V. DISCUSIÓN En el presente trabajo de investigación se halló un 99.2% de TTM, de los cuales se encontró un 49.2% de casos con TTM severo. Esta prevalencia es mayor que los hallados por Valdivia (48) 89.4%, Nugent (28) 87.17%, Paredes (31) 86.5%, (33) 85.9% y otros que usaron también el índice de Hélkimo en una población de amplio rango etáreo y de ambos sexos. La alta prevalencia encontrada de los TTM se explicaría por la presencia frecuente de los ruidos en la ATM como signo común en la muestra tomada. La tendencia actual es no considerar a estos signos cuando se encuentran solos pero pueden ser indicativos de problemas de desarreglos internos cuando están asociados con dolor y limitación de la apertura bucal (30). En los casos que presentan TTM se encontró que el sexo femenino es el más afectado (100%), existiendo relación estadísticamente significativa (p=0.05), resultados similares a los encontrados por Valdivia (48), Westhin y col. (50), Pasco (34), Paredes (31,33) y Arroyo (3). El grupo etáreo con TTM con mayor frecuencia fue de 18 a 28años seguido por el grupo de 29 a 39 años Siendo similar a los resultados encontrados por Valdivia (48) y Paredes (31,33). No se encontró relación estadísticamente significativa (p>0.05) entre los TTM y la edad. El dolor muscular a la palpación es un síntoma frecuente en la muestra estudiada, teniendo una frecuencia del 90%. El sexo femenino fue el más afectado con una frecuencia de 69.4%. El grupo etáreo más afectado fue el de 18 a 28 años seguido por el grupo de 29 a 39 años. Resultados similares a los encontrados por
Pérez (35), Velásquez (49), Díaz J. (8), Domínguez y col., y Hagberg y col. (16). No hubo relación estadísticamente significativa entre el dolor muscular con la edad y el sexo respectivamente. A relacionar el dolor muscular con los TTM se halló una alta frecuencia del dolor muscular encontrándose en el 90.8% de los casos con TTM, encontrándose una relación estadísticamente significativa (p<0.05). Resultados que concuerdan con los reportados por Velásquez (49) 49%, Arroyo (3) 14.75% y Paredes (33) 33.17%. Se concluye que el dolor muscular es un síntoma importante en los pacientes con TTM así también lo mencionan Shore (41), Sarnat (38), Schiffman (39), Solberg (45), Ingervall (19), Grosfeld (15), Helm y Peterson (17), Gage (13), Díaz F. (6) y Machado y col. (22). Probablemente se encontró una alta frecuencia del dolor muscular a la palpación porque la mayoría de pacientes presentaban sensibilidad por lo menos en un músculo, el 25% de los pacientes con dolor muscular a la palpación presentaba compromiso de todos los músculos masticatorios, los mismos manifestaban sensación de rigidez y/o cansancio así como también dolor al movimiento mandibular. La función muscular normal puede ser interrumpida por diversas alteraciones, estas pueden tener su origen en factores locales y sistémicos. Los factores locales son las alteraciones que modifican de manera aguda los estímulos sensitivos o de propiocepción en las estructuras masticatorias así como los traumatismos de estructuras locales. Los traumatismos podrían deberse también al uso excesivo o
inusual de las estructuras masticatorias, una apertura excesiva de la boca puede dar lugar a una distensión de lo ligamentos y/o los músculos. Cualquier hecho que cause un estímulo de dolor profundo constante puede representar también un factor local que altere la función muscular (30). Uno de los factores sistémicos más frecuentes que puede causar alteración en los músculos es el estrés emocional el que se refleja en el estado de ansiedad del paciente. Se debe de tomar en cuenta que la reacción emocional y la respuesta psicofisiológica a los factores de estrés de los distintos pacientes pueden variar mucho. Entre otros factores sistémicos se encuentra la resistencia inmunológica y el equilibrio del sistema autónomo del paciente. Es probable que los factores constitucionales puedan verse influidos por la edad, sexo, la dieta y la predisposición genética (5,30). En la presente investigación se tomó en cuenta las interferencias oclusales y el nivel de ansiedad como dos factores importantes asociados al dolor muscular a la palpación. Se encontró una frecuencia de 13.4% de pacientes con dolor muscular que presentaban interferencias oclusales y ansiedad leve y 86.6% de pacientes con dolor muscular que presentaban interferencias oclusales y ansiedad moderadasevera. La alta frecuencia de niveles elevados de ansiedad podría deberse a las constantes situaciones estresantes que viven los pacientes y los familiares de los mismos en una institución hospitalaria. Estos resultados fueron similares a los encontrados por Díaz F. (7), Velásquez (49), Domínguez y col. (9), Hagberg y col. (16) y Paredes (33).
Esta relación no fué estadísticamente significativas (p>0.05). Podría deberse a que no se controlaron otros factores asociados y factores constitucionales. Así también Shore (41) y Sarnat (38) desde los años 60 describieron a las disarmonias oclusales y el estrés emocional como principales factores etiológicos de los TTM. Siqueira y col. (44) concluyeron que existen varios factores locales y sistémicos, los que pueden aumentar el riesgo para desencadenar o mantener el dolor muscular, conclusiones similares a la que llega Zielinski (51,52) al enunciar una vinculación de los factores psicológicos con el dolor muscular los que son parte de fenómeno complejo llamado fenómenos vivenciales. El dolor muscular tuvo una localización ligeramente predominante unilateral (lado derecho) esto podría deberse a que la mayoría de pacientes hacen mayor uso del lado derecho al masticar sus alimentos pudiendo también comprometer a los músculos cervicales asociados. Los músculos masticatorios más afectados fueron los maseteros 62.5% seguidos por los temporales 50%. Resultados similares a los obtenidos por Domínguez (9), Paredes (33) y Arroyo (3). Entre los músculos cervicales más afectados por la palpación manual se encuentran el esternocleidomastoideo, seguido por la porción posterior del digástrico, esto podría deberse a que el músculo esternocleidomastoideo es eminentemente postural participando en la estabilización de la cabeza y esto sería más evidente durante los movimientos de la mandíbula. Este músculo también puede estar afectado por las interferencias oclusales en lateralidad y en bruxismo
excéntrico (32). El vientre posterior del digástrico retruye la mandíbula y participa en la fase final de la apertura mandibular, podría estar afectado cuando las disarmonías oclusales se encuentran en las facetas retrusivas del mismo lado palpado (32). Estos resultados se asemejan a los obtenidos por Domínguez y col. (9) y como así mismo lo afirma Silva (42) en los últimos años.