9 Finalmente los editores queremos dejar constancia del apoyo que el Museo Regional de Tlaxcala, a través de su Directora la Restauradora Diana Molatore Salviejo y del personal técnico y de custodia. Sin su apoyo y ánimo este trabajo no hubiera podido desarrollarse. La zooarqueología: una disciplina especializada aplicada al estudio del material óseo de fauna prehispánica de Ocotelulco, Tlaxcala. Jesús Ilhuicatzi Vázquez ENAH Roberto Bravo Castillo Centro INAH Tlaxcala En las sociedades humanas antiguas de muchas partes del mundo, el uso y aprovechamiento de una amplia gama de animales, tanto vertebrados como invertebrados, fue de gran importancia económica y religiosa, ya que éstos constituyeron una variada fuente de alimento y de materia prima para la elaboración de herramientas, vestido y ornamentos, así como por su inclusión en numerosas prácticas rituales, lo que explica la presencia relativamente frecuente de sus restos esqueléticos en el registro arqueológico. La zooarqueología es la disciplina científica que investiga dicha interacción entre el hombre y la fauna en el pasado. En particular, estudia los restos óseos de las diversas especies de animales que se encuentran en los contextos arqueológicos, las cuales pueden pertenecer a mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces y moluscos. Este campo es interdisciplinario porque se basa en las ciencias naturales y sociales de las cuales utiliza conceptos y métodos para sus explicaciones. Tradicionalmente se ha enfocado en las relaciones zoogeográficas, la evolución ambiental y el impacto del hombre sobre el paisaje desde la perspectiva del estudio de los animales. Sin embargo, con la aplicación de técnicas más modernas, como es el análisis de elementos traza para detectar áreas de procedencia, y del ADN para estudiar los procesos de diferenciación, evolución y raciación animal, la
10 zooarqueología ha ampliado su campo de investigación hacia intereses más antropológicos, entre otros, el de la dieta alimentaria basada en el uso específico de los recursos faunísticos y su relación con la subsistencia y el modo de vida humana en el pasado.. Esta disciplina ha sido aplicada al análisis de los materiales óseos de fauna que fueron recuperados en las exploraciones del sitio arqueológico de Ocotelulco en los años de 1990 y 1991 dentro del Proyecto Cuatro Señoríos de Tlaxcala, así como en los trabajos de rescate efectuados en 2004 en la calle 7 de junio de la actual población de San Francisco Ocotelulco. En el primer caso, se tiene como antecedente el estudio realizado en 1991 por el MVZ Romualdo Padilla, del cual destaca la información que aporta respecto a la identificación de especies animales y a la utilización de algunas de éstas como recurso alimenticio y para la manufactura de arte-factos, las alteraciones nutricionales y patológicas que detecta en algunos de los huesos analizados, así como la comparación que hace de sus datos con los que refieren las fuentes históricas sobre la fauna prehispánica de la región de Tlaxcala. Su investigación se basó en el análisis de 25 kilos 103 gramos de fragmentos de huesos que representan el 97.7 % de la muestra total de restos óseos de fauna que se obtuvieron en todas las áreas excavadas en el sitio y los cuales se encontraron asociados, en diferentes tipos de contextos y con otras clases de materiales arqueológicos, a dos conjuntos de estructuras arquitectónicas habitacionales y a una estructura de templo que fueron parcialmente explorados en el proyecto mencionado. En esta ponencia presentamos información derivada del análisis realizado a la muestra del material óseo que faltaba por estudiar, la cual se compone de 610 gramos del mismo que constituyen el 2.3% restante y que procede en su totalidad del conjunto habitacional del área B. Incluimos también los datos obtenidos del análisis de otra muestra aún más pequeña de materiales de fauna que se rescataron en las excavaciones de la calle 7 de junio de Ocotelulco. Es importante señalar que la mayor parte de los restos óseos del conjunto habitacional se registró en contextos secundarios, es decir, en gruesas capas de relleno formadas por grandes volúmenes de tierra con las que se cubrieron intencionalmente las estructuras arquitectónicas al momento de su clausura y consiguiente abandono, por lo que no están asociados directamente a la ocupación de las mismas, en tanto que en el caso
11 de los materiales de la calle 7 de junio, éstos formaban parte de una ofrenda funeraria asociada a un basamento de probable función ceremonial. Los objetivos del análisis de arqueofauna fueron los siguientes: 1. La identificación anatómica de los huesos, que consiste en determinar qué hueso es y a qué parte o región del esqueleto del animal pertenece. 2. La identificación taxonómica de los huesos, que consiste en determinar a qué especie animal corresponden y el número o cantidad de éstas. 3. Determinar el Mínimo Número de Individuos (MNI) por especie animal, es decir cuántos individuos o ejemplares integran cada especie identificada. 4. Determinar la edad en individuos de algunas de las especies identificadas, así como el sexo en ejemplares de cánidos. 5. Determinar el posible uso y aprovechamiento de las especies identificadas, en relación con el consumo alimenticio principalmente. La metodología del análisis se basó en los siguientes procedimientos: 1. Para la identificación anatómica y taxonómica del material óseo se analizaron todos los huesos que conservaban las epífisis, que son las zonas terminales y articulares del esqueleto de las extremidades de las especies de mamíferos, aves y reptiles. Además de la observación de las características y detalles de las epífisis, se tomó en cuenta la forma general y el tamaño de los huesos, lo cual también ayuda a reconocer a éstas y otras especies que pertenecen a la clase de los peces y a las de los reptiles en el orden de los ofidios. 2. La determinación del MNI de las especies identificadas se realizó con base en la comparación y contabilización de los huesos que tenían epífisis y forma similares y cuya presencia se repite en una misma unidad de excavación, capa estratigráfica o contexto de procedencia. 3. La determinación de la edad en individuos de algunas de las especies identificadas se realizó con base en la observación del grado de osificación del cartílago de la epífisis y su unión con la diáfisis en los huesos largos de las extremidades, considerándose además el
12 tamaño de éstos, en tanto que la definición del sexo, específica-mente en los individuos de perro común, se efectuó constatando la presencia o ausencia de la cresta occipital del cráneo o por la forma del hueso basioccipital del mismo. A falta del cráneo, se analizaron las mandíbulas que conservaban la cavidad del dentario en la cual se aloja el músculo masetero. 4. Para obtener datos acerca del valor o importancia que como recurso alimenticio pudieron tener para la comunidad humana las especies identificadas, se procedió a detectar en los huesos huellas y patrones de marcas no naturales, observables a nivel macroscópico, que indican, por un lado, la depredación y sacrificio de los anima-les, y por otro, su utilización post-mortem en actividades de preparación y consumo. Como resultado del análisis de la muestra de restos óseos procedentes del conjunto habitacional del área B, y en relación con los tres primeros objetivos mencionados, se identificaron 23 especies de animales con un total de 102 individuos, las cuales se agruparon en las cinco clases que a continuación se describen: a) Mamíferos: con 14 especies que representan el 60.8 % de la muestra analizada y que son las siguientes: 1. el perro común (Canis familiaris)...22 2. el conejo castellano o cola de algodón (Sylvilagus floridanus)...9 3. el venado cola blanca (Odocoileus irginianus)...4 4. la liebre (Lepus sp.)...4 5. la tuza (Pappogeomys thylorhinus)...4 6. el cacomixtle (Bassariscus astutus)...2 7. el conejo de monte (Sylvilagus cunicularius)...2 8. el ardillón (Spermophilus variegatus)...2 9. el ratón de campo (Cricetidae sp.)...2 10. el puma (Felis concolor)...2 11. la ardilla de tierra (Spermophilus mexicanus)...1 12. el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus)...1 13. la comadreja (Mustela frenata)...1 14. el tejón (Nasua narica)...1 Total de individuos...57 MNI b) Reptiles: con 5 especies que representan el 21.7 % de la muestra y que fueron: MNI
13 1. la tortuga de pozo (Kinosternon hirtipes)...2 2. la tortuga japonesa (Pseudemys scripta)...1 3. la serpiente de cascabel (Crotalos sp.)...1 4. la serpiente cincuate (Pituophis deppei)...1 5. la víbora de agua (Thamnophis sp.)...1 Total de individuos...6 c) Aves: con 2 especies que representan el 8.6 % de la muestra y que fueron: 1. el guajolote (Meleagris gallopavo)...31 2. el pato trigueño (Anas diazi)...5 Total de individuos...36 d) Peces: con 1 especie que representa el 4.3 % de la muestra, siendo ésta: 1. el pez de agua salada (Teleostei sp.)...1 Total de individuos...1 e) Gasterópodos: con 1 especie que representa el 4.3 % de la muestra, siendo ésta: 1. el caracol trompeta (Strombus gigas)...2 Total de individuos...2 También se reconocieron los restos de un pez de agua dulce, un caracol marino y dos caracoles terrestres, que no fue posible identificar a nivel de género y especie. Respecto a los materiales óseos de la calle 7 de junio, se identificó un fragmento de la mandíbula inferior de la cría de un pecarí de collar (Tayassu tayassu), un simpléctico de pez de agua dulce del que tampoco se determinó la especie y 19 placas óseas del caparazón o coraza de un armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus). De este modo, la clase de los mamíferos fue la más abundante en cuanto a cantidad de especies animales identificadas, y dentro de las cinco clases, las especies que tuvieron un mayor número de individuos fue-ron, en orden de más a menos, el guajolote, el perro y el conejo castellano. Comparativamente, en la muestra analizada por Padilla, los mamíferos también alcanzaron el porcentaje más alto en cantidad de especies, pero del total de éstas,
14 las de mayor frecuencia en cuanto al número de individuos fueron, en orden de más a menos, el perro, el guajolote y el venado cola blanca. Por otra parte, se pudo determinar que algunos individuos de las especies del guajolote, el venado cola blanca, el conejo castellano, la liebre, el perro común y el pato trigueño se encontraban, al momento de su muerte, en las etapas de edad ya sea juvenil, subadulto o adulto, y respecto a la definición del sexo, de seis in-dividuos de perro común se identificaron cuatro hembras y dos machos. Asimismo, en el análisis de diversos huesos de perro, guajolote y conejo castellano principalmente, se reconocieron en ellos huellas por exposición al fuego y por ebullición, así como marcas de cortes o incisiones por descarnado, destazamiento y masticación, lo cual puede ser evidencia del procesamiento y consumo como alimento de esas especies. Los huesos en los que se detectaron tales improntas fueron en su mayoría costillas, húmeros, radios, fémures y escápulas, lo que estaría indicando un mayor aprovechamiento de piezas o partes anatómicas del animal que contienen una alta proporción de carne o masa muscular. En conclusión, consideramos que el estudio de los materiales faunísticos aquí presentado, no obstante basarse en una muestra tan reducida de los mismos, ha aportado datos importantes en relación con el número y especies animales que se identificaron, por lo que en este aspecto es complementario a la información gene-rada por el trabajo de investigación de Padilla. Su principal finalidad, por tanto, ha sido la de contribuir a ampliar el conocimiento sobre la composición y diversidad del registro arqueozoológico del sitio de Ocotelulco. Fotografías
15 Foto 1. a) arriba izquierda: fragmento de cráneo y vértebras de conejo castellano; fragmento de cráneo de ca-comixtle. b) arriba centro: vértebra de víbora cincuate y vértebra de víbora de agua; placas óseas de caparazón de armadillo. c) arriba derecha: garra de puma y fémur de tuza. d) abajo izquierda: fémur, tibia y húmero de lie-bre. e) abajo centro: calcáneo de venado cola blanca; f) abajo derecha: tibiotarso, ulna y carpometacarpo de pato trigueño; vértebra lumbar y sacral, quilla, tibiotarso y ulna de codorniz pinta. Foto 2. a) arriba izquierda: tibia, mandíbula y escápula de tuza; mandíbula, húmero, fémur y tibias de ratón de campo. b) arriba derecha: carpometacarpos, pelvis, coracoide, ulna, fémur y tarsometatarsos de pato trigueño. c) izquierda abajo: tibia, fémur y húmeros de liebre. d)
16 centro abajo: mandíbulas de liebre. e) derecha abajo: mandíbula, escápula, húmeros y tibia de conejo castellano. Foto 3. a) arriba izquierda: fragmentos de caparazón de tortuga japonesa. b) arriba derecha: fragmentos de ca-parazón de tortuga de pozo. c) abajo izquierda: caracol trompeta. d) abajo centro: caracoles marinos y caraco-les terrestres. e) abajo derecha: cartílagos basal y radial, y radio branquiostego de pez de agua dulce.
17 Foto 4. Huesos de perro. a) primera fila arriba: fragmento de cráneo, axis y pelvis. b) segunda fila al centro: hú-meros y tibias. b) tercera fila abajo: radios, astrágalos, calcáneos, fíbulas, metacarpos y ulna. Figura 5. a) arriba izquierda: simpléctico de pez de agua dulce. b) arriba derecha: fragmento de mandíbula inferior de cría de pecarí de collar. c) abajo: placas óseas de coraza de armadillo.