CONSENSO DE MONTEVIDEO Basado en el Documento producido durante la Primera Conferencia Regional de Población y Desarrollo para América Latina, 12-15 agosto 2013.
CONSENSO DE MONTEVIDEO Basado en el Documento producido durante la Primera Conferencia Regional de Población y Desarrollo para América Latina, 12-15 agosto 2013. DATOS Nombre: Teléfono: Correo: Institución: CRÉDITOS Textos: Oficina UNFPA Costa Rica Diseño Gráfico y Diagramación: Fabián Ardón Ilustraciones: Priscilla Aguirre
INTRODUCCIÓN EL CONSENSO DE MONTEVIDEO En 1994, en El Cairo, Egipto, líderes mundiales se reunieron en una conferencia que marcó un hito en la historia de la población y el desarrollo, y en la historia de los derechos de las mujeres. Por primera vez los países acordaron priorizar las PERSONAS en lugar de los números al hablar de la población, y el desarrollo fue considerado un derecho de todo ser humano. El Programa de Acción de Cairo, adoptado por 179 países, contiene una serie de medidas en temas muy amplios, incluyendo la igualdad de género, el empoderamiento y la autonomía de las mujeres, la salud sexual y reproductiva, los derechos reproductivos, la pobreza, el desarrollo sostenible, la migración, entre otros. Casi 20 años después, se lleva a cabo un proceso que ha sido llamado Cairo más allá del 2014, que consiste en una revisión de estos compromisos, a la luz de los desafíos que plantean los tiempos actuales. Como parte de este proceso, del 12 al 15 de agosto del 2013, se realizó la Primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y El Caribe, en Montevideo, Uruguay. Allí 38 países de la región, aprobaron el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, el cual reafirmó la agenda del Cairo y avanzó en posicionar nuevos temas emergentes y desafíos. Participaron más de 800 personas representantes de gobierno, organizaciones de sociedad civil y organismos regionales. El Consenso de Montevideo tiene importantes implicaciones para la vida de las personas, para su bienestar y para el disfrute efectivo de sus derechos humanos. Avanza en reconocer las desigualdades y brechas existentes y pone el énfasis en poblaciones específicas que han sido históricamente discriminadas. Reafirma el compromiso con la igualdad de género y tiene importantes implicaciones para el fortalecimiento de la autonomía de las mujeres, principalmente su autonomía física. Asimismo prioriza y reconoce las necesidades y derechos específicos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, personas adultas mayores, indígenas, afrodescendientes, migrantes, personas con diferentes orientaciones sexuales e identidades de género, personas con VIH/SIDA, personas que viven en zonas rurales, personas con discapacidad. Costa Rica adoptó -sin reservas- tanto el Programa de Acción de Cairo, 20 años atrás, como el reciente Consenso de Montevideo. Es tarea de todas y todos, instituciones del Estado, organizaciones y movimientos sociales, comunidades, familias, mujeres y hombres de todas las edades, velar y contribuir para que estos compromisos se cumplan y se traduzcan en acciones concretas para que todas las personas tengan la oportunidad de disfrutar de una vida buena y digna
POBLACIÓN, DESARROLLO Y DERECHOS HUMANOS Los países que ratificaron el Consenso de Montevideo se comprometieron a avanzar en: 1) 2) 3) La erradicación de la pobreza, la desigualdad y la exclusión, Impulsar políticas que tengan como eje los enfoques de derechos humanos, género e interculturalidad. Buscar el desarrollo sostenible y equitativo entre la población actual y futura, protegiendo la biodiversidad y los ecosistemas, garantizando patrones de producción y consumo sostenibles para evitar el agravamiento del cambio climático.
EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES E IGUALDAD DE GÉNERO El Consenso de Montevideo busca la autonomía y el disfrute de los derechos de las mujeres. Son prioridad el acceso a la salud, el respeto a los derechos sexuales y reproductivos y la garantía de una vida libre de violencia, sin discriminación de ningún tipo. Para avanzar en la construcción de relaciones más igualitarias, los hombres deben asumir mayor responsabilidad por su autocuidado y el cuidado de otras personas, y el trabajo doméstico. Se debe garantizar igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en espacios laborales, educativos y en la participación política. Se deben eliminar situaciones de acoso que afectan principalmente a las mujeres.
Contribuyendo a un mundo donde cada embarazo sea deseado, cada parto sea sin riesgos y cada persona joven alcance su pleno desarrollo. UNFPA porque cada persona cuenta
PERSONAS ADOLESCENTES Y JÓVENES Los derechos y las necesidades de niños, niñas, adolescentes y jóvenes son una prioridad. La inversión social en ellas y ellos es necesaria para garantizarles una vida libre de pobreza, violencia y discriminación. El Consenso propone medidas para garantizarles participación efectiva en decisiones que les afectan, una educación que les permita construirse como personas autónomas, responsables y solidarias, así como políticas de trabajo, empleo y formación. Además, promueve programas de educación integral para la sexualidad desde la primera infancia y programas de salud sexual y salud reproductiva que sean integrales y amigables, que prioricen la prevención del embarazo y del aborto inseguro en la adolescencia, mediante la educación, el acceso a métodos anticonceptivos modernos y la erradicación del abuso sexual hacia niñas y adolescentes.
ACCESO UNIVERSAL A SERVICIOS DE SALUD SEXUAL Y SALUD REPRODUCTIVA En el Consenso de Montevideo los países reconocieron que los derechos sexuales y los derechos reproductivos son parte integral de los derechos humanos y su ejercicio es esencial para alcanzar las metas internacionales de desarrollo y de eliminación de la pobreza. Acceder a estos derechos va de la mano con erradicar la discriminación y las barreras de acceso geográficas y socioculturales que enfrentan ciertas poblaciones. Los países se comprometieron a abordar integralmente y de forma preventiva el VIH, el sida y otras infecciones de transmisión sexual (ITS); eliminar la mortalidad materna por causas prevenibles; garantizar la atención obstétrica humanizada durante el embarazo, parto y post-parto; prevenir el aborto mediante la educación para la sexualidad y el acceso a anticoncepción moderna, asegurar servicios seguros y de calidad de aborto en los casos contemplados por la ley, así como revisar la legislación y políticas sobre este tema para salvaguardar la vida y salud de las mujeres adolescentes y adultas. Asimismo, plantea la promoción de la prevención y autocuidado en salud sexual y salud reproductiva de los hombres.
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PUEBLOS INDÍGENAS Los países firmantes del Consenso de Montevideo acordaron respetar y garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas, y particularmente, la consulta previa, libre e informada en asuntos que les afecten, con especial atención en los desafíos que plantea la industria extractiva, la movilidad y los desplazamientos forzados. También se comprometen a garantizar protección de mujeres, niños(as), adolescentes y jóvenes contra la violencia y discriminación, así como el derecho a la salud de estos pueblos, incluyendo sus derechos sexuales y reproductivos, el derecho a sus prácticas tradicionales relacionadas con salud y medicina y la atención de factores estructurales que dificultan el ejercicio de sus derechos.
PERSONAS AFRODESCENDIENTES Los países se comprometieron a respetar y a tomar las medidas necesarias para la aplicación de las disposiciones de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, así como a abordar las desigualdades de género, raza y generacionales, especialmente la discriminación que sufren las mujeres y jóvenes de este grupo poblacional. Se acordó tomar en cuenta sus necesidades y realidades específicas para garantizar el mejoramiento de las condiciones de las mujeres afrodescendientes, incluyendo sus derechos sexuales y reproductivos.
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PERSONAS ADULTAS MAYORES Y ENVEJECIMIENTO CON DIGNIDAD Es necesario garantizar oportunidades para la participación de las personas adultas mayores en las decisiones, para promover su empoderamiento, así como la protección y promoción de todos sus derechos para una vida digna. Conforme aumenta la población adulta mayor, el compromiso de los países es garantizarles condiciones para envejecer con calidad de vida, avanzar en la corresponsabilidad social para atender sus necesidades de cuidado (que no recaiga sólo sobre los hombros de las mujeres), y ampliar los sistemas de seguridad social para mujeres que han dedicado su vida al trabajo doméstico, mujeres rurales y trabajadoras informales, que suelen estar descubiertas de protección social. Facilitar una muerte digna será también un reto.
ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LA VIOLENCIA SEXUAL Se reconoce que la violencia contra las mujeres, las niñas y la población LGTB (lesbianas, gays, trans y bisexuales), incluyendo la violencia sexual, está relacionada con procesos de desigualdad, exclusión y discriminación de género. Esto genera graves implicaciones en la autonomía de las mujeres, en el ejercicio de sus derechos, de su salud, la de sus familias y sus comunidades. Por eso insta a implementar y mejorar las legislaciones y políticas para prevenir y atender la violencia contra todas las niñas y mujeres en espacios públicos y privados --incluyendo el asesinato por razones de género--, poniendo particular atención a las mujeres en mayor riesgo.
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PERSONAS MIGRANTES Proteger y promover los derechos humanos de las personas migrantes es un compromiso (del Consenso Montevideo).Los países acordaron temas como evitar la criminalización de la migración y brindar asistencia, protección y acceso a servicios de educación y salud (incluyendo la salud sexual y reproductiva), especialmente a aquellos grupos en condición de mayor vulnerabilidad: (menores de edad no acompañados, mujeres víctimas de violencia, personas víctimas de trata y refugiadas, entre otros). Los países se comprometieron a incluir el tema de la migración internacional en todas las agendas de desarrollo post-2015 y garantizar la seguridad social a personas trabajadoras migrantes.
TERRITORIOS PARA LAS PERSONAS Y RESPETUOSOS DE LA NATURALEZA El territorio es un elemento central del desarrollo sostenible y de la convivencia entre las personas. El Consenso de Montevideo estableció compromisos para promover la integración y para combatir las desigualdades y la discriminación que sufren las personas a lo interno y entre territorios. Se acordó garantizar el acceso a servicios de educación, salud (incluida la salud sexual y reproductiva) y la prevención de la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres. Planes de gestión urbana que integren los enfoques de derechos humanos y de género, y que promuevan la sostenibilidad ambiental, la mitigación del cambio climático y la prevención y atención de desastres naturales serán idealmente diseñados y ejecutados.
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DIVERSIDAD SEXUAL El Consenso de Montevideo promueve el respeto hacia las personas con diferentes orientaciones sexuales e identidades de género (gays, lesbianas, bisexuales y trans). Además se compromete con la eliminación del estigma, la discriminación y la violencia que obstaculizan el ejercicio de sus derechos humanos y su acceso a los servicios de salud sexual y salud reproductiva. Se debe prestar especial atención a esta población para asegurar el acceso efectivo y universal a quienes son víctimas de violencia basada en género.
LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS Los derechos sexuales incluyen el derecho de todo ser humano, a vivir una sexualidad plena y placentera, en condiciones seguras, así como el derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, con respeto a su orientación sexual e identidad de género, sin coerción, discriminación ni violencia. Desde esta perspectiva, el Consenso compromete a los países a garantizar a todas las personas, el derecho a la información y a los medios necesarios para su salud sexual y su salud reproductiva.
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El Consenso de Montevideo es el documento final aprobado en la Primera Conferencia Regional de Población y Desarrollo para América Latina y El Caribe, que se desarrolló en Uruguay en agosto del 2013. Se destacan temas vitales de población y desarrollo como el acceso a los servicios de salud sexual y salud reproductiva, la erradicación de la violencia por motivos de género, la búsqueda de un desarrollo equitativo y sostenible entre la población actual y futura, y la garantía de que personas migrantes, mujeres, adultos mayores, población LGBTI, jóvenes o afrodescendientes, entre otras, puedan disfrutar de sus derechos Los países se comprometieron a crear mecanismo nacionales para impulsar este histórico documento y darle seguimiento. Más información en www.unfpa.or.cr y http://bit.ly/svm80v UNFPA Costa Rica Teléfono (506) 2296-12 65 Fax (506) 2296-2712 Apartado 4540-1000 Visítenos en: www.unfpa.or.cr www.facebook.com/unfpacr www.twitter.com/unfpacostarica