Página 3 Bolívar, Lunes 3 de Abril de 1995 En diálogo con Carlos Bedatou y Omar Iriarte reconstruimos una década difícil para el sector. 1985-1995: VOLVER A EMPEZAR. Auge y caída de la inseminación. Los problemas económicos y la relación con los clientes.. Durante esta década, la actividad profesional fue marcadamente dirigida hacia lo que es la reproducción, una actividad que en la ganadería fue creciendo cada vez más desde los años ochenta. La genética quedó incorporada, hubo mucho entusiasmo por la inseminación artificial, se lograron grandes avances gracias a la aparición de los métodos de sincronización de celo y se obtuvieron notables mejoras especialmente desde la aparición de la prostaglandina que revolucionó el trabajo de inseminación, pudiéndose dejar de lado el método tradicional con el que se debía inseminar entre setenta y ochenta días seguidos para lograr un buen resultado en un rodeo. IRABSA continuó trabajando en inseminación y en transplante embrionario, obteniendo muy buenos resultados. Pero todos los avances fueron interrumpidos bruscamente por la llegada del agua que afectó al sector agrícola ganadero y a toda la ciudad durante más de tres años y marcó un punto de inflexión en la zona. Incluso el Centro de Inseminación como tantos otros establecimientos llegó a tener 1,5 metros de agua en su interior, debiéndose abandonar los trabajos que allí se realizaban. Sumada a esta contingencia, las políticas económicas no favorecieron la recuperación del sector. Hiperinflación, crisis, uno a uno y muy baja rentabilidad condujeron especialmente a las cabañas y a todos los que debían hacer grandes inversiones para producir, a cambiar de actividad o directamente a suspender su funcionamiento. Los cambios en la economía obligaron a la Veterinaria a adaptarse a las diferentes reglas comerciales que fueron surgiendo. A pesar de esto, en Sancti Spiritu trataron de flexibilizarse y privilegiar la situación de cada cliente teniendo siempre presente que el campo para volver a funcionar, tuvo empezar de nuevo. Pampa Húmeda, el grupo de compras creado para obtener mayor poder de negociación frente a los laboratorios, continuó funcionando, incorporando entre sus asociados a veterinarias de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires y logrando muy buenos resultados no solo en relación a los precios sino también en cuanto al abastecimiento de productos. San Martín 855. Gracias al crecimiento sostenido de la Veterinaria, sus oficinas comenzaron a resultar chicas. El depósito de mercaderías se encontraba en otro lugar, lo que generaba algunos inconvenientes. En 1987 el consorcio del edificio de la Avenida San Martín, debido a un Lo más importante es ofrecer un buen servicio. Desde siempre, la Veterinaria Sancti Spiritu tiene como objetivo principal ofrecer un buen servicio para sus clientes. Y no solo en lo relacionado a la actividad. Con la mensajería rural se pudieron solucionar grandes inconvenientes cotidianos generados con el avance del agua, logrando con esto no solo una relación profesional y comercial con los clientes sino también una relación de amistad. El Dr. Bedatou confiesa un profundo respeto por la naturaleza. Quizá por esto, ya es característico en él, plantar una gran cantidad de árboles en las mangas en las que trabaja. Incluso, cuenta que en el campo de un cliente nuevo, siguiendo con esta costumbre, plantó una gran hilera de sauces, orientada hacia la dirección del sol. Pero ese cliente, en menos de un año decidió vender el campo, y Bedatou no tuvo más relación con el lugar. Pese a esto, cada vez que pasa por ese campo, desde la ruta, se toma unos minutos para observar con sus largavistas el crecimiento de los sauces. Y le produce una gran satisfacción poder comprobar que las plantas están hermosas. Tanto Bedatou como Iriarte ya tienen sucesores para la veterinaria. Carlos, el hijo mayor de Bedatou, se encuentra en Buenos Aires realizando la Licenciatura en Producción y Administración de Empresas Agropecuarias, Joaquín, otro de sus hijos, estudia Veterinaria en la ciudad de La Plata, donde también Marcelo, el hijo mayor de Omar Iriarte, se encuentra realizando esta carrera. De socio a cliente. funcionamiento comercial insuficiente, decidió poner en venta la galería que existía en el mismo. Para Sancti Spiritu, desde el primer momento este fue un lugar ideal y todos estuvieron de acuerdo en adquirir la propiedad. La galería contaba con 14 locales, de los cuales 4 fueron abiertos para ubicar en ese sector el local de venta de mercaderías. El 8 de Julio de 1987, con más de 400 invitados, se produce el traslado a las nuevas oficinas quedando así, oficialmente inauguradas. En 1992, el Dr. Felix Bereciartúa, quien en los últimos años estuvo de manera casi exclusiva a cargo del Centro de Inseminación, decide alejarse de la Veterinaria que el mismo había creado en 1955. Desde entonces se conforma la nueva sociedad entre Carlos Bedatou y Omar Iriarte: Bedatou e Iriarte. Felix Bereciartúa, que sigue siendo un estandarte para la firma, se dedicará a partir de ese momento al funcionamiento de su campo, convirtiéndose en un importante cliente de Sancti Spiritu.