Cornelis Snellinck ( Rotterdam 1669) Paisaje con figuras Óleo sobre tabla 68 x 106 cm ca.

Transcripción

1 Cornelis Snellinck ( Rotterdam 1669) Paisaje con figuras Óleo sobre tabla 68 x 106 cm ca.

2 En el mes de Marzo y para celebrar la próxima llegada de la primavera hemos elegido este maravilloso paisaje holandés realizado por el destacado pintor Cornelis Snellinck, perteneciente a una gran familia de artistas, de hecho su hijo y discípulo Jan Snellinck III siguió su misma línea paisajística. Se desconocen muchos aspectos de su vida, lo único en lo que coinciden todos los expertos es en que desarrolló toda su actividad artística en la ciudad de Rotterdam, dónde fallecería en Por ello podemos afirmar que los paisajes representados en todas sus obras pertenecen a aldeas y bosques de los alrededores de dicha urbe. Nuestra tabla es un magnífico ejemplo de paisaje holandés, ya que posee todas las características típicas que manejaban los pintores especializados en este tipo de temática. Estos artistas salían al campo, daban largos paseos y hacían dibujos o bocetos de lo que allí veían, sobre todo recreándose en los diferentes efectos que las nubes provocan en el cielo, para más tarde desarrollarlos pictóricamente en sus talleres. En las composiciones de Cornelis Snellinck hay que destacar su gran habilidad en el manejo de los planos, logrando una amplia perspectiva en sus paisajes gracias a la colocación de de una línea de horizonte baja que da paso a un enorme cielo que ocupa más de dos tercios de la obra. También el juego de colores y la luz que cae oblicuamente sobre una zona del cuadro, provocan una magnífica sensación de profundidad a sus obras con enormes árboles, casas de campesinos y riachuelos. Las figuras que aparecen amenizando estos parajes son pequeñas pero fundamentales, ya que sirven como instrumento argumental para llamar la atención del espectador y hacerle partícipe de su historia.

3 El gran protagonista de la obra es el árbol que está aproximadamente en el centro de la composición, que rompe la horizontalidad de la tabla, y sirve para diferenciar dos zonas, a la izquierda un prado llano recorrido por un riachuelo serpenteante, y a la derecha una pequeña granja tras la que se ve el comienzo de un frondoso bosque. Es muy común la utilización de un esquema similar en todos los paisajes de esta época, pudiendo hacerse dos lecturas de una misma obra. Las hojas que llenan las ramas del árbol están realizadas a través de pequeñas y detalladas pinceladas en colores verdes y ocres, que muestran todos los contrastes típicos del follaje en este tipo de composiciones. Como no podía ser de otra manera, unos personajes protagonizan la escena, se trata de un alto en el camino, en el que un señor tras la valla de madera charla con un caballero colocado de espaldas y una señora, ambos acompañados por un perro que espera paciente.

4 En el centro, junto al riachuelo, aparece representada una posada o taberna típica de los cruces de caminos en la Holanda del siglo XVII, con el cartel distintivo sobresaliendo sobre la puerta y el techo de paja. Por aquel entonces las zonas limítrofes a las grandes ciudades ofrecían espacios para el descanso, tanto para el que llegaba a la ciudad para resolver asuntos de trabajo, como para el que salía de ella de vuelta a su hogar. A la izquierda, vemos una extensa pradera con un riachuelo en zigzag que se pierde en el horizonte, el esbozo de lo que parece una construcción, probablemente una granja, y unas vacas que descansan plácidamente fundiéndose con el entorno. Todo ello transmite una gran sensación de paz y tranquilidad. El pintor consigue tal efecto de profundidad gracias a la superposición de planos y tonalidades ocres, más oscuras en los primeros planos, que progresivamente van aclarándose hacia un fondo completamente difuminado.

5 Por último, a la derecha podemos ver de forma más clara que la anterior, una granja que se funde con la espesura del bosque. En la entrada una serie de ovejas pastan tranquilamente, creando un ambiente bucólico en consonancia con el entorno. Snellinck consigue plasmar de una forma muy realista un día cualquiera del entorno rural, y trasladar al espectador actual a aquella época como si de una ventana al pasado se tratara. Es increíble como el pintor se esfuerza en captar hasta el más mínimo detalle, tanto de la naturaleza como de los animales y los personajes que aparecen representados, con ello, consigue crear una escena llena de equilibrio a pesar de los constantes contrastes. Como ya hemos dicho, la línea argumental de la obra viene dada por el caballero y la señora que hablan animadamente con el responsable de la granja, ubicado tras la valla. La disposición de estos personajes, con la mujer mirando al espectador y señor de espaldas acompañados por un perro, es un recurso pictórico que se repite mucho en el siglo XVII.

6 BIBLIOGRAFIA - W. Bernt, The Netherlandish Painters of the Seventeenth Century, Phaidon, 1970, Vol III, pág 108, plate A. Bredius, Oud Holland, VIII, 1890, pág E. Benezit, Dictionnaire des peintres, sculpteurs, dessinateurs et graveurs, Vol. 12, pág 927. PROCEDENCIA Colección privada, Holanda Kunsthandel P. de Boer, Ámsterdam 2005 EXPOSICIONES Kunsthandel P. de Boer, Ámsterdam 2004 MUSEOS Existen obras de Cornelis Snellinck en las colecciones de museos de las siguientes ciudades entre otras: Praga- Museo Nacional, Rotterdam- Historisch Museum, Viena- Kunsthistorisches Museum.