El paisaje de las minas de la reunión una aproximación desde el pozo 5. Tras el abandono de la actividad minera en Villanueva del Río y Minas, su población pasa de 14.681 habitantes en 1960 a 5.283 en 2009. El desempleo alcanza en la actualidad el 35% superando el número de desempleados las 1.000 personas. El sector primario es el mayoritario, agricultura principalmente, y con frecuencia los trabajadores deben desplazarse fuera del municipio a otras localidades dentro de la comarca. En este contexto, a 45 minutos de Sevilla por ferrocarril, el Conjunto Histórico de las Minas de la Reunión, declarado Bien de Interés Cultural, es un ejemplo paradigmático de recurso sin explotar. La potencia de sus instalaciones en abandono, así como la trascendencia histórica de su actividad, no han sido suficiente estímulo para desarrollar iniciativas, públicas o privadas, de recuperación y aprovechamiento global de este patrimonio. Notas históricas Villanueva del Río y Minas es un enclave minero que en la actualidad conserva gran parte de su legado industrial, tanto edificios industriales como infraestructuras, edificios destinados a servicios, equipamientos y viviendas obreras, aún conviven en él. Pero la importancia de este municipio no solo radica en sus muestras, sino también en su relevante historia en lo que se refiere a la industrialización de esta región andaluza. De esta cuenca minera, probablemente la primera que se explotó en España, tenemos noticias desde el segundo cuarto del siglo XVII, dilatándose su actividad hasta 1983. Igualmente importante es el primer intento industrializador de esta zona con la creación de unos altos hornos en la cercana localidad de El Pedroso. Con la unión de ambos enclaves se obtendría hierro de las minas de El Pedroso y de El Cerro del Hierro y carbón de Villanueva del Río y Minas, para fundirlo en lingotes en la Fábrica de Hierros y Aceros de El Pedroso, tal empresa había sido impulsada por Antonio Elorza. Pero los resultados no fueron los deseados, por lo que habría que esperar hasta la llegada del ferrocarril, para que esta relación fuese fructífera. La antigüedad de estas minas y según sus procesos productivos podemos dividir su historia en dos periodos. Uno primario, rudimentario y artesanal que podríamos calificar de Preindustrial (1614-1882), pues las labores eran de exterior, hasta 1804 que comenzaran las primeras subterráneas. En esta etapa destacan varias empresas: Real Maestranza de Artillería (1830), la Compañía del Guadalquivir y el Canal Fernandino (1814-1882)y La Reunión vinculada a la Compañía de Minas y Fábrica de Hierros y Aceros de El Pedroso (1830-1875) La segunda etapa comienza en 1882 con la MZA (Compañía de ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante) y lo podemos denominar como industrial, por su tecnología y producción planificada. El fin de los trabajos llega en 1983. La MZA estará presente en la cuenca hasta la estatalización del ferrocarril en 1939, se encargaron desde entonces de los trabajos RENFE y CAVFE. Los trabajos subterráneos finalizan en 1973. En 1978 y hasta 1983 la compañía ATENSA se encargó de realizar una mina a cielo abierto, que finalmente se inundó y se abandonaron los trabajos. De toda la historia del enclave, los años en los que la MZA estuvo presente supusieron los del a creación del poblado, su crecimiento y su afianzamiento. La Compañía, como los lugareños la llaman, se encargó de todo y supo sacarle todo el rendimiento. En lo que se refirió a la producción aprovechó pozos antiguos que modernizó, pero también creó otros nuevos. Dentro de este proceso se construyó el Pozo 5 que pasó a ser el
centro de toda la explotación y de la producción, era la conexión con el ferrocarril y con los demás pozos. Situado en el centro de toda la cuenca en la actualidad se ha convertido en el símbolo de la población, es el signo de identidad de todos los mineros y mineras de Villanueva del Río y Minas. El Conjunto del Pozo 5 está constituido por diversos edificios, cuyas cronologías van desde 1890 a 1930. De gran presencia son la Central Eléctrica y la Torre de Distribución (1890), creadas para el suministro eléctrico tanto de las minas como del poblado, estos estuvieron funcionando como principal fuente de alimentación hasta 1910. La Torre de Distribución está realizada dentro de un lenguaje neogótico, a modo de fortaleza, que responde a la estética francesa de los primeros directivos de estas minas. De planta cuadrada, es exenta en tres de sus cuatro frentes. Decorado con ventanales de iluminación triforios con arcos apuntados. Culminando la obra cuatro torreones, uno en cada esquina, con sus matacanes, merlones y almenas. En dos de sus cuatro lados presenta motivos heráldicos. La obra es de ladrillo en labor vista en una composición bicroma que se alternan estructurando la composición. La Central está situada al lado de la Torre de Distribución. Cuenta con una nave principal para la producción, tiene una planta bajo rasante donde se encontraban los generadores y las acometidas del vapor. También se ubicaban en ella dos oficinas y un taller eléctrico. De 1898 son la Cabria o Castillete y la Casa Máquina. La primera se trata de una estructura de hierro roblonada, que se eleva sobre cuatro pilares de celosía dispuestos oblicuamente hasta el enganche con las poleas, de las que pendían las jaulas. Su cubierta es de chapa abovedada decorada con motivos aserrados. La Casa máquina fue construida paralelamente a la Cabria y aún conserva en su interior la máquina de vapor Bollinckx, que accionaba las poleas de la Cabria. La obra cuenta con dos plantas, realizada en piedra, posee ventanales en forma de arco de medio punto que dan luz al interior en sus dos fachadas. En la hachada Este la obra tiene dos aperturas verticales para la salida de las maromas hacia las poleas del castillete. En todo el grupo de conservan dos chimeneas, ambas en ladrillo visto, armadas cada ciertas hiladas por unas cinchas de hiero. El cuerpo de ambas es cilíndrico, aunque van reduciéndose a medida que van subiendo. Así mismo, apean sobre basamentos prismáticos de base poligonal realizados en el mismo material, ladrillo. De las dos la más relevante es la potente Chimenea MZA 1920, por sus dimensiones y su simbología. Entre 1925 y 1930 se realizó el Paso de Conexión entre los Pozos 5 y 7, se trata de un pequeño puente de ladrillo que apea sobre arquillos, sobre él discurría una losa de hormigón por la que pasaban las vagonetas cargadas de mineral. Para concluir con el Conjunto, de fechas desconocidas y mal conservadas se encuentran la Nave de las Máquinas de Bombeo y las Salas de Calderas. La primera anexa a la Central Eléctrica, realizada en ladrillo en labor vista. Decoran sus esquinas pseudopilastras almohadilladas. En sus fachadas, ventanales de iluminación rectangulares. Parte de la nave original se quedó soterrada por el Paso de Conexión entre los Pozos 5 y 7. La segunda casi perdida, se trata de las Salas de Calderas, tan solo se conservan algunos tramos de celosía de ladrillo. En ellas se encontraban las veinticuatro calderas de carbón, desde ellas partían las conducciones de vapor que hacían funcionar los turboalternadores, así como los conductos para evacuar cenizas, humos y gases. Carmen María Ruiz Rojas
Valoración del conjunto. El primer reconocimiento se produce con la declaración de Bien de Interés Cultural, como Conjunto Histórico a favor de Las Minas de la Reunión (Boja nº37 de 13 de mayo de 1988). En la delimitación del BIC cobra especial importancia la valoración espacial y paisajística. Los accidentes geográficos de mayor presencia que se contemplan como elementos condicionantes de sus límites son: la Rivera del Huéznar por el oeste, la las escombreras (paisaje muy alterado por la acumulación de los residuos), el trazado de la vía de ferrocarril Sevilla-Mérida y el puente sobre el Huéznar al norte. El resultado es un paisaje isótropo combinación de estos elementos con los llenos y vacíos urbanos fruto de la dispersión de asentamientos vinculados a los distintos pozos de extracción y a la propia producción. Actualmente está en tramitación el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), cuyo Avance fue aprobado el 04/09/2008, y deberá sustituir Normas Subsidiarias vigentes desde 1986. Así mismo está en tramitación el Plan Especial de Protección (P.E.P) del Conjunto Histórico «Minas de la Reunión», aprobado inicialmente el 30/12/2004. Ambas figuras se presentan como oportunidades para consolidar y ampliar la protección medioambiental y patrimonial, así como para promover el aprovechamiento de estos valores como un recurso.
El Pozo nº5 forma parte de un conjunto de edificaciones de carácter industrial que ocupan un amplio sector al oeste de la vía férrea Sevilla-Mérida y que junto con otras instalaciones anexas (lavaderos de mineral, fábrica de briquetas, talleres, laboratorios) constituyeron el centro neurálgico de la actividad productiva de la empresa minera. La gran presencia territorial de este complejo, en una posición elevada que domina la cuenca del río y el conjunto de viviendas y equipamientos del barrio Confianza, así como la impronta de sus edificaciones convierten estas instalaciones en un hito del municipio prácticamente visible desde cualquier punto del núcleo urbano. La mayor agresión que ha sufrido el conjunto es el abandono y como consecuencia la progresiva ruina y desaparición de edificios e instalaciones. Esquema de las instalaciones del Pozo 5
El proyecto Se plantea una primera intervención con la simultánea intención de: conservar, investigar y poner en valor las instalaciones y con los siguientes objetivos generales: Consolidación y protección de edificaciones en riesgo de ruina así como de la maquinaria en progresivo deterioro. Incluyendo; limpieza general, desescombro e inspección de las estructuras en mal estado. Todo ello con el fin de: protegerlos de forma urgente a la vez que se realiza una toma de datos y diagnóstico para poder abordar con posterioridad un proyecto de recuperación integral. Adecuación de recorridos para la apertura parcial y controlada de las instalaciones que hagan posible su visita segura sin riesgos derivados del estado de las instalaciones, equipando además con los servicios necesarios para la atención al público. Esta operación incorpora elementos de señalización e interpretación tanto de las propias instalaciones como de su entorno. Esta intervención se concretó en forma de Anteproyecto en una serie de actuaciones que al centrarse cada una de ellas en elementos diferentes del conjunto, son susceptibles de abordarse independientemente y que se resumen en: Consolidación de estructuras y limpieza en general. Tanto de edificaciones como del propio solar eliminando elementos dañinos que provocan su deterioro y ruina. Esta operación se complementa con levantamientos planimétricos, apertura de catas y toma de muestras para la inspección de la estructura y cimentación, con el objetivo de elaborar un diagnóstico para la posible reutilización de los distintos restos. Torre Castillete de la Central Eléctrica. Con el objetivo de hacerla accesible y protegerla se contempla la reparación de la escalera de caracol interior, la reparación y en su caso sustitución de carpinterías en huecos, la impermeabilización de la azotea, y la colocación de elementos de protección y quitamiedos. Construcción recepción y aseos así como servicios de apoyo a las visitas en naves anexas a la nave principal, generando un acceso controlado a las instalaciones. Contempla esta operación la dotación de mobiliario de exposición, venta y guardarropía. Cubrición de la casa de máquinas, que se encuentra a la intemperie en progresivo deterioro y que requiere urgente protección. Adaptación de recorrido interior para la visita controlada de las instalaciones, incorporando elementos de señalítica interpretativa tanto de las instalaciones como del contexto y paisaje circundante. Dentro del recorrido se propone la creación de un mirador en el muelle de descarga de mineral a los lavaderos y desde donde se puede apreciar todas las instalaciones del proceso de productivo de transformación del mineral y disfrutar de espectaculares vistas sobre el paisaje.
Santiago Zuleta Carvajal Carmen María Ruiz Rojas Mesa 3