El objetivo de esta línea de actuación de Fitsa es difundir la eficacia, científicamente probada, de las tecnologías de seguridad y protección ambiental valores positivos - presentes en el automóvil. Con ello se pretende poner en valor social y de mercado el conocimiento de estas tecnologías, induciendo así su demanda por parte de los ciudadanos en beneficio de su seguridad y del medioambiente, que es uno de los Objetivos Directores de las actuaciones de esta Fundación. En los trabajos de investigación y análisis han colaborado diversas entidades especializadas en los ámbitos tecnológicos concretos, y a quienes Fitsa expresa su reconocimiento.
Etilómetros de interrupción de encendido para vehículos automóviles y las evidencias científicas de su eficacia Las políticas de seguridad vial priorizan la búsqueda de fórmulas que ayuden a combatir la conducción bajo los efectos del alcohol. Los etilómetros de interrupción de encendido para vehículos automóviles (alcolocks) se presentan como herramientas eficaces en la lucha contra la reincidencia por parte de aquellos conductores que previamente han arrojado un resultado positivo en algún control de alcoholemia. La utilización de alcolocks contribuye a evitar que los conductores sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol puedan ponerse de nuevo al volante de su vehículo tras haber ingerido bebidas alcohólicas. Si el uso del dispositivo va acompañado de cursos de rehabilitación y reeducación, el alcolock puede contribuir a modificar los hábitos de estos conductores con respecto al alcohol. La utilización de este dispositivo en otros países, aplicado al escenario español, muestra que en nuestro país podrían salvarse, si todos los sancionados instalaran un alcolock en su vehículo, 115 vidas en carretera cada año, reduciéndose el número de heridos graves en 568 y en 2.885 el de heridos leves.
La estimación del ratio beneficio/coste de un programa de alcolock en España podría oscilar entre 1,4 y 6,14 (dependiendo de las acciones complementarias, como revisiones médicas, programas de reeducación, etc). Alcohol y conducción, serio problema El alcohol produce múltiples alteraciones en casi todas las capacidades psicofísicas necesarias para ponerse al volante de un vehículo sin riesgos. La probabilidad de fallecer en un accidente aumenta de forma exponencial al aumentar el nivel de alcohol en sangre. Los estudios llevados a cabo por la Organización Mundial de la Salud hacen al alcohol responsable directo de entre un 30 y un 50% de los accidentes de tráfico en los que se registran víctimas mortales, de entre un 20 y un 40% de los accidentes con heridos y de entre un 10 y un 30% de los accidentes con daños materiales. Estudios llevados a cabo en otros países muestran cómo en torno al 4% de los conductores involucrados en un accidente habían sido previamente sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol. Para tratar de paliar el problema las autoridades en materia de tráfico establecen una serie de normativas, cuyo objeto es garantizar la seguridad del tráfico, entre las que se ubican aquellas que hacen referencia a la conducción tras la ingesta de alcohol. Estas normativas, tradicionalmente, han comprendido la aplicación de diferentes medidas administrativas y reeducadoras. TASAS MÁXIMAS DE ALCOHOL PERMITIDAS PARA CONDUCIR EN ESPAÑA Conductores General Profesionales Noveles Límite en sangre 0,5 gr/l 0,3 gr/l 0,3 gr/l Límite en aire espirado 0,25 mg/l 0,15 mg/l 0,15 mg/l Adicionalmente se introducen programas de implantación de dispositivos conocidos como alcolock (alcohol ignition interlock). En Estados Unidos y Canadá los programas alcolock son empleados hace más de una década. En Europa están comenzando a utilizarse como medida para luchar contra la reincidencia por parte de los conductores que han arrojado en los controles de alcoholemia realizados tasas de alcohol en sangre superiores a las permitidas.
Así funciona el alcolock Un sistema etilómétrico de interrupción de encendido para vehículos automóviles, BAIID (Breath Alcohol Ignition Interlock Device) o alcolock (de ALCOhol interlock), es un dispositivo electrónico que se encuentra conectado con los sistemas de encendido, eléctricos y otros, de un vehículo. Su propósito: evitar el manejo del vehículo requiriendo la realización de un autocontrol de alcoholemia por parte del conductor, previo a permitir el encendido del motor. Si el resultado obtenido en la prueba muestra una tasa de alcohol en aire espirado superior al límite que ha sido prefijado en el dispositivo el motor del vehículo no arranca. El alcolock consta de dos subsistemas diferenciados: la parte que va unida al vehículo (módulo de control) y la parte sobre la que se realiza el test de alcoholemia ( etilómetro ). El etilómetro analiza la muestra de aire espirado del conductor. Si su nivel de alcoholemia se encuentra por encima de un determinado valor umbral, no permite el encendido del motor. Dentro del módulo de control existe una memoria para registrar los resultados de los test, los intentos de arrancar sin superar previamente el test, las fechas, horas y niveles de alcohol. En la actualidad resulta posible, con el objeto de informar de posibles violaciones del sistema, descargar eventos e incluso actualizar características del software de
forma remota. La aplicación de tecnología GPS y de telefonía móvil, dentro de un dispositivo alcolock, en un futuro podría mejorar la capacidad de la administración para controlar a conductores sancionados por alcoholemia y que se encuentren adscritos a programas de prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol. Los futuros desarrollos de los dispositivos alcolock en la identificación del usuario del mismo podrían incorporar sistemas de reconocimiento personal, como pueden ser reconocimiento de huellas dactilares, pupilas o incluso la realización de fotografías digitales almacenadas junto a los diferentes eventos relacionados con la conducción. Con el objeto de que un programa de alcolock sea eficaz los dispositivos deben cumplir unos requerimientos mínimos que aseguren la precisión en las medidas. Por lo tanto, se recomienda el uso de dispositivos que cumplan con los requisitos que ya han sido definidos en EEUU, Canadá, Australia y Europa. Los requerimientos para estos dispositivos en la Unión Europea fueron establecidos por el CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrotécnica) y se encuentran actualmente en fase de desarrollo. En España la asociación miembro del CENELEC, AENOR, todavía no ha incorporado a la normalización española los requerimientos para los alcolock definidos por el CENELEC. En un futuro los dispositivos en nuestro país deberán cumplir con las especificaciones técnicas de dicho estándar. Alcolock = Seguridad? La mayoría de los estudios llevados a cabo en otros países hacen pensar que el número de personas que vuelven a conducir bajo los efectos del alcohol una vez sancionados en nuestro país podría reducirse entre un 45 y un 90% durante el período en el que estuviera instalado en el vehículo el alcolock (al ser comparada la reincidencia entre conductores acogidos a un programa alcolock con la reincidencia entre conductores a los que únicamente se les retirase el permiso de conducir). Así pues, su uso supondría una reducción en el número de conductores que circulan bajo la influencia del alcohol. No obstante, tras la retirada del alcolock, una vez cumplida la sanción, es muy previsible que la reincidencia por parte de los conductores que lo llevaron instalado en su vehículo volviera a aumentar hasta igualarse con la de aquellos
conductores que no formaron parte de un programa alcolock. Por lo tanto se hace necesario complementar los programas alcolock con medidas reeducadoras o de deshabituación del alcohol dirigidas a reincidentes, para mantener a medio/largo plazo los beneficiosos resultados que se obtienen durante el periodo en el que el alcolock está instalado en el vehículo. En cualquier caso, teniendo tan sólo en cuenta los resultados conseguidos durante el tiempo de instalación del dispositivo, se aprecia una reducción en la probabilidad de que los conductores que participan en un programa alcolock se vean implicados en un accidente, al compararse con los conductores que únicamente cumplen un período de sanción o no son considerados aptos para completar el programa. La reducción esperada en el número de accidentes con víctimas en los que estos conductores se pueden ver involucrados durante el período en el que el alcolock está instalado en el vehículo sería de un 65%. La reducción en el número de accidentes con víctimas que podría derivarse, a tenor de lo sucedido en otros países como consecuencia de la implantación del alcolock (en torno a un 65% de los provocados por conductores reincidentes), permite realizar algunas estimaciones del número de víctimas en accidente de tráfico que podrían llegar a evitarse en España por medio de la instalación de estos dispositivos en los vehículos de los conductores sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol: En el año 2005 se produjeron en España 91.187 accidentes de tráfico con víctimas, ocasionando 4.442 muertos (en 3.377 accidentes); 21.859 heridos graves y 110.950 heridos leves. Los accidentes con víctimas provocados por conductores reincidentes (que ya habían sido previamente sancionados por conducir bajo la influencia del alcohol y dieron positivo en un control de alcoholemia posterior al accidente) suponen, según se desprende de los estudios llevados a cabo en otros países, un 4% del total de accidentes mortales. Teniendo en cuenta esta proporción, el número de accidentes mortales provocados por conductores reincidentes sería anualmente, en nuestro país, en torno a 135, en los cuales se producirían alrededor de 177 fallecidos y, suponiendo proporciones similares, alrededor de 874 heridos graves y 4.438 heridos leves. Los estudios llevados a cabo hasta la fecha en otros países muestran que el alcolock puede contribuir a una reducción del 65% en el número de accidentes con víctimas en los
que se ven implicados los conductores que han sido sancionados y se han adscrito a programas en los que es utilizado este dispositivo. Así pues, si todos los conductores sancionados por conducir con un nivel de alcoholemia superior al permitido debieran instalar un alcolock en su vehículo podrían salvarse en España unas 115 vidas; el número de heridos graves se reduciría en 568 y en 2.885 el número de heridos leves. Sin embargo las experiencias realizadas en otros países muestran que el grado de participación voluntaria por parte de los conductores sancionados está comprendido entre un 10 y un 20% del total de conductores a los que les es ofrecido participar en el programa. Por lo tanto, ante la posibilidad de instalar sistemas alcolock en nuestro país en los vehículos de todos los conductores sancionados por conducir con una tasa de alcohol en sangre superior a la permitida, es de prever que entre un 10 y un 20% de ellos se acogieran a esta medida, por lo que el número de muertes evitadas cada año podría estar comprendido entre 11 y 23, el número de heridos graves se reduciría entre 57 y 114 y el número de heridos leves se reduciría entre 288 y 577. Otros estudios muestran cómo la mayor parte de los accidentes graves relacionados con el alcohol son provocados por un reducido porcentaje de conductores, que circulan con elevadas tasas de alcoholemia. Por lo tanto, si los programas alcolock se dirigiesen a los conductores que hubieran arrojado los resultados positivos más altos en los controles de alcoholemia realizados (superiores a 1,3 gramos de alcohol por cada litro de sangre), podrían salvarse cada año en España más de 85 vidas, reduciéndose el número de heridos graves en más de 400 y el de heridos leves en más de 2.000. Es posible concluir que la inclusión de los alcolocks en España supondría una importante mejora en la seguridad vial, viéndose reducido el número de accidentes, y, por lo tanto, el número de víctimas en accidente de tráfico. En la tabla I se muestra un resumen de los resultados que podrían esperarse en España tras la implantación de programas alcolock. Entre los beneficios más significativos que han podido observarse durante el período de realización de un programa de alcolock TABLA I Datos 2005 Total Provocados por reincidentes Evitados si TODOS los sancionados debieran instalar alcoloks Evitados si los sancionados con tasa > 1,3 g/l debieran instalar alcolok Evitados si los sancionados, voluntariamente pudieran instalar alcolok Nº de fallecidos 4.442 177-115 -85 - (11 23) Nº de heridos graves 21.859 874-568 -400 - (57 114) Nº de heridos leves 110.950 4.438-2.885-2000 - (288 577) Estimación de los resultados, en cuanto a número de fallecidos y heridos evitados, de la implantación de programas alcolok en España
destaca el evitar que los conductores consuman alcohol durante el tiempo considerado como de mayor riesgo de accidente, en torno a los cinco años posteriores a la primera denuncia por alcoholemia, por lo que puede suponer una importante reducción en las cifras de siniestralidad asociadas al consumo de alcohol. - El programa debe entenderse como un conjunto de actividades destinadas a evitar la conducción bajo los efectos del alcohol entre sus participantes y no sólo con el simple hecho de llevar un dispositivo instalado. - El programa debe estar apoyado por una fuerte y clara legislación. Asimismo, desde el punto de vista social permiten que los conductores continúen conduciendo, lo que implica que puedan en muchos casos seguir trabajando y desarrollando una completa vida social, provocando además cambios en los hábitos de las personas con problemas de alcoholemia. - El dispositivo utilizado debe ser específico para la detección de alcohol y cumplir con unos estándares mínimos. - El programa ha de tener un proveedor de servicios comprometido. Tanto la reducción de la accidentalidad (con los beneficios sociales y económicos que ello implica) como los cambios en los hábitos de los conductores que consumen alcohol constituyen poderosas razones para la implantación de un programa de alcolock en España. Cuál es la solución más adecuada? La revisión de las distintas experiencias en la implantación de programas de alcolock en distintos lugares permite dar unas pautas de los requisitos que estos programas deberían cumplir para que su implantación se realizase de la forma más eficaz posible, afectando a las distintas variables del programa. Las recomendaciones son las siguientes:
- Los criterios de participación en el programa deben ser aquellos que consigan incluir al máximo número de conductores sancionados por alcoholemia. - La participación debería ser obligatoria, al menos para los conductores con mayor riesgo de reincidencia. - La gestión debería recaer en las autoridades administrativas responsables del tráfico. - Los participantes deben ser controlados de forma regular, incluyendo el análisis de los datos registrados por el dispositivo. rehabilitador de la medida, con una duración normalmente adaptada a cada caso. En cuanto a la forma de participación en el programa, ésta puede tener carácter voluntario u obligatorio, o incluso mixto. La gran mayoría de los programas están basados en una participación voluntaria. En ocasiones, la diferencia entre su voluntariedad u obligatoriedad viene determinada por la reincidencia del conductor o por las tasas de alcoholemia por las que ha sido sancionado. Las diferentes modalidades comúnmente aplicadas son: - La duración del programa debería ir unida al progreso de los participantes. - El programa debe estar integrado con otras medidas como sanciones, programas de rehabilitación y/o reeducación. - Voluntario, para reducir la duración de la suspensión del permiso. - Voluntario, sin reducción de la suspensión del permiso. - Voluntario, sustitutivo de otros programas o sanciones. Los programas de alcolock que se han desarrollado hasta la fecha en varios países tienen distintas particularidades (incluso entre estados dentro del mismo país), de forma que se dan diferentes modalidades en la aplicación del programa. El programa puede ser de tipo administrativo o judicial, o incluso puede ser mixto. En los programas ordenados por vía judicial, su participación se contempla más como una medida sancionadora que de rehabilitación y su duración suele ser fija. Por el contrario, en los programas de tipo administrativo se enfatiza más en el carácter
En la implantación de un programa en España, los costes asociados al dispositivo (incluidos los derivados de su administración) podrían rondar los 1.200 euros al año, mientras que un programa en el que se incluyeran medidas complementarias como revisiones médicas o tratamientos reeducadores, podría rondar los 2.000 euros anuales. - Obligatorio, como condición previa a la restitución del permiso. - Como condición dentro de un sistema de libertad vigilada, bajo control del juzgado. - Obligatorio por ley. Además, entre los distintos programas desarrollados existe la posibilidad de complementarlos con medidas rehabilitadoras como pueden ser cursos de reeducación, tratamientos médicos, etc. La revisión de los distintos costes asociados a la implantación de un programa alcolock muestran cifras que están comprendidas desde los 800 a los 1800 euros al año por cada dispositivo en concepto de instalación, mantenimiento, control y desinstalación del dispositivo. La gran horquilla apreciada está probablemente en relación con el número de dispositivos que se hayan implantado. Si a la cifra anterior añadiéramos los costes derivados de medidas complementarias, como reconocimientos médicos, los costes unitarios del programa podrían ir desde los 2.000 a los 2.500 euros al año. Con los costes anteriores, el coste total que supondría la implantación de un programa de alcolock en España, dependiendo de tres escenarios de aplicación distintos, sería el siguiente: - Escenario 1: Obligatorio para todos los conductores sancionados por alcoholemia. Entre 96 millones de euros (sin medidas rehabilitadoras complementarias) y 160 millones de euros (con actuaciones rehabilitadoras complementarias). - Escenario 2: Obligatorio para todos los conductores sancionados por tasas de alcoholemia superiores a 1 g/l. Entre 26 millones de euros (sin medidas rehabilitadoras complementarias) y 44 millones de euros (con actuaciones rehabilitadoras complementarias). - Escenario 3: Voluntario entre los conductores sancionados por alcoholemia. Entre 9 millones y 19 millones de euros, según un rango de participación del 10% o el 20% (sin medidas rehabilitadoras complementarias) y entre 16 millones y 32 millones de euros (con actuaciones rehabilitadoras complementarias).
En cuanto a los beneficios esperados de la implantación de un programa de alcolock en España (tomando las cifras oficiales de la Unión Europea), en función de los escenarios descritos con anterioridad, éste sería de: - 224 millones de euros para el escenario 1. - 163 millones de euros para el escenario 2. - Entre 22 millones de euros y 45 millones de euros (según un grado de participación del 10% o del 20%) para el escenario 3. Por lo tanto, dentro de los escenarios propuestos, la estimación del ratio beneficio/coste oscilaría entre 1,4 y 6,14 (dependiendo de la inclusión en los costes de acciones complementarias, como revisiones médicas, programas de reeducación, etc). Entre todos los escenarios planteados se observa que en el que se consigue el mejor ratio beneficio/coste es aquél en el que se obliga a participar en el programa a los denunciados por las tasas de alcoholemia más elevadas (por encima de 1 g/l, o lo que es lo mismo, el doble del máximo legalmente permitido para conductores en general). Este resultado era el lógico esperado, si tenemos en cuenta que estos conductores representan un 26% sobre el total de denunciados y sin embargo dan lugar a un gran porcentaje de víctimas de entre todas las provocadas por los conductores denunciados previamente por alcoholemias. Por lo tanto, la recomendación final es la implantación de un programa obligatorio para aquellos conductores denunciados por altas tasas de alcoholemia (superiores al doble de la máxima permitida) y reincidentes, y voluntario para el resto de conductores denunciados por superar las tasas máximas de alcohol permitidas.
El alcolock como medida reeducadora La mayoría de los usuarios valoran positivamente los beneficios del programa. Así, los sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol suelen considerar el alcolock un sistema eficaz para evitar que ellos mismos se pusieran al volante de su vehículo tras consumir alcohol, obligándoles a modificar sus hábitos con respecto a la bebida. Los alcolocks también influyen sobre los usuarios de los dispositivos debido al control que los gestores del programa ejercen sobre los participantes en el proyecto, al conocer los intentos fallidos de superar el test de alcoholemia previo al encendido del motor que se han producido. Esta motivación adicional contribuye a modificar los hábitos de los sancionados que pudieran estar acostumbrados a consumir bebidas alcohólicas antes de conducir, al menos durante el tiempo en el cual el alcolock está instalado en sus vehículos. El asesoramiento y los cursos de reeducación para aquellos conductores que llevan instalado un alcolock en su vehículo son, a la vista de los resultados obtenidos en las experiencias de programas alcolock en los que se incluyen, un apoyo eficaz a la hora de tratar de modificar los hábitos de conducta hacia el alcohol y la conducción por parte de los participantes en el programa. Los usuarios del alcolock perciben el dispositivo como un impedimento para poder conducir en el caso de que se ingieran bebidas alcohólicas, que no permite el arranque del motor del vehículo tras la ingesta de alcohol, que les reportaría beneficios en su salud y que contribuiría a hacerles más responsables a la hora de consumir bebidas alcohólicas. El alcolock, acompañado de la necesaria supervisión sobre los conductores sancionados y de los correspondientes controles médicos, supone para los conductores con fuerte dependencia del alcohol una contribución a la hora de abandonar su consumo. Han de ser tenidas en cuenta y aplicadas, de forma paralela y dentro del programa alcolock, otras medidas tales como programas de rehabilitación y reeducación que permitan al usuario con problemas de dependencia del alcohol llegar a rehabilitarse y hagan que los conductores sancionados sin problemas de dependencia tomen conciencia del peligro que conlleva la conducción tras la ingesta de bebidas alcohólicas. La lectura de datos, contenidos en la memoria del alcolock, ayuda a prever el comportamiento de los conductores tras la retirada del dispositivo, en función del número de ocasiones en las que el usuario haya tratado de arrancar su vehículo tras haber ingerido bebidas alcohólicas, por lo que podra controlarse el periodo durante el cual los sancionados deben permanecer dentro del programa de rehabilitación. Por lo tanto, pese a que la utilidad del alcolock es la incapacitación preventiva, al combinarse con un tratamiento adecuado, los alcolocks son una herramienta eficaz,
incluso después de su retirada, en la lucha contra la reincidencia, al modificarse el comportamiento y la conducta de estos conductores a más largo plazo. Asimismo, el asesoramiento acerca de los peligros que se derivan de una conducción bajo los efectos del alcohol durante el periodo de instalación del alcolock contribuye a la obtención de resultados beneficiosos una vez que el dispositivo es retirado, descendiendo el consumo de alcohol y la dependencia del mismo. contrasta con uno de los principales problemas que presentan los distintos programas que se han puesto en marcha hasta la fecha, el bajo nivel de participación de los conductores denunciados. Otros aspectos Un requisito fundamental para la implantación de medidas preventivas contra el binomio conducción - alcohol, como es un programa de alcolock es, sin duda, que éstas tengan la suficiente aceptación social, especialmente cuando para su desarrollo se hace necesaria la modificación de la normativa legal. Una gran proporción de conductores europeos muestra su apoyo a que existan medidas más severas para reducir la conducción bajo los efectos del alcohol, incluyendo endurecimientos de la legislación al respecto. En concreto, prácticamente la mitad de los conductores encuestados considera que debería ser ilegal la consumición de cualquier cantidad de alcohol al volante. El elevado grado de aceptación social El gran incentivo para la participación en un programa de alcolock que supone el hecho de que el conductor pueda seguir conduciendo con un permiso especial choca con otros factores que influyen de forma negativa en la participación de los conductores en los programas y que, evidentemente podrían dar lugar al fracaso del mismo. La mejor forma de incrementar la participación es hacer que el programa tenga un carácter obligatorio frente a la posible voluntariedad del mismo, al menos en aquellos conductores con grados de alcoholemias más elevados o que sean reincidentes. Un programa alcolock recomendado para su implantación en España sería aquél que fuese obligatorio tanto para conductores reincidentes como para aquellos que presentasen alcoholemias elevadas (en torno a 1 g/l según las recomendaciones realizadas,
en la situación actual). Se hace necesario para su implantación modificar la legislación actual, donde debería incluirse de forma específica el grado de alcoholemia a partir del cuál se considera que la tasa de alcohol es elevada, y que por tanto, determinaría la inclusión obligatoria de su conductor en un programa de alcolock. La recomendación para la modificación de la legislación, para que en ningún momento afectara a posibles cambios en los máximos límites de concentración de alcohol permitidos, podría ser la de establecer que las tasas de alcoholemia se considerarán elevadas cuando alcancen o superen el doble de la máxima tasa de alcohol permitida para cada conductor (hay que recordar que ésta varía en función del tipo de conductor; novel, transporte viajeros o mercancías, etc.). Precisamente uno de los problemas que este tipo de programas ha tenido para su implantación en distintos lugares ha sido su efectividad, puesta en duda por algunos sectores y que ha motivado retrasos en su implantación. Estas dudas se despejan si se examinan las conclusiones de los diferentes estudios desarrollados en distintos países acerca de su eficacia, por lo que se hace necesario y se recomienda una buena conexión y traslado de esta información desde los investigadores a los políticos, jueces y opinión pública en general. Se recomienda a su vez una campaña informativa para promocionar un programa alcolock, especialmente cuando éste ya se hubiera implementado. Esta campaña informativa debería explicar las condiciones y procedimientos de participación en una forma positiva, remarcando las ventajas para el participante. Por último, al constituir el coste del programa alcolock para el conductor uno de los aspectos fundamentales en el bajo grado de participación en dichos programas, se recomienda tomar medidas como hacer que el coste sea dependiente de los ingresos del conductor, pago a plazos, instaurar fondos para personas de escasos recursos económicos o incluso hacer que la participación esté exenta de costes, tal y como se ha hecho en programas implantados en otros países.
Evidencias científicas de la eficacia de las tecnologías Colección 2007 1.- El programa EuroNcap 2.- Avance en el diseño de los reposacabezas 3.- Sistema de alerta de cambio involuntario de carril 4.- Avisa cinturones 5.- El control electrónico de estabilidad y el sistema de ayuda a la frenada 6.- Control inteligente de velocidad 7.- La llamada automática e-call 8.- Las luces de conducción diurna 9.- Sistemas de control de la presión de los neumáticos 10.- Las luces diurnas en vehículos de cuatro ruedas y la accidentalidad de ciclomotores y motocicletas 11.- Los sistemas de navegación 12.- La protección de peatones y ciclistas 13.- Tecnologías de propulsión híbridas 14.- Etilómetros de interrupción de encendido para vehículos automóviles. Individualmente se pueden descargar en www.fundacionfitsa.org Patronos de la Fundación Fitsa Centro colaborador FITSA 2007. La obra se encuentra protegida por la ley española de propiedad intelectual y/o cualesquiera otras normas resulten de aplicación. Queda prohibido cualquier uso de la obra diferente a lo autorizado bajo esta licencia o lo dispuesto en las leyes de propiedad intelectual. Se permite la copia, distribución y reproducción de la presente obra siempre que se realice de forma individual, no lucrativa y con la indicación de sus autores, de su procedencia y de los derechos de FITSA sobre la misma. Prohibido sublicenciar la obra. Prohibida la modificación, reducción o ampliación de la obra así como su incorporación a otras obras sin el previo y expreso consentimiento por escrito de FITSA.