumentos importantes en el empleo entre 1994 y 1999 también tuvieron aumentos elevados en sus remuneraciones. Éste fue el caso de la fabricación de productos metálicos estructurales, de componentes y accesorios electrónicos y de equipo de cómputo y de oficina. En México, las remuneraciones reales promedio de los trabajadores en el sector formal privado empezaron a crecer en 1998. La mayoría de las actividades económicas tuvieron aumentos en los salarios reales, aunque en ningún caso los aumentos permitieron recuperar la pérdida de poder adquisitivo sufrida entre 1994 y 1997, periodo en el que los salarios reales disminuyeron 26.1%, mientras que en 1998 y 1999 el aumento fue de sólo 2.2%. En este periodo de recuperación salarial, la gran mayoría de las actividades con remuneraciones altas también tuvieron aumentos elevados en las remuneraciones. Éste fue el caso de la industria extractiva, los servicios financieros, los transportes y los servicios profesionales y técnicos. Estas últimas dos actividades tuvieron también aumentos sustanciales en el empleo formal privado entre 1994 y 1999. Algunas actividades con remuneraciones promedio bajas también registraron aumentos importantes en 1998 y 1999, como por ejemplo la industria de la construcción. En la industria manufacturera, al igual que en otras actividades, las remuneraciones reales se empezaron a recuperar en 1998. No obstante, en el periodo de 1994 a 1999 las remuneraciones en esta industria perdieron casi 24% de su poder adquisitivo. La recuperación de los salarios a partir de 1998 se dio en casi todas las actividades industriales, con los aumentos más altos en aquellas industrias con un elevado crecimiento en el empleo; éste fue el caso de la industria textil y del vestido, fabricación y ensamble de aparatos eléctricos y electrónicos, construcción de equipo de transporte y sus partes, y la fabricación de productos metálicos. Estas dos últimas industrias tuvieron remuneraciones promedio superiores al promedio de todas las actividades manufactureras; sin embargo, las remuneraciones en las industrias textil y del vestido, aunque tuvieron mejoras reales, se mantuvieron por abajo del promedio de todas las actividades manufactureras. En los tres países, las remuneraciones de los trabajadores con mayor nivel de escolaridad aumentaron a una tasa más alta que las de los trabajadores con menor nivel de escolaridad, situación que se ha observado desde años anteriores. Esto provocó un ligero aumento en las diferencias salariales entre estos trabajadores en ese periodo. En Canadá, la mediana de las remuneraciones de los trabajadores de tiempo completo con grado universitario o más fue de 46 989 dólares canadienses anuales en 1997, esto es, 81% más alta que la de los trabajadores con menos de ocho años de educación. Entre 1994 y 1997 las diferencias salariales entre estos trabajadores aumentaron ligeramente. Cabe destacar que los trabajadores canadienses de tiempo completo con niveles de escolaridad más elevada no sólo representaron el mayor volumen del empleo de tiempo completo, sino también tuvieron el crecimiento más alto en el empleo entre 1994 y 1997. En México, la mediana de las remuneraciones de los trabajadores con grado universitario fue de 4 000 pesos por mes en 1999, esto es, 2.7 veces más alta que la mediana de las remuneraciones de los trabajadores con educación primara terminada. Si bien los trabajadores ocupados con niveles de escolaridad de primaria o menos representaron una elevada proporción del empleo total (48% en 1999), su crecimiento entre 1993 y 1999 fue menor que el de los trabajadores con educación de secundaria o más. En Estados Unidos, los trabajadores asalariados de tiempo completo que concluyeron su educación universitaria tuvieron una remuneración promedio de 860 dólares por semana en 1999, esto es, 2.5 veces más alta que la remuneración promedio de los trabajadores con educación menor a la secundaria. Entre 1995 y 1999, las remuneraciones de los trabajadores estadounidenses con mayor educación crecieron más rápidamente (5.3%) que las de los trabajadores con menor educación

RESUMEN EJECUTIVO 9 (2.4%). Cabe señalar que el crecimiento del empleo de los trabajadores asalariados de tiempo completo a partir de 1995 se explicó fundamentalmente por el aumento del empleo de los trabajadores con grado universitario o más. Productividad y costos por hora de la mano de obra En Estados Unidos, la productividad laboral, medida por la relación entre el PIB real y las horas trabajadas, mostró aumentos durante la mayor parte del periodo de 1980 a 1999, con excepción de los años de recesión, mientras que los salarios reales disminuyeron casi en forma continua hasta 1996. Después de ese año, la productividad laboral mantuvo su crecimiento, alcanzando 3.2% de aumento en 1999, el más alto en siete años, mientras que las remuneraciones reales tuvieron una recuperación y aumentaron a un ritmo ligeramente superior. En Canadá, la productividad de la mano de obra después de un periodo de estancamiento empezó a crecer en 1991, aunque a una tasa muy reducida (1.2% promedio anual entre ese año y 1999); por su parte, los salarios, aunque también se recuperaron, lo hicieron a una tasa sustancialmente más baja. En México, la productividad de la mano de obra, medida por la relación entre el PIB real y el número de personas ocupadas, aumentó a una tasa reducida (0.6% promedio por año en el periodo de 1988 a 1999), inferior a la de la década de los setenta, cuando la productividad creció a un ritmo de casi 2% por año. De 1988 a 1994 las remuneraciones reales crecieron más rápidamente que la productividad; sin embargo, a partir de 1995 la situación se revirtió, con una sustancial reducción de las remuneraciones reales, mientras que la productividad de la mano de obra continuó creciendo, aunque a ritmos muy reducidos. El costo de la mano de obra en la industria manufacturera, medido por el costo hora/hombre en dólares estadounidenses, aumentó en forma continua en Estados Unidos entre 1980 y 1999 a una tasa promedio anual de 3.6%. Como contraste, los costos de mano de obra en Canadá, que hasta 1991 habían crecido casi continuamente a una tasa más alta que en Estados Unidos, disminuyeron 2.3% entre 1992 y 1999. En México, el comportamiento de los costos de la mano de obra en esta industria en el mismo periodo fue un poco irregular, con reducciones casi continuas hasta 1987, y aumentos en los siguientes años, que inclusive fueron más altos que los registrados en la industria manufacturera de Estados Unidos. En 1999 el costo promedio por hora de la mano de obra en ese país fue de 19.20 dólares, esto es, 1.2 veces más alto que en Canadá y nueve veces más alto que en México. En comparación con los países europeos, los costos por hora de la mano de obra en la industria manufacturera en América del Norte fueron menores, aunque de 1996 a 1999 las diferencias se redujeron. Hasta 1995 los costos de mano de obra por hora en los países europeos crecieron más rápidamente que los costos en Estados Unidos y en Canadá; sin embargo, a partir de 1996 los costos en los países europeos se redujeron 8%, mientras que en Estados Unidos aumentaron 8.5% y en Canadá disminuyeron, aunque a una tasa menor. En México, si bien los costos de mano de obra por hora aumentaron a una tasa elevada, las diferencias con los costos en la industria manufacturera europea siguieron siendo elevadas. En comparación con los países asiáticos (sin incluir Japón), los costos de la mano de obra por hora en la industria manufacturera en Canadá y Estados Unidos fueron 3.1 y 2.5 veces más altos, respectivamente, en 1999, mientras que en México fueron 66% más bajos. Hasta 1995 los costos de la mano de obra en la industria manufacturera de los países asiáticos crecieron a tasas muy elevadas, superando al crecimiento de dichos costos en los países de América del Norte; a partir de 1996, los costos asiáticos empezaron a reducir su crecimiento, y para 1997 empezaron a disminuir. En contraste, en Estados Unidos y en México los costos siguieron creciendo, y en Canadá diminuyeron, aunque a una tasa menor que en los países asiáticos. Esta situación ocasionó que las diferencias de costos entre Estados Unidos y México y los países asiáticos aumentaran en ese periodo, mientras que con Canadá se mantuvieron con cambios poco significativos. La productividad de la mano de obra en la industria manufacturera canadiense, medida por la relación entre el PIB real y las horas trabajadas, aumentó a una tasa promedio anual de 2.3% entre 1980 y 1999. Este aumento no fue continuo. En general, después de 1993 la productividad creció a tasas promedio menores que en los años anteriores. Entre 1980 y 1999 el aumento en la productividad en esta actividad no se vio acompañado por reducciones en los

10 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE costos unitarios de la mano de obra, lo que se debió a que en este periodo los costos de mano de obra por hora aumentaron a una tasa sustancialmente más alta (4.4% por año) que la productividad de la mano de obra (2.3% por año). A partir de 1993 los costos unitarios de la mano de obra en la industria manufacturera canadiense tuvieron una considerable desaceleración, más influida por un menor crecimiento en el costo de la mano de obra que por aumentos en la productividad. En Estados Unidos, el producto por hora trabajada en la industria manufacturera aumentó a una tasa promedio anual de 3.4% en el periodo de 1980 a 1999. Este aumento fue resultado de un crecimiento elevado en el PIB manufacturero en este periodo y de un reducido aumento en las horas trabajadas. A diferencia de Canadá, la productividad de la mano de obra en Estados Unidos mantuvo un ritmo elevado de crecimiento desde 1994, aumentando entre ese año y 1999 a una tasa promedio anual de 4.6%. Aunque la productividad de la mano de obra en la industria manufacturera estadounidense aumentó a un ritmo elevado en el periodo de 1980 a 1999, el mayor crecimiento en los costos de la mano de obra provocó que estos costos por unidad de producto tuvieran un ligero aumento. Sin embargo, esta situación no se dio en todo el periodo, sino que el aumento de los costos sólo fue continuo hasta 1991; a partir de 1992, como resultado de un mayor ritmo de crecimiento en la productividad laboral en comparación con el aumento en los costos de la mano de obra, los costos unitarios en la industria manufacturera estadounidense disminuyeron. La mayor reducción se dio en las industrias de bienes durables. En la industria manufacturera en México, la productividad de la mano de obra creció a tasas elevadas entre 1986 y 1993. Aunque a partir de 1993 la productividad de la mano de obra en esta industria mantuvo su crecimiento, el ritmo fue menor al de los años anteriores. La tasa de crecimiento de la productividad de la mano de obra entre 1993 y 1999 fue de 5.6% anual, con una fuerte desaceleración en el último año de ese periodo. Este aumento en la productividad, aunado a las significativas reducciones en los costos de la mano de obra en este periodo, ocasionó disminuciones continuas en los costos unitarios de mano de obra, a una tasa promedio anual de 8% entre 1993 y 1999. Visto por actividad económica, en los tres países las industrias de bienes durables tuvieron un mayor crecimiento en la productividad de la mano de obra que las industrias de bienes no durables. Se debe señalar que las primeras tuvieron una remuneración promedio más alta que las de bienes no durables. En Estados Unidos, los aumentos más altos en la productividad de la mano de obra fueron para la industria de maquinaria y equipo, la fabricación de equipo, partes y accesorios eléctricos y electrónicos, y la fabricación de equipo de transporte, sus partes y accesorios. En las dos primeras industrias la productividad ha crecido a ritmos elevados desde principios de la década de los noventa, crecimiento que se mantuvo después de 1994. En la industria de los transportes la productividad mejoró sustancialmente después de 1994. En México, el mayor aumento en la productividad de la mano de obra fue para la fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo, la fabricación de productos metálicos básicos y la industria de sustancias químicas, derivados del petróleo y fabricación de productos de hule y plástico,que tuvieron aumentos muy superiores al promedio de toda la industria en el periodo de 1993 a 1999. En Canadá, la productividad de la mano de obra en las industrias manufactureras de bienes durables aumentó a una tasa promedio anual de 2.6% en el periodo de 1980 a 1996, mientras que para las de bienes no durables el aumento fue de 2.1% por año. Cabe destacar que las industrias de bienes durables tuvieron un sustancial aumento en el empleo y en las exportaciones después de 1994 en los tres países. Distribución del ingreso La distribución del ingreso en Canadá, Estados Unidos y México a partir de 1994 mostró cambios en la tendencia observada en años anteriores. En Canadá, la desigualdad del ingreso aumentó considerablemente a partir 1994, situación que contrastó con lo observado en el periodo de 1980 a 1994, cuando la distribución del ingreso mostró una ligera tendencia hacia una menor desigualdad. En México, la distribución del ingreso mejoró en 1996, situación que contrastó con la creciente desigualdad observada en el periodo de 1984 a 1994; sin embargo en 1998 la distribución del ingreso nuevamente mostró un deterioro. En Estados Unidos, la distribución del ingreso no registró cambios sustanciales después de 1994, lo que contrastó con la creciente desigualdad observada entre 1980 y 1993.

RESUMEN EJECUTIVO 11 La política fiscal y las transferencias en efectivo que el gobierno hizo a los hogares o las familias tuvieron un impacto favorable en sus ingresos, sobre todo en los hogares de más bajos recursos, contribuyendo a mejorar la distribución del ingreso. Aunque esta situación se presentó en los tres países, en Canadá el efecto redistributivo fue mayor. En este país la participación en el ingreso total de las familias e individuos en los primeros dos quintiles de la distribución aumentó de 9.2% antes de impuestos y transferencias a 16% después de deducir el pago de impuestos y de agregar las transferencias recibidas del gobierno en 1998. En Estados Unidos, la participación en el ingreso para los hogares en los mismos quintiles aumentó de 8.8% a 13.5% al deducir los impuestos y agregar las transferencias del gobierno en 1999. En México el impacto fue menor, con un aumento de 12% antes de deducir sólo las transferencias, a 12.5% después de deducir los impuestos y agregar las transferencias en efectivo del gobierno a los hogares ubicados en el primer decil. En Canadá y Estados Unidos, las transferencias del gobierno a los diferentes segmentos de la población tuvieron un mayor efecto redistributivo del ingreso que los impuestos. En México, las transferencias también contribuyeron a reducir la desigualdad en la distribución del ingreso; sin embargo, no se dispone de suficiente información para conocer el efecto de los impuestos, aunque se debe mencionar que los trabajadores que percibieron hasta tres salarios mínimos estuvieron exentos del pago del impuesto sobre la renta. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos estima que en 1998 la bonificación fiscal por este concepto representaba 20.7% del salario mínimo integrado en las ciudades incluidas en el área geográfica C, que es la que tuvo el promedio de salario mínimo más bajo del país. En Canadá y Estados Unidos el ingreso promedio real de los hogares aumentó a partir de 1994. En Canadá creció 4.9% entre 1994 y 1998, mientras que en Estados Unidos creció 14.6% entre 1994 y 1999. En ambos países este crecimiento significó una mejoría en comparación con lo ocurrido en años anteriores. En Canadá, el ingreso promedio real de las familias entre 1980 y 1993 tuvo una tendencia decreciente, al perder 7% de su poder adquisitivo. A partir de 1994 el ingreso real empezó a crecer en este país, tendencia que, con excepción de 1995, se mantuvo en los siguientes años. En Estados Unidos, el ingreso real de los hogares aumentó casi continuamente en el periodo de 1980 a 1999, con excepción de los años de recesión, aunque el aumento a partir de 1994 fue sustancialmente mayor que el de los años anteriores. El nivel de ingreso promedio real en 1999 fue el más alto desde 1979. En México, el ingreso promedio real de los hogares disminuyó 25.3% entre 1994 y 1998, lo que representó un cambio en la tendencia observada entre 1984 y 1994 cuando el ingreso real aumentó 27%. Dicho deterioro se dio a pesar de que el número de hogares con dos o más perceptores aumentó en ese periodo. En Canadá y México las diferencias de ingreso entre los hogares o las familias se ampliaron en el periodo de 1994 a 1999, lo que se debió a un alto crecimiento de los ingresos de los hogares en el tope de la distribución. En Canadá, con excepción de las familias e individuos en el primer quintil, los demás quintiles tuvieron aumentos en sus ingresos reales entre 1994 y 1998; el mayor aumento fue para las familias e individuos en el tope de la distribución. Esta situación se reflejó en una ampliación en la brecha de ingresos entre estos quintiles. Por ejemplo, en 1994 el ingreso promedio de las familias canadienses en el quintil superior era 7.1 veces más alto que el ingreso promedio de las familias en el quintil más bajo, mientras que en 1998 la relación aumentó a 8.5 veces. En Estados Unidos, a diferencia de Canadá, el aumento del ingreso real entre 1994 y 1999 se dio en todos los quintiles de hogares. Aunque los hogares estadounidenses en el quintil más bajo tuvieron los aumentos más altos, los hogares en el tope de la distribución también registraron aumentos elevados. Como resultado, en 1999 la diferencia de ingreso entre estos hogares se mantuvo muy elevada (12.6 veces más alto para los hogares en el quintil superior). En México, el deterioro del ingreso real de los hogares entre 1994 y 1999 se dio en todos los quintiles de hogares, aunque la mayor reducción fue para los de los quintiles más bajos, cuyo ingreso promedio disminuyó 28% en ese periodo. La diferencia de ingreso de los hogares mexicanos en el tope de la distribución y los demás quintiles disminuyó ligeramente, con excepción de los hogares con los niveles de ingreso más bajos, en donde las diferencias se ampliaron. En1998 en Canadá, un total de 7.5 millones de familias e individuos, esto es, 59.8% del total, tenía un ingreso anual disponible menor o igual a la media de todas las familias (39 943 dólares canadienses a precios constantes de ese año). Esta situación signifi-

12 LOS MERCADOS DE TRABAJO EN AMÉRICA DEL NORTE có sólo una ligera mejoría con respecto a 1994, cuando el ingreso de 60.6% de las familias fue menor o igual al ingreso promedio. En contraste, la proporción de las familias con ingresos anuales superiores a los 70 000 dólares canadienses anuales (esto es, 75% o más que el ingreso promedio real en 1998) aumentó en 2.5 puntos porcentuales. En México, la participación de los hogares con ingresos más bajos que la media de todos los hogares fue más alta que en Canadá y Estados Unidos. En 1998, el total de los hogares con ingresos promedio de 36% o más bajos que la media de todos los hogares fue de 13.8 millones, esto es, casi 63% del total. En comparación con las condiciones en 1994, se observó un considerable deterioro, ya que la proporción de hogares en los rangos de ingreso más bajos aumentó, mientras que la proporción de los hogares con ingresos medios y altos disminuyó. En Estados Unidos, la participación de los hogares con ingresos más bajos que la media de todos los hogares también fue elevada, aunque, a diferencia de lo ocurrido en Canadá y México, la participación de estos hogares disminuyó considerablemente entre 1994 y 1999. El número de hogares con ingresos reales inferiores a 34 999 dólares anuales, esto es, 27% o menos del ingreso promedio de todos los hogares, fue de 49.7 millones en 1999, lo que representó 47.5% del total. Esta participación fue once puntos porcentuales más baja que en 1994.