RICARDO PAZOS CASTRO Investigador predoctoral de Derecho Civil Universidad de Santiago de Compostela

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1 Boletín CeDe UsC.-.. Issn Sección Comentarios de jurisprudencia 6/2015 LA PATENTABILIDAD DE LAS INVENCIONES BIOTECNOLÓGICAS: EL CASO DE LOS «PARTENOTES» Comentario a la STJUE de 18 de diciembre de 2014 (C-364/13, International Stem Cell Corporation) RICARDO PAZOS CASTRO Investigador predoctoral de Derecho Civil Universidad de Santiago de Compostela ricardo.pazos@usc.es Abstract: According to article 6.2.c) of Directive 98/44/EC on the legal protection of biotechnological inventions, uses of human embryos for industrial or commercial purposes shall be considered unpatentable. The referring court asks the ECJ if a human parthenote, that is, an unfertilised human ovum whose division and development to a certain stage have been stimulated by parthenogenesis, constitutes a human embryo within the meaning of that provision. Key words: biotechnological inventions, patentability, stem cells, parthenotes, human embryo Resumen: De acuerdo con el artículo 6.2.c) de la Directiva 98/44/CE, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas, no se considerarán patentables las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales o comerciales. El tribunal de remisión pregunta al TJUE si un partenote humano, esto es, un óvulo humano no fecundado que ha sido estimulado mediante partenogénesis para dividirse y desarrollarse hasta un determinado estadio, constituye un «embrión humano» en el sentido de dicha disposición. Palabras clave: invenciones biotecnológicas, patentabilidad, células madre, partenotes, embrión humano Sumario: I. Marco normativo. II. Los hechos. III. La decisión del Tribunal de Justicia. IV. Valoración. I. Marco normativo. 1

2 En el presente comentario se estudia la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 18 de diciembre de 2014 (International Stem Cell Corporation / Comptroller General of Patents, Designs and Trade Marks, C-364/13, no publicada todavía en el repertorio oficial), la cual se refiere a la Directiva 98/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de julio de 1998, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas (en adelante, la Directiva 98/44) 1. El artículo 1.1 de la Directiva 98/44 obliga a los Estados miembros a proteger «las invenciones biotecnológicas mediante el Derecho nacional de patentes», indicando que de ser necesario los Estados deberán adaptar su Derecho nacional a la exigencias de la Directiva. Sin embargo, la biotecnología presenta ciertos desafíos desde el punto de vista de la dignidad humana, de la ética, de la moral e incluso del orden público, habida cuenta de «sus vínculos naturales con la materia viva», tal y como se recoge en el considerando nº 39 de la Directiva 98/44 2. Este texto comunitario ha tenido en cuenta dichos desafíos, y en la propia sentencia International Stem Cell Corporation se reproducen los considerandos n os 1 a 3, 16, 37 a 39, 42 y 43. En dichos considerandos se proclama la necesidad de respetar la dignidad y la integridad de las personas, así como la no patentabilidad del cuerpo humano en todos los estadios de su constitución y de su desarrollo, ni tampoco de las invenciones cuya explotación comercial sea contraria al orden público y a la moral, ni de aquellos procedimientos que vulneren la dignidad humana. De acuerdo con las anteriores consideraciones, el artículo 5.1 de la Directiva 98/44 dice que no es patentable «el cuerpo humano en los diferentes estadios de su constitución y de su desarrollo, así como el simple descubrimiento de uno de sus elementos, incluida la secuencia o la secuencia parcial de un gen». Ahora bien, en virtud del artículo 5.2 de la Directiva 98/44, sí es patentable «un elemento aislado del cuerpo humano u obtenido de otro modo mediante un procedimiento técnico, incluida la secuencia o la secuencia parcial de un gen [ ] aun en el caso de que la estructura de dicho elemento sea idéntica a la de un elemento natural». Por su parte, el artículo 6.1 de la Directiva 98/44 excluye la patentabilidad de las invenciones «cuya explotación comercial sea contraria al orden público o a la moralidad», mientras que el artículo 6.2 de la misma Directiva especifica ciertas invenciones que caen bajo la prohibición del apartado anterior. Así, no son patentables, en particular, los procedimientos de clonación de seres humanos, los procedimientos de modificación de la identidad genética germinal del ser humano, las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales o comerciales 3, y los procedimientos de modificación de la identidad genética de los animales que causen 1 DO L 213, de 30 de julio de 1998, p En la versión electrónica del Diccionario de la lengua española (DRAE) ( el término «biotecnología» presenta dos acepciones. La primera de ellas es «empleo de células vivas para la obtención y mejora de productos útiles, como los alimentos y los medicamentos». La segunda acepción se refiere al «estudio científico de estos métodos y sus aplicaciones». 3 El considerando nº 42 de la Directiva señala que «la utilización de embriones humanos con fines industriales o comerciales debe quedar también excluida de la patentabilidad, pero [ ] esta exclusión no afecta a las invenciones técnicas que tengan un objetivo terapéutico o de diagnóstico que se aplican al embrión y que le son útiles». 2

3 sufrimientos a éstos sin conllevar una utilidad médica sustancial para el hombre o para los propios animales, así como los animales resultantes de tales procedimientos. El Derecho nacional aplicable en el caso resuelto por la sentencia objeto de comentario es el Derecho británico. En este sentido, el apartado 3.d) del anexo A2 de la Ley de Patentes del Reino Unido de 1977 (UK Patents Act 1977) prohíbe patentar las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales o comerciales, de la misma forma que el artículo 6.2.c) de la Directiva 98/44 4. II. Los hechos. El litigio principal se origina a partir de que, mediante resolución de 16 de agosto de 2012, la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido (United Kingdom Intellectual Property Office) denegase dos solicitudes de patente presentadas por International Stem Cell Corporation. Según se indica en la sentencia objeto de comentario, la primera solicitud, titulada «activación partenogenética de ovocitos para producir células madre embrionarias humanas», reivindicaba «procedimientos de producción de líneas de células madre humanas pluripotentes a partir de ovocitos activados mediante partenogénesis y líneas de células madre producidas con arreglo a los procedimientos reivindicados». Por su parte, la segunda solicitud recibía la denominación «córnea sintética de células madre de la retina», reivindicando «procedimientos de producción de córnea sintética o tejido de la córnea, consistentes en aislar células madre pluripotentes a partir de ovocitos activados mediante partenogénesis, así como la córnea sintética o tejido de la córnea producido con arreglo a dichos procedimientos» 5. Parece oportuno precisar que la partenogénesis consiste «en la activación de un ovocito, sin espermatozoides, mediante una serie de técnicas químicas y eléctricas», y que el organismo resultante de dicho proceso recibe el nombre de «partenote» 6. La denegación de las solicitudes se debió a que la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido consideró que las mismas constituían una utilización de embriones humanos con fines industriales o comerciales, por lo que no eran patentables de acuerdo con el apartado 3.d) del anexo A2 de la Ley de Patentes del Reino Unido de International Stem Cell Corporation recurrió la resolución de la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido ante el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales (High 4 La Ley de Patentes del Reino Unido de 1977 puede consultarse en el enlace En el apartado 3 del Anexo A2 se establece: «The following are not patentable inventions [ ] d) uses of human embryos for industrial or commercial purposes». 5 Sentencia International Stem Cell Corporation, apartado Sentencia International Stem Cell Corporation, apartado 17; y conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, punto 29. GALEF («Embrión o partenote?», en Investigación y Ciencia, nº 424, enero de 2012, p. 7. Disponible en indica que la partenogénesis es «una técnica que induce la división del óvulo [no fecundado] mediante el empleo de sustancias químicas». En la versión electrónica del Diccionario de la lengua española (DRAE) «partenogénesis» se define como «modo de reproducción de algunos animales y plantas, que consiste en la formación de un nuevo ser por división reiterada de células sexuales femeninas que no se han unido previamente con gametos masculinos». 3

4 Court of Justice of England and Wales). La controversia giraba en torno a si las invenciones cuya patentabilidad se pretendía eran organismos «aptos para iniciar el proceso de desarrollo de un ser humano, de la misma manera que el embrión creado por fecundación de un óvulo», expresión que empleó el Tribunal de Justicia en su sentencia Brüstle 7. En esta última resolución, al Tribunal de Justicia se le preguntaba entre otras cosas qué debía entenderse por «embrión humano» a los efectos de la prohibición de patentar «embriones humanos con fines industriales o comerciales» que se encuentra en la Directiva 98/44. El Tribunal respondió que era un «embrión humano», a los efectos de la Directiva, «todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación, todo óvulo humano no fecundado en el que se haya implantado el núcleo de una célula humana madura y todo óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis» 8. Sin embargo, el Tribunal de Justicia recoge una serie de indicaciones efectuadas por el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales cuya mención resulta conveniente. Así, el Alto Tribunal constata que en el estado actual de la ciencia «los partenotes de mamíferos no pueden desarrollarse a término debido a que, a diferencia de un óvulo fecundado, carecen de ADN paterno, necesario para el desarrollo de tejido extraembrionario», mientras que en el caso de los partenotes humanos «se ha demostrado que sólo pueden desarrollarse hasta el estadio de blastocisto, al cabo de unos cinco días aproximadamente» desde la fecundación del óvulo 9. Conviene precisar, asimismo, que «blastocisto» ha sido definido por el Abogado General en el marco de la sentencia objeto de comentario como «una estructura compuesta por una masa celular interna, que posteriormente formará todos los tejidos embrionarios, rodeada por una capa externa de células, que formará el tejido extraembrionario, como la placenta» 10. International Stem Cell Corporation modificó sus solicitudes de patente para excluir cualquier método que permitiese al partenote convertirse en un ser humano, pero el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales no creía que esta modificación fuese suficiente para garantizar el correcto equilibrio entre la investigación biotecnológica y el respeto a la dignidad del ser humano, por lo que suspendió el procedimiento y planteó al Tribunal de Justicia la cuestión prejudicial que se resuelve en la sentencia objeto del presente comentario. III. La decisión del Tribunal de Justicia. Al Tribunal de Justicia se le pregunta si constituye un «embrión humano» a los efectos del artículo 6.2.c) de la Directiva 98/44, y por consiguiente no es posible su patentabilidad, «un óvulo humano no fecundado que ha sido estimulado mediante partenogénesis para dividirse y desarrollarse hasta un determinado estadio». 7 Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 18 de octubre de 2011 (Oliver Brüstle / Greenpeace ev, C-34/10, Rec. p. I-9821), apartado Sentencia Brüstle, apartado Sentencia International Stem Cell Corporation, apartado Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, punto 26. 4

5 Como consideraciones previas, el Tribunal de Justicia recuerda que la Directiva 98/44 se circunscribe a la patentabilidad de las invenciones biotecnológicas, indicando que el concepto de «embrión humano» a los efectos de dicha Directiva es un concepto autónomo del Derecho comunitario que debe recibir una interpretación uniforme en la Unión Europea. El Tribunal constata que el legislador comunitario quiso excluir la patentabilidad de aquellas invenciones que fuesen contrarias a la dignidad humana, lo cual implica que el concepto de «embrión humano» deba entenderse en un sentido amplio 11. A continuación, el Tribunal analiza la definición de «embrión humano» que proporcionó en la sentencia Brüstle, definición a la que ya se ha hecho referencia anteriormente pero que parece adecuado reiterar en este momento: «todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación, todo óvulo humano no fecundado en el que se haya implantado el núcleo de una célula humana madura y todo óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis». En primer lugar, no parece haber dudas de que el óvulo humano deba ser considerado un embrión humano a los efectos de la Directiva 98/44 a partir de su fecundación, puesto que desde ese momento puede comenzar el desarrollo de un ser humano. En cuanto al óvulo no fecundado en el que se ha implantado el núcleo de una célula humana madura, así como el óvulo humano no fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partenogénesis, en la sentencia Brüstle el Tribunal de Justicia entendió que también debían considerarse embriones humanos. A partir de las observaciones que se le habían presentado en este último asunto, el Tribunal concluyó que, pese a no haber fecundación, en estos casos los óvulos eran «aptos para iniciar el proceso de desarrollo de un ser humano, de la misma manera que el embrión creado por fecundación de un óvulo» 12. Por consiguiente, el criterio determinante para diferenciar cuándo nos encontramos ante un embrión humano a los efectos de la Directiva 98/44 es la aptitud para iniciar el proceso de desarrollo de un ser humano 13. El Tribunal de Justicia incide en la noción de «aptitud» para describirla como la «capacidad intrínseca para convertirse en un ser humano». De esta manera, un óvulo no fecundado del que pueda decirse que tiene tal capacidad intrínseca debe ser asimilado al óvulo fecundado y tratado de la misma forma. Ahora bien, el Tribunal aclara que si un óvulo no goza de dicha capacidad intrínseca, el hecho de que inicie el proceso de desarrollo de un ser humano no debe tenerse en cuenta. Es decir, si un óvulo no fecundado inicia ese proceso pero carece de la capacidad para llegar a ser un ser humano no se tratará de un embrión humano, y por lo tanto sí será patentable. En la sentencia Brüstle, de las observaciones que recibió el Tribunal se desprendía que un óvulo humano no fecundado estimulado mediante partenogénesis para dividirse y 11 Sentencia International Stem Cell Corporation, apartados 22 a Sentencia Brüstle, apartado Sentencia International Stem Cell Corporation, apartados 25 a 27; y conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, punto 73. 5

6 desarrollarse sí disponía de la capacidad para convertirse en un ser humano, y por esta razón el TJUE llegó a la conclusión de que debía equipararse al óvulo fecundado 14. No obstante, como ya he tenido ocasión de señalar, el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales manifestó que «a tenor de los conocimientos científicos actuales» se ha demostrado que los partenotes humanos sólo pueden desarrollarse hasta el estadio de blastocisto, es decir, convertirse en el organismo formado al cabo de aproximadamente cinco días desde la fecundación del óvulo humano. El Tribunal de Justicia alude a esta circunstancia, constatando que ninguna de las partes interesadas la ha cuestionado en el marco del litigio que da lugar a la sentencia objeto de comentario 15. Otro aspecto importante de cara al sentido de la respuesta del Tribunal de Justicia es la modificación de las solicitudes de patentes que había hecho International Stem Cell Corporation con el fin de descartar el llevar a cabo manipulaciones genéticas adicionales que hiciesen posible que el partenote pudiese convertirse en un ser humano. En el litigio principal, subraya el TJUE, se dilucida la calificación de un partenote humano que no puede ser objeto de manipulaciones genéticas. En este contexto, dice el Tribunal de Justicia, el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales debe comprobar si el partenote humano en cuestión goza de la capacidad intrínseca para convertirse en un ser humano 16. Ese es el criterio que permite dilucidar si un partenote debe considerarse un «embrión humano» o no. Además, el Tribunal de Justicia recuerda que este examen debe tener lugar «a la luz de los conocimientos probados y validados por la ciencia médica internacional», citando el apartado 94 de la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas Smits and Peerbooms 17. En conclusión, si el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales concluye que los partenotes controvertidos carecen de la capacidad intrínseca de convertirse en un ser humano, no deberá considerarlos «embriones humanos» y, en consecuencia, no podrá denegar su patentabilidad con base en el apartado 3.d) del anexo A2 de la Ley de Patentes del Reino Unido de IV. Valoración. Teniendo en cuenta las observaciones que realizó el Alto Tribunal y de las que se hizo eco el TJUE, considerando el hecho de que ninguna de las partes interesadas en la sentencia International Stem Cell Corporation han puesto en duda que los partenotes humanos sólo pueden alcanzar el estadio de blastocisto, y recordando que la denegación 14 Sentencia International Stem Cell Corporation, apartados 28 a Sentencia International Stem Cell Corporation, apartado Sentencia International Stem Cell Corporation, apartados 34 a Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 12 de julio de 2001 (B.S.M. Smits, esposa de Geraets / Stichting Ziekenfonds VGZ, y H.T.M. Peerbooms / Stichting CZ Groep Zorgverzekeringen, C-157/99, Rec. p. I-5473). En el apartado 94 de la sentencia Smits and Peerbooms, en el marco de una cuestión prejudicial sobre la noción de «habitual en el medio profesional» en relación con un tratamiento médico o quirúrgico, se establece que «hay que considerar que sólo la interpretación que tenga en cuenta, como se ha descrito, lo que ha sido probado y validado por la ciencia médica internacional puede cumplir los requisitos expuestos en los apartados 89 y 90 de la presente sentencia». 6

7 de las solicitudes de patente tuvo su razón de ser en que la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido consideraba que se trataba de utilizaciones de embriones humanos con fines industriales o comerciales, no parecen existir demasiadas dudas sobre la admisión de la solicitud de la patente. En el ámbito biotecnológico puede debatirse la calificación que debe darse al partenote. En este sentido, FAGGIONI puso de manifiesto que para algunos el partenote es un embrión porque se desarrolla como los embriones normales y produce blastocistos de apariencia también normal. Según dicho autor, desde un punto de vista biológico un partenote es un organismo humano individual que posee características típicas de cualquier otro ser humano en ese estado de desarrollo. Sin embargo, el mismo autor señala que para otros sería más correcto hablar de «pseudoembrión», habida cuenta de que la estructura genética del partenote consiste en la duplicación del material genético presente en el ovocito, a diferencia de lo que sucede con los seres humanos (que, como es bien sabido, se desarrollan a partir de un cigoto o célula resultante de la unión del gameto masculino con el femenino). El propio FAGGIONI sostuvo que el hecho de que el partenote no sea capaz de desarrollarse correctamente por sí mismo puede considerarse una prueba «indirecta» que apoya la consideración del partenote como un «pseudoembrión» 18. Con independencia de la utilización de la expresión «embrión humano» en el ámbito biotecnológico, a los efectos de la Directiva 98/44 la clave se encuentra en el último elemento apuntado por FAGGIONI. De modo que, tal y como ha afirmado GALEF, «aunque, durante las primeras etapas del desarrollo, el conjunto evoluciona tal y como lo haría un embrión, el óvulo -en estos casos denominado partenote- carece de material genético paterno, por lo que jamás podrá convertirse en un feto» 19. De esta forma, un partenote humano es en principio patentable. Quizás sorprenda el hecho de que el Tribunal de Justicia se aparte de la posición que había mantenido en su sentencia Brüstle, en la cual había incluido los partenotes humanos en el concepto de «embrión humano», negando claramente la posibilidad de patentarlos. Pero el cambio en la posición del Tribunal de Justicia es lógico, está plenamente justificado, y por tanto debe ser aplaudido. Como se ha explicado, en la sentencia Brüstle el Tribunal de Justicia partió de la premisa que se le había indicado en las observaciones que le fueron presentadas, esto es, que un partenote sí tenía la capacidad para dividirse y desarrollarse, convirtiéndose en un ser humano. Como algún autor ha observado, puede decirse que la sentencia International Stem Cell Corporation se origina a raíz de cuestionar dicha premisa 20. El propio Abogado General había indicado en sus conclusiones que las observaciones presentadas por el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales en el marco de la sentencia International Stem Cell Corporation diferían de las formuladas en la sentencia Brüstle. En este sentido, decía el Abogado General, «resulta razonable suponer que las observaciones presentadas en su 18 Cfr. FAGGIONI, «Anthropological and ethical reflections on the production and use of embryonic stem cells», en Cell Proliferation, vol. 41, nº adicional 1, 2008, p Cfr. GALEF, loc. cit., p Cfr. RIGBY, «Advocate General opines that partenotes are not embryos», julio de Disponible en _embryos.html. 7

8 momento en el asunto Brüstle indujeron al Tribunal de Justicia a creer que los tres organismos poseían la capacidad intrínseca de convertirse en seres humanos» 21. La respuesta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la sentencia International Stem Cell Corporation coincide en lo esencial con la propuesta por el Abogado General. Para éste, en la medida en que un partenote no tiene en sí mismo la capacidad intrínseca de convertirse en un ser humano, no se trata de un embrión humano y, en consecuencia, no está incluido en la lista que proporciona el artículo 6.2 de la Directiva de invenciones no patentables 22. Sin embargo, el análisis efectuado en las conclusiones del Abogado General no se detiene aquí, y el presente comentario quedaría incompleto si no se pusiesen de relieve diversas consideraciones del Abogado general que explican que anteriormente se haya afirmado que un partenote humano es en principio patentable. El Abogado General constata que todas las partes han estado de acuerdo en que en el estado actual de la ciencia, un partenote humano no puede llegar a convertirse en un ser humano por el fenómeno de la «impronta genómica», es decir, el hecho de que «ciertos genes se expresan únicamente a partir del ADN paterno, y otros únicamente a partir del ADN materno». El partenote sólo posee ADN materno, lo que impide el desarrollo de un «auténtico tejido extraembrionario» 23. Sin embargo, el Abogado General manifiesta que los intervinientes en el proceso han estado de acuerdo en que el fenómeno de la «impronta genómica» puede ser evitado mediante una manipulación genética, si bien esto aún no ha sido logrado en seres humanos. International Stem Cell Corporation, admitiendo esta posibilidad, aclaró que en este caso se estaría alterando la naturaleza del partenote. Por esta razón, el Abogado General propuso dar una respuesta matizada a la cuestión prejudicial, de forma que se precisase que de llevarse a cabo tales manipulaciones en el partenote éste perdería su naturaleza, no pudiendo ya ser patentado. La opinión del Abogado General tiene una gran relevancia porque, como él mismo indica, a través de manipulaciones genéticas de partenotes de un mamífero (ratones) ya se ha conseguido que dichos partenotes alcancen la edad adulta. Esto hace que no quepa excluir la posibilidad de que en algún momento se pueda alcanzar el mismo resultado con partenotes humanos. En este contexto, el Abogado General concluye que un partenote humano no deberá considerarse un «embrión humano» únicamente si no ha sido manipulado genéticamente para superar el obstáculo de la impronta genómica 24. Existe otra circunstancia que puede hacer que un partenote humano no sea patentable y que también ha sido analizada por el Abogado General: el carácter no exhaustivo de la lista del artículo 6 de la Directiva 98/44. Como he indicado en el epígrafe 21 Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, puntos 25 y Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, puntos 74 y Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, punto Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, puntos 31 y 76 a 79. 8

9 correspondiente al marco normativo de la resolución objeto de comentario, el artículo 6.1 de la Directiva 98/44 dice que no son patentables aquellas invenciones «cuya explotación comercial sea contraria al orden público o a la moralidad». Por su parte, el artículo 6.2 señala ciertos elementos que, en particular y en virtud de lo dispuesto en el artículo 6.1 de la Directiva, no pueden ser objeto de una patente. Estas disposiciones deben interpretarse en el sentido de que la lista del artículo 6.2 de la Directiva es una concreción del principio general establecido en el apartado anterior. Esto quiere decir que todos los Estados miembros están de acuerdo en que lo que el artículo 6.2 de la Directiva 98/44 prohíbe patentar es contrario al orden público o a la moralidad. Pero, como sostiene el Abogado General, en mi opinión de manera acertada, no puede excluirse que algunos Estados consideren contrarias al orden público o a la moralidad ciertas invenciones que para otros Estados no lo sean. Por tanto, aun cuando un partenote humano no sea un «embrión humano» a los efectos de la Directiva 98/44, es perfectamente posible que un Estado miembro decida prohibir su patentabilidad por considerar que ésta sería contraria al orden público o a la moralidad 25. Ciertamente, el campo de la biotecnología es un terreno complejo en el cual las opiniones de las personas están determinadas por consideraciones de tipo ético, moral o religioso. Debiendo existir una serie de reglas y principios claros y comunes para todos los Estados miembros, parece adecuado dejar cierto margen a los legisladores nacionales. En consecuencia, la respuesta del Tribunal de Justicia en la sentencia objeto de comentario me parece correcta, pero tan importante como dicha respuesta es tener en cuenta las conclusiones del Abogado General, cuya verdadera relevancia quizás no se perciba todavía, pero a las que probablemente deba acudirse en el futuro. 25 Conclusiones del Abogado General en la sentencia International Stem Cell Corporation, puntos 32 a 49. 9