Amante. Rafael Cadenas Por: Maribel Toro Dentro del contexto del amor/misticismo, se hace menester traer a colación la obra poética de Rafael Cadenas. Misión del Amante arder fuera del camino En su poemario Amante (Lover) Rafael Cadenas, procede a trasvasar un lenguaje hierático y místico a su alabanza de lo terrestre y lo real; acude a la sacralidad para investir lo más inmediato, la vida, "lo que es" (Isava, 1994, 286). Nos lleva a la plenitud del amor a través de la elevación del lenguaje poético, que hace del amor algo místico, sagrado, una verdadera revelación del ser. el que escribe el que observa. A veces No sé quién es el que ama entre ellos se establece, al borde, un comercio extraño que los hace indistinguibles. Conversación de sombras que se intercambian. Cuchichean, riñen, se reconcilian, y cuando cesa el murmullo se juntan, se vacían, se apagan.
Entonces toda afirmación termina. Ta/ vez al más pobre le esté destinado el don excelente: permitir. (Lover III. Pág. 122) En Amante la escritura se erige como culto, se inscribe en el dominio de lo hierático, se entrega a alabar. Toda esta revelación se encuentra revestida de sacralidad, de hieratismo. Quizá por ello dentro de casi total ausencia de sensorialidad en el poema, dentro de su profunda abstracción, son recurrentes las acciones de alimentar, nutrir, dar de beber. Recordemos que el tomar alimento posee un profundo carácter sagrado en la tradición cristiana, donde ha sido transformado en rito (Isava, 1994, 272). Efectivamente el ritual de dar de comer y de beber pertenece a la Eucaristía. la se celebra en dos grandes momentos que forman un solo acto de culto: la liturgia de Palabra, que comprende la proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la liturgia eucarística, que comprende la presentación del pan y del vino, la anáfora o plegaria eucarística, con las palabras de la consagración, y la comunión. (Catecismo de la Iglesia Católica), 1. Por prenda 2. le diste el mundo pero una in atención se lo robaba Uniéndolo 3. tú 4. lo condujiste lentamente al sabor al alojamiento 5. a la sacralidad (Lover. l. Pág. 62) Entre el amante y la amada, musa y poeta, poeta y poesía, se da una comunión
con franca referencia a la catequesis cómo unirse a ella l sin juntarse / consigo?; llevas el amante/ al lugar/ del acontecer/-el Jugar del asentimiento. Además, la agasajas/le sirves con unción / le das lo debido- honores, palabras, ofrendas, es decir, recibe el llamado de Dios, la llegada de Dios a la vida de la amada. El tema de la unción se encuentra referida en Éxodo 29:7 en la Consagración de los sacerdotes, referido al óleo de la unción el cual se derramará sobre sus cabezas para que así queden consagrados; en Éxodo 40:9 se tomará el óleo de la unción para ungir la morada y lodo /0 que hay en ella; en Eclesiastés 9:8 indica que llevarás siempre ropas blancas y que nunca falte el óleo para perfumar la cabeza. Entonces es el Amor una eucaristía, es su presentación una consagración fingiendo como un alimento divino para el alma, es por ello que el amante es un custodio del altar, donde yacen los sentimientos de la amada, convirtiéndose cada palabra que cree oír como un alimento de vida y esperanza. El amante custodia tu ara con las palabras que le concedes, las de todos los días, pero a otra luz. (No pueden venir sino de ti, en él adentrada) Y te oye, o eso cree, y sabe que tu anillo no se extingue ni pierde su sonido, boca que le da en su boca el alimento (Lover. /. Pág. 68) El misticismo en el poemario Amante no está ligado a una religión, a un culto, está a una concepción espiritual de su autor, la cual se vierte a través de una estética preciosista, continúa dentro de lo que Rojas Guardia denominó la mística profana, mística que lo lleva a la negación de la dualidad, al concebir que el amor que describe es Dios: el encuentra/con el tú/magnifico, a que este Dios místico llega al poeta como una firme corporeidad, ardimiento, inmediatez.
Eludías el encuentro con el tú magnífico, el que te toma y te anula como tempestad y de ti arranca al que busca. (Lover. l. Pág. 16) Falsos sacerdotes te expulsaban, y fa carne asentía triunfo del humo sobre el Dios vivo que protege la cópula (Lover. /. Pág. 22) Llegas no a modo de visitación ni a modo de promesa ni a modo de fábula sino como firme corporeidad como ardimiento como inmediatez. (Lover. 1. (Pá.28) 13 Su poesía es un tejido de varias voces (arcaicas, internas luminosas) que trama el hilo cierto del silencio (absorto, lúcido, impertérrito); por eso dice tanto como calla, pues se arriesga a darle la palabra la silencio (Ortega, 2012,4), silencio que en este caso se va a expresar a través del Amor, que siempre anda por allí silente, escondido en algún rincón de nuestro más profundo sentir interior, y que a veces tratando de expresarse va hacia la evasión de su propio ser, y en otras se revela con toda la fuerza de su alquimia, o se confunde con el hablante lirico, conjugando poesía con amor; amor con poesía: tantas
horas empleadas/en aprender los secretos de tu arte / y él sólo te entrega un dibujo. Soy el que observa, registra, anota, (no tengo otra tarea).. Quién podría en estos tiempos, entre tantos escombros? Me he puesto a tu servicio, ignoto merodeador. No sé qué tengo de ti, un jirón apenas tal vez, pero me ayuda a estar. Aunque ignoro qué nos separa y a quién dirigirme, me he avezado a este temple; soy metal dócil en la mano de los días (Lover 1/1. Pág. 114)