Nombre del alumno: Nombre del plantel Dirección General o Subsistema Estado Correo Electrónico Título significativo o Nombre del ensayo Ever Marat Ramírez Rosales Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios No. 130 Miguel Hidalgo y Costilla DGETI Durango, Durango marat_zx@hotmail.com La Democracia y el Humanismo: el Camino de la libertad Resumen o Abstract En mi ensayo pretendo expresar y demostrar la relación entre el humanismo y la democracia, la razones por las cuales están estrechamente ligadas en los derechos humanos y principalmente darle un enfoque filosófico y racional, para que el lector comprenda el humanismo y la relación que conlleva a la civilidad del ciudadano.
La Democracia y el Humanismo: el camino de la libertad. "Obrar bien es la consecuencia directa de saber en qué consiste lo bueno 1 (Savater, 2003) Fernando Savater En el presente ensayo aspiro a explicar por qué la democracia y el humanismo son indispensables para fortalecer el ejercicio de una ciudadanía responsable y para crear un régimen político que garantice los derechos humanos, en un marco de civilidad, respeto y armonía. Mis argumentos tratan de demostrar que sólo en la democracia con tradición humanista, el hombre puede asumir su destino de manera responsable y ser útil a los demás. El humanismo es una escuela del pensamiento filosófico en donde hay un movimiento intelectual y cultural fundado desde el siglo XIV en Europa por pensadores y artistas como Dante Alighieri y Giovanni Bocaccio. El Humanismo ha buscado aportar al ser humano la literatura, la filosofía moral, la gramática, la retórica, la historia y principalmente a dar al hombre mayor conocimiento sobre sí mismo y su relación con los demás. La democracia es otro gran resultado de la filosofía del hombre, lo definieron los filósofos griegos Aristóteles y Platón, como su raíz etimológica lo dice demos (pueblo) Kratos (poder). La democracia es el sistema de gobierno que crearon los griegos para elegir a sus representantes populares de manera organizada. Este es uno de sus mayores legados, que hoy ya perfeccionado, está vigente en la conformación de los sistemas políticos liberales del mundo. Como hay una vulgarización conceptual de la democracia, es preciso definirla, para darnos cuenta de su influencia en la formación del perfil ciudadano del siglo XXI. Philippe Schmitter afirma que La democracia política moderna es un sistema de gobierno en el que los gobernantes son responsables de sus acciones en el 1 Frase Fernando Savater Libro el valor de elegir. España/ Ariel/ 2003 /
terreno público ante los ciudadanos, actuando indirectamente a través de la competencia y la cooperación de sus representantes electos (Schmitter, 1993). Esto implica que existan ciudadanos con plena responsabilidad de sus derechos y obligaciones, que haya un régimen político que respete las decisiones de las mayorías sin excluir a las distintas expresiones minoritarias, que haya una libertad de expresión que permita el diálogo para regular los conflictos y un respeto a la ley que posibilite la vigencia del Estado de Derecho. Solo en los regímenes democráticos el humanismo encuentra su mayor expresión, porque las leyes garantizan el ejercicio ciudadano de la libertad, la dignidad, la tolerancia, el respeto, la cooperación y la solidaridad. Es decir, que el centro o eje de la democracia es el hombre, quien es capaz de elegir, de tomar decisiones, de establecer metas y autorealizarse. Por ello el avance y la calidad de la democracia tiene que ver con ciudadanos educados y sensibles, que respondan de sus propios actos y sean capaces de participar de manera activa en el mejoramiento de una mejor convivencia social. La democracia y el humanismo son componentes insustituibles de las sociedades modernas, a través de ellos la sociedad alcanza su más alto nivel de madurez, donde los ciudadanos pueden desarrollar sus capacidades, actitudes, competencias y destrezas de manera integral, velando siempre por el bien común. Es decir en las democracias establecidas se aspira a crear ciudadanos felices y responsables, que asuman su autonomía y su libre elección; ello explica por qué los regímenes totalitarios o autoritarios han fracasado a lo largo de la historia, por el empleo de fórmulas equivocadas que llevan a la cancelación de la libertad, al empobrecimiento espiritual, a la muerte de la imaginación y a la supresión del ciudadano. Recordemos en que terminaron los regímenes de Gadafi en Libia, Ceacescu en Rumania y Pinochet en Chile. Consideremos por otra parte que la Democracia como forma de vida no es algo acabado, porque dinámica es la sociedad y cambiante el hombre; de tal manera que la vocación por la democracia, la libertad y el humanismo se ha de reafirmar de manera cotidiana a través de nuestras ideas y acciones
Los modernos gobiernos democráticos afinan sus procesos de elección, que dan certidumbre y garantizan la estabilidad. Privilegian la alternancia y la competencia política en un esquema plural y representativo. Son eficaces en la solución de las demandas ciudadanas y tienen un amplio horizonte de tolerancia, porque creen en la autocrítica como herramienta para mejorar sus acciones. No buscan lastimar la tradición humanista ni constitucional, porque saben que son indispensables para fortalecer la confianza ciudadana. Esta es la confianza que permite crear y mantener instituciones fuertes, permanentes, racionales; que en los momentos de crisis puedan resistir las adversidades. En las democracias modernas, los Derechos Humanos se respetan como un extraordinario bien común, conquistado en las revoluciones históricas, donde las ideas y pensamientos de hombres notables como Juan Jacobo Rousseau, Voltaire, Motesquieu y Diderot liberaron al ser humano de los prejuicios premodernos, propios del atraso, la ignorancia y el fanatismo. Hoy en día, la democracia está muy bien instalada en el mundo occidental, aunque las tentaciones por debilitarla en algunos grupos esté aún presente. Concluyo afirmando que los jóvenes somos actores principales de la democracia por varias razones; una de ellas es que tenemos el poder de transformar el presente con visión de futuro, sin perder tiempo en las sombras del pasado, que paralizan la acción social e individual de los hombres. Otra razón es que somos producto de la sociedad de la información y el conocimiento, esto nos da una mejor oportunidad para asumir los desafíos con inteligencia, audacia y previsión. Cuando una democracia falla y entra en crisis, es que nosotros los jóvenes no estamos participando de manera activa o bien se nos ha cancelado esa oportunidad. Una característica de este compromiso de la juventud con el humanismo y la democracia, es la elección por mandato ciudadano, de gobernantes y representantes públicos cada vez más jóvenes, con nuevos impulsos y un enorme deseo por transformar la realidad.
Bibliografía Savater, F. (2003). El valor de elegir. España: Ariel. Schmitter, P. (1993). La consolidación de la Democracia y representación de grupos sociales. Revista Méxicana de Sociología. Robert A. Dahl (1995). La Democracia y sus críticos. Estados Unidos: Pahidos Iberica. Diálogos de Platón (1991). Diálogos de Platón. México: Porrúa es.wikipedia.org/wiki/humanismo. Savater, F. (1991). Ética para Amador. España: Ariel.