ANSEMAT ASOCIACION NACIONAL DE MAQUINARIA AGROPECUARIA FORESTAL Y DE ESPACIOS VERDES INFORME Secretaría de Comunicación Recomendaciones para la selección de tractores y máquinas agrícolas con criterios técnicos y económicos
Cátedra ANSEMAT Tecnología de tractores y maquinaria agrícola CONFERENCIA Recomendaciones para la selección de tractores y máquinas agrícolas con criterios técnicos y económicos 22 de mayo de 2009. Lugar: Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid. Tema: Estudio sobre la rentabilidad derivada de la adecuada elección de tractores y maquinaria agrícola. Ponentes: Luis Márquez Delgado, experto en maquinaria agrícola y ex profesor de la ETSI Agrónomos de la UPM (Universidad Politécnica de Madrid). Introducción Cuando se está cerrando el curso estudiantil 2008 09, la Cátedra ANSEMAT, sobre tecnología de tractores y máquinas agrícolas, ofreció, el pasado día 22 de mayo, una presentación sobre las recomendaciones para la selección de tractores y maquinaria agrícola bajo criterios técnicos y económicos. Parece que se trata de un tema de total actualidad cuando la presión financiera que se vive en estos momentos, unida a la baja confianza de las entidades bancarias y las pérdidas de poder adquisitivo en las explotaciones hacen que cada inversión se estudie al milímetro. La maquinaria agrícola, dentro de este tipo de inversiones necesarias en las explotaciones, resulta una de las pocas, sino la única, con la que se puede lograr una mayor rentabilidad e incluso una reducción de los gastos ocasionados. Sin embargo, el pago o la compra de servicios, medios de producción o insumos representan un cargo que puede tener, o no, reflejo, en las ganancias. Unas semillas certificadas y un correcto abonado pueden, a priori, mejorar nuestra rentabilidad o productividad, pero, normalmente, no lograremos una mejora directa en la rentabilidad con un uso correcto, algo que si se logra por medio de la inversión adecuada en maquinaria. El buen criterio a la hora de elegir la maquinaria (tractores o aperos), que vamos a utilizar, en función de su uso, criterios técnicos y razones objetivas y el modo en que aplicamos la misma en el trabajo diario reporta mejoras, en algunos casos sustanciales, a las explotaciones. Eligiendo maquinaria agrícola Tanto el acercamiento, como la adquisición, a la maquinaria agrícola en nuestro país no parecen contar, a tenor de lo expresado en este encuentro, con los mejores criterios de elección. Sin negar el conocimiento de la realidad agrícola que poseen los responsables de las explotaciones y el resto de agricultores, que al fin y al cabo saben cuáles son sus necesidades, en la mayoría de los casos esta elección se realiza sin criterios técnicos y/o económicos. Si hablamos de tractores algunas razones, en muchas ocasiones las razones más poderosas para su elección se basan solo en la potencia o caballaje del tractor (incluso más en la del vecino que en la que necesitamos realmente). En el caso de los aperos, este tipo de criterios deciden únicamente sobre el tamaño y no sobre su utilidad o verdadera necesidad.
Todo ello se torna fundamental si tenemos en cuenta que los gastos en maquinaria, entre los que también podríamos incluir no solo su compra, sino los derivados de su uso, amortizaciones e incluso el tractorista, suponen un alto coste. En el caso de producciones de cereal estos gastos pueden llegar hasta un 50% (en el resto de producciones pueden alcanzar una media del 30%). Bajo este régimen de gastos, resulta necesario realizar una racionalización en la elección y uso de la maquinaria, que cobra, en el medio agrícola nacional, especial importancia por la dimensión reducida de las explotaciones que, frente a este tipo de costes, las hace poco competitivas. También el incremento en los costes de producción, el envejecimiento de la población agrícola unida a la falta de mano de obra cualificada hace que esta elección resulte tan importante. Merece la pena remarcar este último aspecto (del personal cualificado), que sigue generando problemas en la elección de la maquinaria, bien porque el operario no sabe manejarla y ello deriva en más gastos por reparaciones o mantenimiento o bien porque no consiguen el mayor rendimiento posible. Costes Cómo podríamos entonces ahorrar costes con la elección adecuada de la maquinaria?. La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece: pensando antes de adquirir una máquina o tractor para que se va a utilizar, las horas de trabajo potenciales (anuales), su tamaño, la capacidad de reducir combustible (eficiencia energética) o de lograr una rentabilidad en el uso del combustible y, además, racionalizando las operaciones de cultivo. Es más sencillo tener en cuenta el calendario de labores (cuando y para qué vamos a utilizar la maquinaria y el tractor), adaptando de esta forma los aperos al tractor, así como el parque de maquinaria particular al terreno y producciones que tiene cada explotación. Todo ello dentro de una agricultura de futuro que contempla, de forma habitual una creciente dicotomía entre la agricultura profesional frente a la agricultura ocupacional. Esta diferenciación nos sirve para crear un marco de referencia adecuado sobre las necesidades reales que se dan en el medio agrícola español. Uno de los datos curiosos extraídos de esta presentación se basa en la carga de trabajo agrícola, en función de la estacionalidad de los cultivos, pero también de los días de trabajo efectivos que posee cada mes. El trabajo agrícola se encuentra determinado por el factor climatológico y así mientras en meses como enero, febrero, marzo o abril, apenas llegan a los 15 días de trabajo (en enero el mes con menos días de trabajo en el campo, apenas 8), julio, agosto, septiembre u octubre superan de largo los 20 días útiles de trabajo. El total anual de esta media de días es de 206, lo que supone casi un semestre de trabajos frente a otro de descenso del mismo. No se puede hablar de parón ya que el campo exige otra serie de labores no relacionadas con la preparación del suelo, siembra, abonado o recolección. Observando esa cantidad de días y proponiendo una jornada tipo de ocho horas de trabajo, la media de hora se trabajo al año de un tractor o máquina agrícola sería de 1.648 horas. Sin embargo, la media real en nuestro país es de tan solo 500, apenas una tercera parte. Esta infrautilización de la maquinaria ya supone un coste que puede ser remediado,
Aparte de las horas de trabajo también han de ser tenidos en cuenta otros factores, como los gastos que derivan de la tenencia, uso almacenamiento, pago seguros e impuestos, consumo de combustible, mantenimiento y reparación, mano de obra, amortización (que además tiene que ver con la obsolescencia de la maquinaria), o el desgaste deben ser tenidos en cuenta, controlados y incluso reducidos por medio de una adecuada elección de la maquinaria. Ahorro Uno de los hechos diferenciados a la hora de conseguir una mejora económica se basa en la adecuada compatibilidad entre el tractor y el apero. Esto es algo que muchos agricultores no juzgan tan importante, pero que, según los datos expuestos, sin embargo resulta fundamental. De la adecuada elección de un tractor se puede llegar a ahorrar, solo en combustible, en torno a un 5%, sin embargo, con una adecuada elección del implemento o apero se puede llegar a ahorrar un 20%. En ambos casos también se revela fundamental el correcto uso que se haga de los mismos. Solo quedaría calcular lo que esto puede suponer en un medio agrícola como el nacional donde el tamaño medio de las explotaciones, es de 28,4 ha, en secano, 9,5 ha en regadíos o 5,2 ha en prados y pastizales solo por nombrar las más importantes. El sistema ideal sería condicionar la demanda de tractores a la selección de aperos, ya que estos pueden lograr un mayor ahorro. Otro de los criterios de rentabilidad más importantes deriva del ahorro de combustible que proviene de la correcta elección unido a la adecuada utilización. Esto se consigue con el control de la velocidad (siempre la adecuada, ni más ni menos), controlando la caída de vueltas, en función del control del patinamiento o de la elección del lastre adecuado, selección de neumáticos o racionalizando el trabajo del apero. Un criterio menos conocido o utilizado en este país, para la mejora de la rentabilidad en relación con la maquinaria agrícola resulta el uso en común, con sus ventajas e inconvenientes, pero que nos permite disponer de un parque de maquinaria apropiado en función de la coyuntura disponible en cada momento. También el alquiler de servicios agrícolas puede llegar a reducir los costes en este tipo de inversiones. Un último criterio de ahorro se basaría en la utilización de los nuevos métodos tecnológicos, muchos de ellos relacionados con los satélites, no solo por el uso del GPS, sino también por el uso de plantillas de siembra en función de aprovechamientos de la producción. Un adecuado uso de los métodos de trabajo de la maquinaria (programando la distribución de productos), o de las características técnicas o tecnológicas de la misma, también contribuye a la reducción de costes y resultará otro criterio a tener en cuenta en su elección. Herramientas de apoyo Siendo la teoría tan amplia y complicada, el lograr concentrar todas las variables en una simple decisión siempre resulta complicado. Para ello disponemos en este momento de una herramienta de apoyo y trabajo que hace más fácil este proceso.
Algunos ya conocen la Plataforma del conocimiento del medio rural y pesquero que se encuentra alojada en la página web del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (www.marm.es ). Esta hemeroteca virtual se ha enriquecido con la inclusión de algunas fichas en formato excell que permiten ser utilizadas como una calculadora de costes que derivan de la utilización de uno u otro material, tipo de maquinaria, etc. Lo interesante en este aspecto resulta que, a los gastos derivados de la maquinaria: coste, potencia, combustible, horas de trabajo, etc., se pueden añadir los costes agronómicos y los costes en función de la labores. Para ver estos formularios se puede seguir el link que aparece más abajo o bien, dentro de la página del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, buscar la Plataforma del conocimiento para el medio rural y pesquero y dentro de este apartado el Observatorio de tecnologías probadas, y dentro de este el grupo de Maquinaria agrícola. http://www.mapa.es/es/ministerio/pags/plataforma_conocimiento/maquinaria_agricola.htm Futuro La actual incertidumbre en el plano económico, se ha trasladado también a la maquinaria agrícola, pero en opinión del ponente, al menos el mercado de maquinaria no se ha sobredimensionado como es el caso del mercado automovilístico. Pese a la crisis global existente, parece que este mercado no caerá por encima del 30%. La demanda anual de tractores en nuestro país nos muestra un mercado que fluctúa en torno a las 15.000 unidades. Con un mercado bastante estable y basado en la renovación es lógico pensar que a un año en el que se vende más, le sigue uno en el que el mercado desciende. Pero la propia idiosincrasia de la agricultura nacional siempre va a demandar un número alto de tractores, ya que todas las explotaciones poseen un tractor disponible para la realización de trabajos, por ejemplo, de carga o traslado. De la variabilidad de este mercado depende el resto de maquinaria ya que (y esto refuerza aún más la filosofía de esta presentación), se invierte en maquinaria el 50% de lo que se invierte en tractores y quizá no resulta una dinámica adecuada para la reducción de costes y el aumento de la rentabilidad. La frontera de la rentabilidad en el futuro, pasará por la tecnología y dentro de esta por la agricultura de precisión que en estos momentos comienza a dar la mayor rentabilidad en relación a la inversión realizada.