Manual de gestión del Voluntariado Ambiental
Índice Introducción...2 Diseño de la intervención...3 Custodia del territorio como herramienta de intervención...3 Captación de las personas voluntarias...5 Realización de las actuaciones...6 Reconocimiento y fidelización del voluntariado...7 1
Introducción Es bien sabido que la conservación de espacios naturales sanos redunda en una mayor calidad de vida de las personas y comunidades que viven, utilizan o disfrutan de estos espacios. No hablamos tan sólo de medio ambiente, sino de medio ambiente social, ya que el medio ambiente condiciona para bien o para mal la calidad de vida de las comunidades, municipios o ciudadanía que en él viven. La sociedad es consciente de la situación de deterioro ambiental de su entorno y se preocupa cada vez más. Esta preocupación refleja un cambio de actitud de la ciudadanía, que además de exigir a las Administraciones una solución, pide poder ser parte activa en la recuperación del medio ambiente. Por lo tanto es necesario que las administraciones y entidades locales hagan una apuesta fuerte para la promoción de acciones de voluntariado en el entorno, ya que éste es un instrumento clave, a la hora de preservar y mejorar nuestro entorno, y como estrategia de educación ambiental. Y es que el voluntariado es una de las formas más completas de participación social en defensa del medio y posibilita, a su vez, un cambio de actitudes y comportamientos de los propios voluntarios y de toda la sociedad. A través de esta pequeña guía se pretende dar unas sencillas pautas y orientaciones prácticas sobre la gestión del voluntariado ambiental, basadas en nuestra propia experiencia en éste ámbito. Estas orientaciones están principalmente dirigidas a aquellas entidades o administraciones interesadas en definir y gestionar programas de voluntariado ambiental o sean promotoras de dichos programas. 2
Diseño de la intervención El primer paso para un buen diseño de una intervención ambiental es tener claro dónde vamos a actuar y por qué. Para plantear una intervención, aunque sea puntual, es importante hacer un esfuerzo para tener un diagnóstico tanto ambiental como social de la zona en la que vamos a actuar, ya que nos permitirá dar coherencia al proyecto. Si no tenemos capacidad para hacerlo, podemos apoyarnos en equipos de investigación de centros universitarios, grupos de expertos o Entidades de Custodia del Territorio (ver apartado custodia del territorio como herramienta de intervención). A la hora de elegir la zona y el tipo de trabajo a realizar tampoco hay que olvidar cuestiones prácticas como la accesibilidad de la zona para los voluntarios, peligrosidad de la actuación, capacidades de las personas destinatarias y/o voluntarias a las que va dirigida (Son niños? Adultos? Ancianos? Personas con alguna discapacidad?...). El siguiente paso sería justificar bien por qué es necesaria la intervención, señalando los problemas ambientales sobre los que se pretende actuar y describiendo de forma genérica el estado futuro deseado para la zona de actuación. Con toda la información recogida ya se conocerá el problema sobre el que se va actuar y se habrán definido adecuadamente la localización de la intervención, habiéndonos basado en estudios y otras herramientas de recogida de información. Tendremos claro que hay un problema sobre el que la acción voluntaria puede actuar para obtener resultados de conservación y participación. Custodia del territorio como herramienta de intervención Una estrategia eficaz para la conservación de los valores naturales, culturales y paisajísticos de una determinada zona basándose en la participación de la propia sociedad civil es la Custodia del Territorio. La razón de ser de la custodia del territorio es la existencia, en un lugar determinado, de una serie de valores naturales, culturales o paisajísticos que justifican que se dé un acuerdo de custodia. 3
Para ello, la persona (o entidad) propietaria del terreno a custodiar y una entidad que se encargará de velar por los valores ambientales del terreno (a la que llamaremos entidad de custodia ), han de llegar a un acuerdo. Este acuerdo de custodia es totalmente abierto, puede ser desde muy laxo a muy estricto, escrito o verbal, y los contenidos son totalmente libres siempre y cuando el objetivo sea el de preservar los valores ambientales, naturales y paisajísticos de dicho terreno, y el acuerdo en sí sea totalmente voluntario para ambas partes. Partiendo desde esta base existen acuerdos de custodia de muy diversa índole, que a su vez hacen de la Custodia del Territorio una herramienta muy versátil capaz de adaptarse a cada circunstancia particular. Otra característica de la Custodia del Territorio es que las entidades que actúan como Entidades de Custodia son entidades sin ánimo de lucro (ONGs, Grupos Ecologistas, Asociaciones de defensa del medio ambiente, Entidades Sociales, ) cuyo fin es la protección del medio ambiente, y que por lo general se apoyan en una base social de personas voluntarias para la realización de las acciones de conservación. Entre las funciones de las entidades de custodia estarían: Asesoramiento en la gestión y conservación del terreno, así como la actuación en el mismo mediante voluntariado. Búsqueda de acuerdos con instituciones públicas para obtener financiación. Seguimiento periódico de la gestión de los terrenos. Realización de acciones de sensibilización generales sobre los valores del terreno Así pues, la Custodia del Territorio es una oportunidad para todos/as: Para las Entidades de Custodia: Ya que proporciona un conjunto de mecanismos que facilita que los propietarios asuman la responsabilidad de gestionar y proteger el territorio, sus recursos y valores ambientales. Para un propietario/a: es una manera de obtener apoyo para conservar los valores y recursos de su finca de una manera compatible con su actividad. Para una entidad local: Como propietaria de terrenos puede llegar a acuerdos de custodia con Entidades de Custodia, fomentando esta herramienta de gestión basada en la participación, en la conservación y el uso sostenible de los recursos, complementaria con otros procesos encaminados a la sostenibilidad. Asimismo estará fomentando la implicación social en el cuidado de su territorio. 4
Para la población: es una vía para implicarse (integrándose en las Entidades de Custodia o participando voluntariamente en acciones determinadas) y ejercer la democracia participativa en la conservación de su patrimonio. Captación de las personas voluntarias Para la captación de las personas voluntarias deberemos diseñar un pequeño Plan de Difusión, para lo que tendremos que tener en cuenta aspectos como: Zona de difusión: la difusión puede dirigirse a las poblaciones de las zonas de actuación, o bien ser más general. Tipo de público que queremos implicar: niños, jóvenes, personas adultas, público general (el mensaje que queremos difundir deberá ser claro y adaptado al público destinatario) El mismo tejido asociativo de un municipio puede servir de multiplicador de la difusión, trasladando a sus miembros la información facilitada por la entidad organizadora, para lo cual puede ser interesante contactar con los servicios de cultura, juventud, etc. del propio Ayuntamiento, o que la difusión se haga desde alguna entidad reconocida por el mundo asociativo. Algunas recomendaciones generales sobre la difusión: - Es importante transmitir la importancia de la participación de la ciudadanía para la protección y conservación del medio ambiente. - Un mensaje claro, conciso y atractivo será mucho más efectivo que un mensaje muy largo. - Hay que dar una información clara sobre los requisitos para participar: si es necesario darse de alta o no, indicaciones sobre la ropa y calzado que hay que llevar, nivel de dificultad de la acción, etc. - Conviene cuidar la imagen de la organización manteniendo la coherencia entre los objetivos y el mensaje. 5
Una vez que los voluntarios/as acuden a la primera acción es importante dar de alta al voluntario en el fichero de la entidad, y asegurarse de que el seguro de responsabilidad civil y de accidente cubra a estas personas durante las actividades. Realización de las actuaciones En primer lugar, a la llegada de los voluntarios/as, y tras registrar a las personas asistentes en el formulario de la entidad, es necesario hacer una pequeña introducción o formación. Antes de comenzar con el trabajo todo el mundo debe tener claro al menos los siguientes apartados: - Quien organiza y en qué consiste el proyecto en el que va a participar - El problema ambiental que se pretende combatir/solucionar/prevenir - Características y metodología para el desarrollo correcto de la acción - Medidas y normas básicas de seguridad para desempeñar la actuación sin riesgos Hay que tener en cuenta que las actividades con voluntariado tienen un doble objetivo; por un lado se pretende acometer una tarea de mejora ambiental sobre el terreno y por otro se trata de realizar un trabajo de sensibilización hacia el propio voluntariado, mejorando su forma de relacionarse con el entorno. Por este motivo es importante hacer una pequeña introducción formativa sobre el problema ambiental que se va a trabajar y/o realizar alguna actuación de sensibilización complementaria. Para la ejecución de la actuación es importante una buena planificación y organización de las actuaciones y un dimensionamiento adecuado de la tarea. La tarea debe adaptarse al número de personas, y a las características de estas, de forma que sea acorde a la capacidad real del grupo sin marcarse tareas imposibles. Hay que tener en cuenta que las personas acuden de forma voluntaria, y uno de los objetivos de estas personas es el de pasar un rato agradable mientras realizan la actividad. 6
Se trata de que la jornada sea agradable y motive a las personas voluntarias a participar en próximas actuaciones. Si el voluntariado está compuesto por niños o personas jóvenes conviene equilibrar el trabajo físico con actividades lúdicas. La entidad organizadora deberá tener en cuenta también aspectos como el material a distribuir (debe ser adecuado y suficiente para todas las personas asistentes), la existencia de personas de referencia para los voluntarios durante toda la actuación, avituallamiento básico (algún alimento, bebida), etc. Asimismo deberá contar con botiquín, y prever la necesidad de avisar a los servicios de protección civil, policía municipal, etc. si la actividad se va a desarrollar en algún sitio con cierto peligro. Por último conviene cuidar los pequeños detalles de agradecimiento a las personas participantes (un pequeño aperitivo conjunto al finalizar, el agradecimiento expreso por parte de las personas organizadoras, etc.). Reconocimiento y fidelización del voluntariado El reconocimiento es fundamental para mantener el interés de las personas voluntarias y que el ciclo de gestión del voluntariado siga activo. Un reconocimiento adecuado sirve para retroalimentar al grupo, motivar y fidelizar a los voluntarios/as, y es una forma de mostrar a la sociedad la satisfacción de las personas participantes y que otras personas tomen ejemplo. En esta etapa es importante resaltar tanto los resultados de la acción realizada como los resultados o beneficios generados sobre la población del entorno o la sociedad en general. Los medios de comunicación, las páginas web (de la entidad organizadora, municipal, etc.) y las redes sociales son una excelente herramienta para la comunicación de los resultados a la sociedad. Las fotos de la acción, junto con un pequeño resumen de los resultados obtenidos 7
ayudan a visibilizar el proyecto y generan un mayor impacto que una sola nota de prensa (ya se sabe, vale más una imagen que mil palabras ). Asimismo una comunicación directa y cercana por parte de la entidad organizadora hacia la persona voluntaria siempre es buena idea. En este sentido se puede hacer llegar un correo electrónico a todas las personas participantes con los resultados obtenidos y agradeciendo su participación e implicación en la actividad, así como animando a su participación en futuras actividades. La publicación y envío de las fotos de la actuación a las personas participantes también es un detalle que suelen agradecer. Convocar a las personas voluntarias y conseguir que acudan una actuación puntual es relativamente fácil. El verdadero reto es conseguir un grupo de personas voluntarias satisfechas, que quieran repetir su participación en las acciones y que transmitan a otras personas ésta motivación mediante el boca a boca. 8