GANADERÍA ENTRE LOS ÁRBOLES PARA RECUPERAR EQUILIBRIOS ECOLÓGICOS



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ISSN 1409-214X #245 Julio 2014 GANADERÍA ENTRE LOS ÁRBOLES PARA RECUPERAR EQUILIBRIOS ECOLÓGICOS Editorial Ganadería entre los árboles para recuperar equilibrios ecológicos Ricardo Russo y Raúl Botero Ganadería de sombra: mito o realidad? Ismael Hernández y Liana Babbar Ganadería de sombra en Costa Rica José M. Cárdenas Ganadería de sombra en Costa Rica: beneficios, obstáculos y realidad actual Alfonso Barrantes Fijación de carbono mediante manejo de bosques y plantaciones forestales en Costa Rica Mauricio Álvarez Sigue la guerra del agua en Guanacaste

GANADERÍA ENTRE LOS ÁRBOLES PARA RECUPERAR EQUILIBRIOS ECOLÓGICOS Director y editor: Eduardo Mora Consejo editor: Manuel Argüello, Wilberth Jiménez, Sergio Molina, Luis Poveda Asistencia y administración: Rebeca Bolaños Diseño, diagramación e impresión: Programa de Publicaciones, UNA Fotografía de portada: José Vargas. Hacienda La Montaña. Guanacaste, Costa Rica Teléfono: 2277-3688. Fax: 2277-3289 Apartado postal: 86-3000, Costa Rica Correo electrónico: ambientico@una.cr Sitio web: www.ambientico.una.ac.cr Ambientico, revista mensual sobre la actualidad ambiental costarricense, nació en 1992 como revista impresa, pero desde hace varios años también es accesible en internet. Si bien cada volumen tiene un tema central, sobre el que escriben especialistas invitados, en todos ellos se trata también otros temas. Ambientico se especializa en la publicación de análisis de la problemática ambiental costarricense -y de propuestas sobre cómo enfrentarla- sustentados en información primaria y secundaria, aunque asimismo se le da cabida a ejercicios meramente especulativos. Algunos abordajes de temas que trascienden la realidad costarricense también tienen lugar.

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Editorial Pp. 2-3 Sumario Editorial Ganadería entre los árboles para recuperar equilibrios ecológicos Ricardo Russo y Raúl Botero Ganadería de sombra: mito o realidad? Ismael Hernández y Liana Babbar Ganadería de sombra en Costa Rica José M. Cárdenas Ganadería de sombra en Costa Rica: beneficios, obstáculos y realidad actual Alfonso Barrantes Fijación de carbono mediante manejo de bosques y plantaciones forestales en Costa Rica Mauricio Álvarez Sigue la guerra del agua en Guanacaste Normas mínimas para la presentación de artículos a Ambientico 2 4 9 16 21 27 31 Ganadería entre los árboles para recuperar equilibrios ecológicos Dado que el 30 % de la superficie terrestre del mundo está ocupada por ganadería y actividades paraganaderas, como los cultivos forrajeros, mucha responsabilidad ha de tener ella en la crisis ambiental que padecemos. Bien documentados científicamente están sus altos aportes a la degradación de los suelos y el agua, como también su impacto destructor en bosques y biodiversidad: la ganadería es el principal factor de desforestación. Asimismo, está comprobada su enorme contribución a la contaminación del aire y al calentamiento global, por culpa de sus cuantiosas emisiones de gases de efecto invernadero, mayores incluso que las de los medios de transporte en todo el planeta. La actitud social relativamente pasiva ante los perjuicios ambientales de la ganadería solo es comprensible a la luz de los obvios beneficios que ella proporciona: empleo e ingresos, dinamización de muchos otros sectores de la economía y, por supuesto, rico aporte proteínico a la alimentación, crecientemente aprovechado por la gente conforme aumenta su capacidad adquisitiva. La ganadería intensiva, despiadada con los animales, concentra sus daños ambientales en espacios relativamente pequeños y es insostenible, pues depende de insumos ambientalmente costosos traídos a altos precios desde lejos. La ganadería extensiva difumina los impactos ambientales en grandes extensiones de territorio. Y la ganadería extensiva que cuenta con numerosos árboles y arbustos en los pastizales, dando sombra y alimento a los animales, llega a ser ambientalmente sostenible: revierte el proceso de degradación de la tierra; permite mayor infiltración del agua de lluvia en el suelo impidiendo la escorrentía superficial, favoreciendo así la recarga de acuíferos y aumentando el caudal de los cursos de agua; mantiene buena parte de la biodiversidad del bosque original gracias a la pervivencia deliberada de árboles y arbustos, y contrarresta el cambio climático mediante la fijación de carbono. Y, aparte de los beneficios anteriores, al reducir o anular con la sombra el José Vargas. Hacienda La Montaña, Costa Rica. estrés calórico que padecen los animales, la ganadería con sombra permite que estos se desarrollen más plenamente y engorden, aumentando la calidad de su carne y leche. Asimismo, la sombra mejora el suelo, acreciendo la calidad del pasto. Y los árboles y arbustos bien escogidos mejoran también la alimentación de los animales. Por añadidura, arbustos y árboles brindan beneficios adicionales: leña, madera, frutos, etcétera. La ganadería en sombra o silvopastoreo- parece ser parte de la solución a muchos problemas ambientales que Costa Rica y el mundo padecen. 2 Editorial 3

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Artículo 1 Pp. 4-8 Volver al índice Profesor e investigador en la Universidad de Costa Rica (ricardo. russo@ucr.ac.cr). Profesor en la Universidad Earth (rbotero@earth.ac.cr). Ganadería de sombra: mito o realidad? Ricardo Russo y Raúl Botero En el pasado, se pensaba que los árboles y la ganadería eran incompatibles en un mismo sitio. En la actualidad, este concepto se ha ido modificando y la realidad es que el ganado y los árboles pueden coexistir en los denominados sistemas silvopastoriles (Russo, 1994, 1996). La presencia de árboles en los potreros contribuye con el mantenimiento del reciclaje de nutrientes, regula los beneficios de la radiación solar, ayuda a mantener las condiciones estructurales del suelo, favorece el crecimiento y la calidad nutritiva de los pastos, reduce los costos de alimentación y mantenimiento de los potreros, suministra sombra para el ganado y, además, proporciona productos múltiples: leña, madera, frutos, forraje, medicinas naturales y otros (Botero y Russo, 2000). Todo ello sin mencionar el aporte fundamental de los servicios ambientales o ecosistémicos, como la fijación de carbono atmosférico y la generación de ingresos adicionales (Montagnini et al., 2013). En este marco se genera esta nota de extensión como un aporte más a los esfuerzos, en marcha en el país, por promover una estrategia nacional de ganadería baja en carbono. Si bien el componente arbóreo o leñoso es uno de los criterios fundamentales para definir un sistema silvopastoril, este se define como un agroecosistema con tres componentes principales: el leñoso (incluyendo árboles, arbustos y palmas, entre otros), el pastoril (fundamentalmente forrajero, constituido por pasturas naturales o mejoradas de gramíneas, algunas veces asociadas con Fabaceae leguminosas-) y el pecuario (ganado vacuno, bufalino, ovino, caprino, equino o porcino, entre otros). Componentes a los que hay que adicionar otros como suelo, clima, pendiente del terreno, insumos y manejo del ganado, la pastura y los árboles. Entre los principales beneficios de los árboles en los sistemas de producción pecuaria se puede enumerar (Russo y Botero, 1996, 1999): 1. El aporte de materia orgánica al suelo en forma de hojas, flores, frutos, ramas y raíces muertas que se desprenden periódicamente. 2. La absorción de nutrientes y agua en horizontes más profundos del suelo, que, al depositarlos en la superficie, los hacen disponibles para los pastos. 3. La fijación de nitrógeno en el caso de Fabaceae arbóreas o arbustivas e inmovilización de carbono en todas las especies maderables. 4. Un microclima favorable para los animales: sombra y disminución de la temperatura (la magnitud del sombreado depende de la cantidad de árboles por hectárea, tamaño de las copas y frondosidad). La reducción de la temperatura ambiental modifica el balance térmico del animal, que se traduce en mayor consumo y mayor productividad animal. 5. Protección contra vientos y climas adversos al ganado. 6. Diversificación del sistema, porque, además de la producción animal y el aprovechamiento leñoso-maderable, brindan frutos o nueces, proveen hábitat para la vida silvestre y mejoran la estética del paisaje. Las principales interacciones entre componentes pueden agruparse en: Interacción suelo-pastizal: El suelo brinda al pastizal el soporte y los nutrientes necesarios para su desarrollo y logro de su objetivo productivo. A. Baltodano. Pastizales arbolados en Cartago, Costa Rica. 4 Ganadería de sombra: mito o realidad? 5

El pastizal brinda al suelo la cobertura que lo protege de la erosión causada por la lluvia y el viento y del exceso de insolación, además del aporte de nutrientes y materia orgánica. La cobertura del pastizal favorece la tasa de infiltración y disminuye la producción de sedimentos. Interacción ganado-pasto: El pasto brinda al ganado el alimento que necesita, en cantidad adecuada y fácilmente obtenible. El ganado cosecha periódicamente la biomasa del pastizal durante el pastoreo, lo que favorece el rebrote, el macollaje y el desarrollo del pasto cuando no es excesiva y ya se almacenaron en las raíces y partes bajas del vástago las reservas necesarias para un inicio vigoroso del rebrote (Pinheiro, 2004). Interacción ganado-suelo: El suelo brinda al ganado, a través de las forrajeras, los nutrientes necesarios para su desarrollo y logro del objetivo productivo. El ganado fertiliza el suelo a través de las excretas (boñiga y orina), favoreciendo la microbiota y la transformación de los restos vegetales. El pisoteo del ganado tiene efecto sobre las propiedades físicas y la velocidad de infiltración del suelo, porque causa compactación superficial (Denoia et al., 2000). Por otra parte, los árboles no solo tienen ventajas sino que pueden presentar algunas amenazas: Los árboles pueden competir con la pastura por agua, nutrientes, luz y espacio y el efecto será mayor en la medida que los requerimientos sean similares. La sombra excesiva afecta el crecimiento y la productividad de la pastura (la copa de los árboles no deberá retener más del 50 % de la radiación solar, por lo que las líneas de árboles debieran establecerse en dirección cardinal al recorrido del sol. Si la carga animal es alta o los árboles están en grupos, debajo de los cuales los animales se concentren en busca de sombra, la compactación de los suelos puede afectar el crecimiento de los árboles y el pisoteo puede afectar la cobertura herbácea y dar origen a focos de erosión. A. Baltodano. Sistema silvopastoril con cortina rompevientos de Cupressus lusitánica (ciprés) en Cartago, Costa Rica. Rolando Camacho. Pastoreo en plantación forestal de Araucaria hunsteinii (Klinki), San Carlos, Costa Rica Algunas de las modalidades de presencia de sombra en ganadería son: Árboles dispersos en los potreros. Plantación perimetral de árboles maderables en los potreros. Bancos forrajeros arbustivos para corta. Cercas vivas perimetrales y subdivisorias de potreros. Pastoreo de plantaciones forestales. Cortinas rompevientos perimetrales. Grupos de árboles de sombra para el ganado. Silvopasturas en callejones (árboles en hileras simples o múltiples a distancias que permitan la entrada de luz necesaria para el crecimiento del pasto). Sistemas silvopastoriles intensivos con alta densidad de arbustivas forrajeras y pastoreo directo. El uso de cortinas rompevientos o resguardos vivos para proteger al ganado puede reducir la velocidad del viento hasta un 70 %, lo que ayuda a reducir el estrés en los animales. Durante los meses de verano, la sombra también puede reducir el estrés causado por las altas temperaturas. La diversificación de los sistemas de árboles y forrajes favorece la vida silvestre, dado que muchas aves y fauna silvestre son atraídas por el alimento y el hábitat que ofrecen los árboles y arbustos. Un área reforestada que incluya forrajes es regularmente más atractiva para la vida silvestre que un área solamente con árboles. En caso de que el forraje arbóreo no sea utilizado por el ganado, puede ser cosechado y ensilado o conservado como heno para ser utilizado en el verano o en épocas de crisis. El uso simultáneo del terreno para producir árboles y forrajes puede ofrecer beneficios adicionales. Mediante la selección y plantación de las especies arbóreas y arbustivas apropiadas, el espacio entre hileras de árboles puede proveer ingresos adicionales a los que se producen con ganado solamente. Con manejo adecuado que asegure la cantidad adecuada de radiación solar para el forraje, un predio sembrado con pasto y con árboles puede producir ganancias significativas de carne y productos maderables. En pastizales, naturales o mejorados, se puede utilizar especies de pastos tolerantes a la sombra y mantener un sistema de pastoreo planificado, para que se mantenga la pastura, la vida silvestre y los árboles. Una actividad que podría reducir los costos del establecimiento de las 6 Ricardo Russo y Raúl Botero Ganadería de sombra: mito o realidad? 7

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Artículo 2 Pp. 9-15 pasturas es, en la fase inicial, el asocio del pasto con un cultivo que sea económico, rentable y fisiológicamente adaptado al sistema de asocio. La literatura muestra experiencias de asociación de pastos con especies cuya cosecha disminuye los costos de establecimiento de la pastura, sin causarle mayores impactos negativos en su fase inicial de establecimiento (Pérez et al., 1993). El establecimiento de pasturas con cultivos intercalados, es una manera eficiente para aprovechar mejor la radiación solar y cubrir el suelo, alcanzando un mayor uso de sus nutrimentos (Pérez, 1990). En el momento actual, en el que diversos sectores (productivo pecuario, académico, gubernamental) están impulsando el desarrollo de una estrategia de desarrollo ganadero bajo en carbono, la ganadería con sombra se presenta como una oportunidad de reducir emisiones de gases con efecto invernadero por el efecto compensatorio de la captura de dióxido de carbono atmosférico que realizan los árboles. Pero debe tenerse claro que en este tipo de ganadería la producción pecuaria depende de muchas variables, destacándose entre ellas la ubicación de la finca, las pasturas existentes, los suelos que soporten esos pastos, el manejo que se les dé, la carga animal, el tamaño de los potreros, la rotación de potreros y la densidad de los árboles de sombra. Por todo esto, consideramos que la ganadería de sombra (sistemas silvopastoriles) es una realidad con valor agregado. Referencias Botero, R., Russo, R. (2000). Utilización de árboles y arbustos fijadores de nitrógeno en sistemas sostenibles de producción animal en suelos ácidos tropicales. En Conferencia electrónica de la FAO sobre Agroforestería para la producción animal en Latinoamérica. Disponible en: http://www. fao.org/waicent/faoinfo/agricult/aga/ AGAP/FRG/AGROFOR1/Agrofor1.htm Denoia, J., Sosa, O., Zerpa, G. y Martín, B. (2000). Efecto del pisoteo animal sobre la velocidad de infiltración y sobre otras propiedades físicas del suelo. Pastos 30, 129-141. Montagnini, F., Ibrahim, M. y Murgueitio, E. (2013). Silvopastoral systems and climate change mitigation in Latin America. Bois et Forêts des Tropiques 316, 3-16. Pinheiro, L. C. (2004). Pastoreo Racional Voisin: Tecnología Agropecuaria para el Tercer Milenio. Buenos Aires: Hemisferio Sur. 336 p. Russo, R. O. (1994). Sistemas agrosilvopastoriles en el contexto de una agricultura sostenible. Agroforestería en las Américas 1, 10-13. Russo, R. O. (1996). Agrosilvopastoral Systems: A Practical Approach Toward Sustainable Agriculture. Journal of Sustainable Agriculture7, 5-17. Russo, R. O. y Botero, R. (1996). Nitrogen Fixing Trees and Shrubs for Animal Production on Acid Soils. In Nitrogen Fixing Trees for Acid Soils: A Field Manual. Edited by Mark Powell. Chapter 4. Nitrogen Fixing Tree Association. pp. 31-39. Russo, R. O. y Botero, R. (1999). El Componente Arbóreo como Recurso Forrajero en los Sistemas Silvopastoriles. Memorias V Seminario Manejo y Utilización de Pastos y Forrajes en Sistemas de Producción Animal. Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales, Barinas, Venezuela. 20-22 de marzo de 1999. Reproducido en 2005 en Sitio Argentino de Producción Animal. Manejo Silvopastoral. 9 p. Disponible en: http://www. produccion-animal.com.ar/produccion_y_manejo_pasturas/ manejo%20silvopastoril/ 42-componente_arboreo.pdf Volver al índice Ingeniero agrónomo especialista en sistemas de producción agrícola sostenible. Director de Organix S. A. (ismaher@racsa.co.cr). Especialista en recursos naturales. Directora General para Costa Rica de la Organización para Estudios Tropicales (liana.babbar@ots.cr). Ganadería de sombra en Costa Rica Ismael Hernández y Liana Babbar Con la colonización se inició el proceso de deforestación en las regiones tropicales de Latinoamérica y el Caribe. En la segunda mitad del siglo XX, este proceso se aceleró significativamente en Costa Rica, donde más de la mitad de los bosques naturales fueron sustituidos por pastos para la producción ganadera. Sin embargo, la mayoría de los sistemas ganaderos intensivos y semi-intensivos solo pueden mantenerse a través de costos de producción cada vez mayores por concepto de alimentos, otros insumos y mano de obra. Por ejemplo, el 51 % del costo de producción de leche en Costa Rica corresponde a alimentos importados (González, 2013). Con respecto al daño ambiental resultante de la producción ganadera tradicional -por ejemplo, pérdida de biodiversidad y suelos, y contaminación-, las cifras son inquietantes, siendo de hecho la producción animal una de las actividades más cuestionadas por sus contribuciones al calentamiento global y al cambio climático. Además, el alimento animal, así como la producción de biocombustibles con base en granos, constituyen un problema ético por los 8 Ricardo Russo y Raúl Botero 9

recursos que le restan a la alimentación humana y por el aumento de los impactos ambientales negativos. Otros aspectos que limitan la producción ganadera en el país son el uso de gramíneas tropicales, con bajo contenido de nutrientes y alto contenido de fibras, que inhibe la respuesta animal; así como la existencia de períodos regulares de época seca, durante la cual se limita el crecimiento de los pastos con severas consecuencias para los animales. Durante las últimas tres décadas ha habido un exitoso movimiento para mejorar la producción animal y la alimentación del ganado en los trópicos. El objetivo primordial ha sido la reconversión de las fincas ganaderas sembradas principalmente de pastos en sistemas agroforestales. En estos, también llamados silvopastoriles o ganadería de sombra, se integran árboles dentro de las pasturas, ya sea para sombra, alimentación animal u otros propósitos. Los beneficios de esta asociación son innegables, pues mejoran la producción y el ambiente y son fijadores o sumideros de carbono (C). De este modo, los sistemas silvopastoriles se visualizan como una opción más en la mitigación y adaptación al cambio climático de la agricultura. Paralelamente, la introducción de árboles y arbustos ha permitido mejorar la dieta de los animales, al sustituir parcial o totalmente los pastos y concentrados por follajes altamente nutritivos. Esto es particularmente notorio con los rumiantes menores, con los que se han registrado muchos éxitos. Actualmente, hay varias iniciativas en la región que podrían cambiar el curso de la producción pecuaria. Existen también tecnologías productivas que pueden potenciar los sistemas silvopastoriles y fortalecer el concepto de integración en las fincas. Algunas son tradicionales, como los biodigestores. Otras, como la de utilización de compost, la de lombricultura, la de microorganismos eficientes, la de hongos micorrizóginos y de fermentos anaeróbicos, están demostrando su potencial para la producción animal sostenible. Esta reconversión hacia sistemas silvopastoriles ha sido mayormente un movimiento dirigido por el sector privado y organizaciones no gubernamentales, con un decisivo empuje inicial de la investigación y las instituciones académicas. En el caso de Cuba, los centros de investigación y extensión son impulsados por el Gobierno. Sin embargo, al igual que otros movimientos agrícolas relativamente recientes -como la agricultura orgánica o agroecológica y la intensificación de algunos cultivos-, la mayoría de las instituciones académicas permanecen escépticas y algo indignadas por el hecho de que estos rápidos cambios se den sin la estricta validación científica (Hernández y Sánchez, 2014). Las leñosas perennes integradas en las fincas tienen una interacción significativa con los componentes suelo, pasto y/o animal y, por lo tanto, se manejan holísticamente (Hernández y Babbar, 2001). Las leñosas pueden establecerse en las fincas de muchas formas: como un bloque compacto de árboles, sembradas en hileras o dispersas entre el pasto, o utilizados como cercas vivas o rompe vientos (cuadro 1). Estos árboles pueden tener múltiples usos y proporcionar un rango de beneficios ambientales y socio-económicos a los productores: a) Calidad del suelo y del pasto: Mejoran la productividad adicionando materia orgánica y reduciendo las pérdidas de fertilidad y erosión del suelo. b) Riesgo de producción: Reducen el riesgo de producción a través de la diversificación del sistema, pues en la misma área se puede producir animales, frutos, madera, leña, medicinas, fibras, etc. c) Estrés climático: Bajo los árboles se reduce la temperatura en 2-3 ºC, lo que mejora el confort de los animales e influye en su comportamiento, productividad, reproducción y tasa de supervivencia. d) Conservación de la biodiversidad: Es evidente el aumento y conservación de la biodiversidad. Los árboles ofrecen alimento y refugio a muchas especies de plantas y animales, desde mamíferos y aves hasta artrópodos, hongos y bacterias. e) Fijación de C: Los árboles tienen potencial para capturar y fijar C de la Cuadro 1. Algunas especies de plantas arbóreas utilizadas en sistemas silvopastoriles. Corte y acarreo Pastoreo/ ramoneo Cercos vivos/setos Árboles dispersos Albizia saman Enterolobium cyclocarpum Leucaena leucocepahla Gliricidia sepium Moringa oleífera Morus alba Prosopis juliflora Tithonia diversifolia Trichantera gigantea 10 Ismael Hernández y Liana Babbar Ganadería de sombra en Costa Rica 11

atmósfera. Un sistema silvopastoril en el trópico húmedo puede fijar de 150 a 198 toneladas de C por hectárea en un lapso de 50 años. En este contexto, Fonafifo (Fondo Nacional de Financiamiento Forestal) y otras instituciones han desarrollado iniciativas para el pago por servicios ambientales como un mecanismo financiero para fomentar cambios de usos de la tierra hacia una mayor productividad y conservación en fincas ganaderas. f) Continuidad cultural: Los sistemas silvopastoriles son parte de la práctica tradicional en el trópico de combinar árboles y cultivos. Ejemplos conocidos son las plantaciones de café y cacao bajo sombra. g) Alimento animal: En Centroamérica, la alimentación de animales como cabras, ovejas, conejos y otros es una tradición. Sin embargo, es solo desde principios de la década del 80 que se realiza el estudio sistemático de la calidad nutritiva, de su manejo agronómico y de su capacidad para intensificar los sistemas de producción animal. América tropical es privilegiada en cuanto a la diversidad de árboles y arbustos nativos con potencial como alimento animal. El follaje, los frutos e incluso la corteza de los árboles son parte importante de A. Baltodano. Pastoreo, Cartago, Costa Rica. la dieta animal en hábitats naturales. En general, esta biomasa es rica en proteínas, vitaminas y muchos minerales. La energía disponible es similar a la de las gramíneas tropicales, aunque a veces son difíciles de digerir debido a la presencia de compuestos como taninos y alcaloides. Por otra parte, los pastos nativos son notablemente escasos en América Central y el Caribe, y en todas las zonas de vida la vegetación dominante es arbórea. Los pastos fueron introducidos por los colonizadores junto con tecnologías de cría de ganado apropiadas para las regiones templadas (Benavides, 1994). En los últimos años, diferentes instituciones han estado investigando la producción alternativa de ganado con árboles forrajeros. En Cuba, Colombia y México se han sembrado miles de hectáreas para producción ganadera que incluyen diversos forrajes leñosos en sistemas de corte y acarreo y de pastoreo/ramoneo. Los árboles utilizados más comúnmente son leucaena (Leucaena leucocephala), morera (Morus alba) y moringa (Moringa oleífera). Actualmente, existe mucha información sobre las características nutricionales y agronómicas de muchas especies leñosas empleadas como forraje en sistemas silvopastoriles (cuadro 2). Para animales en pastoreo, los avances han sido mucho más lentos, pero hay buenos ejemplos en Cuba, México y Colombia: con pasturas en asociación -principalmente- con leucaena y leguminosas rastreras. Los datos indican que el ganado vacuno puede aumentar su peso por día (700-900 g/día) cuando se alimenta con árboles de leucaena asociados al pasto, en comparación con las gramíneas solas. También han alcanzado valores de producción de leche de 17.026 l/ha/año, que se asemejan a los obtenidos en los sistemas productivos de países templados (Molina, Molina, Molina, Molina y Navas, 2001). Otro beneficio evidente es que los árboles mantienen su follaje verde durante el largo periodo de sequía, cuando el pasto se seca. Cuadro 2. Proteína cruda (PC) y digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS) de follaje comestible (o legumbres) de especies forrajeras seleccionadas. ESPECIES PC (%) DIVMS (%) Árboles y arbustos forrajeros no-leguminosos Moringa oleífera 23 71 Morus alba 23 79 Tithonia diversifolia 22 69 Trichantera gigantea 12 52 Árboles y arbustos leguminosos Albizia saman (legumbres) 16 70 Enterolobium cyclocarpum (legumbres) 13 71 Leucaena leucocepahla 25 52 Gliricidia sepium 24 59 Prosopis juliflora (legumbres) 12 75 12 Ismael Hernández y Liana Babbar Ganadería de sombra en Costa Rica 13

Costa Rica ha sido líder en sistemas de corte y acarreo de forrajes arbustivos plantados en altas densidades (bancos de forraje) en sistemas estabulados y semi-estabulados. Estos son el resultado de investigaciones realizadas en el Catie en las décadas de los 80 y 90. Luego, se dio su introducción en Cuba, Panamá y otros países. La principal especie utilizada fue la morera, uno de los mejores alimentos en términos de calidad y productividad, así como buenas características agronómicas. Los desechos orgánicos de la finca, a su vez, pueden servir como fertilizante de estas plantaciones. Otra planta a la que se le está prestando especial atención es la moringa. La morera y la moringa pueden producir más de 25 t de biomasa comestible/ha/año. La mayoría de las gramíneas de los trópicos raramente exceden las 20 t/ha/año. Recientes investigaciones han demostrado que cabras, vacas y carneros alimentados con estas plantas como fuente de proteína, y gramíneas y tubérculos como fuente de energía y fibra, pueden tener las mismas producciones que los animales alimentados con suplementos concentrados basados en granos importados. Estas especies tienen el potencial de utilizarse para la producción de pellets A. Baltodano. Pastoreo, Cartago, Costa Rica. u otras formas de alimento animal y, en el futuro, revolucionar la producción animal en el mundo. Algunas de ellas, como la morera y la moringa, podrían sustituir en gran medida la utilización de cereales en los concentrados comerciales para la alimentación animal. Para lograr esto se ha trabajado, a nivel de investigación y de fincas, en la mecanización agrícola e industrial de estas plantas. En los sistemas silvopastoriles, aunque prometedores, se necesita generar más información sobre el manejo apropiado de los árboles para maximizar la producción de biomasa y minimizar la competencia con las gramíneas por recursos como luz, agua y nutrientes; y también se requiere tener más información sobre cuánto y con qué frecuencia podar. Tanto a nivel de finca como de región, sería importante cuantificar los beneficios económicos y ambientales que pudieran proporcionar los árboles. La producción animal en el trópico americano puede ser sostenible, suficiente José Vargas. Hacienda La Montaña, Costa Rica. para suplir las demandas presentes y futuras, y realizarse con costos más bajos. Todos los factores confluyen: tecnologías y especies animales y forrajeras apropiadas, y demanda de mercado. Las tecnologías sostenibles se pueden aplicar a todos los tamaños de finca, aunque la intensificación y niveles de mecanización dependen, desde luego, de los recursos disponibles. Sin embargo, para aprovechar esta oportunidad es necesario que los sectores involucrados comprendan cuáles factores permiten mantener la sostenibilidad, la rentabilidad y la producción competitiva. La utilización de la ganadería de sombra o sistemas silvopastoriles se puede convertir en una excelente vía para paliar las afectaciones del cambio climático y contribuir a la meta-país de convertirse en carbono neutral. El futuro de la producción animal requiere una comprensión profunda de las interacciones entre animales, plantas y microbios. Sin embargo, se requiere más educación, investigación y extensión si hemos de cubrir las crecientes demandas de productos de origen animal al igual que las siempre cambiantes condiciones de los ambientes biológicos y comerciales. La inversión pública y privada es la única forma de fomentar la innovación en el sector. Referencias Benavides, J. E. (1994). Árboles y arbustos forrajeros en América Central. Serie Técnica, Informe Técnico 236. Costa Rica: Catie. 721 p. González, J. M. (2013). Situación Actual y Perspectivas del Sector Lácteo Costarricense Visión de la Cámara Nacional de Productores de Leche. Congreso Nacional Lechero, Costa Rica. Disponible en: http://www.proleche.coºm/recursos/documentos/ congreso2013 Hernández, I. y Babbar, L. (2001). Sistemas de producción animal intensivos y el cuidado del ambiente: Situación actual y perspectivas. 2001. Pastos y Forrajes 24:281-290. Hernández, I. y Sánchez, M. (2014 en prensa-). Small ruminant production with high quality forages in the Caribbean. 2014. República Dominicana: Interamerican Institute of Cooperation in Agriculture (Iica). 115 p. Molina, C. H., Molina, C. H., Molina, E. J., Molina, J. P. & Navas, A. (2001). Advances in the implementation of high tree density sylvopastoral systems. En: International Symposium of Sylvopastoral Systems and Second Congress on Agroforestry and Livestock Production in Latin America. San José: Catie. 299 p. 14 Ismael Hernández y Liana Babbar Ganadería de sombra en Costa Rica 15

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Artículo 3 Pp. 16-20 Volver al índice Ingeniero agrónomo especialista en ganadería sostenible, agroforestería y desarrollo rural. Investigador en el proyecto Cascada, de Conservación Internacional y Catie (jcardenas@catie.ac.cr). Ganadería de sombra en Costa Rica: beneficios, obstáculos y realidad actual José M. Cárdenas En el mundo, la ganadería es el medio de vida de, aproximadamente, mil millones de personas (Fao, 2009). En Costa Rica, la última encuesta ganadera reportó 45.780 fincas, distribuidas en todas las regiones. Los mayores porcentajes de fincas se encuentran en las regiones Huetar Norte (26,3 %), Central (20,8 %), Brunca (16,2 %) y Chorotega (15,8 %) (Corfoga, 2012). Se estima que gran parte de las fincas del país cuentan con árboles que brindan condiciones de sombra a los animales. Estos árboles pueden encontrarse en distintos arreglos: dispersos en el potrero, como cercas vivas y en fragmentos de bosque (Souza et al., 2000). La presencia de árboles en asocio con pasturas y animales es conocido como sistema silvopastoril, que permite obtener beneficios ambientales, económicos y sociales (Pezo e Ibrahim, 1999; Villanueva et al., 2009). La presencia de árboles dispersos contribuye a secuestrar entre 114 y 143 toneladas de carbono por hectárea (t C ha -1 ) en comparación con pasturas degradadas (Ibrahim et al., 2007)-. Por otro lado, en zonas con altas temperatura y humedad, los árboles en cercas vivas contribuyen a un aumento de 3 kg/vaca/día -en comparación con pasturas a pleno sol (Argeñal, 2011)-. Además, la sombra por árboles es considerada como la alternativa más rentable y eficiente para la reducción del estrés calórico ante el cambio climático, alcanzando una reducción de casi 3 º Celsius (Pezo e Ibrahim, 1999; García, 2010; García e Ibrahim, 2013). La adopción de árboles en la ganadería contribuye a obtener una serie de beneficios según el objetivo del productor: leña, madera, frutos, sombra, alimento para los animales, barreras rompe vientos, reciclaje de nutrientes, conectividad y refugio para animales silvestres. Y, ante la meta nacional de alcanzar la carbono neutralidad, se reconoce la importancia de los sistemas silvopastoriles como sumideros de gases de efecto invernadero en el sector ganadero. Un estudio realizado por Cárdenas et al. (2014) en la península de Nicoya evidenció la importancia del capital natural para la obtención de la carbono neutralidad en fincas ganaderas de carne y doble propósito sometidas a pagos por servicios ambientales. De los usos de suelo que se encontraron en las fincas, las áreas de bosque secundario, plantaciones forestales y árboles dispersos fueron los que contribuyeron a la remoción de emisiones de dióxido de carbono equivalente. En este contexto, la adopción y fomento de sistemas silvopastoriles en el sector ganadero nacional ha cobrado relevancia como elemento clave para la estrategia nacional de cambio climático en aspectos de mitigación y adaptación. En mitigación, el país ha implementado la estrategia NAMA Ganadería (Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas), que responde al marco de políticas para un sector agroalimentario bajo en emisiones. Sin embargo, es necesario fortalecer los programas de extensión y las políticas e incentivos que permitan la adopción de sistemas silvopastoriles (Ibrahim, 2013) para favorecer una ganadería de sombra en el país. Los ganaderos del país acostumbran mantener grandes árboles bajo los que los animales descansan de la fuerte radiación solar. En algunas regiones del país se les conoce como sesteaderos (lugares donde hace siesta el ganado). Por lo general, los árboles destinados a este objetivo tienen gran diámetro de copa y un alto porcentaje de oclusión. Esto proyecta una gran área de sombra que brinda confort térmico (reducción de la temperatura). Estudios realizados en la región del Pacífico Central encontraron que los árboles que para ese fin comúnmente prefieren los productores son Guazuma ulmifolia (guácimo), Cordia alliodora (laurel), Byrsonima crassifolia (nance), Tabebuia ochracea (cortez amarillo), Pachira quinata (pochote), Bursera simaruba (indio desnudo), Samanea saman (cenízaro o jenízaro), Cedrela odorata (cedro) y Enterolobium ciclocarpum (guanacaste) (Esquivel et al., 2007; Scheelje et al. 2011). Muchos de estos árboles son forrajeros y 16 Ganadería de sombra en Costa Rica: beneficios, obstáculos y realidad actual 17

maderables, lo que favorece su presencia en potreros. Se considera que una cobertura de árboles de un 27 % en potreros no ocasiona efectos negativos en la producción animal (Holman y Estrada, 1997; Costa et al., 1999). Distintas distribuciones pueden ser adoptadas: al azar, en agrupamientos o bajo un marco de plantación establecido. Las dos formas más comunes de establecimiento corresponden a la regeneración natural de especies de intéres para el productor y a la plantación de árboles. Sin embargo, existen barreras que en algunos casos imposibilitan el desarrollo de la ganadería de sombra a través del uso de sistemas silvopastoriles. En efecto, hay acciones para arbolar potreros que, en la mayoría de los casos, los ganaderos no quieren realizar; por ejemplo: producción u obtención de plántulas en viveros, construcción de cercas de protección para los árboles en el potrero, retiro de los animales para no ocasionar daños, manejo adecuado de las labores de limpieza de arvenses. Y es que estas acciones imposibilitan temporalmente al ganadero el uso total del área de pasturas, además de representarle altos gastos en mano de obra (Viana et al., 2001). En Henry Ruiz. Árboles frutales dispersos en potrero. el cantón de Esparza (Costa Rica), Scheelje et al. (2011) encontraron 42 especies maderables en potreros activos de fincas ganaderas. Sobresalió que, mediante el manejo selectivo y dirigido de la regeneración natural de árboles dispersos, es posible promover el establecimiento de sistemas silvopastoriles. Por otro lado, entre los ganaderos nacionales es pobre la cultura de aprovechamiento forestal a través de la regeneración de árboles dispersos en potrero, de cercas vivas y de árboles plantados; además de que ese aprovechamiento es dificultado por cierta legislación forestal costarricense (Scheelje, 2009). Sin embargo, hay políticas estatales, como la de pago por servicios ambientales, que dan incentivos a los dueños privados de bosque para conservarlo. Para el sector ganadero resulta necesaria la aplicación de incentivos y mecanismos políticos para promover prácticas sostenibles de producción, entre ellas la ganadería de sombra a través de sistemas silvopastoriles. El Fondo Nacional de Financiamiento Forestal otorga $1,3 por cada árbol plantado en un sistema agroforestal, constituyendo esto un buen incentivo para los productores ganaderos. Por otro lado, Garbach et al. (2012) comentan que las experiencias desarrollladas por el Proyecto GEF/Silvopastoril en tres paisajes de Costa Rica, Colombia y Nicaragua evidenciaron que el pago por servicios ambientales a productores ganaderos promovió la adopción de sistemas silvopastoriles en fincas ganaderas y se reflejó en un aumento de la productividad (carne y leche) y de la generación de servicios ambientales. La ganadería en Costa Rica apunta cada vez más al diseño de sistemas sostenibles de producción agropecuaria sin deforestación ni degradación de los territorios. Para algunos, esto representa ganadería climáticamente inteligente y, para otros, la consolidación de una cultura y unas políticas adecuadas para promover su necesaria transformación. A partir de lo cual será posible lograr mayor competitivad del sector ganadero en búsqueda de nuevos y mejores nichos de mercado. La reciente apertura de Rusia a nuestras exportaciones, y otras ventanas emergentes, pueden promover la diferenciación en el mercado mundial de la ganadería de sombra en Costa Rica. Referencias Argeñal, P. (2011). Contribución de las cercas vivas para controlar el estrés calórico en vacas lecheras en el trópico húmedo de Costa Rica. Tesis de maestría, Catie, Costa Rica. 104p. Cárdenas, J. M. (2014). Balance de gases de efecto invernadero y efectividad del pago por servicios ambientales en fincas ganaderas de la península de Nicoya, Costa Rica. Tesis de maestría, Catie, Costa Rica. 90p. Corfoga (Corporación Ganadera, CR). (2013). Informe encuesta ganadera 2012. San José.72p. Costa, N de L., Townsend, C. R., Magalhaes, J. A. y Pereira, R. G. (1999). Agronomic performance of forage grasses under the shade of mature rubber trees. Pasturas Tropicales 2:(2)65-68. Esquivel, H. (2007). Tree resources in traditional silvopastoral systems and their impact on productivity and nutritive value of pastures in the dry tropics of Costa Rica. Tesis de doctorado, Catie, Costa Rica. 161p. Fao (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). (2009). El estado mundial de la agricultura y la alimentación: la ganadería a examen. Roma: Fao. Garbach, K., Lubell, M. y DeClerck, F. (2012). Payment for Ecosystem Services: The roles of positive incentives and information sharing in stimulating adoption of silvopastoral conservation practices. Agriculture, Ecosystems and Environment 156: 27-36 García, F. y Ibrahim, M. (2013). Los árboles en los potreros para la reducción del estrés calórico del ganado en los trópicos. En: Estado del Recurso Arbóreo en Fincas Ganaderas y su Contribución en la Sostenibilidad de la Producción en Rivas, Nicaragua (Boletín técnico no 60). Catie. Costa Rica. 50p. García-Cruz, F. J. (2010). Efecto de la cobertura arbórea en potreros y el estado de lactancia, sobre el comportamiento diurno de ganado doble propósito 18 José M. Cárdenas Ganadería de sombra en Costa Rica: beneficios, obstáculos y realidad actual 19

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Artículo 4 Pp. 21-26 manejado bajo pastoreo en el trópico sub-húmedo. Tesis de maestría, Catie, Costa Rica. 96p. Holmann, F. y Estrada, E. (1997). Alternativas agropecuarias en la región pacífica central de Costa Rica: Un modelo de simulación aplicable a sistemas de doble propósito. En: Lazcano, C. y Holmann, F. (eds.) Conceptos y metodologías de investigación en fincas con sistemas de producción animal de doble propósito. Cali: Centro Internacional de Agricultura Tropical, Consorcio J. M. Cárdenas. Árboles maderables en cercas vivas. Tropileche. 134-150p. Ibrahim, M. (2013). Pasado, presente y futuro de los sistemas silvopastoriles en América Latina. Belice: IICA. Disponible en http://www.iica.int/esp/regiones/andina/colombia/documentos%20de%20 la%20oficina/tallerganaderia/4%20sps_mu- HAMMAD_Colombia.pdf Ibrahim, M., Chacón, M., Cuartas, C., Naranjo, J., Ponce, G., Vega, P., Casasola, F. y Rojas, J. (2007). Almacenamiento de carbono en el suelo y la biomasa arbórea en sistemas de usos de la tierra en paisajes ganaderos de Colombia, Costa Rica y Nicaragua. Agroforestería en las Américas 45: 27-36 Pezo, D. e Ibrahim, M. (1999). Sistemas silvopastoriles (Módulo de Enseñanza Agroforestal N 2). Costa Rica: Catie, GTZ. 282p. Scheelje, M. (2009). Incidencia de la legislación sobre el aprovechamiento del recurso maderable en sistemas silvopastoriles de Costa Rica. Tesis de maestría, Catie, Costa Rica. 177p. Scheelje, M., Ibrahim, M., Detlefsen, G., Pomareda, C. y Sepúlveda, C. (2011). Beneficios financieros del aprovechamiento maderable sostenible en sistemas silvopastoriles de Esparza, Costa Rica. Agroforestería en las Américas 48: 137-145. Souza de Abreu, M. H., Ibrahim, M., Harvey, C. y Jiménez, F. (2000). Caracterización del componente arbóreo en los sistemas ganaderos de la Fortuna de San Carlos. Costa Rica. Agroforestería en las Américas 7(26):53-56. Viana, V., Mauricio, R., Machado, R. y Pimienta, I. (2001). Management of natural regeneration for introduction of livestock agroforestry systems. En: Ibrahim, M. (ed.) International Symposium on sylvopastoral systems. Second congress on Agroforestry and livestock production in Latin America. San José. 75-78p. Villanueva, C., Ibrahim, M., Casasola, F., Ríos, N. y Sepúlveda, C. (2009). Sistemas silvopastoriles: una herramienta para la adaptación al cambio climático de las fincas ganaderas en América Central. En: Catie, Unep, Cathalac. The Global Mechanism 103-125p. Volver al índice Ingeniero forestal y administrador empresarial. Director ejecutivo de la Oficina Nacional Forestal de Costa Rica. Fijación de carbono mediante manejo de bosques y plantaciones forestales en Costa Rica Alfonso Barrantes La Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas define el cambio climático como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Hoy se reconoce que tal cambio es una de las principales amenazas para el planeta. Para contribuir a la reducción de sus efectos, Costa Rica lanzó al mundo el reto de convertirse en la primera economía neutra en emisiones de gases con efecto de invernadero para el año 2021. El principal mecanismo de absorción del CO 2 de la atmósfera es la fotosíntesis, proceso relativamente barato. Los bosques y plantaciones desempeñan un papel esencial dentro de las formaciones que realizan fotosíntesis, por dos circunstancias: su longevidad y la capacidad de creación de biomasa en forma de madera, forma estable de almacenamiento (Broto, 2011). Las plantaciones forestales, especialmente en las zonas tropicales, juegan un rol importante en la fijación del dióxido de carbono que es acumulado en la 20 José M. Cárdenas 21

atmósfera producto de las emisiones resultantes de la quema de combustibles fósiles (Swamy et al., 2003, citado por Álvarez, 2005). El bosque bien manejado permite obtener productos sostenibles a lo largo del tiempo, generar fuentes de empleo bien remunerado, mantener un reservorio constante de carbono, suplir parte de la demanda nacional de madera y, consecuentemente, mediante mejores mecanismos de control, evitar la tala ilegal y la disminución de la cobertura boscosa del país (Víquez, 2013). La Ley Forestal Nº 7575, de abril de 1996, en su artículo 3 define como servicios ambientales [l]os que brindan el bosque y las plantaciones forestales y que inciden directamente en la protección y el mejoramiento del medio ambiente. Son los siguientes: mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (fijación, reducción, secuestro, almacenamiento y absorción), protección del agua para uso urbano, rural o hidroeléctrico, protección de la biodiversidad para conservarla y uso sostenible, científico y farmacéutico, investigación y mejoramiento genético, protección de ecosistemas, formas de vida y belleza escénica natural para fines turísticos y científicos. A partir de 1997, el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) implementó el Programa de Pago de Servicios Ambientales (PPSA) como un reconocimiento financiero por los servicios ambientales prestados por los bosques y las plantaciones forestales, con el fin de promover el mantenimiento y la recuperación de la cobertura forestal en el país. Para darle sustento económico y administrativo a la creación del PSA, la Ley Forestal destinó un tercio del impuesto selectivo de consumo que pesa sobre los combustibles fósiles, el cual fue modificado por la ley Nº 8114, de Simplificación y Eficiencia Tributarias, estableciendo que el 3,5 % del impuesto único a los combustibles se destinaría a compensar a los dueños de bosques o plantaciones forestales por los servicios ambientales que estos proveen. Este impuesto se basa en el principio de quien contamina paga, así que está directamente asociado con la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y con la fijación del carbono en ecosistemas y productos forestales. Desde ese momento, el PSA ha compensado los servicios ambientales en unas 58.068 hectáreas de plantaciones forestales y en 29.050 hectáreas de bosques naturales manejados. Así, también, en 843.974 hectáreas de bosques protegidos y en casi 4,7 millones de árboles plantados en sistemas agroforestales (Fonafifo, 2013). En todos estos proyectos se compensan los cuatro servicios ambientales reconocidos por la Ley Forestal; no obstante, la compensación por la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero representa entre el 70 y el 75 % de los beneficios percibidos por los propietarios de tierras (ONF, 2011). El PPSA ha contado con la participación no solo del Estado, sino de múltiples actores, entre los que se encuentran Laura Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica. representantes de la cooperación internacional, la sociedad civil, la empresa privada y las organizaciones no gubernamentales locales y regionales del sector forestal. Por medio de ellas, una amplia y diversa gama de pequeños y medianos productores se integran al sector forestal (Chavarría, 2013). El manejo forestal permitió la incorporación del conocimiento técnico y la participación de los profesionales forestales en el aprovechamiento forestal y la inclusión de una visión holística de los bosques que ha contribuido a aumentar la cobertura forestal y a evitar el cambio de uso de la tierra. El pago de los servicios ambientales para el manejo de los bosques contribuyó de manera importante en este proceso. Costa Rica ha realizado importantes inversiones para lograr un crecimiento económico menos intensivo en carbono durante las décadas recientes, principalmente mediante la generación eléctrica con fuentes renovables, mediante el decidido esfuerzo por revertir la deforestación y mantener boscoso un gran porcentaje del territorio nacional, impulsando áreas protegidas, parques nacionales y haciendo que el sector privado participe a través del sistema de pago por servicios ambientales (Rivera y Sancho, 2010). Un estudio sobre abatimiento de los gases con efecto de invernadero en Costa Rica, que reconoce que el sector forestal ofrece opciones competitivas con alto potencial de abatimiento, indica que para alcanzar la carbono neutralidad es imprescindible consolidar la cobertura forestal, recuperar nuevos bosques, aumentar las plantaciones forestales y el cultivo de árboles en sistemas agroforestales (ibid.). De conformidad con el último estudio de cobertura forestal, realizado con imágenes de satélite del 2010, el 52,4 % del territorio nacional está cubierto de bosques de todo tipo, o sea, hay por lo menos un 20 % más de cobertura que en los años ochenta. El Readiness R-PP Costa Rica estimó que, en 2030, los bosques y plantaciones forestales habrán secuestrado hasta 62 millones de toneladas de dióxido de carbono (Fonafifo, 2010). 22 Alfonso Barrantes Fijación de carbono mediante manejo de bosques y plantaciones forestales en Costa Rica 23

Los productos de madera son imprescindibles para un manejo eficaz de los bosques y el carbono (Broto, 2011). Cada metro cúbico de madera usado, como sustituto de otros materiales de la construcción, reduce las emisiones de CO 2 a la atmósfera en una media de 1,1 tonelada. Si añadimos esto al 0,9 de tonelada de CO 2 almacenado en la madera, cada metro cúbico de madera ahorra un total de 2 toneladas de CO 2. Además, se ha demostrado que la madera tiene una huella de carbono mucho menor que cualquier otro material de la construcción (CEI-Bois, 2009). El uso de madera es fundamental para el sostenimiento de los bosques del país. Se estima que en 2012 el consumo aparente fue de unos 680.666 m³; el 74,7 % producido localmente y el restante importado; donde el producto principal es la madera aserrada, seguido de madera contrachapada y tableros de partículas y fibras (Barrantes y Ugalde, 2013). Para asegurar la permanencia del carbono fijado en los árboles es prioritario aumentar el uso de la madera en productos de larga duración (madera de construcción y muebles, especialmente). En España, se estima que una vivienda de 100 metros cuadrados mantiene hasta 60 toneladas Laura Ruíz. Plantación de jaúl, Costa Rica. de CO 2 fijadas hasta por 200 años (Broto, 2011). Además, se estima que en 2012 la madera destinada a usos de larga duración empleada en Costa Rica fue de unos 193.000 m³ aserrados (Barrantes y Ugalde, 2013). Esto equivale a unas 308.800 toneladas de CO 2 evitadas al planeta, tanto por fijación como por sustitución de otros materiales de mayor huella de carbono. Para estimar el carbono fijado en las plantaciones forestales y los bosques es fundamental conocer el crecimiento de la biomasa, contar con índices de expansión por ramas y raíces, determinar el factor de carbono presente en la biomasa seca y considerar la densidad de la madera para la especie o conjunto de especies presentes en el bosque. En el caso de manejo de bosque, desde la perspectiva del cambio climático se generan dos efectos: se evita la deforestación y se fija carbono producto del crecimiento de la biomasa. Se calcula que un bosque Greg Powell. Visita ONF y Fonafifo a RTT. primario tropical almacena alrededor de 155 toneladas de biomasa por hectárea (Romero, 1999). Si consideramos que el área promedio anual de pérdida de cobertura para el período 2000-2005, en el Readiness R-PP Costa Rica, es de 36.880 hectáreas (Fonafifo, 2010), entonces se puede estimar que el manejo de los bosques evita la emisión de alrededor de 4,6 toneladas de CO 2 por hectárea por año (ONF, 2011). Si el crecimiento de la biomasa se estima en un metro cúbico de madera por hectárea por año, durante un turno de corta de quince años, densidad de la madera de 0,5, factores de expansión por ramas de 1,2 y de raíces de 0,42, se alcanza una fijación de 1,41 toneladas de CO 2 por hectárea por año. Mientras, una plantación forestal puede fijar entre 16 y 22 toneladas de CO 2 por hectárea por año. Esto dependiendo de la especie, el crecimiento y la densidad de la madera, entre otros (ibid.). Lo anterior, sin considerar el carbono acumulado en el suelo por cuanto su cuantificación, monitoreo y certificación es de alto costo. Existen varios proyectos diseñados exclusivamente para fijar carbono que han sido verificados y funcionan como sumideros que respaldan proyectos de compensación de gases de efecto invernadero, entre ellos destaca el Reforest The Tropics (RTT), que tiene sede en Turrialba -Costa Rica- y en Mystic -Connecticut, Estados Unidos-. Esta es una organización sin fines de lucro, dedicada al desarrollo de plantaciones forestales en fincas tropicales, cuyo objetivo es mitigar los efectos negativos de las emisiones de CO 2 a largo plazo. El proyecto fue aprobado por Naciones Unidas y los gobiernos de Costa Rica y Estados Unidos en 1995, bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su iniciativa de Implementación Conjunta. Greg Powell, director asociado de Reforest The Tropics, explica que: este es un programa de investigación aplicada, que desarrolla nuevos diseños de plantaciones forestales que maximizan su potencial de secuestro de carbono a largo plazo, con una meta de más de 100 años. Actualmente, manejamos 138 hectáreas de plantaciones experimentales en varias fincas en la Zona Atlántica. Powell 24 Alfonso Barrantes Fijación de carbono mediante manejo de bosques y plantaciones forestales en Costa Rica 25

ISSN 1409-214X. Ambientico 245 Artículo 5 Pp. 27-30 también aclara que para disminuir los riesgos de enfermedades y aumentar la producción, desarrollan mezclas de especies forestales, sustentadas en unas cinco décadas de investigación en Costa Rica. RTT desarrolló un modelo experimental que incluye un pago inicial para el establecimiento y manejo de la plantación por los tres primeros años. Luego, otorga pagos anuales a los finqueros por cada tonelada métrica de carbono capturado en sus bosques. Estas plantaciones generan ingresos para la finca por la venta de la madera, mientras sus potreros se convierten en bosques permanentes. Con este modelo, RTT busca transformar las plantaciones forestales: de una fuente de ingresos de largo plazo a una actividad rentable a corto plazo. Los derechos de fijación del carbono se transfieren a diferentes escuelas y empresas de Estados Unidos comprometidas con el ambiente e interesadas en compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero. RTT desarrolla programas de educación ambiental en ambos países, esto en procura de generar conciencia sobre el calentamiento global, afirma Powel (G. Powell, comunicación personal, setiembre 26, 2013) El cultivo de árboles con fines productivos, el manejo forestal sostenible y el uso de madera en productos de larga duración son imprescindibles para el cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Desarrollo Forestal 2011-2020, la implementación de la Estrategia REDD+ presentada al Forest Carbon Partnership Facility (FCPF), la mitigación del cambio climático y la carbono neutralidad del país. Referencias Álvarez, N. (2005). Fijación de carbono en la biomasa y en el suelo de especies forestales nativas del trópico húmedo. Costa Rica: Universidad Earth. Barrantes, A. y Ugalde, Á. (2013). Informe. Usos y aportes de la madera en Costa Rica. Estadísticas del 2012. Costa Rica: Oficina Nacional Forestal. Broto, M. (2011). Productos de madera. El verdadero almacén de carbono. España: Cesefor. CEI Bois. (2009). Frente al cambio climático, utiliza madera. España. Chavarría, A. (2013). Las organizaciones forestales y su aporte al Programa de Pago de Servicios Ambientales (PPSA) en Costa Rica. Estadísticas del 2012. Costa Rica: Oficina Nacional Forestal. Fonafifo. (2010). Propuesta para la Preparación del Readiness R-PP Costa Rica. [Presentado al Forest Carbon Partnership Facility (FCPF)]. San José. Fonafifo. (2013). Estadísticas de Pago de Servicios Ambientales. Disponible en www.fonafifo.go.cr. Fuwape, J. A. et al. (2001). Biomass equations and estimation for Gmelina arborea and Nauclea diderrichii stands in Akure forest reserve. Nigeria. ONF. (2011). Fomento de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales mediante el PSA. Propuesta presentada a la Junta Directiva del Fonafifo. San José. Rivera, L. y Sancho, F. (2010). Opciones de Mitigación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en Costa Rica: Hacia la Carbono Neutralidad en el 2021. Proyecto NEEDS, National Economic, Environment and Development Study for Climate Change. Minaet. San José. Romero, J. C. (1999). Proyecto Forestal Privado. Comisión Interinstitucional de Cambio Climático. San José. Víquez, H. (2013). Manejo de bosque natural y evaluación de impacto del aprovechamiento en bosques de pequeñas propiedades bajo Certificación Forestal, Zona Huetar Norte, Costa Rica. Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central. Volver al índice Geógrafo. Profesor en la Universidad de Costa Rica. Presidente de Fecon. Sigue la guerra del agua en Guanacaste Mauricio Álvarez En Guanacaste, el agua llega a hoteles, urbanizaciones turísticas, viviendas con piscinas y centros comerciales en cuestión de días, pero las comunidades del asentamiento Inés Amador, en Santa Bárbara de Santa Cruz, tienen ocho años esperándola y, según denuncian, tendrán que esperarla hasta 2015. Mientras el asentamiento espera tres fuentes públicas de agua potable, sigue enfrentándose diariamente a las consecuencias, directas e indirectas, de su ausencia, entre ellas diversas enfermedades y la trágica muerte de una niña por meningitis. A pocos kilómetros del asentamiento existe un campo de golf de 7.500 yardas, 72 pares y 18 hoyos de calidad mundial, con exuberantes jardines verdes todo el año. En la base de datos de la Secretaría Técnica Nacional del Ambiente (Setena) hay unos 70 proyectos 1 de construcción solicitando viabilidad ambiental: viviendas con piscina, condominios, hoteles, residenciales, urbanizaciones, ampliación de hoteles y casas de verano, etc. Y un viaje virtual con el 1 Para ver en detalle cada uno de los 70 casos, visitar http://feconcr.org/doc/ agua/santacruzsetena.pdf 26 Alfonso Barrantes 27

Jorge Albán. Tubos para la ampliación del Acueducto El Coco-Ocotal (caso Sardinal), en Guanacaste. programa Google Earth permite contabilizar en la zona de Tamarindo unas 70 piscinas, la mayoría en casas y residencias u hoteles, en un área de unos cuatro kilómetros cuadrados. Solo en una pequeña franja de menos de 100 kilómetros entre Papagayo y Tamarindo se encuentran unos 100 hoteles de playa, muchos ligados a marcas internacionales (Crest, 2010). Todos estos desarrollos se unen al crecimiento desmedido dado entre 1995 y 2006, periodo en el que se contaron 65 casos de conflictos por el agua en la provincia de Guanacaste, 70 % de ellos relacionados con el desarrollo turístico e inmobiliario. De esas 65 disputas, un 35,4 % ocurrió en el cantón de Santa Cruz, 20,0 % en el cantón de Nicoya, 12,3 % en Carrillo e igual proporción en Cañas (Ramírez, 2007). A finales de 2007, el Tribunal Ambiental Administrativo procesó cuarenta expedientes, 70 % de los cuales correspondientes a proyectos turísticos e inmobiliarios (Programa Estado de la Nación, 2008). Entre 2007 y 2008, la construcción en las costas de Guanacaste representó el 47 % de la construcción total del país, superando a San José en cantidad de metros cuadrados construidos (Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, 2008). De toda la construcción residencial, tres cuartas partes fueron viviendas de lujo (Ramírez, 2007) que vinieron junto con hoteles, campos de golf y comercios turísticos, de altísimo consumo de agua, luz y servicios. La crisis de 2008 no detuvo el desarrollo inmobiliario: solo entre 2011 y 2013 -según la Cámara Costarricense de la Construcción- se construyeron casi 600 viviendas unifamiliares, más de 200 nuevos hoteles y alrededor de 60 condominios. Para consolidar ese modelo, se impulsó inversiones en infraestructura como aeropuertos, carreteras y acueductos. Ahí tenemos el ejemplo del acueducto de Sardinal 2, donde la Administración Pública actuó con gran irresponsabilidad y negligencia, incurriendo en actos ilegales para favorecer proyectos de empresarios turísticos: se violó el principio precautorio y los derechos a la información y a la participación. Asimismo, se ha usado cuestionables figuras privatizadoras, como la del fideicomiso, con el que se supone que la obra es pública, pues una vez concluida pasará a manos del Estado, pero se realiza con fondos de empresarios privados que terminan controlando la distribución del agua en sus negocios. Al igual que con ese proyecto, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados planeó, antes de la crisis inmobiliaria, construir cuatro proyectos más con un costo de 22,77 millones de dólares: El Jobo-Puerto Soley, Playa Hermosa, Conchal-Nimboyores y Villarreal, en el área de Tamarindo (Araya, 2014). Este último fue denunciado por la organización ecologista Confraternidad Guanacasteca por beneficiar al sector turístico-inmobiliario y no a las comunidades 3. Todo ese boom no logró que la región Chorotega dejara de ser la más pobre del país, con 25.733 personas en extrema pobreza y el desempleo más alto del país: 10,1 %, que es el doble del promedio nacional (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2009). Desde la década de los noventa, la región Chorotega es una de las más 2 Para más información, revisar: http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/documentos/sardinal/sardinalucr.pdf 3 Para más información, visitar http://www.crhoy.com/ aya-planea-nuevo-acueducto-que-llevaria-agua-areserva-conchal-y-otras-comunidades-w9l7m0x/ desiguales de Costa Rica; y, en el año 2000, Guanacaste era la provincia más desigual. En 2012, aquella fue la segunda región con mayor pobreza, según la Encuesta Nacional de Hogares de ese año. Paradójicamente, en 2008, año en el que el asentamiento Inés Amador empezó a reivindicar el derecho al agua, el cantón de Santa Cruz fue declarado como el segundo con más nuevos metros construidos (Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, 2008), siendo para fines turísticos la mayoría de las construcciones. Asombrados, los 100 habitantes del asentamiento veían cómo el agua fluía abundantemente a los hoteles y los grandes proyectos inmobiliarios, mientras se alejaba de su comunidad. Comunidad creada en parcelas entregadas por el Instituto de Desarrollo Agrario, pero sin agua para consumo humano y menos para uso productivo. Mientras el turismo hace un sobreconsumo del agua, los vecinos del asentamiento Inés Amador son objeto de un ninguneo por parte de las instituciones competentes y aún no saben cuándo tendrán agua: mientras tanto, y durante los próximos 10 meses, para el uso diario solo tenemos agua de pozos cercanos a los excusados de hueco [letrinas], a las aguas servidas y a la basura. Muchas reuniones, visitas, estudios y promesas durante más de ocho años, pero hasta el momento seguimos tomando agua muy contaminada (Comité de Vecinos y Vecinas de Inés, 2014). Lo que solicitan los vecinos y vecinas es, por lo menos, tres fuentes públicas con agua potable. Con el agua de una piscina 28 Mauricio Álvarez Sigue la guerra del agua en Guanacaste 29

ISSN 1409-214X. Ambientico 245, Normas Pp. 31-32 Normas mínimas para la presentación de artículos a Ambientico Jorge Albán. Sesiones oficiales del estudio de la capacidad del acuífero de Sardinal, Guanacaste, 2008. podrían vivir con mayor dignidad, y con la de dos piscinas más incluso podrían producir para su sustento. Pareciera que las 25 familias -más de 100 personas incluyendo niñas y niños recién nacidos- vivieran en un país aparte, donde el agua limpia y disponible es para los turistas y el agua de segunda o tercera calidad para los pobladores originarios. Mientras el Instituto de Acueductos y Alcantarillados trata de enajenar la administración del agua de las comunidades, hay unas 53 asociaciones comunales administradoras del agua (asadas) en Santa Cruz que son el único freno para seguir este des-modelo turístico, y el Comité de Vecinas y Vecinos de Inés, con una dignidad muy caudalosa, busca solidaridad para denunciar y buscar la justicia ambiental. El escenario no podría ser más dramático: un reciente informe del II Canje de Deuda por Naturaleza reveló que el 85 % de las fuentes de agua para consumo humano en el país podrían perderse en los próximos años. Referencias Araya, J. L. (2014). Fecon. Disponible en: http://www. feconcr.org/index.php?option=com_content&task= view&id=743 Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos. (2008). Indicadores CFIA de la construcción. Costa Rica. San José: CFDA. Comité de Vecinos y Vecinas de Inés. (2014). Comunicación de prensa. Disponible en http://feconcr.org/ Crest (Center for Responsible Travel). (2010). Desarrollo en la costa pacífica de Costa Rica, Universidad de Stanford y Washington, DC. Disponible en: www. responsibletravel.org Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2009). Encuesta Nacional de Hogares. San José: Inec. Programa Estado de la Nación. (2008). Décimo cuarto informe del Estado de la Nación en Desarrollo Sostenible. San José: Programa Estado de la Nación. Ramírez, A. (2008). Conflictos socioambientales y recursos hídricos en Guanacaste: una descripción desde el cambio en el estilo de desarrollo (1997-2006). Anuario de Estudios Centroamericanos 33-44, 359-385. 1. Modo de entrega El artículo ha de ser presentado en Word y entregado vía internet. 2. Tamaño, elementos gráficos y separaciones internas El artículo no debiera exceder las 2.000 palabras (se considera excepciones). Cada figura e ilustración que contenga debe ser entregada en alta resolución. Es importante que en el texto se señale, entre corchetes, los lugares en que deben aparecer. Asimismo, se requiere una fotografía del rostro del autor. Los cuadros sí pueden ser incluidos en el mismo archivo del texto en Word. Ambientico no usa subtítulos para destacar apartados, sino que, donde claramente se cierra o suspende un tema para pasar a otro, se deja un doble espacio antes del párrafo siguiente. 3. Citas textuales Las citas textuales, que se ruega no excedan las 60 palabras, no han de ponerse en cursivas, ni usando sangría ni en párrafo aparte, sino entrecomilladas, y entreveradas en el texto. 4. Referencias bibliográficas A partir del Manual de la American Psychological Association (APA) (2010), seguimos los siguientes lineamientos respecto a citación de fuentes bibliográficas. Hay dos modalidades de presentación de las referencias bibliográficas intercaladas en el texto. En una, el autor/a citado es el sujeto de la oración; en la otra, el autor citado, en tanto tal, no es parte de la oración, sino que lo que es parte de la oración es solo lo dicho o aportado por él. Ejemplo del primer caso: Acuña (2008) asegura que el sistema de áreas protegidas. Ejemplo del segundo: Los problemas ambientales han resultado el principal foco de conflicto (Morales, 2009). Obra con un autor Entre paréntesis, se coloca el apellido del autor al que se hace referencia, separado por una coma del año de publicación de la obra. Ejemplo: (Pacheco, 1989). Obra con más de un autor Cuando la obra tiene dos autores, se cita a ambos, separados por la conjunción y. Ejemplo: (Núñez y Calvo, 2004). Cuando la obra es de más de dos autores, se cita a todos en la primera referencia pero, posteriormente, solo se coloca el apellido del primer autor seguido de et al., sin cursiva y con punto después de la contracción al.. Ejemplo: (Pérez, Chacón, López y Jiménez, 2009) y, luego: (Pérez et al., 2009). Obra con autor desconocido o anónimo Si la obra carece de autor explícito, hay que consignar en vez de él, y entre comillas, las primeras palabras del título (entre paréntesis). Ejemplo: ( Onu inquieta, 2011) ; o, alternativamente, el nombre de la obra y, después de una coma, la fecha de publicación. Ejemplo: La Nación (2011). Solo cuando se incluye una cita textual debe indicarse la(s) página(s). Ejemplo: (Pérez, 1999, p. 83). 5. Presentación de las obras referenciadas Al final del artículo, debajo del subtítulo Referencias, habrá de consignarse todas las obras referenciadas, en letra de tamaño menor a la del texto. Libro Primero se anotará el apellido del autor, luego, precedido de una coma, la inicial de su nombre; después, e inmediatamente luego de un punto, el año de publicación de la obra entre paréntesis; seguidamente, y en cursivas, el título de la obra; posteriormente, y después de un punto, el lugar de publicación de la obra (si la ciudad es internacionalmente conocida no hace falta señalar el país, pero, si no, solo se consigna el país), y, finalmente, antecedido por dos puntos, el nombre de la editorial. Ejemplo: Pérez, J. (1999) La ficción de las áreas silvestres. Barcelona: Anagrama. Artículo contenido en un libro En este caso, se enuncia el apellido del autor seguido de una coma, luego se pone la inicial del nombre de pila seguida de un punto; inmediatamente, entre paréntesis, la fecha. Enseguida ha de ponerse la preposición En, y, luego, el apellido seguido de una coma y la inicial del nombre de pila del editor o compilador de la obra; indicando a continuación entre paréntesis Ed. o Comp., como sea el caso; inmediatamente se señala el nombre del libro en cursivas y, entre paréntesis, las páginas del artículo precedidas por la abreviatura p. o pp. seguido de un punto; posteriormente, el lugar de publicación de la obra, y, antecedido por dos puntos, la editorial. Ejemplo: Mora, F. (1987). Las almitas. En Ugalde, M. (Ed.) Cuentos fantásticos (pp. 12-18). Barcelona: Planeta. Artículo contenido en una revista En este caso, se indica el apellido del autor y, luego precedido por una coma, se coloca la letra inicial de su nombre de pila; luego de un punto, y entre paréntesis, la fecha; después el título del artículo y un punto. Enseguida, va el nombre de la revista, en cursivas; inmediatamente, se indica el número de la edición o del volumen separado por una coma de las páginas que constituyen el artículo, luego se coloca el punto final. Ejemplo: Fernández, P. (2008, enero) Las huellas de los dinosaurios en áreas silvestres protegidas. Fauna prehistórica 39, 26-29. Artículo contenido en un periódico Si la referencia fuera a un diario o semanario, habría de procederse igual que si se tratara de una revista, con la 30 Mauricio Álvarez Normas mínimas para la presentación de artículos a Ambientico 31

diferencia de que la fecha de publicación se consignará completa iniciando con el año, separado por una coma del nombre del mes y el día, todo entre paréntesis. Antes de indicar el número de página, se coloca la abreviatura p. o pp.. Ejemplo: Núñez, A. (2017, marzo 16). Descubren vida inteligente en Marte. La Nación, p. 3A. Material en línea En caso de que el artículo provenga de un periódico o una revista en línea, se conserva el formato correspondiente y, al final, se coloca la frase Disponible en seguido de la dirección electrónica, sin punto al final. Ejemplo: Brenes, A. y Ugalde, S. (2009, noviembre 16). La mayor amenaza ambiental: dragado del río San Juan afecta el río Colorado y los humedales de la zona. La Nación. Disponible en: http://wvw.nacion.com/ ln_ee/2009/noviembre/16/opinion2160684.html Autores múltiples Cuando el texto referenciado tenga dos autores, el apellido de cada uno se separa con una coma de la inicial de su nombre de pila; además, entre un autor y otro se pondrá la conjunción y. Ejemplo: Otárola, A. y Sáenz, M. (1985). La enfermedad principal de las vacas. San José: Euned. Tratándose de tres o más autores, se coloca el apellido de cada autor separado por una coma de la inicial de su nombre de pila, luego de la que va un punto; y, entre uno y otro autor media una coma. Antes del último autor se coloca la conjunción y. Ejemplo: Rojas, A., Carvajal, E., Lobo, M. y Fernández, J. (1993). Las migraciones internacionales. Madrid: Síntesis. Sin autor ni editor ni fecha Si el documento carece de autor y editor, se colocará el título del documento al inicio de la cita. Al no existir una fecha, se especificará entre paréntesis s.f. (sin fecha). La fuente se indica anteponiendo en. En caso de que la obra en línea haga referencia a una edición impresa, hay que incluir el número de la edición entre paréntesis después del título. Ejemplo: Heurístico. (s.f.). En diccionario en línea Merriam-Webster s (ed. 11). Disponible en http://www.m-w.com/dictionary/heuristic. Otro ejemplo: Titulares Revista Voces Nuestras. (2011, febrero 18). Radio Dignidad, 185. Disponible en http://www.radiodignidad.org/index. php?option=com_content&task=view&id=355&itemid=44 Puede utilizarse corchetes para aclarar cuestiones de forma, colocándolos justo después del título, y poniendo en mayúscula la primera letra: [Brochure], [Podcast de audio], [Blog], [Abstract], etcétera. Ejemplo: Cambronero, C. (2011, marzo 22). La publicidad y los cantos de sirena. Fusil de chispa [Blog]. Disponible en http://www.fusildechispas.com 6. Comunicaciones personales o entrevistas La mención en el texto de comunicaciones personales o entrevistas se hará así: luego de una apertura de paréntesis se consigna la inicial del nombre de pila del entrevistado, después se coloca un punto y, enseguida, el apellido del entrevistado. A continuación, se pone una coma y, posteriormente, la frase comunicación personal ; luego se coloca el nombre del mes y el día, que se separa con una coma del año en que se efectuó la comunicación; finalmente, se pone el paréntesis de cierre. Ejemplo: (L. Jiménez, comunicación personal, septiembre 28, 1998). Las comunicaciones personales no se consignan en la sección de Referencias. 7. Notas a pie de página Podrá usarse notas a pie de página para aclarar o ampliar información o conceptos, pero solo en los casos en que, por su longitud, esos contenidos no puedan insertarse entre paréntesis en el texto. 8. Uso de cursivas y de comillas Se usará cursivas nunca negritas ni subrayado- para enfatizar conceptos. Vocablos en otras lenguas no aceptados por la Real Academia Española de la Lengua, y neologismos, han de escribirse también en cursivas. Asimismo, irán en cursivas nombres de obras de teatro y cinematográficas, de libros, de folletos, de periódicos, de revistas y de documentos publicados por separado. Capítulos de libros y artículos de publicaciones periódicas se pondrán entrecomillados. 9. Uso de números y unidades de medida Cuando las cantidades sean escritas numéricamente ha de usarse un punto para separar los grupos de tres dígitos en la parte entera del número. Antes de los decimales ha de usarse coma ( atención en los cuadros!). Las unidades de medida, en caso de consignarse abreviadamente, habrán de escribirse en singular y en minúsculas. 10. Uso de acrónimos Los acrónimos lexicalizados (convertidos en palabra) y devenidos nombres propios (como Unesco y Minae, por ejemplo) se escriben con solo la letra inicial en mayúscula. Los acrónimos lexicalizados que son nombres comunes (como ovni, oenegé y mipyme, por ejemplo) se escriben con todas las letras minúsculas. Los acrónimos no lexicalizados y que, por tanto, se leen destacando cada letra por separado (como UCR y EU, por ejemplo), se escriben con todas las letras mayúsculas. 11. Información del autor En la página de apertura de cada artículo hay una muy breve presentación del autor con la siguiente información: campo de formación académica, especialidad dentro de ella, institución o entidad donde se labora o con la que se colabora y cargo que se ejerce. Además, el articulista debe adjuntar una fotografía de su rostro (o de cara y hombros) en soporte digital y en buena resolución, y su correo electrónico. En caso de varios autores, la anterior información debe ser provista para cada uno de ellos. Cuando el autor es institucional, en vez de fotografía se envía el logotipo. 12. Palabras clave Si bien Ambientico no publica las palabras clave de cada artículo, se le solicitan al autor no más de cinco para usarlas en el buscador del sitio web. 32 Normas mínimas para la presentación de artículos a Ambientico