ADENOCARCINOMA RECTAL UNIVERSIDAD DEL CENTRO PROV. BUENOS AIRES ( Tandil) ARGENTINA FACULTAD CIENCIAS VETERINARIAS ÁREA DE CLÍNICA MEDICA Y QUIRÚRGICA DE PEQUEÑOS ANIMALES REACCIÓN CUTÁNEA EN UN FELINO POST APLICACIÓN DE IMIDACLOPRIDA SPOT ON Alvarez Wilson Magali *, Hutter Ernesto ** OBJETIVO COMUNICAR UN CASO POCO FRECEUENTE DE ALERGIA MEDICAMENTOSA FACTOR CLAVE CONFIRMAR EL DIAGNOSTICO A TRAVÉS DE LA HISTOPATOLOGÍA * Estudiante-Residente : Richieri 366 dto F (7000) Tandil Argentina magawilson@hotmail.com **Tutor, Profesor Titular del area de los Pequeños Animales Director del Hospital Veterinario HV Prof. Hutter Ugarte 2152 (1636) Olivos Argentina hvhutter@ba.net Agradecemos la contribución de Adriana Duchene : tel. 4523-8090 laboduchene@ciudad.com.ar INTRODUCCIÓN Son pocos los casos publicados sobre este tema, particularmente en felinos, no existiendo comunicaciones sobre predilección por sexo, raza o edad. La alergia medicamentosa es una reacción cutánea producida por drogas o medicamentos. Este tipo de reacción puede desencadenarse a partir de cualquier agente químico o biológico, que llegue al organismo ya sea por vía oral, tópica o parenteral. La patogenia de estas reacciones comprende mecanismos inmunológicos o de hipersensibilidad que van desde el tipo I a IV, es decir que incluye a todas las variantes de inmunidad humoral y celular (5). Las reacciones adversas a las drogas se pueden clasificar dentro de dos grandes grupos: Reacciones predecibles: son aquellas relacionadas a un fármaco y de las cuales hay antecedentes. Reacciones impredecibles: son independientes del fármaco utilizado, son respuestas inmunológicas que depende de la idiosincrasia del
paciente. Y que, en general, se asocian a disturbios metabólicos o enzimáticos propios (5). SIGNOS CLÍNICOS La distribución de la reacción cutánea no responde a patrones predeterminados. Las lesiones elementales que se pueden observar como consecuencia de las reacciones cutáneas debidas a una alergia medicamentosa son extremadamente variables e incluyen: eritemas, costras, ulceraciones, pápulas, pústulas y alopecia. La reacción cutánea puede expresarse como una dermatitis miliar, urticaria, angioedema, etc, Puede haber costras faciales con o sin ulceración. Generalmente son lesiones cuyo prurito es variable, en algunos casos puede ser leve y en otros casos intenso. Es por esto que no se puede hacer un diagnóstico de alergia medicamentosa por la simple observación de la piel ni por el prurito, ya que las imágenes dérmicas presentan signos comunes a otras patologías de la piel. DIAGNÓSTICO D. Clínico: el primer paso del diagnóstico es la inspección que, como ya fue visto en el ítem anterior, no siempre conduce al diagnóstico de dermatitis medicamentosa. La mayoría de las veces el camino hacia el diagnóstico surge de la anamnesis en donde el dueño del paciente recuerda o conoce el suministro o aplicación de algún fármaco. D. Bioquímico:ni la bioquímica sanguínea ni los hemogramas aportan datos que puedan llevar al diagnóstico. D. Diferencial: es dificultoso aún para el especialista. Entre los diagnósticos diferenciales más corrientes se debe tener en cuenta la alergia alimentaria, la atopia felina, la hipersensibilidad por contacto y a las lesiones dérmicas causadas por la de ciertos tipos de neurosis. D. Histopatológico:es el método complementario más importante (2). PRONÓSTICO Desde el punto de vista dermatológico, por lo general el pronóstico es bueno cuando se actúa en forma rápida, evitando que las lesiones progresen y se compliquen por el rascado y las contaminaciones bacterianas secundarias. TRATAMIENTO
El tratamiento de la dermatitis medicamentosa consiste en suspender el fármaco que la desencadenó. Tratar los signos con medicación sistémica, particularmente con corticoides y, si corresponde, con el agregado de antimicrobianos. Algunas reacciones sólo responden a corticoides en altas dosis. El tratamiento tópico debe ser evaluado cuidadosamente y en particular en los gatos, porque todo elemento que se coloque sobre su piel puede ser rápidamente removido por lamido. DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO RESEÑA DEL ANIMAL Especie: felino Raza: cruza Pelaje: gris Sexo: macho Edad: 2,5 años Nombre: Michu Foto 1-Lesiones primarias
Foto 2-Lesiones primarias Foto 3- Lesiones secundarias
ALGORITMO DE APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA DEL CASO
SEMIOLOGÍA BÁSICA DIA 1 1) INSPECCIÓN EN GENERAL (fotos 1 y 2) Estado general del animal: llamativa pérdida de peso Mucosas aparentes: normales Vasos epiesclerales: normales Temperatura corporal: normal Prurito intenso y compulsivo permanente, realizado con las patas y por lamido PARTICULAR CUELLO: lesión supurativa, con alopecia total que abarca toda su extensión tanto de dorsal, lateral y ventral, estas lesiones son sostenidas por el rascado permanente con las patas. REGION PREAURICULAR: alopecia parcial y eritemas. REGION DEL ANTEBRAZO: alopecia parcial y eritema. BASE DE LA COLA: lesión de dermatitis a las pulgas. Exceptuando a la lesión del cuello el resto de las lesiones se asemejan a las producidas por una ciertos tipos de neurosis o alergia alimentaria. 2) ANAMNESIS A mediados de enero de 2002, llega a consulta un gato al que se le había aplicado tres meses antes una pipeta pulguicida de marca reconocida en el mercado veterinario y cuya fórmula, según la descripción del envase, es imidacloprida y agentes de formulación. Simultáneamente, otros dos gatos del mismo propietario recibieron igual tratamiento y no revelaron ninguna reacción. Solo el gato motivo de la consulta, presentó a las 72 hs de la colocación de la pipeta una reacción en la piel, que según relata el dueño, al comienzo era redonda, depilada, de aspecto inflamado y levemente pruriginosa. Por este motivo consulta a un primer veterinario que diagnostica sarna y lo medica con ivermectina, recomendando volver a los 15 días para repetir la medicación. Durante los días siguientes, la lesión de piel aumentó de tamaño se hizo más pruriginosa, y comenzó a ser exudativa. Ante esta situación el dueño llevó al gato a otro veterinario que no emitió diagnóstico, y que le suministro una inyección con un antiinflamatorio junto con un antibiótico e indicó una limpieza local y diaria con povidona yodada más una crema con propóleo. Durante los
primeros días el dueño observó que las lesiones de piel comenzaron a secarse y el animal se rascó menos, pero a los pocos días reaparecieron las lesiones y el prurito. Posteriormente concurrió a un especialista en piel que diagnóstica a la lesión cutánea como una reacción adversa al producto colocado, e indica cefalexina y progesterona durante 15 días, y que continuara con la crema de propóleo, bajo este tratamiento el animal no presenta ninguna mejoría. Después de 2 meses y medio traen a este paciente a consulta con las lesiones dérmicas que se observan en las fotos 3) MÉTODOS DE DIAGNOSTICO 3a) DE LA BIOQUÍMICA HEMOGRAMA Hematocrito: normal Recuento de glóbulos rojos: normal Hemoglobina: normal Neutrófilos: aumentados Linfocitos: disminuido VCM: aumentado ENZIMOLOGIA Fosfatasa alcalina: aumentada ANÁLISIS DE ORINA Dentro de los rangos normales. 3b) DIAGNOSTICO DERMATOLÓGICO CLINICO PRESUNTIVO Por la inspección y la anamnesis hay una fuerte sospecha que hay una alergia medicamentosa RASPAJE CUTÁNEO No se observan anormalidades. BIOPSIA CUTANEA
A los efectos de confirmar el diagnóstico de alergia medicamentosa y descartar los otros diagnósticos diferenciales, se toman muestras del cuello mediante un sacabocados para piel de 1mm, y se remiten a un laboratorio de histopatología (la toma de muestra se hicieron bajo sedación o con analgesia). 3c) POR LA RESPUESTA A LOS CORTICOIDES Se inicia el tratamiento mediante la aplicación intramuscular de 2 mg de dexametasona (una dosis alta) y se indica continuar con la cefalexina a los efectos de evitar cualquier posible contaminación bacteriana secundaria. DIA 2 y 3: El prurito, como prurito compulsivo, disminuyó totalmente. Se indica continuar la medicación en forma oral con dexametasona 0,5 mg un comprimido el fármaco en forma oral (comprimidos de 0,5 mg), 1 comprimido 2 veces al día durante 7 días, tiempo en el cual el paciente será reevaluado. DIA 7: El informe histopatológico describe una dermatitis perivascular, difusa, severa con elevado número de células cebadas. Vasos sanguíneos dilatados con abundantes leucocitos en su luz, focos ulcerativos completos, dermis profunda sin particularidades. En el séptimo día se observó que la región del cuello estaba n seca s y parcialmente costrosa s, particularmente se consideró importante que el animal dejara de rascarse y con ello autoinfringirse el trauma. Dada la mejoría presentada se redujo la dosis a una sola toma diaria de 0,5 mg suministrada por noche. DIAGNÓSTICO HISTOPATOLÓGICO : Dermatitis alérgica.- Compatible con cuadro de hipersensibilidad de tipo l. Interpretación: la hipersensibilidad de tipo I es una respuesta inmunológica del organismo por el ingreso de un alergeno que se une con los receptores de las células cebadas (Ig.E), así se liberan los mediadores químicos (Histamina-Serotonina) por parte de éstas que son las responsables de las lesiones inflamatorias agudas. CONCLUSIONES Durante la búsqueda bibliográfica no se encontraron antecedentes de una sensibilidad al imidacloprida, de cualquier forma es necesario considerar que existen predisposiciones individuales a drogas o medicamentos. Las lesiones cutáneas que presentaba el animal en la consulta con el primer veterinario progresaron porque el diagnóstico de sarna fue equivocado y por lo tanto el tratamiento. El veterinario no tomó en cuenta la anamnesis.
Con el transcurrir de los días las lesiones se agravaron, probablemente debido al prurito y a la contaminación bacteriana secundaria; el segundo veterinario no emitió diagnóstico pero realizó una medicación sintomática adecuada que tuvo una respuesta favorable, pero las lesiones siguieron avanzando por falta de continuidad en el tratamiento. El especialista en piel, si bien realizo un correcto diagnóstico, a nuestro entender seleccionó como antiinflamatorio y antipruriginoso al megestrol en dosis bajas, que resultó inefectivo. A su vez, el prurito compulsivo con rascado de las extremidades y lamido se agravó por la aplicación de cremas. Es probable que la sola colocación de un collar isabelino al inicio de la dermatitis hubiera evitado el rascado y la complicación del cuadro clínico. La dosis altas de corticoides indicadas son de particular importancia dado que esta es la única forma de controlar este proceso inflamatorio muy extendido. Por otra parte, debemos considerar que en los felinos los corticoides difícilmente producen la polidipsia y poliuria del Cushing iatrogénico. Finalmente queremos señalar que frente a cualquier enfermedad lo primero que hay que hacer es un diagnóstico y tratar de confirmarlo, a veces es posible recurrir a métodos complementarios de laboratorio, otras veces solo hace falta hacer un diagnóstico presuntivo y ver la respuesta a la medicación. En el caso de nuestro paciente estas dos premisas no se cumplieron en las primeras consultas que habían realizado por eso la evolución no fue buena. Finalmente, cuando emitimos un diagnóstico, la continuidad del tratamiento permitió llegar a la remisión de las lesiones. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Dermatología clínica de perros y gatos; Williense, T. Intermédica, 1999. Pág. 56-57. (2) Small animal dermatology; Scott-Miller-Griffin; Saunders. 5º Ed., 1995. Pág. 484-603. (3) Handbook of small animal dermatology; Moriello, K., Mason, I. Pergamon. 1995. Pág. 174-175. Feline practice; Norsworthy; Lippincott. 1993. Pág. 524-52. Dermatopatías pruriginosas primarias más comunes en caninos Tonelli, E.A. Suplemento Especial Ciencia veterinaria Pet s. Ciencia veterinaria editora.1997. Pág16.