Integrantes: - De la Cruz Quispe Verónica - Calle Vallejos Gloria - Guerrero López Yuny - Sánchez Sacsachén Leidy Curso: Farmacología Profesor: Edgar Benítez Rodríguez Ulceras y gastritis
1) Introducción En el estómago pueden darse diferentes patologías, dentro de estas se encuentran las úlceras. Éstas en general son conocidas como úlceras pépticas, entre las que se pueden distinguir las duodenales y las gástricas. En este caso vamos a desarrollar las ulceras gástricas, que se dan en el estómago. Éste es una continuación del tubo digestivo. Está dividido en fondo, cuerpo y antro. Externamente se encuentra cubierto por el peritoneo visceral y tiene capas de musculatura longitudinal, circular y oblicuas que facilita los movimientos necesarios para mezclar los alimentos con los jugos gástricos. Internamente está formado por una capa mucosa muy gruesa en la que se localizan las glándulas gástricas formadas por dos tipos de células, las principales que producen pepsinógeno y las parietales que secretan ácido clorhídrico. Muchas veces la protección de las paredes del estómago contra el ácido clorhídrico (HCL), no es suficiente y puede ocurrir que el jugo gástrico digiera la pared estomacal provocando llagas o úlceras. Presenta dos orificios o válvulas de comunicación: el cardias que lo comunica con el esófago y el píloro que lo comunica con el intestino delgado. Qué es? Una úlcera péptica es una erosión o herida en la mucosa del estómago (úlcera gástrica) o en la parte superior del intestino delgado, llamado duodeno (úlcera duodenal). Las úlceras suelen tener un tamaño entre 0.5 y 1.5 cm de diámetro. Las úlceras son un problema gastrointestinal frecuente en la población. La úlcera gástrica suele aparecer a partir de los 50-60 años de edad. Cómo se produce? Se considera que la aparición de las úlceras es de causa multifactorial. Está implicado un desequilibrio entre el ácido del estómago, una enzima llamada pepsina y las barreras de defensa del revestimiento del estómago. Este desequilibrio lleva a que se presente inflamación, que puede empeorar con determinados factores de riesgo. Existe una clara relación entre la infección por una bacteria llamada H. pylori y la aparición de la úlcera duodenal y la úlcera gástrica. Una persona infectada por esta bacteria tiene mayor riesgo de desarrollar una enfermedad ulcerosa a lo largo de su vida. No todos los pacientes con úlcera tienen una infección por Helicobacter pylori pero sí se da en un gran
porcentaje. La forma de tornillo del H. pylori le permite penetrar en la membrana mucosa del estómago o el duodeno para poder adherirse, produciendo una serie de toxinas que inflaman y dañan la mucosa. Las úlceras también pueden aparecer en relación con el consumo de medicamentos como corticosteroides y antiinflamatorios no esteroideos. Uno de los efectos no deseables de los antiinflamatorios es que aumentan el riesgo de hemorragia digestiva o de enfermedad ulcerosa, pues su uso prolongado puede dañar la mucosa del tracto digestivo causando una úlcera o empeorándola. Pueden aparecer úlceras no asociadas a estos dos factores (Helicobacter y antiinflamatorios). Se relacionan con un síndrome de hipersecreción ácida, en el cual existe un exceso de secreción de ácidos gástricos que dañan la mucosa. Son muy poco frecuentes. Determinados factores y hábitos favorecen la aparición de úlceras gástricas como el tabaco, el consumo de alcohol y el tratamiento con radioterapia. 2) Epidemiología Una úlcera o ulcus es una lesión de la piel o membrana mucosa, crateriforme (con forma de un cráter, al perderse parte del tejido), y con escasa o nula tendencia a la cicatrización. Una úlcera péptica es aquella que afecta la mucosa que recubre el estómago o el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Las úlceras pueden afectar tanto a las mujeres como a los hombres, sin importar su edad. 3) Etiología Dada por factores agresivos y defensivos. Puede ser por uno o más factores que rompen la homeostasis. Factores Defensivos: Impide que se forme una lesión donde pueda ser destruido tejido gastroduodenal. Dentro de ellos tenemos: Moco. Bicarbonato. Prostaglandinas. Flujo sanguíneo. Factores de reparación y regeneración (saliva, factor epidérmico, vaciamiento gástrico).
Factores Agresivos: Helicobacter pylori 4) Tratamiento 4.1. Farmacología Para aliviar los síntomas y atenuar el dolor se indica tratamiento farmacológico. Los fármacos habitualmente empleados son los antiácidos y protectores gástricos, los antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones. Éstos últimos bloquean la secreción de ácido por el estómago (son los más potentes). Puede ser necesario un tratamiento a largo plazo. Si existe infección por H. pylori, el objetivo principal es la erradicación de la bacteria causante del problema. El tratamiento se basa en la utilización de un inhibidor de la bomba de protones, para inhibir el ácido del estómago, combinado con antibióticos. Se administra durante unos días, tras los cuales se suele repetir la prueba del alimento para comprobar que la infección por H. pylori haya desaparecido. Si no se ha conseguido se puede repetir una nueva pauta de tratamiento. El tratamiento de las complicaciones como el sangrado se suelen tratar mediante endoscopia, que localizan la úlcera sangrante y puede cauterizar la hemorragia. Si existe perforación gástrica es preciso un tratamiento quirúrgico urgente. Se puede indicar tratamiento quirúrgico en aquellos pacientes que no responden al tratamiento farmacológico o a la endoscopia. Los procedimientos quirúrgicos para las úlceras gástricas abarcan: Vagotomía: consiste en seccionar el nervio vago que es el que controla la producción de ácido gástrico en el estómago. Gastrectomía parcial, es decir, extirpación de una parte del estómago. 4.2. No farmacología Se recomienda además seguir una serie de medidas de estilo de vida como mantener una dieta equilibrada y sana, evitando las comidas ricas en grasas. Realizar comidas pequeñas durante el día a intervalos regulares. Se aconseja además evitar el tabaco, el té, el café y las bebidas con cafeína, así como el alcohol y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos. 5) Recomendaciones
Llevar una dieta saludable y si se tiene riesgo de úlceras evitar tomar antiinflamatorios no esteroideos o hacerlo asociados a un protector gástrico evita la aparición de una úlcera. Los medicamentos antiinflamatorios también pueden ocasionar úlceras. A pesar de que la mayoría de las personas tomen estos medicamentos sin ningún problema, su uso a largo plazo puede dañar el tejido de revestimiento del estómago y ocasionar úlceras. Los medicamentos antiinflamatorios incluyen la aspirina, el ibuprofeno (nombre de marca: Motrin), naproxeno (nombre de marca: Aleve), ketoprofeno (nombre de marca: Actron, Orudis KT) y algunos medicamentos que se obtienen con prescripción para la artritis. La dieta no puede curar la úlcera, pero si supone un tratamiento complementario a la terapia médica y farmacológica, ya que consigue evitar la irritación de la mucosa digestiva inflamada, suprimir el reflujo de jugos ácidos de estómago a esófago y disminuir el impacto y la secreción gástrica ácida, lo que favorece su cicatrización y la resolución de sus síntomas