En los últimos años, en muchos países, el Acoso Escolar ha sido reconocido y registrado como un delito y ha sido definido como un acto de comportamiento agresivo constante que se manifiesta al usar la fuerza y la coacción para herir a otra persona, ya sea física o mentalmente. Las víctimas de acoso escolar pueden desarrollar altos niveles de ansiedad, disminución de su autoestima y bajas en el rendimiento académico, que si no se controla a tiempo pasan a estados depresivos que pueden desencadenar en tendencias suicidas. El bullying implica tres características: el desequilibrio de poder, la intención de causar daño y la repetición. Quienes intimidan utilizan su poder para controlar y las víctimas tienen dificultades para defenderse. El acosador tiene la intención de causar daño y los incidentes de intimidación ocurren a la misma persona una y otra vez por parte de la misma persona o grupo. La psicólogo clínico Katharina Trebbau, quien forma parte del grupo de especialistas de Celan, explica que en primaria y bachillerato es más común ver episodios de bullying, pero pueden haber indicios desde la edad preescolar. En el colegio de nuestros hijos podemos ver compañeros de 5-6 años que tienden a relacionarse de forma violenta. Asegura la doctora que el acoso se manifiesta de manera diferente entre los sexos: Los varones son más propensos a la agresión física, mientras que las hembras se inclinan por la exclusión, la burla, la agresión psicológica o verbal. 1 / 6
Hay distintas expresiones de intimidación: la directa que implica una gran cantidad de agresiones físicas como empujones, pellizcos, lanzamiento de objetos, bofetadas, asfixia, golpes y patadas, palizas, puñaladas, tirar del pelo, arañar, morder, raspar. La agresión indirecta se caracteriza por tratar de aislar socialmente a la víctima. Esto se consigue a través de una amplia variedad de técnicas, incluyendo la difusión de chismes, negarse a relacionarse con la víctima, criticar la manera de vestir, insultar y otros marcadores socialmente relevantes como la raza, religión, discapacidad, sexo o preferencia sexual. Importancia de Denunciar para prevenir La intimidación es un problema generalizado y grave que puede ocurrir en cualquier lugar. Por eso hay que hablar del tema con los niños y, sin generar pánico, explicarles que no deben dejar pasar agresiones porque es sólo jugando. Si una broma le molesta no la tiene que aceptar, al contrario debe detenerla y acudir ante un adulto, pues si alguien no quiere ser denunciado, entonces que no moleste y que respete. Los padres también deben entender que estar pendiente del acoso no es sobreprotección, pues las investigaciones muestran que los niños que denuncian el acoso ante un adulto son menos propensos a experimentar hostigamiento en el futuro. Los adultos deben animar a los niños para ayudar a mantener su escuela segura y decirle a un adulto cuando son testigos o víctimas de la intimidación. La denuncia es importante, pues mientras el niño crece en un ambiente con experiencia positiva es un individuo más fuerte y, por el contrario, si crece entre situaciones negativas su autoestima se va destruyendo. Los padres juegan un papel fundamental en la prevención del bullying, pero a menudo no saben si sus hijos intimidan o son intimidados por otros. Para ayudar a prevenir el acoso escolar, los padres necesitan hablar con sus hijos sobre lo que está pasando en la escuela y en la comunidad. 2 / 6
La psicólogo Katharina Trebbau recomienda una buena comunicación con nuestros hijos, poder hablar con ellos todos los días después del colegio, saber cómo les ha ido, mantenernos accesibles a ellos y poder identificar algún cambio. Si vemos que están más aislados, si tienen síntomas de fobia escolar, de no querer ir al colegio, somatizan el hecho de que se sienten mal, les duele la barriga o la cabeza constantemente, son signos de alarma que deberíamos saber identificar, tomar en serio y evaluar más a fondo. La principal herramienta que requieren nuestros hijos para evitar el Bullying y sepan defenderse ante una situación de acoso es hablar, explicarles que se merecen respeto, que deben buscar ayuda y fomentarles la comunicación y la Cultura de la Denuncia. Los padres deben tener comunicación con la institución para determinar si se trata del denominado bullying. Es necesario intervenir y no permitir que sea un patrón crónico, afirma la especialista. Katharina Trebbau, como psicólogo, sugiere dar Talleres Informativos en los Colegios acerca del bullying para que todos puedan identificar el fenómeno. No sólo es la víctima y el agresor quienes están implicados en el problema, también los testigos, el resto de la comunidad escolar. Entonces cuando se puede identificar se evita que el problema se escape de las manos. En los Colegios deben existir vías de denuncia anónima para que los niños que puedan reconocer el problema tengan herramientas para actuar. Se debe permitir la denuncia anónima para que no haya represalia en contra del maestro o la persona que la hace asevera la especialista. A nivel institucional tiene que haber reglas claras, como el Código de Conducta Escolar, donde se establecen amonestaciones o expulsiones y además hacer que se cumplan los deberes y derechos de los niños establecidos en normas como la LOPNA, donde está incluido el tema de evitar la violencia y da las herramientas para actuar respecto a la problemática. Tanto Víctima como Acosador requieren orientación 3 / 6
Los padres deben tratar el problema abordando al niño con los recursos que tiene la familia como tal: la comunicación, la cercanía, el apoyo emocional son suficientes para resolverlo. Pero si se saliera de sus manos, el siguiente paso es acudir al psicólogo que cuenta con otras herramientas de ayuda. Si la fobia escolar es tal que se afecta el rendimiento académico o sus relaciones sociales con otros compañeros, es una situación importante en la personalidad de ese niño que debe tratarse con el especialista, advierte la Dra Trebbau. El acosador no es un enfermo, es un niño que está manejando mal sus conflictos, sus frustraciones, que está aprendiendo maneras inadecuadas para relacionarse con los otros y definitivamente también debe tratarse. Tampoco hay que justificar estas conductas. No decir: él lo hace porque su papá se murió, por ejemplo. Si se sabe que el niño tiene una historia y está pasando por una situación difícil no hay que justificarlo, sino llevarlo a terapia para que canalice su problemática y su conflictividad de una manera adecuada y no haciendo daño a otro. Hay que hacerle ver cómo se resuelven los problemas, cómo canalizar su agresividad, ofrecerle estrategias de comunicación asertiva, efectiva para tratar de de negociar las cosas antes de llevarlas a la violencia. Ambos lados son difíciles de aceptar para los padres: tolerar que su hijo sea una víctima de agresión es difícil, pero más difícil es que un padre asuma que su hijo sea agresor. Sobre todo si en la casa está el mensaje machista de: no te dejes golpear, se fuerte no seas llorón eso confunde al niño. Cuando se da el caso hay que asumir la responsabilidad y tomar cartas en el asunto. A los niños acosadores ponerles límites, en la comunidad escolar fomentar la denuncia y a los niños agredidos no bajar la mirada, no aislarse y mostrarse seguros ante el mundo, con una actitud positiva de no permitir violencia hacia su persona. Algunos Datos Interesantes 4 / 6
40 % de los estudiantes venezolanos vive en situación de acoso en sus liceos En Venezuela, sólo uno de cada tres niños acosados busca ayuda En Bogotá, Colombia, el 15% de los estudiantes son víctimas de acoso escolar En Estados Unidos se estima que entre el 60 y 80% de los niños son intimidados en las escuelas El Gobernador del Estado de México, designó un especialista a cada una de las 10 mil 500 escuelas para tratar los casos de violencia en los planteles y creó un número gratuito de asesoría y atención En el 2003, se promulgó La Ley Contra la Intimidación en el Reino Unido Se estima que entre 15 y 25 niños se suicidan cada año, en el Reino Unido, debido a que están siendo intimidados El vínculo entre el acoso y la violencia escolar despertó interés desde la masacre de 1999 en el Columbine High School, Colorado, Estados Unidos. Si desea indagar en el tema o contactar al especialista: Dra. Katharina Trebbau 212-986.07.66 212-435.97.95 5 / 6
www.celan.com.ve 6 / 6