11 DE ENERO 2010 LA ESCASEZ DEL AGUA Y LA POBREZA RODRIGO LABARTHE ÁLVAREZ ÍNDICE

Transcripción

1 ÍNDICE Introducción Dos necesidades urgentes Cobertura y escasez El problema de la escasez en cifras El papel del hombre Voluntad política El agua y la pobreza INTRODUCCIÓN En este artículo integramos algunas reflexiones sobre el papel que ha jugado el hombre en la disminución de los recursos hídricos, con la exposición de algunas cifras y datos reveladores que evidencian la caída en la disponibilidad de agua limpia en el mundo. Por otra parte, retomamos algunas de las consideraciones que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló en su Informe sobre Desarrollo Humano 2006, que estuvo dedicado al tema de la escasez del agua, relacionado con la pobreza y el poder. En dicho documento, el PNUD alerta sobre las enormes carencias de un alto porcentaje de la población mundial en el acceso al agua y al saneamiento. Esta limitación se traduce en un impedimento para lograr un mayor desarrollo humano y para alcanzar las oportunidades que permitan a dichos individuos obtener mejores condiciones de vida. El informe lanza un llamado a generar una genuina voluntad política que busque establecer las condiciones para que el agua limpia y los servicios sanitarios lleguen a toda la población y, de esta forma, se reduzca el enorme número de enfermedades y de muertes que se producen en los países en desarrollo, provocadas por las lamentables condiciones de higiene. Este artículo se estructura de la siguiente forma: En primer lugar, se plantea en términos generales en qué consiste el problema de la distribución y la escasez de agua, a la vez que se anuncian algunas de las necesidades más urgentes en lo referente a la explotación del agua y al acceso de la población más pobre a ella. A continuación se presentan algunos datos sobre la menor

2 disponibilidad de agua en el mundo y se enuncian algunos mecanismos a través de los cuales el hombre ha provocado el decrecimiento de los recursos hídricos. Posteriormente, se aborda el tema de la escasez del agua desde el punto de vista de cuál es el origen del problema: si se trata de un problema exclusivamente físico, o también está relacionado con la voluntad política. Este último factor también se analiza en relación con la poca cobertura de redes de agua potable y saneamiento entre la población pobre. Para finalizar, con la intención de llamar la atención sobre las enormes necesidades de los grupos humanos más desprotegidos, exponemos algunos de los problemas que estos grupos enfrentan en relación con el acceso al agua y algunas de las terribles consecuencias que se derivan de la privación de este bien básico. DOS NECESIDADES URGENTES Justo ahora que la escasez amenaza con afectar a grandes regiones del mundo (tanto países desarrollados como en desarrollo) en las próximas décadas, surge con mayor fuerza la preocupación sobre cómo hacer para evitar las terribles consecuencias de un muy limitado acceso al agua limpia, aun cuando los países pobres y un alto porcentaje de la población han venido padeciendo este problema durante todo este siglo. En este marco, dos asuntos se presentan como necesidades urgentes en el tema del agua a nivel mundial. La primera, detener el deterioro ambiental, y el desperdicio y la explotación de recursos acuíferos que amenazan con generar un entorno de escasez extrema de agua para la población mundial, al tiempo que se permita que los procesos naturales se regeneren y los recursos hídricos vuelvan a su nivel. No hay que olvidar que el agua es un recurso renovable y que lo único que el hombre debe hacer es interferir lo menos posible en el proceso natural de renovación, por ejemplo, evitando la deforestación y limitando el impacto de sus contaminantes en los cuerpos de agua. La segunda necesidad urgente es generar la infraestructura para que el agua limpia y los servicios de saneamiento lleguen a los grupos de población más desprotegidos, sin que eso signifique que éstos tengan que pagar un considerable porcentaje de sus ingresos por ellos. La población más pobre es la que, lamentablemente, tiene menor voz a nivel mundial y es la primera en padecer las consecuencias de los desequilibrios ambientales, debido a su carencia de recursos y a su ausencia de poder. No es muy complicado anticipar que en un marco de escasez generalizada, estos grupos serían los primeros afectados, de la misma forma que son los que han sido olvidados por los sistemas de distribución de agua potable.

3 COBERTURA Y ESCASEZ Paradójicamente, a la vez que la proporción de agua limpia por habitante en el mundo decrece de forma significativa, la cobertura de acceso a agua potable y a servicios de saneamiento a nivel mundial aumenta, aunque no al ritmo deseado. Ahora que observamos la situación de la escasez del agua como algo relativamente cercano, que podría afectarnos a todos desde los niveles más básicos de nuestras vidas, empezamos a tener conciencia de las deplorables condiciones que padece una elevada proporción de la población mundial, precisamente por tener un acceso muy limitado al agua limpia. Hablamos de la crisis del agua como un enorme riesgo en el futuro cercano para la población, cuando un gran número de personas la han venido padeciendo, no por la escasez física de agua, sino por la falta de infraestructura para hacerles llegar esos bienes básicos. La nueva preocupación por el agua debe motivar acciones entre gobiernos a lo largo de todo el mundo para garantizar que toda la población tenga acceso a este tipo de servicios en el menor tiempo posible, a la vez que se establecen los incentivos, la reglamentación y las penas adecuadas para evitar todo desperdicio o uso insostenible del recurso. EL PROBLEMA DE LA ESCASEZ EN CIFRAS A pesar de que la cobertura ha venido aumentando en los últimos años, en el 2006 alrededor de mil 100 millones de personas en el mundo carecían de acceso a agua apta para el consumo. En ese mismo año, cerca de 2 mil 600 millones no tenían acceso a servicios de saneamiento adecuado. Esto significa que cerca del 41 por ciento de la población mundial está en riesgo de contraer enfermedades que le puede causar la muerte debido a que no cuenta con las condiciones mínimas de higiene. A medida que la población aumenta, la disponibilidad de agua por habitante disminuye. Entre 1950 y 2005 por ejemplo, la población mexicana se cuadruplicó, al tiempo que la disponibilidad de agua por habitante se redujo más de cuatro veces. Mientras en 1950 a cada habitante le correspondía un promedio anual de poco más de 18 mil metros cúbicos de agua, en 2000 esa cifra se redujo a sólo cuatro mil 771 metros cúbicos. Aunque la disponibilidad en México se ha reducido notoriamente, la escasez en nuestro país y en la región de Latinoamérica todavía está muy lejos de las regiones más apremiadas del planeta.

4 De acuerdo con el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, México se ubica en la posición 94 por la disponibilidad de agua y en el lugar 106 por su calidad. Más de 12 millones de mexicanos carecen de acceso a agua potable, y alrededor del doble padecen carencias en servicios de saneamiento. 1 Entre las organizaciones y especialistas que se ocupan del tema, se ha establecido la convención de que el umbral nacional para satisfacer los requerimientos de agua para la agricultura, la industria, la energía y el medio ambiente es mil 700 metros cúbicos por persona. México todavía se encuentra muy por encima de ese nivel. La disponibilidad por debajo de los mil metros cúbicos es clasificada como un estado de "estrés por falta de agua". La situación por debajo de 500 metros cúbicos se conoce como "escasez absoluta". Considerando esta clasificación, en 2006, 43 países en los que habitan 700 millones de personas se ubican por debajo del umbral de estrés de agua. La región más afectada es el Medio Oriente. 2 Si la disminución en la disponibilidad de agua continuara al ritmo de la tendencia actual, en 2025 más de 3 mil millones de personas vivirían en estrés de agua y 14 países pasarían de sufrir estrés a padecer escasez de agua. Se espera que la población para ese año sea de poco menos de 8 mil millones de habitantes, por lo que cerca de la mitad de la población se encontraría en situación de estrés de agua. Actualmente, alrededor de 1,400 millones de personas viven en zonas de cuencas fluviales donde el consumo de agua supera los niveles de sostenibilidad. 3 Uno de los grandes problemas en el acceso mundial al agua es que el recurso está muy lejos de estar homogéneamente distribuido, por lo que mientras algunos países tienen que traer la mayor parte de su agua del exterior, otros tienen mucha más de la que necesitan para su consumo. Desafortunadamente, a nivel de gobiernos no existe un acuerdo político que facilite que el líquido se distribuya en todo el planeta, garantizando el consumo básico de todas las personas. 1 El financiero, 27703/08 2 PNUD, c.4, p PNUD, p. 30

5 EL PAPEL DEL HOMBRE Al analizar el papel del hombre en este problema, conviene considerar dos aspectos básicos: de qué manera el hombre ha sido causa del problema, y de qué forma podría padecer las consecuencias. La situación resulta de tanta importancia porque está en juego la vida del hombre, de la misma forma que lo está la de millones de pobres que actualmente no tienen acceso a estos servicios básicos. El ser humano necesita el agua para vivir. Sin una cantidad suficiente de agua y sin la calidad necesaria de la misma, el hombre tiene grandes probabilidades de contraer enfermedades y de perder la vida. Para la subsistencia humana, no sólo es necesaria la cantidad mínima de agua para beber, también se requiere un mínimo para producir la cantidad básica de alimentos para nutrir a la población mundial. El crecimiento acelerado de la población mundial exige una mayor producción de alimentos y, por lo mismo, una mayor cantidad de agua. La mayor parte del consumo de agua se destina a riego. En los países en desarrollo, a este uso se destina el 80 por ciento del agua. 4 Se espera que en 2030 la población sobrepase los 8 mil millones de personas y que, para mantener el ritmo creciente de la demanda de alimentos, sea necesario destinar a uso agrícola un 14 por ciento más de agua dulce. 5 Aun cuando los seres humanos tuvieran el agua suficiente para garantizar su subsistencia, la escasez del agua podría transformar el significado de esa vida, la manera en que el hombre vive. Utilizamos el agua como insumo en innumerables actividades productivas a las que dedicamos gran parte de nuestras vidas. Sin agua suficiente, muchas de esas actividades no podrían ser realizadas, y la riqueza y el bienestar como los entendemos ahora no podrían ser alcanzados. El tener la oportunidad de realizar actividades productivas que constituyen el sustento de nuestras vidas en los tiempos actuales, podría ser un lujo inalcanzable. Pero la situación no es irreversible. El hombre tiene en sus manos la posibilidad de dejar de provocar que el recurso continúe disminuyendo y de distribuirlo mejor. El Informe del PNUD insiste en que el problema de la escasez y de la cobertura del agua no es solamente un problema de carácter físico, sino también y, en buena medida, un problema político. Los seres humanos tienen la posibilidad de establecer los mecanismos para detener la explotación y para lograr que el agua llegue al total de la población. 4 PNUD, p.31 5 Reforma, 23/03/07

6 En buena medida ha sido el ser humano el que ha provocado el problema de la escasez de agua. En lo referente a la gestión del agua, el mundo se ha dedicado a una actividad frenética comparable a un frenesí imprudente e insostenible de gastos financiados por crédito. Expresado de una manera simple, los países han estado utilizando mucha más agua de la que disponen, tal como define la tasa de reabastecimiento. El resultado es una gran deuda ecológica de agua que heredarán las futuras generaciones. 6 Para el PNUD, algunos de los síntomas del excesivo consumo de agua son el agotamiento de las capas freáticas, los lagos cada vez más reducidos y los sistemas fluviales que ya no llegan al mar. En el último siglo, el crecimiento del consumo de agua se ha producido al doble de velocidad que el crecimiento de la población. Esto quiere decir que en promedio cada ser humano está consumiendo mucha más agua que antes. El problema es que este consumo se ha dado sin que los hombres muestren mayor conciencia de la necesidad de proteger este recurso vital. Prueba de ello es el desperdicio y la explotación de mantos acuíferos sin permitirles recuperarse. Como se mencionó anteriormente, la mayor proporción del uso del agua en el mundo se destina a riego, pero esta aplicación no es muy eficiente, ya que, debido a las malas técnicas de riego y a la obsolescencia de los equipos, se pierde más de la mitad del agua destinada a la agricultura. Otra de las acciones humanas que ha afectado de manera importante a la disponibilidad de agua ha sido la explotación de acuíferos. De acuerdo con las Estadísticas del Agua en México, en su edición de 2007, el número de acuíferos sobreexplotados en México ha pasado de 32 en 1975, a 80 en 1985, a 104 en El Informe del PNUD señala que el agua subterránea proveniente de los acuíferos en México representa casi el 40% del agua destinada a la agricultura. A pesar de su importancia para el riego, su uso excesivo está poniéndolos en riesgo. Más de 100 de los 653 acuíferos del país están siendo sobreexplotados. 7 Esto quiere decir que el uso desmedido no permite que los acuíferos se recuperen, por lo que el recurso no alcanza a renovarse y se atenta contra su sustentabilidad. Otro factor que afecta al ciclo natural del agua es la alta deforestación. México ocupa el segundo lugar en deforestación en América Latina y el sexto mundial. Los bosques son un elemento fundamental para el ciclo natural del agua, talarlos significa perder importantes cantidades de agua 6 PNUD, p PNUD, c.4, p. 146

7 necesarias para el uso humano, además de provocar que los suelos se erosionen. El agua en el mundo sería suficiente para la humanidad si los seres humanos no alteraran su ciclo natural. Otro buen ejemplo de los efectos negativos provocados por la acción humana es el calentamiento global. Este fenómeno afecta la disponibilidad del agua en la medida en que altera los patrones hidrológicos. Los flujos de agua se vuelven menos predecibles, y las grandes tormentas y sequías dificultan la captación de agua. El calentamiento tiende a provocar una menor precipitación fluvial y las inundaciones destruyen cosechas y contaminan el agua dulce. VOLUNTAD POLÍTICA ( ), mucho de lo que parece ser escasez es una consecuencia inducida por políticas de la mala gestión de los recursos hídricos. 8 El Informe del PNUD señala repetidamente que la escasez física del agua no es la regla en el mundo, sino una excepción que sólo afecta a algunas regiones del planeta. En la mayoría de los casos la escasez ha sido provocada por la explotación de los recursos y por una mala gestión. A través de políticas equivocadas, los gobiernos han promovido la explotación insostenible de recursos hídricos. Por ejemplo, los subsidios a la electricidad en México han provocado la sobreexplotación de los acuíferos. 9 Los gobiernos deben tomar medidas para incentivar un uso más responsable del agua, evitando que el recurso sea desperdiciado. Es necesaria una política de Estado que promueva el uso racional, la preservación y la seguridad de abasto del líquido. De la misma forma, se requiere una mayor voluntad política para mejorar la calidad del agua en países como México, así como para aumentar el tratamiento de las aguas residuales. A nivel mundial, el gasto público en agua y saneamiento suele ser muy bajo, en la mayoría de los países por debajo del 0.5 por ciento del PIB del país. 10 El bajo empleo de recursos públicos es evidencia de la falta de voluntad política para superar los problemas de acceso al agua y a saneamiento en muchos países. Este desinterés de los gobiernos ha traído graves consecuencias para la población pobre. Debido a la falta de servicios sanitarios, muchas personas, especialmente niños, son vulnerables a enfermedades como la diarrea, que es la segunda causa de mortalidad infantil. Cada año mueren cerca de 1,8 millones de niños como consecuencia directa de la diarrea y otras enfermedades causadas por el agua sucia y por un saneamiento insuficiente. El número de 8 PNUD, p PNUD, p PNUD, p.21

8 muertes por diarrea en 2004 fue aproximadamente seis veces superior a la mortalidad promedio anual en los conflictos armados durante la década de los 90. A pesar de estas cifras, el tema del agua apenas figura en las agendas internacionales. 11 Una mayor atención de los gobiernos en la infraestructura necesaria para dotar de agua potable y en la prestación de servicios de saneamiento reduciría considerablemente este tipo de enfermedades. Los distintos gobiernos deberían colaborar para llevar estos servicios a los lugares más vulnerables del mundo. EL AGUA Y LA POBREZA El acceso al agua limpia, tanto para la vida como para las actividades productivas es una condición necesaria para el desarrollo de cualquier individuo o grupo social. La privación de ese bien representa la imposibilidad de acceder a mejores oportunidades de vida para un gran porcentaje de la población mundial. La carencia de poder de estos grupos, así como la desigualdad y la pobreza, les impide gozar del recurso vital y las autoridades no hacen el suficiente esfuerzo para garantizarles el acceso. Como estos grupos no tienen una voz que sea escuchada en una dimensión amplia, sus carencias son ignoradas, por lo que son condenados al atraso. Increíblemente, algunos de los grupos más pobres son los que pagan los precios más altos por el agua. Los habitantes de los barrios pobres de Yakarta (Indonesia), Manila (Filipinas) y Nairobi (Kenia) pagan entre 5 y 10 veces más por unidad de agua que aquéllos de las áreas de ingresos altos de sus propias ciudades y más de lo que pagan los consumidores de Londres o Nueva York. 12 Para muchas de estas personas, lo que pagan por el agua representa un alto porcentaje de su ingreso, situación que podría ser contrarrestada si las redes públicas de infraestructura que abastecen de agua potable a la población llegaran hasta ellos. Lo alarmante es que las autoridades no parecen estar muy preocupadas por el hecho, como lo demuestra el bajo gasto público que se destina a estas áreas y el insuficiente avance que se ha conseguido en la búsqueda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para En lugar de que el abasto de agua limpia sea un factor que ayude a estos grupos a superar la pobreza, es su pobreza la que, en muchas ocasiones, les impide acceder al recurso, ya que las redes públicas no llegan hasta ellos. 11 PNUD, p PNUD, p. 19

9 Uno de los grandes problemas en el tema del agua, como se mencionó antes, es que está distribuida inequitativamente a lo largo del planeta, por lo que se requiere de la cooperación internacional para hacer llegar el recurso a muchas de las personas que no gozan de él. Se trata de un problema que rebasa los límites nacionales, por lo que todos los países, especialmente los desarrollados, tienen responsabilidad en las fatales consecuencias que se desprenden del hecho de que estos grupos no accedan al agua limpia. Tanto el agua como el saneamiento son la mejor medicina para reducir las enfermedades infecciosas que padecen estos grupos. Para muchos grupos pobres, la escasez de agua no es un fenómeno reciente, es un tema que los ha acompañado durante mucho tiempo y que les ha traído, en muchas ocasiones, enfermedades y la muerte. Por todo lo anterior, la crisis mundial del agua no debe ser vista simplemente como una amenaza de escasez para una población que se ha acostumbrado a acceder a ella, sino también como un llamado de atención para reflexionar sobre las condiciones en las que viven más de mil millones de habitantes en el planeta que no gozan de ella y poco menos de la mitad de la población mundial que no accede a servicios de saneamiento y que está en permanente riesgo de contraer infecciones. Es probable que con el paso de los años se consiga controlar el riesgo de escasez y que éste no afecte a la población más favorecida; sin embargo, es muy posible que persistan las pésimas condiciones sanitarias de la población más desfavorecida y, con ello, su condena al atraso. La mayor atención pública que en la actualidad tiene el tema del agua, debe servir para que las autoridades de los distintos países realicen el esfuerzo necesario para dotar a toda la población mundial de estos servicios básicos. Superar la crisis requiere una mayor voluntad política para llevar la cobertura de agua y saneamiento a todo el mundo, una nueva concepción de la relación del hombre con el agua que incentive su uso adecuado y sostenible, una serie de medidas y de normas que impidan la tan nociva explotación de los recursos, y una conciencia extendida en la sociedad sobre las peligrosas consecuencias del mal uso del agua. En el mundo hay agua suficiente para cubrir las necesidades de toda la población. Lo que se debe hacer es distribuirla a todos los hombres y lo que no se debe hacer es alterar el ciclo vital que garantiza la pervivencia del agua.