12 Resistiendo al Dragón Verde

Transcripción

1 PREFACIO Resistiendo al Dragón Verde expone y desafía la maquinaria religiosa que conforma los fundamentos del ambientalismo. El libro detalla los valores del movimiento ambiental y contrasta estos con las virtudes cristianas que edificaron la Civilización Occidental. Presenta la incompatibilidad del ambientalismo moderno con la humanidad y sugiere un camino alternativo al dominio, no a la muerte. La comunidad cristiana debe ser parte de la solución, pero, en vez de eso, a menudo abundan las visiones antibíblicas del hombre y la cultura. Este libro explica cómo el movimiento Verde busca involucrar a la iglesia. Muestra cómo y por qué la iglesia debe resistir y ofrecer sugerencias para la relación apropiada entre la humanidad y el resto de la creación. Prácticamente cada día se oyen demandas para que la gente Salve al Planeta; los manipuladores de la culpa están en su elemento. Sería bueno sacudirse de esta niebla Verde y tomar una bocanada de aire fresco. Lo que todos necesitamos es una evaluación o una re-evaluación honesta y bañada en oración del carácter del movimiento ambientalista moderno. Esta es una propuesta difícil, dado que constantemente somos bombardeados con apelaciones emocionales a ser Verdes, lo que sea que eso signifique. Y si no somos Verdes dicen que el mundo se va a acabar. Qué deben hacer los cristianos sinceros y otros con una naturaleza sensible y afectuosa? No obstante, a pesar de las expresiones pesimistas, el bienestar humano en una gran cantidad de categorías incluyendo la expectativa de vida, la salud, la educación, la riqueza, y así sucesivamente está mejorando en realidad. Y esto es porque la calidad ambiental, al menos en sociedades influenciadas muy fuertemente por valores cristianos, continúa

2 12 Resistiendo al Dragón Verde mejorando. Sin embargo, este libro no trata acerca de las medidas directas del mejoramiento humano o ambiental. No proveo respuestas científicas o económicas a la retórica Verde de que el mundo se está acabando debido a la avaricia humana y el crecimiento de la población. Múltiples recursos excelentes ya realizan esa labor, muchos de los cuales aparecen en las notas al final. Así pues, qué deben hacer los cristianos con el movimiento Verde? Ciertamente, los miembros de las bases, esos que tienen que pagar sus propias cuentas, de los grupos ambientalistas, probablemente sean personas bien intencionadas de buena voluntad. Muchos profesan tener fe en Jesucristo. Se preocupan profundamente por el mundo en el que viven. De hecho, cuidar de nuestro ambiente debe ser una virtud cristiana. Nadie está argumentando que los cristianos no debieran interesarse. Desafortunadamente, en nuestra era de cuadros de rápido movimiento, la imagen pública del ambientalismo fácilmente embauca a la gente buena. Conejos lanudos, osos polares bebés, celebridades atractivas, todos son palancas que disfrutan los poderes de la persuasión emocional. Pero hay que hacer a un lado el disfraz. Los cristianos han de ser lavados con sangre y no de aquellos a quienes las modas de la sociedad secular les lavan el cerebro. Se dedican siete capítulos a exponer el movimiento que he llamado el Dragón Verde, según lo que argumento que es su original diabólico. El capítulo 1 revela la agenda del movimiento ambientalista. Quizás de manera sorpresiva, esa agenda tiene muy poco que ver con el ambiente natural. Cada vez que ha sido posible he citado las palabras de los líderes y marcadores de tendencia en el ambientalismo ellos hablan por ellos mismos y muestran cómo su afirmación de cuidar el

3 Prefacio 13 ambiente parece más una máscara para algo desagradable. A partir de los escritos y de las persistentes declaraciones públicas de prominentes ambientalistas es claro que los valores y actitudes del movimiento Verde promueven una profunda animadversión y hostilidad hacia la humanidad. Lo que los líderes ambientalistas tienen que decir les impactará a las personas generosas quienes valoran tanto la fidelidad como el ambiente natural. El capítulo 2 explora los esfuerzos que se han hecho para infundirle a la Iglesia Cristiana una reinterpretación ambientalista del Evangelio de Jesucristo. Quién quiere un botadero de desperdicios tóxicos en su patio trasero? Los cristianos no. Los ambientalistas no. Pero sus razones para esta conclusión son bastante diferentes. El ambientalismo ha penetrado la iglesia con ideas anti-humanas y anti-cristianas. En lugar de rechazar las tácticas ambientalistas, la iglesia se ha mostrado sumamente susceptible a la manipulación de la culpa verde. Este capítulo muestra cómo los ambientalistas explotan el lenguaje religioso con la esperanza de manipular la respuesta religiosa para producir un cambio en la conciencia y obtener el involucramiento en el activismo político biosférico. Desean que el dinamismo de la devoción religiosa, por la que muchos están dispuestos a morir, le dé ímpetu a las visiones verdes del nuevo orden mundial. El capítulo 3 trata con el entendimiento cristiano de la imagen de Dios. Contrasta esta visión con la visión estándar adoptada por el movimiento Verde, que sostiene que nuestra especie no es nada especial en el esquema natural de las cosas. Los Verdes miran similitudes entre los humanos y las bestias, pero no ven que el espíritu eleva al hombre por sobre las bestias. Es lógico el alejamiento radical de esta verdad por

4 14 Resistiendo al Dragón Verde parte del movimiento Verde. Surge de la fe del movimiento Verde en la idea de que la humanidad desciende de los animales. Pero, de hecho, los humanos son bastante diferentes, y más especiales para Dios que todas las demás criaturas. Ya sea que a los Verdes les guste o no, la vida humana es sagrada e infinitamente preciosa porque está hecha a imagen de Dios. Los animales no. El capitulo 4 desenmascara y arrincona al ethos Verde aún más. Si los hombres no van a adorar a Dios, adorarán lo que Dios ha hecho. Y si se ve obligado a reconocer que el hombre es especial, los Verdes hacen más que maravillarse de que la naturaleza también lo es. El capítulo 4 aplasta esta idea con la enseñanza de la Palabra de Dios. La naturaleza es especial, pero sólo como el escenario en el que se desarrolla la redención de la humanidad por parte de Cristo. Los seres humanos no solamente son muy especiales, sino espiritualmente superiores a cualquier otra parte del orden creado. Desafortunadamente, muchos en la iglesia profesante argumentan que la Naturaleza es divina. La naturaleza no solamente no es divina, tampoco es eterna. Está sujeta a la humanidad. El capítulo 5 continúa considerando nuestra posición en el mundo natural y nuestra relación espiritual con el mundo. Explica la doctrina bíblica del dominio. La Escritura da una presentación fiel, realista y sensible de los tristes efectos de la precariedad y el pecado humanos sobre todo el universo y nuestra responsabilidad por la mayordomía y el dominio bíblicos. El que la gente domine el panorama es algo que oprime a los ambientalistas. La idea de que los humanos debiesen tomar dominio es, para ellos, siempre una abominación. Los ambientalistas desechan, y los Verdes cristianos

5 Prefacio 15 subestiman, las consecuencias morales y éticas para la tierra del pecado y la maldición descritos en Génesis. En lugar de que la humanidad sea la destructora de la Tierra, resulta que sólo la acción de poblarla y sojuzgar la Tierra para la gloria de Dios puede liberarla de la maldición descrita en el Génesis. Toda la historia gira en espiral hacia este punto, que Dios ha salvaguardado a la raza humana para probar Su especial cuidado para Su iglesia. Allí yace la esperanza para todo el cosmos. El capítulo 6 aborda la idea de sostenibilidad, un proyecto político apenas velado, basado en el mítico balance de la naturaleza y la interrupción de ese frágil balance a través de la actividad energética y fructífera de los humanos. La acusación Verde es que en lugar de esperar pacientemente los seres humanos fuerzan a la Tierra. En lugar de esperar en dependencia humilde, los humanos irrigan. La sostenibilidad argumenta que esto es, en última instancia, injusto. Pero la sostenibilidad ignora la mano de Dios en la historia. Este capítulo expone la sostenibilidad como una palabra en código para los cambios perjudiciales y desgarradores en las instituciones sociales, la estructura económica, y finalmente, la conciencia humana. El mundo sostenible concebido por los ambientalistas presenta una economía de orden y control que, contrario al énfasis bíblico, coloca la vida humana directamente en el centro de interés de los hombres violentos. El capítulo 7 considera algunas demandas prominentes del movimiento Verde y su falsa acusación contra el Cristianismo Bíblico. Los Verdes quieren controlar cómo tú ves, comes, conduces e incluso la luz que usas para leer. El ambientalismo es un sueño hecho realidad para los entrometidos que quieren microgestionar los detalles de las vidas de

6 16 Resistiendo al Dragón Verde los demás, todo para proteger la Tierra, a cualquier costo, de la interferencia humana. Se reduce a la idea utópica de que puede haber Cielo en la Tierra. Confunde el reino de Dios con la idea pagana de tratar de salvar al mundo. Hace a un lado los llamados de la enseñanza bíblica balanceada con respecto a la mayordomía cristiana. Su eslogan es la salvación planetaria, pero su camino de salvación se encuentra peligrosamente desconectado de las necesidades y emociones más básicas del ser humano. Es, en última instancia, mortalmente perjudicial para el ambiente y los humanos, particularmente los pobres. El capítulo 7 finaliza con una apelación al lector a dejar de apoyar al Dragón Verde que desea abatirte hasta el polvo. Proclama la única esperanza verdadera para la humanidad y para todo el universo el evangelio no adulterado de Jesucristo. Resistid al Dragón Verde! James Wanliss Ex Afrika semper aliquod altior