Con ocasión de la celebración de los 70 años de las Naciones Unidas

Transcripción

1 1 Palabras de la Defensora de los Habitantes Montserrat Solano Carboni, MLL Con ocasión de la celebración de los 70 años de las Naciones Unidas Lunes 19 de Octubre de San José, Costa Rica Señor Helio Fallas, Primer Vicepresidente de la República; Señora Pilar Álvarez, Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas; Señora Milena Grillo, Directora de la Fundación Paniamor; Excelencias, Señores Ministros y Viceministros y demás autoridades del Estado, Funcionarias y funcionarios del sistema de Naciones Unidas, señoras y señores. Hace más de 70 años, entre abril y julio de 1945, durante la Conferencia de San Francisco, que adoptaría la Carta de las Naciones Unidas, aún no ondeaba la bandera celeste de las Naciones Unidas que conocemos hoy, sino una bandera con cuatro franjas verticales doradas. Cada una de ellas representaba las cuatro libertades fundamentales que cuatro años antes, Franklin Delano Roosevelt había marcado como reto de la guerra y la post-guerra, y que tendrían una profunda influencia en la Carta de las Naciones Unidas. Las palabras de Roosevelt resuenan hoy, cuando aún anhelamos un mundo fundado en las cuatro libertades humanas esenciales: La primera es la libertad de palabra y expresión, en cualquier lugar del mundo;

2 2 La segunda es la libertad de cada persona para adorar a Dios a su propio modo, en cualquier lugar del mundo; La tercera es la libertad frente a la miseria, que traducida en términos mundanos, significa acuerdos económicos que aseguren a cada nación una vida saludable y en paz para todos sus habitantes, en cualquier lugar del mundo. La cuarta es la libertad frente al miedo, que traducida en términos mundanos, significa una reducción a escala mundial del armamento Estas cuatro libertades se citan en el segundo párrafo del preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, una Declaración que fue adoptada por los entonces 58 Estados miembros, que diferían en sus ideologías y nivel de desarrollo, y en sus sistemas políticos, culturales y religiosos. No obstante, lograron identificar aquella esencia universal que debe ser la guía de actuación de todo pueblo, Estado y nación. Las Naciones Unidas han permitido desarrollar ese trabajo en pos de los derechos humanos, no solo a través de la adopción de tratados y permitiendo el diálogo entre los pueblos, sino desarrollando estándares básicos para que el cumplimiento de los derechos humanos sea una realidad. También han llevado esa defensa por los derechos humanos a su trabajo humanitario en el terreno, que lamentablemente ha cobrado la vida de muchos funcionarios y funcionarias de las Naciones Unidas. A ellas y ellos, nuestro recuerdo y agradecimiento más profundo y sincero, y a sus familias y colegas, nuestra solidaridad. Señoras y señores, Les quiero confesar que lo que más me atrae del discurso de Roosevelt fue lo que dijo después de enunciar las cuatro libertades: Esta no es la visión de un milenio

3 3 lejano. Es una base concreta para una clase de mundo alcanzable en nuestro propio tiempo y en nuestra generación. En la génesis de las Naciones Unidas se encuentra esa visión, de que la creación de un mundo pacífico, más justo y solidario y menos intimidante no es un sueño ni una utopía, sino una obligación universal que debe unir a toda la humanidad. Frente al dolor ajeno, la humanidad exige romper con la indiferencia, no solo entre quienes habitamos un mismo país, sino a través de las fronteras. Lamentablemente, las tiranías aún ahogan la libertad, los extremismos pretenden imponer una forma de creer y entender la realidad, uno de cada nueve seres humanos sufre de desnutrición severa, las personas que han tenido que huir de su país para buscar refugio en otro superaban los 13 millones hace un año. En este año, ya son 600 mil quienes han salido de Siria y Afganistán, principalmente, para buscar refugio en Europa, o en cualquier otro lugar del mundo. Entre el año pasado y este, 7000 personas desaparecieron en el mediterráneo tratando de huir de la barbarie. Estos son solo ejemplos de que aún hoy debemos trabajar por asegurar esas libertades, y que no podemos darnos por vencidos. Y como garantía de que no nos daremos por derrotados, contamos con la presencia de las Naciones Unidas, como una conciencia universal de que la meta se debe cumplir. Costa Rica fue uno de los miembros originarios de las Naciones Unidas. He tenido la oportunidad de mirar a nuestro cuerpo diplomático actuando con liderazgo para avanzar hacia mejores garantías de los derechos humanos, en pos de un desarrollo más justo y equitativo, y pregonando con su ejemplo en favor del desarme y la paz. Costa Rica tiene un papel destacado en la conformación de esa conciencia. Pero al igual que el resto de países del mundo, Costa Rica debe asegurar que el pleno disfrute de aquellas cuatro libertades no sea una utopía, y que no debe serlo para quienes vivan dentro de sus fronteras. Costa Rica logró alcanzar algunas de

4 4 los metas de los objetivos del milenio, particularmente en la promoción de la igualdad de género, la reducción de la mortalidad infantil y materna y en la sostenibilidad del medio ambiente. Sin embargo, no logramos erradicar la pobreza y el hambre. En nuestro país, una de cada cinco personas aún no vive libre de necesidad. Hoy, la comunidad de naciones nos ha planteado una nueva hoja de ruta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hace diez días, las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del Mundo nos reunimos en México, en la primera reunión de implementación de los ODS después de su adopción. Estamos conscientes de que a la Defensoría de los Habitantes, como institución nacional de derechos humanos, le corresponde una importante labor de vigilancia sobre el cumplimiento de los ODS, que llevan entrelazadas garantías de las cuatro libertades. Ya estamos tomando acciones, a través de un plan para la creación de indicadores de derechos humanos, y la incorporación de los indicadores que se aprobarán en marzo próximo en la Comisión de Estadísticas de la ONU para el cumplimiento de los ODS. Para el próximo año, nuestro informe anual se centrará precisamente en los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible. El próximo año, también se celebran los 50 años los dos Pactos Internacionales, que junto con la Declaración Universal, conforman la Carta Internacional de Derechos Humanos, base fundamental de ese tercer pilar del trabajo de la ONU. Será una oportunidad para revisarnos como país en el respeto, protección y garantía a esos derechos, no como aspiraciones, sino como mínimos necesarios para asegurar la dignidad del ser humano. Las Naciones Unidas, y Costa Rica como Estado miembro, se han planteado como meta que nuestra generación conozca un mundo libre de miedo, libre de necesidad, libre en su conciencia y su expresión. Frente a tal reto, quisiera terminar con una cita del muy querido segundo Secretario General de las Naciones

5 5 Unidas, Dag Hammarskjold: Nunca midas la altura de una montaña antes de llegar a la cima. Entonces, verás lo baja que era. Muchas gracias.